Ahora sí he aprendido su nombre y no dudaré en utilizarlo. Hasta el momento era: joder, sí, ese que sale en las de Transporter (y que nunca he visto).

Bueno, pues aparece Jason Statham con su lacio y largo pelo, barba de una semana y cara de señor que debe pensar en los errores cometidos y en las hazañas que cumplir. Se encuentra con Ray Liotta tras su propio percance con los ascensores, ciertamente a quién le gustan los ascensores, tal vez sea un momento para recordarnos que es humano. Gana mucho dinero.

Le intentan matar, le obligan a compartir su dinero para negociar con él. Su mente habla mucho, tiene palabras para cada instante del día, abarca más de lo necesario. Nosotros, que siempre necesitamos más, escuchamos todo lo que su mente opina, una habilidad adquirida para esta película. Hay dos hombres que le hablan en clave al pobre Jason Statham en todo momento.

A Ray le vemos el culo blanco bajo las tonalidades azules de su cámara de rayos UVA y me da por pensar cómo es posible que tomando el sol desnudo en una habitación de moreno perpetuo pueda tener el trasero más blanquinoso que el resto del cuerpo. También pienso que no le sienta nada bien el azul, vaya, ya le he perdido el respeto a un actor.

Hay otro hombre, de los denominados comúnmente malos que también está cabreado por las pillerías de alto nivel de Jason y sus profetas, pero cabe destacar que está rodeado de bellezas con labios carnosos, preciosas, dignas de protagonizar algún plano.

Sí, parece que estaba previsto que hasta el final no supiéramos qué ocurría en realidad ante tan pretenciosos actos.

Producción del 2005, estrenada en nuestros lares a remolque de RocknRolla, a ver si así nos la colaban, (lo que demuestra que los distribuidores eran conscientes del castañazo que se traían entre manos) y que si eres capaz de hacerte un programa doble con las dos, renegaras de Guy Ritchie, por los siglos de los siglos. Al final va a resultar que este tipo solo sabe hacer una y otra vez la misma película. Prescindible.

Al menos en esos años el señor tocaba fondo. Al prolífico y original Guy Ritchie se le va la olla para mal y perpetra esta insufrible fumada repleta de filosofadas baratas que no vienen a cuento y que terminan de hacer una auténtica paja mental pretenciosa y absurda.

Hay bastantes películas que deliberadamente marean al espectador, todos lo saben, películas cuyo revisionado es necesario para alcanzar a comprender totalmente su trama; pero una cosa es tener un argumento complejo y hacer una buena película o cuanto menos interesante y entretenida, y otra muy distinta partir con una absoluta chorrada incoherente y tratar de hacer un film serio metiendo cuanto efectismo se necesite en el guión y en la propia dirección de la película. Ritchie siempre se ha caracterizado por su estilo en el montaje y en la narración, pero en ésta película pierde el norte totalmente.

Pésima película de un realizador que no pudo empezar mejor su prometedora carrera, pero que fue perdiendo fuelle de forma alarmante con los años.

Esta película es una película fallida, porque aunque tiene muy buena imagen y buenos efectos no consigue hacer una película redonda porque la trama y la historia es muy compleja yen mi opinión el motivo de esta fallida película es que el director tiene que ser una autentica maquina y parece que Guy no lo es. Al final la película se queda en una confusión total , no se sabe que personajes son reales y cuales son metafóricos, como la secretaría del Sr Gold , también se lía intentando hacer una copia de Snach Cerdos y Diamantes pero no lo consigue, lo que si consigue es crear personajes sin interés y historias paralelas que desaparecen de repente y que son perfectamente imprescindibles. No todo es malo, a mi me ha gustado mucho lo que quería decir la película alfinal, hablaba del ego, de lo potente y poderoso que es , y de que si te desprendes deverdad de el consegurias la felicidad suprema, la paz, el nirvana...Podría haber sido muchisimo mejor película , pero se queda en Revolver de Guy Ritchie

Pertenece a la categoría de las "incomprendidas". La puesta en escena, los personajes y el argumento aparente, hacen que parezca una película de matones y delincuentes, cuando en realidad tiene un sentido más profundo. Habla sobre el ego, el funcionamiento de la mente y la conducta humana en función de ello. Tiene un sentido espiritual. Me sorprendió gratamente. Tal vez hay un exceso de escenas violentas para mi gusto, pero se tolera por la profundidad argumentativa.