En la cama
6.2
2,673
Drama
Unas horas después de conocerse en un café, Bruno y Daniela alquilan una habitación en un hotel barato para tener un encuentro sexual y pasar la noche juntos. No saben nada del otro, ni siquiera sus respectivos nombres, y después de esa cita jamás se volverán a ver. Tras el sexo, estos dos extraños perciben que entre ambos se ha creado cierta química. Espontáneamente, los dos comienzan a hablar, abriendo las puertas de su pasado y su ... [+]
14 de junio de 2010
14 de junio de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día llegué a casa agotado del trabajo y decidí ver una película para desconectar. Me fui a la habitación donde tengo todos mis DVD y me puse enfrente de una estantería, cerré los ojos y escogí una película al azar: "En la cama". Dio la casualidad que no la había visto y no recordaba desde cuando la tenía. Leí la sinopsis y pensé: "Uff, creo que no me va a gustar nada". Pero opté por arriesgar y verla.
Fue entonces cuando descubrí una película chilena que me sorprendió desde el principio. Me parece increíble que un guión consiga mantener la atención del espectador mediante una situación en la que no pasa en teoría nada. Digo en teoría, porque en realidad a los personajes le ocurren infinidad de cosas.
Sorprende como el guión está lleno de diálogos totalmente triviales y vanales, pero que captan de manera inmediata la atención de uno.
Creo que lo mejor de todo es sin lugar a dudas las interpretaciones de sus dos únicos protagonistas. Ambos realizan unos trabajos impecables, haciendo que descubra a dos actores para mí totalmente desconocidos. Los dos crean unos personajes rotos por dentro, los cuales se han creado una coraza demasiado dura para que la sociedad nos les vuelva a hacer daño. Pero esa habitación, esa noche y esa cama será un salvavidas para ambos. Lo que ocurre allí quedará allí. Lo que se cuente allí no saldrá jamás a la luz.
Los dos personajes hablarán de diversos temas e irán abriéndose a la otra persona y descubriéndose a ellos mismos. Ambos se exponen libremente sabiendo que jamás se volverán a ver. Dos personas que por circunstancias de la vida se han encontrado en un momento y han decidido vivir una noche de locura. Nada más. Solo un noche y desaparecer.
En fin, una película que me sorprendió enormemente y que no es para nada recomendable para la gente que le guste el cine de acción.
Fue entonces cuando descubrí una película chilena que me sorprendió desde el principio. Me parece increíble que un guión consiga mantener la atención del espectador mediante una situación en la que no pasa en teoría nada. Digo en teoría, porque en realidad a los personajes le ocurren infinidad de cosas.
Sorprende como el guión está lleno de diálogos totalmente triviales y vanales, pero que captan de manera inmediata la atención de uno.
Creo que lo mejor de todo es sin lugar a dudas las interpretaciones de sus dos únicos protagonistas. Ambos realizan unos trabajos impecables, haciendo que descubra a dos actores para mí totalmente desconocidos. Los dos crean unos personajes rotos por dentro, los cuales se han creado una coraza demasiado dura para que la sociedad nos les vuelva a hacer daño. Pero esa habitación, esa noche y esa cama será un salvavidas para ambos. Lo que ocurre allí quedará allí. Lo que se cuente allí no saldrá jamás a la luz.
Los dos personajes hablarán de diversos temas e irán abriéndose a la otra persona y descubriéndose a ellos mismos. Ambos se exponen libremente sabiendo que jamás se volverán a ver. Dos personas que por circunstancias de la vida se han encontrado en un momento y han decidido vivir una noche de locura. Nada más. Solo un noche y desaparecer.
En fin, una película que me sorprendió enormemente y que no es para nada recomendable para la gente que le guste el cine de acción.
1 de agosto de 2012
1 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una habitación de hotel, dos personajes desinhibidos y charlas que se van haciendo más complejas conforme avanza el relato entre orgasmo y orgasmo. Estos son elementos en la sencilla coctelera que mezcla Bize en una película deliciosa, llevada con maestría y en la que la ausencia de acción no le resta un ápice de dinamismo a un guión intimista, llano, pero jugoso de experiencias en las bocas húmedas de los personajes. Ni siquiera el sexo cobra un papel determinante en una historia en la que los dos protagonistas pasan desnudos casi toda la película. Un buen papel del acompañamiento musical, cuerdas, solos de viento y acordeón dejan la atmósfera perfecta para hablar para conocer a dos personajes que el espectador conoce al mismo tiempo y de la misma forma que ellos se conocen. La utilización de planos cenitales, encuadres de proximidad, juegos de espejos, los enmarcados en fondos oscuros o el resalte del rojo de la habitación entre las palabras, ayuda mucho a que la película no resulte aburrida en ningún momento pese a su estancamiento en la localización, algunas pequeñas elipsis también ayudan a sobrellevar el relato. Muy bien interpretada, especialmente el personaje femenino de Blanca Lewin, con voces susurrantes que confieren más emoción a lo que cuentan los personajes que se van desnudando más allá de la ropa. En ocasiones hay un verdadero duelo interpretativo entre ambos. La calidad de los diálogos, fantástica, casuales y casi intrascendentes al principio cuando los personajes aún no saben nada el uno del otro, ni siquiera sus nombres, profundos e introspectivos cuando la película va a echar el cierre, como debe ser para librarse de la artificiosidad. La película fue premiada con la Espiga de oro de Valladolid.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
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27 de abril de 2024
27 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi hace años cuando se estrenó -nada menos que hace casi veinte- y me ha vuelto a parecer tremenda. De como dos personas aparentemente extrañas van a establecer unos vínculos que no podrán olvidar porque lo que se dicen en esa noche, conforme pasan las horas, llega a un clímax total más allá del de sus cuerpos (aunque también)... "El sexo es casual pero conocerse ya no".
Matías Bize es experto en ponernos en la piel de unos personajes que atraviesan casi siempre episodios dolorosos como en su última y celebrada "El castigo", quizás la más redonda de su filmografía. Pero en todas las películas anteriores la historia de esas parejas que se encuentran, reencuentran, vuelven a perderse o no... se queda en el imaginario porque la mayoría de nosotros ha pasado por situaciones parecidas en las que el camino del amor no siempre es en línea recta... Eso sí, prisas a la hora de rodar no le pidas ;)
Matías Bize es experto en ponernos en la piel de unos personajes que atraviesan casi siempre episodios dolorosos como en su última y celebrada "El castigo", quizás la más redonda de su filmografía. Pero en todas las películas anteriores la historia de esas parejas que se encuentran, reencuentran, vuelven a perderse o no... se queda en el imaginario porque la mayoría de nosotros ha pasado por situaciones parecidas en las que el camino del amor no siempre es en línea recta... Eso sí, prisas a la hora de rodar no le pidas ;)
14 de marzo de 2007
14 de marzo de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En sus comienzos puede parecer excesiva, continúa claustrofóbicamente, y por fin se convierte en verdadero cine, en una exaltación a la conversación, a lo que no nos atrevemos a sacar de dentro si no es con desconocidos, y a un ejercicio de cine con medios mínimos y con un resultado maravilloso. Dos grandes actores que desconocía.
29 de septiembre de 2009
29 de septiembre de 2009
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la cama, nos muestra a una pareja que se conocen una noche y deciden irse a un motel a hechar un polvete (o los que de tiempo), en el transcurso de la noche ellos mantienen una conversación en la que hablan de todo y se van poco a poco contando pequeños secretitos, esas cosas que siempre nos callamos y que un día de buenas a primeras le soltamos al primero que pillamos, única y exclusivamente por soltarlo, por quitarnos esa espinita clavada, y aún más cuando sabes que esa persona no va a aparecer más en tu vida.
En la cama es una de esas pequeñas obras que te hacen sentirte parte de la película, por el hecho de verte reflejado en ella.
En la cama es una de esas pequeñas obras que te hacen sentirte parte de la película, por el hecho de verte reflejado en ella.
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