WALL·EAnimación
7.9
131,604
Animación. Ciencia ficción. Romance. Infantil
En el año 2800, en un planeta Tierra devastado y sin vida, tras cientos de solitarios años haciendo aquello para lo que fue construido -limpiar el planeta de basura- el pequeño robot WALL•E (acrónimo de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) descubre una nueva misión en su vida (además de recolectar cosas inservibles) cuando se encuentra con una moderna y lustrosa robot exploradora llamada EVE. Ambos viajarán a lo largo de la galaxia ... [+]
11 de agosto de 2008
11 de agosto de 2008
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me uno a la ovación apoteósica, lo siento. He dudado entre el 7 Buena o el 6 Interesante, y si me he decantado por el 7 ha sido por la primera mitad de la película. Me explico: la primera mitad muda es digna de encomio porque a través de la imagen consigue que el espectado de hoy (que no suele ver películas mudas) siga estupefacto esa visión polvorienta de la tierra y esa pequeña maquina humanizada y sola en medio de la nada. Pero en cuanto empiezan a entrar en acción los humanos y el mensaje implícito se vuelve explícito, a mí personalmente la película me ha parecido "ya vista" y llena de lugares comunes. Para los adultos el mensaje nos resulta familiar, y para los niños (dependiendo tambien la edad de éstos) acaba haciéndose un poco pesada.
19 de agosto de 2008
19 de agosto de 2008
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás algún día, dentro de muchos siglos, el cine será algo obsoleto y los seres humanos se entretengan con espectáculos tridimensionales y con máquinas conectadas directamente a su cerebro. Tal vez no haya enfermedades graves y la vida de los humanos se habrá prolongado muchos años, quizá demasiados.
Quizás podamos almacenar recuerdos en cristales y grabar sueños en prismas multicolores, y tal vez haya ciudades que cubran más de la mitad de nuestro mundo y habrá que cruzar enormes distancias para contemplar los restos de los mares y los océanos moribundos. Quizás la luz el sol habrá cortado la atmósfera y los continentes estén protegidos por cúpulas tornasoladas, y tal vez la fauna de los cinco continentes habite en enormes reservas orbitales fabricadas para salvaguardar las especies de una extinción segura.
Quizá la gente ya no salga de sus casas, el ser humano haya perdido la capacidad de comunicarse y sólo se enviarán emails y sms. No habrá fiestas, ni celebraciones. Todo será frío, mecánico, aséptico, sin alma... Ya no se amará con caricias, sino con pulsos electrónicos, y los besos serán dibujos digitales sobre pantallas multicolores.
Tal vez sea así o tal vez no.
Pero si es así nos convendría mirar entre los restos de nuestro mundo, entre aquello que destruimos con desdén, entre los escombros de sociedades orgullosas devastadas por su propia ignorancia.
Y tal vez allí, en medio de las ruinas, dos pequeñas máquinas hayan descubierto aquello que nosotros perdimos: la capacidad de amar. Y quizá entre sus sencillos circuitos les quede la nobleza y el valor suficiente para recordar al ser que las construyó lo que jamás debe perderse, aquello que mueve y da sentido a la vida de todos y cada uno de los seres vivos de este mundo: la capacidad de sentir… y de vivir.
Pixar eres grande,
Inmensa…
Quizás podamos almacenar recuerdos en cristales y grabar sueños en prismas multicolores, y tal vez haya ciudades que cubran más de la mitad de nuestro mundo y habrá que cruzar enormes distancias para contemplar los restos de los mares y los océanos moribundos. Quizás la luz el sol habrá cortado la atmósfera y los continentes estén protegidos por cúpulas tornasoladas, y tal vez la fauna de los cinco continentes habite en enormes reservas orbitales fabricadas para salvaguardar las especies de una extinción segura.
Quizá la gente ya no salga de sus casas, el ser humano haya perdido la capacidad de comunicarse y sólo se enviarán emails y sms. No habrá fiestas, ni celebraciones. Todo será frío, mecánico, aséptico, sin alma... Ya no se amará con caricias, sino con pulsos electrónicos, y los besos serán dibujos digitales sobre pantallas multicolores.
Tal vez sea así o tal vez no.
Pero si es así nos convendría mirar entre los restos de nuestro mundo, entre aquello que destruimos con desdén, entre los escombros de sociedades orgullosas devastadas por su propia ignorancia.
Y tal vez allí, en medio de las ruinas, dos pequeñas máquinas hayan descubierto aquello que nosotros perdimos: la capacidad de amar. Y quizá entre sus sencillos circuitos les quede la nobleza y el valor suficiente para recordar al ser que las construyó lo que jamás debe perderse, aquello que mueve y da sentido a la vida de todos y cada uno de los seres vivos de este mundo: la capacidad de sentir… y de vivir.
Pixar eres grande,
Inmensa…
6 de agosto de 2008
6 de agosto de 2008
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No quiero hacer una critica sobre "WALL•E".
Lo que quiero desde aquí es recomendársela a todo el mundo, porque los de Pixar lo han vuelto a conseguir. Es un espectáculo visual y narrativo.
Muy pocas veces una película consigue que le dedique halagos y aplausos, aunque con eso no quiero decir que la película que lo consiga tenga que ser buena, pero los de Pixar pueden conmigo, esta gente sabe perfectamente lo que hace y lo demuestra con cada nuevo proyecto y no es por mí parte una admiración ciega, con "WALL•E" hay que tener los ojos bien abiertos para captar todos y cada uno de los detalles, así como para deleitarse con sus geniales momentos. Hasta la fecha, es la mejor película de este verano.
Otra maravilla chicos y chicas!
Lo que quiero desde aquí es recomendársela a todo el mundo, porque los de Pixar lo han vuelto a conseguir. Es un espectáculo visual y narrativo.
Muy pocas veces una película consigue que le dedique halagos y aplausos, aunque con eso no quiero decir que la película que lo consiga tenga que ser buena, pero los de Pixar pueden conmigo, esta gente sabe perfectamente lo que hace y lo demuestra con cada nuevo proyecto y no es por mí parte una admiración ciega, con "WALL•E" hay que tener los ojos bien abiertos para captar todos y cada uno de los detalles, así como para deleitarse con sus geniales momentos. Hasta la fecha, es la mejor película de este verano.
Otra maravilla chicos y chicas!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No le pongo un 10 sencillamente porque WALL•E me recuerda en apariencia al Nº 5 de Cortocircuito...
...y por ganas de no ser tan empalagoso con la película, para que os voy a engañar.
Saludos.
...y por ganas de no ser tan empalagoso con la película, para que os voy a engañar.
Saludos.
16 de agosto de 2008
16 de agosto de 2008
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
WALL-E es una de esas películas que no puedes ver sin que se te dibuje una gran sonrisa en la cara.
Desde el primer día que Pixar salió a escena, hemos podido comprobar como cualquier objeto o animal, ha cobrado vida bajo su dirección, desde muñecos a coches pasando por peces y superhéroes. Pero esta vez han dado un salto aún más grande y nuestro intrépido protagonista es una pequeña trituradora con prismáticos por ojos.
Es impresionante como este amasijo de chapa y tornillos cobra vida. Sólo unos genios podían dotar de tanto sentimiento a un objeto inanimado. Y que decir de EVE, que con sólo unos "ojos azules" es capaz de transmitir más sensaciones que muchos actores. Esto no es cine, esto es magia.
Señores de la Pixar, me arrodillo ante ustedes como fiel devota y seguidora, y como le decía saudade a Clint Eastwood en una crítica "No se mueran nunca" porque con cada nueva película nos hacen creer otra vez, que el cine se creó para soñar y disfrutar.
Desde el primer día que Pixar salió a escena, hemos podido comprobar como cualquier objeto o animal, ha cobrado vida bajo su dirección, desde muñecos a coches pasando por peces y superhéroes. Pero esta vez han dado un salto aún más grande y nuestro intrépido protagonista es una pequeña trituradora con prismáticos por ojos.
Es impresionante como este amasijo de chapa y tornillos cobra vida. Sólo unos genios podían dotar de tanto sentimiento a un objeto inanimado. Y que decir de EVE, que con sólo unos "ojos azules" es capaz de transmitir más sensaciones que muchos actores. Esto no es cine, esto es magia.
Señores de la Pixar, me arrodillo ante ustedes como fiel devota y seguidora, y como le decía saudade a Clint Eastwood en una crítica "No se mueran nunca" porque con cada nueva película nos hacen creer otra vez, que el cine se creó para soñar y disfrutar.
2 de febrero de 2010
2 de febrero de 2010
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos nada menos que en el año 2700. El planeta Tierra está completamente devastado, ausente de naturaleza y vida humana. Entre los restos de tan desolador panorama, destaca Wall-E (la abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) , un pequeño, simpático y funcional robot que desde su encantadora soledad continúa haciendo el trabajo para el que fue diseñado: compactar la basura del planeta. Mientras desarrolla su tarea, encuentra objetos obsoletos que recolecta y clasifica meticulosamente en su hogar, seguido en todo momento de una mascota muy peculiar: una cucaracha.
Lo que no espera el inocente robot es que su vida vaya a cambiar para siempre gracias a una nave gigantesca que mantiene en el espacio exterior desde hace centenares de años a la población humana, con todo lujo de atenciones y comodidades; algo reflejado en el físico obeso de todos ellos y que claramente se convierte en un mensaje de crítica y advertencia sobre los malos hábitos que llevan a muchas personas a mantener una vida sedentaria y poco saludable, que desemboca en el problema del sobrepeso excesivo. La nave en cuestión, que cuenta con el servicio de multitud de robots para el gozo de la muchedumbre, envía a la Tierra a una autómata llamada Eve -mejor equipada, armada y con más inteligencia que Wall-E- para realizar una misión de reconocimiento.
Su exploración es interrumpida por el encantador Wall-E, que se enamora perdidamente de ella y que tratará de hacer lo imposible por conquistar su programado corazón.
No esperaba sorprenderme tantísimo con una película de estas características, en la que el ordenador lo es todo, dotando ya no solo de unos gráficos maravillosos a la cinta, si no consiguiendo crear unos personajes encarnados por un puñado de píxeles que son capaces de transmitir sus sentimientos desde la gesticulación. Algo muy meritorio teniendo en cuenta que no nos encontramos ante unos actores de carne y hueso, si no ante una obra de gran envergadura creada maravillosamente por los estudios Pixar y dirigida por Andrew Stanton (Buscando a Nemo, 2003). Desde el primer minuto sabía que esta película iba a encantarme y desde luego ya tenía pensada la puntuación que concederle. Sus minutos pasaban y pasaban y la cosa no hacía más que mejorar. Una gran forma de contar historias, aptas por supuesto para los más pequeños pero también, para los más mayores. Una bella y tierna película, altamente recomendada para todos.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
Lo que no espera el inocente robot es que su vida vaya a cambiar para siempre gracias a una nave gigantesca que mantiene en el espacio exterior desde hace centenares de años a la población humana, con todo lujo de atenciones y comodidades; algo reflejado en el físico obeso de todos ellos y que claramente se convierte en un mensaje de crítica y advertencia sobre los malos hábitos que llevan a muchas personas a mantener una vida sedentaria y poco saludable, que desemboca en el problema del sobrepeso excesivo. La nave en cuestión, que cuenta con el servicio de multitud de robots para el gozo de la muchedumbre, envía a la Tierra a una autómata llamada Eve -mejor equipada, armada y con más inteligencia que Wall-E- para realizar una misión de reconocimiento.
Su exploración es interrumpida por el encantador Wall-E, que se enamora perdidamente de ella y que tratará de hacer lo imposible por conquistar su programado corazón.
No esperaba sorprenderme tantísimo con una película de estas características, en la que el ordenador lo es todo, dotando ya no solo de unos gráficos maravillosos a la cinta, si no consiguiendo crear unos personajes encarnados por un puñado de píxeles que son capaces de transmitir sus sentimientos desde la gesticulación. Algo muy meritorio teniendo en cuenta que no nos encontramos ante unos actores de carne y hueso, si no ante una obra de gran envergadura creada maravillosamente por los estudios Pixar y dirigida por Andrew Stanton (Buscando a Nemo, 2003). Desde el primer minuto sabía que esta película iba a encantarme y desde luego ya tenía pensada la puntuación que concederle. Sus minutos pasaban y pasaban y la cosa no hacía más que mejorar. Una gran forma de contar historias, aptas por supuesto para los más pequeños pero también, para los más mayores. Una bella y tierna película, altamente recomendada para todos.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como datos curiosos, los que he encontrado en el suplemento La Revista del noticiario ecuatoriano (fíjense hasta donde me voy) El Universo. En un artículo firmado por Fabián Waintal se habla de algunas bromas secretas escondidas entre los pixelados fotogramas de la película y otros detalles curiosos. Por ejemplo, las tarjetas de identificación que se ven en la pared frontal del camión de Wall-E tienen la foto de los verdaderos miembros del departamento de arte de la película. Después de Toy Story, creación también del equipo Pixar, el camión de Pizza Planet ha aparecido en CASI todas sus películas: también en esta. Las imágenes espaciales están inspiradas en pinturas realizadas por la NASA. La voz del robot limpiador M-O es la grabación de la máquina de afeitar de Ben Burtt, quien pone la voz de Wall-E (lo poco que dice) y que es el creador de otros robots como R2-D2 o Arturito de Star Wars y E.T el extraterreste. Los pasos de la cucaracha amiga de Wall-E distan mucho de la realidad del sonido producido por ese insecto: el sonido fue creado con las esposas prestadas por un policía.
Y aparte de todo esto y ya fuera de las líneas del colega ecuatoriano, destacar su agradable banda sonora, acompañada por las presencias estelares de “La vie en rose” de Louis Armstrong o, más breve aún, “Don't worry be happy” de Bobby McFerrin. El “Also Sprach Zarathustra” de Richard Strauss, tema más reconocido de 2001: Una odisea en el espacio, también hace su peculiar aparición a modo de homenaje en esta oscarizada y entretenidísima cinta que cautiva a pesar de lo escaso de su guión (sólo hay diálogo lógico cuando es completamente necesario) y de la que es una pena que se haga tan corta debido a sus sólo 103 minutos de duración.
Y aparte de todo esto y ya fuera de las líneas del colega ecuatoriano, destacar su agradable banda sonora, acompañada por las presencias estelares de “La vie en rose” de Louis Armstrong o, más breve aún, “Don't worry be happy” de Bobby McFerrin. El “Also Sprach Zarathustra” de Richard Strauss, tema más reconocido de 2001: Una odisea en el espacio, también hace su peculiar aparición a modo de homenaje en esta oscarizada y entretenidísima cinta que cautiva a pesar de lo escaso de su guión (sólo hay diálogo lógico cuando es completamente necesario) y de la que es una pena que se haga tan corta debido a sus sólo 103 minutos de duración.
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