Esta película lo tiene todo. Actuaciones memorables. Una historia policial entreverada con historias de amor. Folclore argentino que por momentos da paso a la universalidad de las miradas y los gestos. Realmente se abraza al espectador, al que no suelta hasta el final, en el que todas las situaciones tienen un cierre muy bien pensado y de alta calidad narrativa.

Una de las mejores películas de los últimos años, no del cine argentino, sino mundial. Es para verla sin saber de qué va, pero sabiendo que Campanella es una apuesta segura. A ratos drama, a ratos comedia, se va haciendo más interesante con el paso de los minutos. Tiene además un profundo mensaje por detrás de la historia. El final apoteósico. Simplemente una película que hay que ver.

El secreto de sus ojos es una de estas típicas películas que debes ver cuando te apetece ver buen cine. Tiene todo lo que tiene que tener una buena película: drama, acción, suspense, pinceladas amorosas, misterio, algo de tensión y, sobretodo un final espectacular (para mí fue predecible, pero igualmente bueno) que te deja un regusto morboso. Ricardo Darín fabuloso.

La película te atrapa desde el principio. Destacan sus diálogos inteligentes, sus personajes carismáticos y un buen hilo argumental. El director mantiene la intensidad con la ayuda de una banda sonora acertada, un guión redondo y unas historias bien entrelazadas. La narrativa y el tempo elevan la carga sentimental. Una película recomendable si te gustan los thrillers y el cine con densidad emotiva.

Juan José Campanella vuelve a contar con su actor fetiche para protagonizar una de las películas argentinas de más éxito, la cual fue merecedora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2009.
El director nos presenta la historia de un asesinato, y como un joven intenta averiguar quien es el autor de este suceso. La búsqueda resulta un camino bastante problemático, lleno de gente que impide que el joven intente encontrar al asesino.
Una de la cosas interesantes del guión es que constantemente la historia es un flashback, donde los dos protagonistas reviven retrospectivamente los hechos que marcaron su vida, a través de una joven que fue brutalmente asesinada.
La película es interesante, pero cuenta con un problema. Aunque el film me ha gustado, debo reconocer que a la historia le cuesta coger el ritmo. El principio es lento y no avanza con paso firme para que el espectador se adentre fácilmente en la trama. Esos primeros 30 minutos son un poco densos y pesados, lo cual cuesta que uno se introduzca en la historia. Pero, la verdad es que pasados esos 30 minutos uno se inmiscuye fácilmente, y disfruta de la trama.
Ricardo Darín vuelve a demostrar el gran talento que tiene y, realiza un trabajo muy creíble dando vida a este personaje que interpreta en dos etapas de su vida diferenciadas en varias décadas. Junto a él Soledad Villamil, una joven que acompaña en este viaje a Ricardo y que aguanta muy loablemente el tipo.
En fin, película que cuenta con una buena dirección, unas buenas interpretaciones y con una estética tremendamente cuidada. Un trabajo de ambientación muy sobresaliente. Pero estas cosas positivas tienen un acompañante negativo. Dicho acompañante es el comienzo de la película, que cuenta con un planteamiento denso y pesado que hace que a uno le cueste introducirse en la trama.