La Guerra de los Mundos
6.6
8,332
Ciencia ficción. Thriller
Cerca de un pequeño pueblo de Estados Unidos cae algo que, a primera vista, parece ser un meteorito. Los vecinos acuden al lugar del acontecimiento y descubren que un extraño objeto de que emerge una especie de ojo que empieza a disparar un rayo mortal. Es una nave marciana que, junto con otras muchas, ha llegado a la Tierra para conquistarla. La invasión está teniendo lugar simultáneamente en todo el planeta y ni siquiera la bomba ... [+]
7 de junio de 2020
7 de junio de 2020
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considero que el gusto por la serie B no es una mera costumbre kitsch o un ensalzamiento de lo desagradable y mal hecho. Es la apreciación de obras bien realizadas con escaso o casi nulo presupuesto y que generalmente también por este motivo, escapan a los estándares impuestos por los grandes estudios.
No es que nos guste ver los hilos, si no que la película está tan bien contada y tiene tanto que decir, que ver los hilos ni siquiera importa. Uno aprecia su mensaje. Uno sabe que si está ese decorado de cartón pintado, es porque no daba el presupuesto para otra cosa. Y si ese actor o actriz principal es flojito/a, es porque probablemente sean amateurs, o hasta capaz el sobrino del director/productor/guionista. Porque no hay presupuesto para traer un profesional.
Eso es la serie B de movida. Y después, al irse desarrollando cada vez más, es cierto que aparecieron características que hasta empezaron a buscarse a propósito. Y pequeñas cosas que fueron definiendo el ya estilo.
Esta película para empezar está producida por un gran estudio como la Paramount y tuvo un presupuesto de 2.000.000 de dólares. Y en segundo lugar y lo más importante, el 70% de ese presupuesto fue destinado a los efectos especiales.
Como dije más arriba a mi me da igual si la nave espacial fuera una olla colgando de un hilo, no se pueden haber descuidado cosas tan importantes como el guión y las actuaciones. En cuanto a las actuaciones, salvando las limitaciones como ya dije, hubiera venido bien un director presente. Preparando mas o menos la situación. No puede ser que estén todos el 90% de la película sonriendo sin parar y siempre pulcros. Eso no tiene nada que ver con presupuesto. Pionera entre otras de los chistes malísimos y fanfarrones en medio de situaciones terribles.
Romance automático y metido a la fuerza. Muy preocupados estarían por montar bien el sonido de la nave en la escena, por hacer explotar un automóvil o esas cosas y no por hacer una conversación mas o menos real entre dos personas. (Y digo real dentro de la fantasía de la trama eh)
La primera hora entera da vergüenza ajena. La escena del cura yendo hacia la nave no sin antes darle la bendición al héroe con la mujer que hace café, no sabía si apagar, si reír o llorar. Los diálogos son directamente de terror. No tienen ni naturalidad, ni coherencia, ¡y ni siquiera gracia!
Brevemente y para mi sorpresa mejoró en el último tramo de la evacuación y la histeria colectiva. Me pareció la parte mejor hecha. Pero enseguida aparece la iglesia otra vez y el milagro de dios. Donde ni siquiera se oyen las explosiones. Una vez más vuelve el ataque de la religión como salvación de todo y ante todo. Y hay que sumarle a esto la vergüenza agregada de que el autor del libro haya sido un reconocido ateo.
Y culminar con esa hermandad expresada en una imagen que bien podría ser tapa de una revista de los testigos de Jehová.
En resumen. No es serie B por definición. No tiene ni siquiera el encanto de una película de serie B. Es simplemente una película mal escrita, mal contada, mal interpretada y sin ideas.
No es que nos guste ver los hilos, si no que la película está tan bien contada y tiene tanto que decir, que ver los hilos ni siquiera importa. Uno aprecia su mensaje. Uno sabe que si está ese decorado de cartón pintado, es porque no daba el presupuesto para otra cosa. Y si ese actor o actriz principal es flojito/a, es porque probablemente sean amateurs, o hasta capaz el sobrino del director/productor/guionista. Porque no hay presupuesto para traer un profesional.
Eso es la serie B de movida. Y después, al irse desarrollando cada vez más, es cierto que aparecieron características que hasta empezaron a buscarse a propósito. Y pequeñas cosas que fueron definiendo el ya estilo.
Esta película para empezar está producida por un gran estudio como la Paramount y tuvo un presupuesto de 2.000.000 de dólares. Y en segundo lugar y lo más importante, el 70% de ese presupuesto fue destinado a los efectos especiales.
Como dije más arriba a mi me da igual si la nave espacial fuera una olla colgando de un hilo, no se pueden haber descuidado cosas tan importantes como el guión y las actuaciones. En cuanto a las actuaciones, salvando las limitaciones como ya dije, hubiera venido bien un director presente. Preparando mas o menos la situación. No puede ser que estén todos el 90% de la película sonriendo sin parar y siempre pulcros. Eso no tiene nada que ver con presupuesto. Pionera entre otras de los chistes malísimos y fanfarrones en medio de situaciones terribles.
Romance automático y metido a la fuerza. Muy preocupados estarían por montar bien el sonido de la nave en la escena, por hacer explotar un automóvil o esas cosas y no por hacer una conversación mas o menos real entre dos personas. (Y digo real dentro de la fantasía de la trama eh)
La primera hora entera da vergüenza ajena. La escena del cura yendo hacia la nave no sin antes darle la bendición al héroe con la mujer que hace café, no sabía si apagar, si reír o llorar. Los diálogos son directamente de terror. No tienen ni naturalidad, ni coherencia, ¡y ni siquiera gracia!
Brevemente y para mi sorpresa mejoró en el último tramo de la evacuación y la histeria colectiva. Me pareció la parte mejor hecha. Pero enseguida aparece la iglesia otra vez y el milagro de dios. Donde ni siquiera se oyen las explosiones. Una vez más vuelve el ataque de la religión como salvación de todo y ante todo. Y hay que sumarle a esto la vergüenza agregada de que el autor del libro haya sido un reconocido ateo.
Y culminar con esa hermandad expresada en una imagen que bien podría ser tapa de una revista de los testigos de Jehová.
En resumen. No es serie B por definición. No tiene ni siquiera el encanto de una película de serie B. Es simplemente una película mal escrita, mal contada, mal interpretada y sin ideas.
27 de octubre de 2017
27 de octubre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo que soy minoría en cuanto a la nota asignada al film; A mi el tema de lo anticuados que estén los efectos especiales y su cuidado visual no me afecta para nada en la decisión de la nota, lo que sí influye es el pobre guión argumental que tiene, las interpretaciones de los actores son entre mediocres y malas, hay diálogos muy pobres que ni parecen sintetizar con el contexto de la película. Los personajes no adquieren ningún tipo de carisma y la película se hace muy aburrida incluso en sus últimos 20 minutos de acción...
La música horrible, aunque es algo muy común en el cine de los 50, así que es lo único salvable.
La música horrible, aunque es algo muy común en el cine de los 50, así que es lo único salvable.
21 de junio de 2013
21 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver la primera versión cinematográfica de 'La Guerra de los Mundos' he vuelto a darle vuelta al tema de los efectos especiales, lo que fueron, lo que son y lo que nos queda por ver de ellos... Pero, empecemos por el principio:
Tuve el gusto de leer la novela de H.G.Wells hace unos cuantos años, es una buena lectura, interesante y entretenida, era difícil que un libro me enganchara, pero este lo consiguió. Un hecho que constata mi aprecio hacia ella es la genial idea que tuvo Orson Welles de realizar una adaptación para la radio en 1938, la gente que no escuchó la emisión desde el principio pensó que era información real, que los alienígenas realmente habían llegado a nuestro planeta y Nueva York sucumbió al pánico general. Un nuevo tanto para el todopoderoso Welles para convertirse en leyenda, y una consagración, más si cabía, para la novela de Wells (acabaré liándome con los nombres como siga en este camino).
Pues bien, la versión de 1953 dirigida por Byron Haskin tampoco fue demasiado fiel al libro, al contrario de lo que me esperaba. Lo que en el libro es un Londres en busca de un auge industrial en los años 1890, en el film se convierte en un pequeño pueblo rural de California en los años de la Guerra Fría. Eso la equipara a la versión más actual en cuanto a la ambientación, intentando llevarla hacia la actualidad en la que fue rodada, aunque aun así, sigue siendo mejor película que aquella cagada homónima de nuestro amigo Steven Spielberg. Ambas se toman sus licencias a la hora de desarrollar el guión, aunque manteniendo un inicio, un clímax y ciertas pautas idénticas, pero sigue consiguiendo más puntos la primera versión, a pesar de lo sorprendentemente inteligentes que resultan sus protagonistas adivinando todo lo que rodea a los extraterrestres con apenas mirarlos de reojo desde unas trincheras.
Aquí llegamos al punto más álgido de la cuestión, ni los efectos especiales digitalizados conseguidos en la estrenada en 2005 pueden ser más destacados que los de su predecesora, si tenemos en cuenta el encanto de la serie B destilado por la versión con que este año cumple los sesenta tacos (ganadora del Oscar a Mejores Efectos en su tiempo....). Aquí es donde quería llegar a parar. Son dos películas basadas en la misma novela, con la misma estructura en su crecimiento, con fallos de guión en ambas, pero una funciona y la otra no.
Es bueno apreciar el trabajo que llevaba detrás una película de ciencia ficción hace décadas en cuanto a juego de cámaras, maquetas, maquillaje y marionetas se trate. Con esto no quiero quitar mérito a la industria actual, al contrario, los avances son magníficos, pero están intentando crear la industria del celuloide a partir de ellos, y con eso me refiero a que la digitalización y el pasar cada fragmento por ordenador parece convertirse en el reclamo para llenar salas de cine, olvidando lo que realmente importa, el propio CINE.
Estas películas no son más que un ejemplo de que grandes efectos especiales no equivalen a grandes mejoras en la calidad del resultado.
Tuve el gusto de leer la novela de H.G.Wells hace unos cuantos años, es una buena lectura, interesante y entretenida, era difícil que un libro me enganchara, pero este lo consiguió. Un hecho que constata mi aprecio hacia ella es la genial idea que tuvo Orson Welles de realizar una adaptación para la radio en 1938, la gente que no escuchó la emisión desde el principio pensó que era información real, que los alienígenas realmente habían llegado a nuestro planeta y Nueva York sucumbió al pánico general. Un nuevo tanto para el todopoderoso Welles para convertirse en leyenda, y una consagración, más si cabía, para la novela de Wells (acabaré liándome con los nombres como siga en este camino).
Pues bien, la versión de 1953 dirigida por Byron Haskin tampoco fue demasiado fiel al libro, al contrario de lo que me esperaba. Lo que en el libro es un Londres en busca de un auge industrial en los años 1890, en el film se convierte en un pequeño pueblo rural de California en los años de la Guerra Fría. Eso la equipara a la versión más actual en cuanto a la ambientación, intentando llevarla hacia la actualidad en la que fue rodada, aunque aun así, sigue siendo mejor película que aquella cagada homónima de nuestro amigo Steven Spielberg. Ambas se toman sus licencias a la hora de desarrollar el guión, aunque manteniendo un inicio, un clímax y ciertas pautas idénticas, pero sigue consiguiendo más puntos la primera versión, a pesar de lo sorprendentemente inteligentes que resultan sus protagonistas adivinando todo lo que rodea a los extraterrestres con apenas mirarlos de reojo desde unas trincheras.
Aquí llegamos al punto más álgido de la cuestión, ni los efectos especiales digitalizados conseguidos en la estrenada en 2005 pueden ser más destacados que los de su predecesora, si tenemos en cuenta el encanto de la serie B destilado por la versión con que este año cumple los sesenta tacos (ganadora del Oscar a Mejores Efectos en su tiempo....). Aquí es donde quería llegar a parar. Son dos películas basadas en la misma novela, con la misma estructura en su crecimiento, con fallos de guión en ambas, pero una funciona y la otra no.
Es bueno apreciar el trabajo que llevaba detrás una película de ciencia ficción hace décadas en cuanto a juego de cámaras, maquetas, maquillaje y marionetas se trate. Con esto no quiero quitar mérito a la industria actual, al contrario, los avances son magníficos, pero están intentando crear la industria del celuloide a partir de ellos, y con eso me refiero a que la digitalización y el pasar cada fragmento por ordenador parece convertirse en el reclamo para llenar salas de cine, olvidando lo que realmente importa, el propio CINE.
Estas películas no son más que un ejemplo de que grandes efectos especiales no equivalen a grandes mejoras en la calidad del resultado.
12 de enero de 2014
12 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Byron Haskin quiso llevar a la gran pantalla el terror que la gente sufrió en los seriales de radio. Por desgracia, la imaginación humana es más poderosa que el ejercicio visual que Haskin ofrece en la pantalla. Aunque no fuera la película de terror definitiva por mucho que Ann Robinson se empeñara en gritar, en La guerra de los mundos hay un montón de momentos épicos que ya forman parte de la historia de la ciencia ficción.
Es incluso más atrevida de lo que cabía esperar, mostrando a esas criaturas muy alejadas de los típicos alienígenas que podíamos ver en las producciones cincuenteras empeñadas en conquistar nuestro planeta. Toda la parte de diseño, tanto las naves como los alienígenas, son bastante sobresalientes y más propias de la tecnología de años posteriores. Lo que no acaba de cuadrar es el final, demasiado estúpido por más vueltas que le demos. Queda hasta gracioso y simpático con el tiempo, pero hay gente que se puede sentir estafada ante semejante desenlace.
Interpretaciones mejorables pero dirección sabia. Un referente absoluto en esto de destruir y conquistar mundos.
Es incluso más atrevida de lo que cabía esperar, mostrando a esas criaturas muy alejadas de los típicos alienígenas que podíamos ver en las producciones cincuenteras empeñadas en conquistar nuestro planeta. Toda la parte de diseño, tanto las naves como los alienígenas, son bastante sobresalientes y más propias de la tecnología de años posteriores. Lo que no acaba de cuadrar es el final, demasiado estúpido por más vueltas que le demos. Queda hasta gracioso y simpático con el tiempo, pero hay gente que se puede sentir estafada ante semejante desenlace.
Interpretaciones mejorables pero dirección sabia. Un referente absoluto en esto de destruir y conquistar mundos.
10 de abril de 2009
10 de abril de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es interesante por el año de producción de la misma. Es curioso ver como en 1953 abordaban el tema central de esta película y ver los efectos especiales utilizados en la época. Es dificil no sonreir viendo esos platillos volantes, esos marcianos con tres dedos, esos rayos calóricos o la volatilización de carros de combate.
No he leído la novela en la que se inspira la película y, por tanto, no puedo decir si es un buen reflejo del libro o no, cuestión que, por otra parte, me parece poco relevante. La película se debe valorar en sí misma.
El argumento, quizá más llamativo en 1953 que en la actualidad, puede resultar simple y ya manido: nos invaden los extraterrestres. Pero, este argumento simple ofrece una oportunidad para mostrar una visión sobre "el mundo terrestre" y de lo que se espera de éste en una situación extrema. Aquí es interesante ver el papel que se da en la película al ejército, a la ciencia y a la fe, aunque lo cierto es que tampoco lo hace de una manera excesivamente elaborada, y no se aprovecha suficientemente, aunque tampoco se puede esperar otra cosa de película de cine de serie B.
Por otra parte, el final me parece que es una manera de bajar el telón a toda prisa y de mala manera; este final es muy flojo. Por lo demás, los 8o y pico minutos que dura la película son suficientes y se aguantan bien a pesar de los años que han transcurrido, aunque sí creo que si fuera más larga ya sería más dificil de llevar.
En definitiva, lo más interesante es que la película supone una mirada al pasado sobre un tema más o menos recurrente en el cine y ver como evolucionan los medios y la visión sobre el mismo con los años; también porque ha inspirado otras películas posteriores.
No he leído la novela en la que se inspira la película y, por tanto, no puedo decir si es un buen reflejo del libro o no, cuestión que, por otra parte, me parece poco relevante. La película se debe valorar en sí misma.
El argumento, quizá más llamativo en 1953 que en la actualidad, puede resultar simple y ya manido: nos invaden los extraterrestres. Pero, este argumento simple ofrece una oportunidad para mostrar una visión sobre "el mundo terrestre" y de lo que se espera de éste en una situación extrema. Aquí es interesante ver el papel que se da en la película al ejército, a la ciencia y a la fe, aunque lo cierto es que tampoco lo hace de una manera excesivamente elaborada, y no se aprovecha suficientemente, aunque tampoco se puede esperar otra cosa de película de cine de serie B.
Por otra parte, el final me parece que es una manera de bajar el telón a toda prisa y de mala manera; este final es muy flojo. Por lo demás, los 8o y pico minutos que dura la película son suficientes y se aguantan bien a pesar de los años que han transcurrido, aunque sí creo que si fuera más larga ya sería más dificil de llevar.
En definitiva, lo más interesante es que la película supone una mirada al pasado sobre un tema más o menos recurrente en el cine y ver como evolucionan los medios y la visión sobre el mismo con los años; también porque ha inspirado otras películas posteriores.
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