Gran película, mítica para los chavales de los 90 (una más), la cual aprovechó el tirón que tenía el que a día de hoy sigue siendo el mejor jugador de baloncesto de la historia: Michael Jordan. Pero no solo podemos ver a 'Air', sino que grandes estrellas del momento como Charles Barkley o Patrick Ewing también participaron interpretándose a si mismos en una cómica situación. Además, mezclar a los jugones de la NBA de los años 90 (y 80, que también aparece Larry Bird) con los dibujos animados más famosos de la historia como son los Looney Toones hacen de esta película un gran entretenimiento para los niños y no tan niños y supone una auténtica obra de culto para los que la recordamos como un símbolo de nuestra infancia. No importa para nada si al niño en cuestión no le gusta el baloncesto ya que a pesar de que muchos de esos niños y niñas a día de hoy ni siquiera son seguidores de la NBA, consideran "Space Jam" una joya del cine familiar.

El guion es muy original: un grupo de simpáticos y graciosos extraterrestres roban las habilidades de las estrellas de la NBA del momento durante el período del primer retiro de Jordan, el cual retará a un partido de baloncesto a esos 'Monstars' a cambio de que devuelvan las habilidades si estos son derrotados; el apartado técnico es excelente, la mezcla entre personajes reales y animados está muy bien conseguida; y la banda sonora, una de las más vendidas de la década, cuenta con legendarias canciones de artistas como R. Kelly, Chris Rock, Barry White y Seal. A destacar "I believe I can fly", "Fly like an Eagle" y "Basketball Jones".

No merece la pena entrar a valorar las interpretaciones, la mayoría no son actores sino jugadores de baloncesto y, por tanto, aparecen en pantalla y hacen lo que tienen que hacer. Eso sí, el casting cuenta con los noventeros Bill Murray y Wayne Knight para darle un poco más de empaque al reparto.

Mención especial merece esa gran introducción con las imágenes más importantes de la carrera (hasta ese momento) de Michael Jordan. Dice mucho de la repercusión de su figura en el deporte y en la cultura popular el hecho de que, en el momento de realizarse esta película, solamente hubiera conseguido la mitad de los logros que finalmente conseguiría al final de su carrera. Un jugador único e irrepetible.

Hacia tiempo que no revisionaba esta cinta con Michael Jordan y los Looney Toons compartiendo metraje. Se deja ver con una sonrisa, la combinación de imagen real y animación está bien conseguida (aunque, siempre hay algunas secuencias que cantan más que otras), teniendo en cuenta que es una película de hace 15 años. Al menos, los créditos del principio me parecen bastante buenos. En un cameo podemos ver al actor que pone voz a Homer Simpson en versión original, Dan Castellaneta, como un espectador en un partido de baloncesto.

Los films protagonizados por deportistas suelen ser realmente malos (obviemos "He got game" con Ray Allen, y veremos que tal le va a Ken Loach con Eric Cantona...) y no es el caso de este.
La figura de Michael Jordan emerge en este film infantil para, con argumento muy simple, acompañar las clásicas escenas de los Loney Tunes de una gran banda sonora.

Efectiva, y con un montón de estrellas de la NBA dispuestas a aportar su granito de arena (humorístico Bill Murray aparte).

A muchos nos marco en nuestra infancia el “I bilieve i can fly” de R. Kelly... de esto trata el film, de jugar con los sueños de los más pequeños.
Y MJ fue el mito de una generación lo suficientemente grande como para aspirar al taquillazo que no consigue.

Genial película para los pequeños de la casa, que nos ayuda a conocer un poquito más sobre dos mundos que son a la par muy dignos de ver: la NBA (mejor competición del mundo) y los Looney Tunes que, por aquel entonces, eran los dominadores de la animación infantil.

Pese a ello, echo mucho de menos un mayor protagonismo de algunas estrellas que aparecen en la misma película. En especial a Larry Bird que, sin discusión, es uno de los pocos hombres que merecería estar a la altura del rey Jordan.

Ya sé que muchos dirán que es una película sin mensaje ni contenido, un filme con el único fin de ensalzar la vida y milagros de Michael Jordan, y vaciar los bolsillos de padres de niños que juegan con la lengua fuera en los parques por el camino.

Y ahora digo yo: Y qué? Es una película amable, que se deja ver, técnicamente bien realizada, con un buen puñado de estrellas de la NBA y dibujos animados, y un Michael Jordan que se limita a estar ahí y ser fotogénico, lo cual a sus fans nos parece bastante.

En resumen, una peliculita que aunque suena a caja registradora a leguas es igualmente disfrutable, sobretodo si eres fan del 23 de los Bulls.