Quizás en calidad técnica no ande sobrada. Quizás no, seguro. Pero gana al espectador con otros aspectos: una historia entretenida, algo de humor y sobretodo unos personajes muy carismáticos, sin duda su punto más fuerte. Creo que es uno de los mejores papeles de Lundgren, no por su "increíble" interpretación, sino por la trascendencia del personaje, que aún a día de hoy sigue siendo mítico. También están las chicas, como la jovencísima Corteney Cox y sobretodo el simpatiquísimo enano.

No sé que tienen las peliculas de 1987 pero todas me parecen buenísimas, y está no puede ser menos. Primero los juguetes, comics y series y después esta película de Los Masters del Universo marcó a una generación de niños que querían tener el poder y lo consiguió. La pelicula puede tener sus defectos, más aún vistos desde el 2021 y con ojos adultos, pero sigue siendo una joya.

Este filme de aventuras y fantasía me hace recordar los tiempos en los que coleccionaba las figuras de He-Man y los demás personajes de la serie animada. No hablo de la original, sino de la que salió a principios de siglo. Y sí, ya sé que esta cinta vino bastantes años antes. El caso es que la tenía grabada y la veía a menudo porque me encantaba. Esas peleas entre los buenos y los malos que se parecen tanto a las vistas durante la trilogía original de Star Wars. Quizás debido a eso no fue tan aclamada. Como me molaba la espada del protagonista y el sonido musical que hacía la llave cósmica. Dolph Lundgren no me agrada lo más mínimo, pero reconozco que encaja muy bien en el papel de He-Man por su físico. Luego está Frank Langella, que hace de Skeletor, un villano inolvidable en mi opinión. Y es que es tan malvado como atemorizante. Langella sabe cómo interpretar al malo, también brilló en ese rol en La isla de las cabezas cortadas, otra película muy infravalorada. Que guapa era Chelsea Field, por cierto. Aparte, tenemos a una jovencísima Courteney Cox, la cual no era todavía la actriz que vimos en la serie de Friends y posteriormente en la saga de Scream. Los trajes y disfraces no están nada mal para la época, al igual que los efectos visuales. Es cierto que el guion resulta predecible y genérico, pero...funciona y eso es lo importante. El encanto de los 80 está muy, pero que muy presente aquí, y eso no se puede pasar por alto. Que más os puedo decir, la nostalgia es la nostalgia. Esta producción no será una gran película, ¿y qué?. Entretiene durante casi 2 horas porque tiene el poder de transmitir nostalgia.

De pequeño no fui fan de la serie animada ni de los juguetes que la inspiraron. Creo que fui el único de mi generación. Yo era más de playmobil. El caso es que hubo expectación cuando se estrenó y la mayoría de mis colegas fueron a verla al cine ilusionados. A pesar de contar con nueve años y que a esa edad te sorprende cualquier cosa y más si la ves en pantalla grande, el resultado no les satisfizo.

La Cannon en horas bajas después del fracaso de Yo, el halcón, se gastó otra importante millonada en esta fallida adaptación a la que ni la nostalgia puede salvar de la quema. Se trata de una de esas producciones que a pesar de contar con un presupuesto generoso se quedan desfasadas a las primeras de cambio como Lifeforce, Flahgordon o Krull. Hoy en día está completamente obsoleta. Desde sus arcaicos efectos visuales, que se supone son el plato fuerte del film, hasta la factura técnica general de la película, con un diseño de producción cochambroso y un vestuario bastante cutre.

Lo único salvable, a parte de un adecuado Dolph Lundgren como He-Man y un acertado Frank Langella como Skeletor, es la decente banda sonora de Bill Conti, que recuerda bastante a la de Superman al igual que los títulos de crédito, y unos efectos de maquillaje aceptables. En el reparto figura una jovencísima Courteney Cox en el que sería su debut y Meg Foster con sus increíbles ojos verdes.

Se agradece el esfuerzo de la mítica productora en adaptar una serie que hizo las delicias de los niños de los ochenta pero a pesar de sus buenas intenciones, el resultado fue decepcionante, con unas críticas pésimas y una taquilla muy por debajo de las expectativas creadas.

"Masters of the Universe" fue el primer intento de Mattel de llevar uno de sus juguetes al live-action. La cinta fue vapuleada por el público y la crítica, y verla nuevamente no hizo más que confirmar que esto era cierto. Pero no todo es tan malo.

Sinceramente, siento que todas las "malas" características de la cinta se resumen en un par de aspectos puntuales. En primer lugar, casi toda la trama se explica mediante el "discurso del villano", donde Skeletor cuenta todos sus planes con lujo de detalles. Además las libertades creativas pueden "molestar" un poco.

En segundo lugar, están los recursos del director durante las batallas. Algunos ángulos y tomas no tienen razón de ser. Un segundo estás viendo una toma de toda la cabeza de He-Man y luego la cámara enfoca una piedra. Es algo inexplicable.

Fuera de eso, la cinta se deja ver. La actuación de Dolph Lundgren es mediocre, pero se siente acorde con la cinta. La música, curiosamente, es una mezcla entre la de Superman y Star Wars (parece bastante "inspirada", por no llamarla una copia mediocre). Y, por último, tenemos a una jovencísisisisisisima Courtney Cox.