La bruja
6.2
31,429
Terror
Nueva Inglaterra, 1630. Un matrimonio de colonos cristianos, con cinco hijos, vive cerca de un bosque que, según las creencias populares, está dominado por el mal. Cuando el hijo recién nacido desaparece y los cultivos no crecen, los miembros de la familia se rebelan los unos contra los otros: un mal sobrenatural les acecha en el bosque cercano. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2016
4 de mayo de 2016
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espeluznante película de un director novato que da un máster de como se realiza una gran película de terror, una de las mejores en los últimos años. Para empezar, posee una impresionante y opresiva atmósfera insana, perturbadora, muy perturbadora, valiéndose de una magistral fotografía donde domina un gris lúgubre y que le va como anillo al dedo, eso sumado a la música adecuada, de esa que te crispa los nervios, pues hacen una suma con un resultado irreprochable: ambientación de diez, además y por si fuera poco, las interpretaciones de todo el reparto son impactantes, inmensas, brutales.
El ritmo se cuece a fuego lento (y esto, desgraciadamente, no gustará a muchos), el drama familiar siempre está en progresiva tensión, las apariciones de la bruja te hacen recordar que no es una película de terror psicológico al uso pero casi, tiene también algunos momentos difíciles de olvidar, es ante todo una dosis en vena de mal rollo.
Me ha entusiasmado, puede tener algunos momentos discutibles que no gustarán a todos como el desenlace (a mi me ha encantado), pero en general, es un auténtico y sorprendente peliculón.
PD: no recuerdo a unos gemelos tan perturbadores como estos desde "El resplandor" de Kubrick.
El ritmo se cuece a fuego lento (y esto, desgraciadamente, no gustará a muchos), el drama familiar siempre está en progresiva tensión, las apariciones de la bruja te hacen recordar que no es una película de terror psicológico al uso pero casi, tiene también algunos momentos difíciles de olvidar, es ante todo una dosis en vena de mal rollo.
Me ha entusiasmado, puede tener algunos momentos discutibles que no gustarán a todos como el desenlace (a mi me ha encantado), pero en general, es un auténtico y sorprendente peliculón.
PD: no recuerdo a unos gemelos tan perturbadores como estos desde "El resplandor" de Kubrick.
5 de mayo de 2016
5 de mayo de 2016
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy en día es un auténtico y, a la vez raro placer, encontrarte con películas de terror que merezcan la pena ver. Así que después de acabar un examen que, psicológicamente, me había dejado exhausto, decidí “relajarme” viendo en versión original la película “The witch” de Robert Eggers, quien se había llevado el pasado año, nada más y nada menos, el premio a mejor director en el festival de Sundance.
La película, de la cual no adelantaré mucho, transcurre en el siglo XVII, en Nueva Inglaterra, donde una familia de colonos cristianos decide comenzar una nueva vida en una granja cercana a un bosque. A partir de este momento, comienzan a suceder una serie de hechos que, por una parte, querremos que acaben y por otra nos atraparán de tal manera que no podremos despegar los ojos hasta su apoteósico final.
En fin, la película roza la perfección en casi todos sus aspectos. La ambientación de la época y de la casa es magnífica; el director sabe jugar de la mejor manera posible con la baraja que nos presenta, como por ejemplo con el bosque, que es capaz de exprimir todo su jugo amalgamando adjetivos de belleza y frialdad. Además, uno es capaz de sentir el carácter perfeccionista que rezuma de Eggers a la hora de dirigir, pues el manejo que realiza de los detalles, denota precisión y buen gusto al hilar las diferentes escenas. En general, la historia es original y engancha desde el primer momento, como si de un siniestro cuento folclórico se tratase. La banda sonora (Mark Korven) que, en mi opinión, no llega a destacar por ser sublime, cumple con su empresa de forma más que suficiente, añadiendo a cada escena, sobre todo aquellas de más tensión, una tilde sin la cual no se percibirían de igual manera. También es de alabar tanto la fotografía (Jarin Blaschke) como el vestuario (Linda Muir), que ayudan a esa buena ambientación en cuanto a escenario y época ya comentado.
La tendencia actual en este género de películas, a crear unos personajes planos y pobres en cuanto a personalidad, aquí se rompe y, por el contrario, se nos muestran de una manera sutil, como lo que son, personas con un importante fanatismo religioso y trasfondo psicológico. Además, la interpretación de los actores es asombrosa, desde el miembro más adulto al más pequeño de la familia, donde es de obligado cumplimiento resaltar la interpretación tanto de la jovencísima chica (Anya Taylor-Joy) como del padre (Ralph Ineson), los cuales bordan sus correspondientes papeles.
Por estos motivos, debo decir que no es la típica película de sobre saltos a la que estamos acostumbrados (desgraciadamente) en los últimos tiempos, hecho que, al menos por mi parte, agradezco, no porque no me guste, sino porque está “taaaan” explotado y tan mal usado hoy en día que ya cansa, pues parece que la única manera de causar terror es aquella en la que se usa la fórmula: Miedo = Plano estático + Música angustiosa (preferible instrumento de cuerda) + Bicho-fantasma-asesino que aparece bruscamente de la nada y en todo el careto. Esto el único terror que genera es no poder llegar rápidamente al hospital del infarto que te provoca. Eso no es terror. Por el contrario, esta película ahonda más en el miedo psicológico, algo que tengo que confesar me fascina.
Sin duda, lo más difícil de creer es que sea la opera prima del autor en la gran pantalla, algo que me entusiasma muchísimo. Por todo ello, a todos aquellos que les gusta este difícil género y están cansados últimamente de no encontrar motivación alguna, os recomiendo de forma encarecida que vayáis a verla al cine, pues es una de esas perlas que de vez en cuando hallamos entre tanto título comercial.
La película, de la cual no adelantaré mucho, transcurre en el siglo XVII, en Nueva Inglaterra, donde una familia de colonos cristianos decide comenzar una nueva vida en una granja cercana a un bosque. A partir de este momento, comienzan a suceder una serie de hechos que, por una parte, querremos que acaben y por otra nos atraparán de tal manera que no podremos despegar los ojos hasta su apoteósico final.
En fin, la película roza la perfección en casi todos sus aspectos. La ambientación de la época y de la casa es magnífica; el director sabe jugar de la mejor manera posible con la baraja que nos presenta, como por ejemplo con el bosque, que es capaz de exprimir todo su jugo amalgamando adjetivos de belleza y frialdad. Además, uno es capaz de sentir el carácter perfeccionista que rezuma de Eggers a la hora de dirigir, pues el manejo que realiza de los detalles, denota precisión y buen gusto al hilar las diferentes escenas. En general, la historia es original y engancha desde el primer momento, como si de un siniestro cuento folclórico se tratase. La banda sonora (Mark Korven) que, en mi opinión, no llega a destacar por ser sublime, cumple con su empresa de forma más que suficiente, añadiendo a cada escena, sobre todo aquellas de más tensión, una tilde sin la cual no se percibirían de igual manera. También es de alabar tanto la fotografía (Jarin Blaschke) como el vestuario (Linda Muir), que ayudan a esa buena ambientación en cuanto a escenario y época ya comentado.
La tendencia actual en este género de películas, a crear unos personajes planos y pobres en cuanto a personalidad, aquí se rompe y, por el contrario, se nos muestran de una manera sutil, como lo que son, personas con un importante fanatismo religioso y trasfondo psicológico. Además, la interpretación de los actores es asombrosa, desde el miembro más adulto al más pequeño de la familia, donde es de obligado cumplimiento resaltar la interpretación tanto de la jovencísima chica (Anya Taylor-Joy) como del padre (Ralph Ineson), los cuales bordan sus correspondientes papeles.
Por estos motivos, debo decir que no es la típica película de sobre saltos a la que estamos acostumbrados (desgraciadamente) en los últimos tiempos, hecho que, al menos por mi parte, agradezco, no porque no me guste, sino porque está “taaaan” explotado y tan mal usado hoy en día que ya cansa, pues parece que la única manera de causar terror es aquella en la que se usa la fórmula: Miedo = Plano estático + Música angustiosa (preferible instrumento de cuerda) + Bicho-fantasma-asesino que aparece bruscamente de la nada y en todo el careto. Esto el único terror que genera es no poder llegar rápidamente al hospital del infarto que te provoca. Eso no es terror. Por el contrario, esta película ahonda más en el miedo psicológico, algo que tengo que confesar me fascina.
Sin duda, lo más difícil de creer es que sea la opera prima del autor en la gran pantalla, algo que me entusiasma muchísimo. Por todo ello, a todos aquellos que les gusta este difícil género y están cansados últimamente de no encontrar motivación alguna, os recomiendo de forma encarecida que vayáis a verla al cine, pues es una de esas perlas que de vez en cuando hallamos entre tanto título comercial.
23 de mayo de 2016
23 de mayo de 2016
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas películas que aparecen cada bastante tiempo y logran sorprenderte en todo su esplendor y originalidad. Una pequeña joya, obra de un director debutante “Robert Eggers” al que sin duda habrá que seguir muy de cerca. Se puede vislumbrar un futuro muy prometedor, pero ahora toca destacar su primer trabajo detrás de las cámaras.
Basada en historias populares de Nueva Inglaterra, “La bruja” es una película tan hermosa como perturbadora, que cuenta la historia de cómo una familia de colonos cristianos se va a vivir muy cerca de un bosque supuestamente maldito y habitado por brujas.
Rodada con una elegancia y una sutileza exquisitas en cada plano, y con un delicado cuidado de la atmósfera, en versión original gana muchísimo, este film no precisa de trucos baratos ni recurrir a golpes de efecto redundantes para provocar en nosotros una sensación de malestar tan desagradablemente incómoda que creeremos tener la necesidad de apartar la vista de la pantalla en cualquier momento, pero que con la misma fuerza y firmeza no lo haremos porque nos atrapa desde el principio. No nos produce tanto pavor lo que vemos, como la manera tan descabelladamente sutil en la que su director juega con nosotros haciéndonos creer que vamos a ver algo que no deberíamos, dejándonos petrificados con una catarata de imágenes que nos sorprenderá y hará temblar de principio a fin. Pero no se detiene ahí, “La bruja” nos plantea todo tipo de dilemas morales y religiosos tan terroríficos que el estremecimiento que nos produce la idea de un bosque habitado por el mal no será mayor que el que sentiremos con la familia que habita fuera de él.
Un reparto en estado de gracia donde todos están espléndidos, con unas interpretaciones llevadas a cabo por una intensísima perfección, hacen de esta película algo tan sublime como inesperado.
Brillante debut de un autor que rebosa originalidad, paciencia y buen pulso para contar historias y filmar escenas para el recuerdo tan originales como oníricas.
Aviso a navegantes: intentad contener la respiración los primeros cinco minutos de película ¡Monstruosamente inquietantes!
Basada en historias populares de Nueva Inglaterra, “La bruja” es una película tan hermosa como perturbadora, que cuenta la historia de cómo una familia de colonos cristianos se va a vivir muy cerca de un bosque supuestamente maldito y habitado por brujas.
Rodada con una elegancia y una sutileza exquisitas en cada plano, y con un delicado cuidado de la atmósfera, en versión original gana muchísimo, este film no precisa de trucos baratos ni recurrir a golpes de efecto redundantes para provocar en nosotros una sensación de malestar tan desagradablemente incómoda que creeremos tener la necesidad de apartar la vista de la pantalla en cualquier momento, pero que con la misma fuerza y firmeza no lo haremos porque nos atrapa desde el principio. No nos produce tanto pavor lo que vemos, como la manera tan descabelladamente sutil en la que su director juega con nosotros haciéndonos creer que vamos a ver algo que no deberíamos, dejándonos petrificados con una catarata de imágenes que nos sorprenderá y hará temblar de principio a fin. Pero no se detiene ahí, “La bruja” nos plantea todo tipo de dilemas morales y religiosos tan terroríficos que el estremecimiento que nos produce la idea de un bosque habitado por el mal no será mayor que el que sentiremos con la familia que habita fuera de él.
Un reparto en estado de gracia donde todos están espléndidos, con unas interpretaciones llevadas a cabo por una intensísima perfección, hacen de esta película algo tan sublime como inesperado.
Brillante debut de un autor que rebosa originalidad, paciencia y buen pulso para contar historias y filmar escenas para el recuerdo tan originales como oníricas.
Aviso a navegantes: intentad contener la respiración los primeros cinco minutos de película ¡Monstruosamente inquietantes!
16 de mayo de 2016
16 de mayo de 2016
18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
La bruja tiene momentos espeluznantes. Aunque a ciertas personas les parecerá lenta, este retrato de una familia religiosa aislada en una granja de Nueva Inglaterra consigue adentrarnos en la opresiva vida de unos personajes que ven como, poco a poco, una presencia demoníaca se apodera de sus vidas. Sin utilizar los clichés del género, con unos personajes muy bien dibujados e interpretados y una fotografía portentosa esta película se convierte automáticamente en un clásico del terror.
14 de mayo de 2016
14 de mayo de 2016
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva Inglaterra, 1630. Un agricultor inglés abandona la colonia tras verse amenazado por la iglesia y re-ubica a su esposa e hijos en una tierra alejada de la civilización en el borde de un bosque terrorífico. Dentro de ese boscaje se encuentra un mal desconocido. Terrible sucesos le empiezan a ocurrir a esta familia: los cultivos se pierden, los animales enloquecen, pero la gota que rebasa el vaso es el desaparecimiento del recién nacido.
Pero “The Witch” va mucho más allá: supersticiones, mitos, leyendas, religión, sexo y la fe de una gente que se ve en peligro. Al igual que su sano juicio. Esta película podría decir que también muestra como una situación desafortunada puede destruir a unos individuos de una familia. Muy bien lo explica el propio subtitulo de la película al inicio “un cuento folklórico de Nueva Inglaterra” y es que eso engloba todo lo antes mencionado. Se aprecia cuando se quiere crear un ambiente tan repulsivo así como peculiar. Muy distinto a todo lo que se puede ver hoy en día en el género.
Es que en lo personal nunca he sido un fan del terror. De hecho, soy bastante escéptico, sobre todo con el panorama actual. Y es que se ha perdido la esencia del género y a nosotros el público se nos ha olvidado lo variado que puede llegar a ser el cine de terror, como todos sus sub-géneros posibles: comedia, monstros sobrenaturales, gore, fantasmagórico, entre muchísimos otros. Por ejemplo está el psicológico, donde el suspenso es el protagonista y ese es el caso de la película de Roger Eggers.
A lo que quería llegar con esto es que estamos mal acostumbrados. Si no nos sale un screemer cada dos por tres para darnos una dosis inútil de susto fácil, no abandonamos la sala satisfechos. El horror trata también de transmitirte una sensación de angustia. El subgénero del terror psicológico es aquel que busca la sutileza de efecto y la sugerencia más que el mero susto. Se centra en los temores de sus personajes, sus culpas, creencias y supersticiones y no lo estoy inventado, lo puedes leer en cualquier libro de cine o literatura.
¿Cuáles son los recursos que sustituyen el susto fácil en The Witch? Lo más llamativo es su fotografía: es una película muy claustrofóbica, muy gris y monótona lo que claramente es un reflejo de la depresión y el mal rato que están pasando. Sus planos largos, tensos y lentos que te meten de lleno. Su música, la banda sonora pega de 10 y el sonido en general es increíble, en el cine se sentía realmente agobiante. Y las actuaciones, sin spoilear demasiado algunos de los actores tienen momentazos.
Escribo esto porque a pesar de enamorar a los críticos, a la audiencia no lo ha hecho del todo. Principalmente a los típicos que te sorprenden con un: “Esto es una tomadura de pelo, si no me ha asustado ni una sola vez”, en fin….y después nos quejamos por una decimosexta entrega de Actividad Paranormal.
Pero “The Witch” va mucho más allá: supersticiones, mitos, leyendas, religión, sexo y la fe de una gente que se ve en peligro. Al igual que su sano juicio. Esta película podría decir que también muestra como una situación desafortunada puede destruir a unos individuos de una familia. Muy bien lo explica el propio subtitulo de la película al inicio “un cuento folklórico de Nueva Inglaterra” y es que eso engloba todo lo antes mencionado. Se aprecia cuando se quiere crear un ambiente tan repulsivo así como peculiar. Muy distinto a todo lo que se puede ver hoy en día en el género.
Es que en lo personal nunca he sido un fan del terror. De hecho, soy bastante escéptico, sobre todo con el panorama actual. Y es que se ha perdido la esencia del género y a nosotros el público se nos ha olvidado lo variado que puede llegar a ser el cine de terror, como todos sus sub-géneros posibles: comedia, monstros sobrenaturales, gore, fantasmagórico, entre muchísimos otros. Por ejemplo está el psicológico, donde el suspenso es el protagonista y ese es el caso de la película de Roger Eggers.
A lo que quería llegar con esto es que estamos mal acostumbrados. Si no nos sale un screemer cada dos por tres para darnos una dosis inútil de susto fácil, no abandonamos la sala satisfechos. El horror trata también de transmitirte una sensación de angustia. El subgénero del terror psicológico es aquel que busca la sutileza de efecto y la sugerencia más que el mero susto. Se centra en los temores de sus personajes, sus culpas, creencias y supersticiones y no lo estoy inventado, lo puedes leer en cualquier libro de cine o literatura.
¿Cuáles son los recursos que sustituyen el susto fácil en The Witch? Lo más llamativo es su fotografía: es una película muy claustrofóbica, muy gris y monótona lo que claramente es un reflejo de la depresión y el mal rato que están pasando. Sus planos largos, tensos y lentos que te meten de lleno. Su música, la banda sonora pega de 10 y el sonido en general es increíble, en el cine se sentía realmente agobiante. Y las actuaciones, sin spoilear demasiado algunos de los actores tienen momentazos.
Escribo esto porque a pesar de enamorar a los críticos, a la audiencia no lo ha hecho del todo. Principalmente a los típicos que te sorprenden con un: “Esto es una tomadura de pelo, si no me ha asustado ni una sola vez”, en fin….y después nos quejamos por una decimosexta entrega de Actividad Paranormal.
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