Los juegos del hambre
2012 

6.2
86,015
Ciencia ficción. Aventuras. Thriller
Lo que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem; un imponente Capitolio ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los Hunger Games, unos juegos que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a ... [+]
19 de abril de 2012
19 de abril de 2012
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mensaje que estaban esperando los fans puede entregarse de entrada: más allá de sus méritos como película independiente (que dicho sea ya, son escasos... pero suficientes), 'Los juegos del hambre' es una adaptación modélica de su materia prima homónima. Así pues, que respiren tranquilos los seguidores de la obra de Suzanne Collins, puesto que, más allá de las irreconciliables diferencias entre el lenguaje cinematográfico y el literario, el nuevo filme de Gary Ross se las ingenia para brindar un espectáculo apto tanto para los entendidos como para los profanos.
La distopía futurista de Panem cobra vida en la gran pantalla de forma sólida, sin entretenerse en cualquier tipo de relleno (poco o nada había en el libro) e incluso añadiendo un poco de información a un universo que en el original quizás sí pecaba algo de inconcreto. Como deja bien claro el arranque, la narración deja de ser exclusivamente ''Katniss-céntrica'' para introducir nuevos puntos de vista (el de los controladores del juego, el del presidente Snow...) que ayudan a cimentar conceptos que podrían perderse por la simple elección del formato. Así, se logra un casi perfecto equilibrio a medio camino entre la adaptación pura y dura y la ampliación, ideal para, una vez más, contentar a los lectores y a los que van ''vírgenes'' al cine. Exactamente como debería ser todo producto de estas características.
Con una cámara inquieta (para el gusto de un servidor, demasiado, como atestigua por ejemplo el enfrentamiento final, excesivamente confuso) y un montaje en ocasiones frenético, se transmite la sensación de subjetividad e inmediatez ideal para que el público se implique en el macabro juego de supervivencia planteado. Así, a lo largo de más de dos horas de metraje (también sea dicho, media hora buena de menos hubieran sentado de perlas), desde la recolecta hasta el desenlace de los juegos, pasando por todas las otras ceremonias que marcan la liturgia de este sin lugar a dudas interesante mundo semi-inventado (nótese el ''semi''), a penas hay tiempo para tomarse un respiro. Como debe ser. Porque al igual que en el texto de Collins, hasta los pocos momentos de fingida calma son anzuelos hábilmente colocados para que el receptor del mensaje no pueda bajar la guardia.
La distopía futurista de Panem cobra vida en la gran pantalla de forma sólida, sin entretenerse en cualquier tipo de relleno (poco o nada había en el libro) e incluso añadiendo un poco de información a un universo que en el original quizás sí pecaba algo de inconcreto. Como deja bien claro el arranque, la narración deja de ser exclusivamente ''Katniss-céntrica'' para introducir nuevos puntos de vista (el de los controladores del juego, el del presidente Snow...) que ayudan a cimentar conceptos que podrían perderse por la simple elección del formato. Así, se logra un casi perfecto equilibrio a medio camino entre la adaptación pura y dura y la ampliación, ideal para, una vez más, contentar a los lectores y a los que van ''vírgenes'' al cine. Exactamente como debería ser todo producto de estas características.
Con una cámara inquieta (para el gusto de un servidor, demasiado, como atestigua por ejemplo el enfrentamiento final, excesivamente confuso) y un montaje en ocasiones frenético, se transmite la sensación de subjetividad e inmediatez ideal para que el público se implique en el macabro juego de supervivencia planteado. Así, a lo largo de más de dos horas de metraje (también sea dicho, media hora buena de menos hubieran sentado de perlas), desde la recolecta hasta el desenlace de los juegos, pasando por todas las otras ceremonias que marcan la liturgia de este sin lugar a dudas interesante mundo semi-inventado (nótese el ''semi''), a penas hay tiempo para tomarse un respiro. Como debe ser. Porque al igual que en el texto de Collins, hasta los pocos momentos de fingida calma son anzuelos hábilmente colocados para que el receptor del mensaje no pueda bajar la guardia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque lo mejor de todo tal vez sea, y a sabiendas de lo odiosas que son las comparaciones, que este show sirva también para recuperar la fe en las futuras generaciones. Cierto es que éstas podrían haberle prestado atención a productos infinitamente más enriquecedores, pero en peores plazas han toreado, es decir, por peores vampiros u hombres lobo se han dejado morder. De acuerdo, la propuesta de Collins -afortunadamente- no tiene nada que ver con la de Meyer (menos aún si obviamos un triángulo amoroso en esta ocasión es a fin de cuentas poco relevante, y que la película se encarga de camuflar más), pero no menos cierto es que se nos van a vender estos juegos como lo que al fin y al cabo son: el nuevo boom auspiciado por la incontenible masa adolescente.
En este sentido, ya hay mucho ganado... por lo escaldados que venimos de la última experiencia. Y hay mucho ganado porque aquí, a pesar de la endeble interpretación de Jennifer ''babyface'' Lawrence, hay motivos de sobra para empatizar con los personajes; aquí, aunque hablemos de su peor trabajo, hay un director con pies y cabeza que sabe lo que hace (controlar el ritmo de la narración, jugar con los diversos puntos de vista, asociarse con la excelente partitura compuesta por James Newton Howard, etc.) y sobre todo, hacia donde toca ir; aquí, a diferencia de aquel apático y mojigato romance a tres bandas, cuesta mucho aburrirse. Esto es, un espectáculo al rojo vivo, lo que en inglés se diría ''on fire''.
Esto, por muchas reticencias previas que puedan tenerse hacia el producto, solo puede definirse de una manera: Buen cine comercial (valga la redundancia en el concepto), perfecto para devorar un cubo entero de palomitas, injerir un litro de refresco aguado, mirar el reloj al final de la sesión y darse cuenta de que el tiempo ha pasado volando. Y es que quizás 'Los juegos del hambre' no emocionen; quizás no planteen nada nuevo (ahí está 'Battle Royale', ahí está 'Persguido', ahí está 'Juego de supervivencia', ahí está 'El malvado Zaroff', ahí están otros referentes más universales como los gladiadores de la antigua Roma... y muchos más), pero hay que reconocerles que cumplen su cometido a la perfección. Entretenimiento puro y duro (incluso con apuntes sobre las peligrosas derivaciones del morbo inherente en el binomio espectáculo / medios de comunicación, así como sobre el también peligroso uso del miedo, la esperanza y el falso paternalismo en los regímenes totalitarios) con argumentos suficientes para engancharle a él y a ella; al adulto y al jovenzuelo; al escéptico y al creyente. Una película con plena conciencia de causa, porque cuando se sale a la arena, solo hay que rendirle tributo al entretenimiento.
En este sentido, ya hay mucho ganado... por lo escaldados que venimos de la última experiencia. Y hay mucho ganado porque aquí, a pesar de la endeble interpretación de Jennifer ''babyface'' Lawrence, hay motivos de sobra para empatizar con los personajes; aquí, aunque hablemos de su peor trabajo, hay un director con pies y cabeza que sabe lo que hace (controlar el ritmo de la narración, jugar con los diversos puntos de vista, asociarse con la excelente partitura compuesta por James Newton Howard, etc.) y sobre todo, hacia donde toca ir; aquí, a diferencia de aquel apático y mojigato romance a tres bandas, cuesta mucho aburrirse. Esto es, un espectáculo al rojo vivo, lo que en inglés se diría ''on fire''.
Esto, por muchas reticencias previas que puedan tenerse hacia el producto, solo puede definirse de una manera: Buen cine comercial (valga la redundancia en el concepto), perfecto para devorar un cubo entero de palomitas, injerir un litro de refresco aguado, mirar el reloj al final de la sesión y darse cuenta de que el tiempo ha pasado volando. Y es que quizás 'Los juegos del hambre' no emocionen; quizás no planteen nada nuevo (ahí está 'Battle Royale', ahí está 'Persguido', ahí está 'Juego de supervivencia', ahí está 'El malvado Zaroff', ahí están otros referentes más universales como los gladiadores de la antigua Roma... y muchos más), pero hay que reconocerles que cumplen su cometido a la perfección. Entretenimiento puro y duro (incluso con apuntes sobre las peligrosas derivaciones del morbo inherente en el binomio espectáculo / medios de comunicación, así como sobre el también peligroso uso del miedo, la esperanza y el falso paternalismo en los regímenes totalitarios) con argumentos suficientes para engancharle a él y a ella; al adulto y al jovenzuelo; al escéptico y al creyente. Una película con plena conciencia de causa, porque cuando se sale a la arena, solo hay que rendirle tributo al entretenimiento.
23 de abril de 2012
23 de abril de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, me esperaba mucho más.
Una vez más nos intentan vender a Romeo y Julieta con otros nombres y en otra época.
La trama es lenta y pesada, la historia muy predecible y el argumento tiene un poco de Battle Royale y crepúsculo, todo enmarcado en la típica sociedad futurista dividida en dos estamentos sociales.
La dirección es lamentable y es muy cierto que acabas mareado con tanto movimiento de cámara en mano.
Jennifer Lawrence parece haber recibido las clases de interpretación en el mismo sitio que la de crepúsculo y hace gala de sus dotes interpretativas abriendo mucho los ojos y poniendo morritos en todo momento.
Una vez más nos intentan vender a Romeo y Julieta con otros nombres y en otra época.
La trama es lenta y pesada, la historia muy predecible y el argumento tiene un poco de Battle Royale y crepúsculo, todo enmarcado en la típica sociedad futurista dividida en dos estamentos sociales.
La dirección es lamentable y es muy cierto que acabas mareado con tanto movimiento de cámara en mano.
Jennifer Lawrence parece haber recibido las clases de interpretación en el mismo sitio que la de crepúsculo y hace gala de sus dotes interpretativas abriendo mucho los ojos y poniendo morritos en todo momento.
23 de abril de 2012
23 de abril de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me desconcierta pensar que Gary Ross, director de títulos tan notables como "Pleasentville" o "Seabiscuit", haya dirigido tan horriblemente esta apabullante mediocridad. Tambien me desconcierta que, capaz de escribir la genial comedia "Big" participe en el impresentable guión de esta adaptación de la exitosa novela de Suzanne Collins. Mayor inri tiene el hecho de que la propia Collins haya colaborado y aprobado tal desaguisado. Esto último me hace pensar que o bien la novela es tan mala como la película, o bien que los rumores de que para escribirla plagió "Battle Royale",del japones Khousun Takami, puedan ser ciertos. Sea como fuere, con semejante material se podía haber hecho una película al menos digna, cinematograficamente hablando.
A veces uno no sabe si está viendo una cinta de serie B, una interesante y bien elaborada disquisición sobre una distopia con tintes sociales, buena puesta en escena y actores solventes ( Tucci lo borda como siempre) o un telefilm barato de sobremesa dirigido por un principiante de escuela. La respuesta puede estar en que Shoderberg maneja la segunda unidad y puede que sea él el responsable o de la parte mas lograda a la llegada de los protagonistas a la ciudad Capitol. O por el contrario se haya permitido el lujo de jugar con sus excentricidades a las que de vez en cuando da rienda suelta y se la haya ido la pinza con la parte del inicio y el desarrollo de los juegos en si. Lo que está claro es que hay dos estilos y dos directores claramente diferenciados y esto, en este caso no mejora el resultado de un producto de "bajo presupuesto" (78 millones) muy mal repartidos. Por no hablar del espeluznante, montaje, la utilización o no, supongo que con pretendidos fines dramáticos de la melosa banda sonara y la sonrojante elección del casting de actores y dirección de los mismos donde Shuterland y Harreson estan abandonados a su suerte y solo se salva Jennifer Lawrence que mantiene la coherencia de su personaje en todo momento en situaciones absurdas, disparatadas y en la mas absoluta soledad actoral. Menos mal que es la protagonista.
Falta credibilidad en aquellos personajes que condicionan las acciones de la protagonista, falta empatía y química con el esforzado Josh Hutcherson, inverosimilitud y coherencia dramática de los otros competidores, el vergonzoso diseño de algunos elementos donde se desarrollan acciones importantes (la cornucopia, el campamento...), el previsible desarrollo de la trama y su desenlace anticlimatico, la nefasta utilización de la cámara de mano, la chapuza de las escenas de acción por mucho que quieran escamotear violencia....etc. Ahora viene el triangulo amoroso y Gary Ross ha dicho que no la dirigirá porque no tiene tiempo de hacerla como el quisiera. Si aquí lo ha tenido, ya le vale.
En mi sesión en unos cines almerienses el abundante publico al final guardó un silencio sepulcral. No sabían si les había "molado" o les habían tomado el pelo. A servidor lo segundo.
A veces uno no sabe si está viendo una cinta de serie B, una interesante y bien elaborada disquisición sobre una distopia con tintes sociales, buena puesta en escena y actores solventes ( Tucci lo borda como siempre) o un telefilm barato de sobremesa dirigido por un principiante de escuela. La respuesta puede estar en que Shoderberg maneja la segunda unidad y puede que sea él el responsable o de la parte mas lograda a la llegada de los protagonistas a la ciudad Capitol. O por el contrario se haya permitido el lujo de jugar con sus excentricidades a las que de vez en cuando da rienda suelta y se la haya ido la pinza con la parte del inicio y el desarrollo de los juegos en si. Lo que está claro es que hay dos estilos y dos directores claramente diferenciados y esto, en este caso no mejora el resultado de un producto de "bajo presupuesto" (78 millones) muy mal repartidos. Por no hablar del espeluznante, montaje, la utilización o no, supongo que con pretendidos fines dramáticos de la melosa banda sonara y la sonrojante elección del casting de actores y dirección de los mismos donde Shuterland y Harreson estan abandonados a su suerte y solo se salva Jennifer Lawrence que mantiene la coherencia de su personaje en todo momento en situaciones absurdas, disparatadas y en la mas absoluta soledad actoral. Menos mal que es la protagonista.
Falta credibilidad en aquellos personajes que condicionan las acciones de la protagonista, falta empatía y química con el esforzado Josh Hutcherson, inverosimilitud y coherencia dramática de los otros competidores, el vergonzoso diseño de algunos elementos donde se desarrollan acciones importantes (la cornucopia, el campamento...), el previsible desarrollo de la trama y su desenlace anticlimatico, la nefasta utilización de la cámara de mano, la chapuza de las escenas de acción por mucho que quieran escamotear violencia....etc. Ahora viene el triangulo amoroso y Gary Ross ha dicho que no la dirigirá porque no tiene tiempo de hacerla como el quisiera. Si aquí lo ha tenido, ya le vale.
En mi sesión en unos cines almerienses el abundante publico al final guardó un silencio sepulcral. No sabían si les había "molado" o les habían tomado el pelo. A servidor lo segundo.
30 de abril de 2012
30 de abril de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director no ha sabido transmitir el tema principal de los libros, se ha centrado en la relación entre Peeta, Gale y Katniss haciendo que destaque más la historia de amor que la lucha contra el Capitolio, el comportamiento de los habitantes de éste y la crueldad de los Juegos del hambre. Ha convertido un libro de lucha en una historia para adolescentes, ha sacrificado la calidad del argumento para hacerla más comercial.
21 de junio de 2013
21 de junio de 2013
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Los juegos del hambre" es una cinta de ciencia ficción-post apocalíptica que narra una historia de supervivencia, coraje, denuncia y sobretodo de contrastes. Contrastes entre la clase pobre y la rica, los primeros luchan por sobrevivir a duras penas, los segundos se dedican a ver cómo luchan los primeros por sobrevivir. Contrastes tanto en el paisaje como el vestuario, entre los pobres ambas cosas tienen un tono gris, oscuro. Entre los ricos todo tiene mucho color, especialmente el vestuario.
Me ha parecido una película impresionante, quizás no por nada en concreto, más bien por todo el conjunto, especialmente la historia. Aunque si hubiera que destacar algo de la película, destacaría sin lugar a dudas a Jennifer Lawrence, tanto por su personaje (tímida pero muy luchadora) como su actuación, me ha gustado muchísimo. Además que me ha parecido genial que esté protagonizada por una chica. Me ha recordado un poco a Lara Croft.
Pero pese a ser una gran película también tiene sus defectos claro:
- Como el movimiento de cámara, especialmente en las escenas de acción.
- Hubiera preferido que la hicieran más dramática y no tan juvenil, así creo que se ha desaprovechado una gran historia.
- Tampoco me ha gustado el vestuario de la gente de el Capitolio, demasiado...Prada.
Aún con éstos fallos, creo que es una gran película, con una historia muy buena. Los 140 minutos que dura se me han hecho bastante cortos.
Deseando ver la segunda parte.
Me ha parecido una película impresionante, quizás no por nada en concreto, más bien por todo el conjunto, especialmente la historia. Aunque si hubiera que destacar algo de la película, destacaría sin lugar a dudas a Jennifer Lawrence, tanto por su personaje (tímida pero muy luchadora) como su actuación, me ha gustado muchísimo. Además que me ha parecido genial que esté protagonizada por una chica. Me ha recordado un poco a Lara Croft.
Pero pese a ser una gran película también tiene sus defectos claro:
- Como el movimiento de cámara, especialmente en las escenas de acción.
- Hubiera preferido que la hicieran más dramática y no tan juvenil, así creo que se ha desaprovechado una gran historia.
- Tampoco me ha gustado el vestuario de la gente de el Capitolio, demasiado...Prada.
Aún con éstos fallos, creo que es una gran película, con una historia muy buena. Los 140 minutos que dura se me han hecho bastante cortos.
Deseando ver la segunda parte.
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