Obaba
2005 

6.1
8,532
Drama. Romance
Lourdes (Bárbara Lennie) es una joven que emprende un viaje a las tierras de Obaba, en el País Vasco. Lleva consigo una pequeña cámara de vídeo con la que quiere atrapar la realidad de ese mundo y sus gentes. Gracias al joven Miguel (Juan Diego Botto), Lourdes va conociendo retazos de sus vidas: de su niñez, de su juventud, de sus ilusiones perdidas: la joven maestra que pasea su soledad por las calles de Obaba, el adolescente Esteban ... [+]
17 de marzo de 2010
17 de marzo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los relatos del libro de relatos de Bernardo Atxaga, "Obabakoak", tienen como punto en común un pequeño pueblo situado en algún lugar imaginario de la geografía vasca. En ellos se contemplan las rencillas típicas entre los vecinos de una localidad pequeña mezcladas con fantasiosos elementos. Todo ello parece un buen caldo de cultivo para un director, Moncho Armendariz, afamado por rodar historias ocurridas en pequeños ambientes rurales del Pais Vasco. Para ello recurrió a la fórmula de usar un personaje ajeno a esos relatos como nexo de unión de varios de ellos.
Por tanto, el fuerte de esta película radica en un enjambre de relatos rurales en los que se mezclan pasado, futuro, fantasía y realidad. Lurdes es una estudiante que llega a Obaba para hacer un reportaje de sus gentes, allí tomará contacto con tres historias. Por un lado está la historia de una maestra y su relación con sus alumnos; por otro lado, la de un hombre traumatizado por la muerte de su hermana; y por otro lado, la de una vieja rivalidad entre familias.
El gran problema es que a pesar de que el director utiliza la figura de lurdes como nexo de unión entre las historias, no terminan de casar bien. En el transcurso de la película, todo parece indicar que las tres historias finalmente confluirán, pero finalmente no lo hacen. Hubiera sido mejor haber hecho un planteamiento como el de "Four Roums", en el que las historias suceden de manera atómica y el personaje nexo hace de simple elemento de introducción. Además de eso, se echa de menos un guión más sencillo que busque una mayor profundización en los sentimientos de los personajes, y que deje acabados los relatos.
Por el resto, destacar una gran fotografía, y unas buenas actuaciones; especialmente una Pilar López de Ayala fiel a su estilo, haciendo una interpretación muy sencilla a la par de sublime.
Por tanto, el fuerte de esta película radica en un enjambre de relatos rurales en los que se mezclan pasado, futuro, fantasía y realidad. Lurdes es una estudiante que llega a Obaba para hacer un reportaje de sus gentes, allí tomará contacto con tres historias. Por un lado está la historia de una maestra y su relación con sus alumnos; por otro lado, la de un hombre traumatizado por la muerte de su hermana; y por otro lado, la de una vieja rivalidad entre familias.
El gran problema es que a pesar de que el director utiliza la figura de lurdes como nexo de unión entre las historias, no terminan de casar bien. En el transcurso de la película, todo parece indicar que las tres historias finalmente confluirán, pero finalmente no lo hacen. Hubiera sido mejor haber hecho un planteamiento como el de "Four Roums", en el que las historias suceden de manera atómica y el personaje nexo hace de simple elemento de introducción. Además de eso, se echa de menos un guión más sencillo que busque una mayor profundización en los sentimientos de los personajes, y que deje acabados los relatos.
Por el resto, destacar una gran fotografía, y unas buenas actuaciones; especialmente una Pilar López de Ayala fiel a su estilo, haciendo una interpretación muy sencilla a la par de sublime.
10 de diciembre de 2011
10 de diciembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Montxo Armendariz salió ileso de la dificil adaptación de la novela de Bernardo Atxaga, ya que es un autor con un universo propio y complejo, el cual es muy dificil de llevar a imagen. Pero con un guión hábil, ligero, inquietante en momentos y romántico en otros consigue trasladarnos a una Obaba creíble, realista, incluso costumbrista, no tan mágica y misteriosa como en la novela pero que convence con unos personajes sobrios a los que dan vista un conjuntado reparto capitaneado por Pilar Lopez de Ayala que borda un personaje hecho a su medida y un Juan Diego Botto más que digno (como siempre).
Montxo Armendariz se la jugó y le salió bien...
Montxo Armendariz se la jugó y le salió bien...
12 de marzo de 2014
12 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptar una novela al cine siempre es un reto. Es más difícil hacerlo bien cuanto mejor sea la calidad literaria del texto. Peor es aún cuando se trata de una serie de relatos, como es el caso. Pues bien, Montxo Armendáriz ha conseguido traducir a imágenes con éxito una obra de Bernardo Atxaga que reúne las dos dificultades. A saber: ser un buen texto literario y ser además una colección de relatos. El guión se permite unas cuantas licencias que dotan a la historia de más gancho visual. Para empezar, el narrador que hace de puente entre las diversas historias pasa de ser hombre a ser mujer. La disculpa para seguir la pista al asunto de los lagartos, pasa a ser un trabajo de universidad. La cosa funciona, se crean nuevos nexos entre las distintas narraciones que no están en el texto, como esa maestra que se queda en el pueblo, o la niña ahogada en el río que persigue a su hermano desde el más allá. Desde luego no es lo mismo la historia en imágenes que lo que cuenta el libro. Y, precisamente por eso, funciona la película. Me gusta el uso visual de la foto de la escuela como nexo para ir siguiendo a los personajes en el tiempo.
27 de septiembre de 2005
27 de septiembre de 2005
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Expectativas, son jodidas las expectativas.
Atxaga en Obabakoak recrea el realismo mágico euskaldun, nuestro particular y marqueciano siglo de soledad. Aunque se le ha acusado de presentar una Arcadia vasca y feliz, en realidad su crítica resulta en ocasiones feroz.
Armendáriz es un cineasta honesto que rueda por virtud y no por necesidad; sus atmósferas, silencios y miradas son capaces de provocar mil sensaciones y hormiguearte por dentro, cada uno de sus fotogramas desprende proximidad y homenajea los valores humanos.
Ambos coinciden en que parten de lo local para alcanzar lo universal y cada uno desde su propio soporte artístico refleja el compromiso del artista no como una pose sino por coherencia con sus convicciones.
Obaba no decepciona, pero sí que esperaba más de ella. Por un lado la novela de Atxaga resulta imposible de trasladar a un guión cinematográfico, es una cuestión obvia y debe asumirse previamente a su visionado. Además creo que Armendáriz no ha bordado como otras veces sus personajes y tampoco me ha convencido la selección de entre los cuentos que Obaba contiene.
En todo caso y hechas estas salvedades, resultado de los pre-juicios y las expectativas, no puedo por menos que recomendar Obaba y confirmar que otro cine es posible, y que la palabra, la imaginación y los sentimientos bien expresados siempre estarán por encima de los fuegos artificiales y los efectos digitales burdos y comunes que salpican el cine actual.
Atxaga en Obabakoak recrea el realismo mágico euskaldun, nuestro particular y marqueciano siglo de soledad. Aunque se le ha acusado de presentar una Arcadia vasca y feliz, en realidad su crítica resulta en ocasiones feroz.
Armendáriz es un cineasta honesto que rueda por virtud y no por necesidad; sus atmósferas, silencios y miradas son capaces de provocar mil sensaciones y hormiguearte por dentro, cada uno de sus fotogramas desprende proximidad y homenajea los valores humanos.
Ambos coinciden en que parten de lo local para alcanzar lo universal y cada uno desde su propio soporte artístico refleja el compromiso del artista no como una pose sino por coherencia con sus convicciones.
Obaba no decepciona, pero sí que esperaba más de ella. Por un lado la novela de Atxaga resulta imposible de trasladar a un guión cinematográfico, es una cuestión obvia y debe asumirse previamente a su visionado. Además creo que Armendáriz no ha bordado como otras veces sus personajes y tampoco me ha convencido la selección de entre los cuentos que Obaba contiene.
En todo caso y hechas estas salvedades, resultado de los pre-juicios y las expectativas, no puedo por menos que recomendar Obaba y confirmar que otro cine es posible, y que la palabra, la imaginación y los sentimientos bien expresados siempre estarán por encima de los fuegos artificiales y los efectos digitales burdos y comunes que salpican el cine actual.
25 de octubre de 2005
25 de octubre de 2005
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es como cuando te traen un regalo envuelto en un papel muy bonito pero el contenido es decepcionante. Crea expectativas pero solo se queda en eso. Lo peor son algunos personajes que no sabes lo que pintan en la historia.
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