'Los Otros' es la prueba definitiva del talento y la personalidad de su autor pues tenía ante sí muchos riesgos que correr para defender la integridad de su película y lo consigue con creces. En una tercera película, Amenábar debe de rodar en un idioma ajeno, con reparto internacional y estrella de Hollywood al frente, y con el apoyo económico de una estrella aún mayor, Tom Cruise.

Todo ello para contar la historia de una mujer que espera la llegada de un marido que supone que no volverá de la guerra, de unos niños fotofóbicos que "juegan con fantasmas" y de unos criados que llegan sin carta de recomendación.

'Los Otros' dignifica el cine fantástico a base de talento y contención, sin apabullar al espectador a base de estúpidos artificios y movimientos de cámara gratuitos, aunque se trate de un proyecto comercial, sin duda. Muy bien interpretada y filmada por un cineasta de referencia ya en el cine mundial.

Excelente película. Intriga y suspense, con la que, una vez más, Alejandro Amenábar sorprende al público con su maravillosa mente. Es increíble, como una persona puede hacer este tipo de películas. Desde aquí, os animo a todos a que apoyéis al cine español, porque realmente, hay algunos genios en este país que se merecen ser reconocidos mundialmente.

Oscuridad, sombras y luces, silencios, susurros y ruidos, se reúnen bajo un mismo techo...
Se echa la llave, y dentro sentirán las dudas y culpas de los seres que lo habitaron...
La luz símil de la verdad, será la que perseguirá a los protagonistas. En esta fantástica historia, que bebe de clásicos como: suspense, la noche del cazador y al final de la escalera...
Con una trama que consigue que guardemos silencio y estemos expectantes de los susurros y de los mas mínimos movimientos, haciéndonos sospechar de todo.
Mención especial a la excelente fotografía de Javier Aguirresarobe y al reparto en conjunto, con una esplendida Nicole Kidman, que brilla con luz propia.

Hay quien esgrime que esta película no es española porque los actores de reparto no son españoles, aunque el director sea español. Bueno, advertid el matiz, en "Los Otros" la acción transcurre en una isla británica y los protagonistas son británicos con lo cual no pegaría demasiado escuchar en el cine a unos españoles con acento castellano-castizo haciendose pasar por anglosajones de la isla de Jersey,asi que Amenábar hizo muy bien en seleccionar un reparto anglosajón, y muchísimo mejor en contar con Nicole Kidman que aquí esta inmensa.

Por cierto, yo veo una banderita española, luego no creo que esta película sea de la Guayana holandesa.

El subgénero de las "Casas encantadas" o "Haunted House", es un género actualmente sobreexplotado, y, por tanto con tendencia a la saturación y/o a la proliferación de productos repetitivos, mediocres y faltos de originalidad, no es este el caso. Amenábar crea una obra maestra del género, con un guión original y un desenlace nunca visto ( que haya alguna similtud con el sexto sentido no le resta méritos), unas interpretaciones soberbias, descansando buena parte del peso del film en la soberbia Nikole, una recreación atmosférica sobresaliente y una banda sonora impecable, nos encontramos por tanto, ante un clásico del género de inevitable referencia para cualquier cinéfilo.

En el cine español se ha intentado volver a repetir la fórmula con poca fortuna (véase el orfanato), Amenábar ha puesto el listón demasiado alto no solo a nivel nacional sino internacional, y ha situado su obra a la altura de otros clásicos como "al final de la escalera". Tendrán que pasar muchos lustros hasta que este género pueda contar en sus vitrinas con una nueva obra señera, si antes no se agota definitivamente debido a la proliferación indiscriminada de remakes y secuelas de calidad más que dudosa.

Carlos Boyero me ha convencido en la preciosa crítica que se recoge en esta página. Ya sabía yo que a «Los otros» le faltaba algo, y puede que sea ese fuego y ese corazón que describe el periodista. Eso no puede explicarse, es una sensación intangible que nada tiene que ver con encuadres perfectos y montajes sin faltas.

Nicole Kidman, en una muy buena interpretación, se pasa media película abriendo y cerrando puertas para proteger a sus amados hijos de una enfermedad que les impide exponerse a fuentes intensas de luz. Este planteamiento es, sin duda, interesante, pero viendo cómo sigue la historia y su desenlace, me pregunto si no es en realidad un mero adorno argumental, o si, por el contrario, es verdaderamente importante. Me inclino por lo primero, así que el efecto pierde su fuerza.

Además, no sólo eso. Amenábar parte de un guión engañoso que pretende desde el primer minuto mentir al espectador. De ahí, que la historia no se cuente con la suficiente sinceridad como para seguir un desarrollo lógico en el que todas las piezas encajen y lleven a una única y misma solución. Así, nos presentan a los personajes premeditadamente inquietantes, con actitudes ambiguas, voces quedas y planes ocultos por aquí, pastillitas sospechosas por acá. El final logra dar la sorpresa, y es, con todo, posiblemente lo mejor de la película, pero a cambio tienen que olvidarse de casi todo lo que nos han contado antes.

Miedo, lo que se dice miedo, pues no da. A lo sumo un mal rollo impresionante en la escena de la primera comunión, lo cual ya tiene mérito. Más cerca, pues, de la intriga que del terror. La atmósfera y las localizaciones están muy bien, es incluso esa persistencia en los pasajes bíblicos (en un evidente arranque anticlerical) contribuyen a la opresión y el misterio. Los niños, perfectos, especialmente ella (Alakina Mann), que demuestra una gran determinación y personalidad, perversa por momentos. O al menos eso nos quieren hacer creer.

No va mucho más allá a pesar de su trabajado tecnicismo, pero, eso sí, mantiene pegado al asiento y el entretenimiento está asegurado.