Julio César
7.6
6,672
Drama
Fiel adaptación para el cine de la obra homónima de Shakespeare. Terminada la guerra civil entre César y Pompeyo (49-46 a. C.), César se convierte en dictador vitalicio y concentra en su persona todos los poderes, lo cual implica, de hecho, la desaparición de la República. En el año 44 a. C., Casio y Bruto, dos nobles romanos defensores a ultranza de las libertades republicanas, encabezan una conjura contra el dictador, que es asesinado ... [+]
28 de marzo de 2023
28 de marzo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran obra. Muy lograda, con unas interpretaciones muy logradas, tremendamente canónicas, académicas, clásicas... con unos gestos suaves de los personajes, potenciando sobre todo la dicción y el verbo. Por eso es más que seguro que la labor de doblaje habrá sido muy importante, intensa.
No he leído la obra de teatro, pero es muy probable que el director la haya seguido muy fielmente. No va con la obra de Mankiewicz modificaciones de obras clásicas, no es propio de él, hombre más que académico, dogmático.
Hay una singularidad sobre el que visitan por primera vez esta obra. Si no conoces la historia probablemente te sorprenderá muy intensamente, a la fuerza de las interpretaciones, del código moral que subyace, hay que sumar la generosidad de las interpretaciones. Si no lo conoces es muy probable que lo prioritario después de verla sea la fuerza propia de la historia, y quede en un segundo plano la calidad de las interpretaciones...
Sea como fuera estamos en presencia de una obra magnífica de un director imprescindible para la historia del cine y de dos monstruos de la interpretación cinematográfica: Brando y Mason.
No he leído la obra de teatro, pero es muy probable que el director la haya seguido muy fielmente. No va con la obra de Mankiewicz modificaciones de obras clásicas, no es propio de él, hombre más que académico, dogmático.
Hay una singularidad sobre el que visitan por primera vez esta obra. Si no conoces la historia probablemente te sorprenderá muy intensamente, a la fuerza de las interpretaciones, del código moral que subyace, hay que sumar la generosidad de las interpretaciones. Si no lo conoces es muy probable que lo prioritario después de verla sea la fuerza propia de la historia, y quede en un segundo plano la calidad de las interpretaciones...
Sea como fuera estamos en presencia de una obra magnífica de un director imprescindible para la historia del cine y de dos monstruos de la interpretación cinematográfica: Brando y Mason.
8 de octubre de 2023
8 de octubre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
O lo que es lo mismo, Shakespeare se impone a Mankiewicz en el partido. Juega en su campo, pues la cinta prescinde de las ventajas de ambientación que disfruta el cine para adoptar el tono discursivo de las declamaciones sobre las tablas del escenario.
Gana lo histriónico a lo cinematográfico en esta, por otra parte, magnífica adaptación de la obra del genio de Stratford.
La excesiva teatralidad de este "Julio César" (Calhern) no debe ocultar los indudables méritos que tiene por su fidelidad histórica, la riqueza de sus mensajes, el preciso dibujo de la personalidad de los protagonistas de aquel magnicidio que abiertamente justifica o la importancia de la declamación y la oratoria para mover la opinión de las masas.
Gran interpretación de Bruto (Mason) y de Marco Antonio (Brando), sin que desmerezca el resto del elenco.
Pese al recargado tono escénico y dramático, una buena película histórica que nadie debe perderse.
Gana lo histriónico a lo cinematográfico en esta, por otra parte, magnífica adaptación de la obra del genio de Stratford.
La excesiva teatralidad de este "Julio César" (Calhern) no debe ocultar los indudables méritos que tiene por su fidelidad histórica, la riqueza de sus mensajes, el preciso dibujo de la personalidad de los protagonistas de aquel magnicidio que abiertamente justifica o la importancia de la declamación y la oratoria para mover la opinión de las masas.
Gran interpretación de Bruto (Mason) y de Marco Antonio (Brando), sin que desmerezca el resto del elenco.
Pese al recargado tono escénico y dramático, una buena película histórica que nadie debe perderse.
15 de marzo de 2024
15 de marzo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De visionado obligatorio en la festividad de los Idus de Marzo (15 de Marzo), “Julio César” es una obra magna que nace de la confluencia de la portentosa dirección del gran Joseph L. Mankiewicz, la respetuosa adaptación de la brillante pieza teatral original homónima de William Shakespeare y de las históricas interpretaciones de Marlon Brando y James Mason. Obviamente, aunque algunas escenas hayan envejecido regular y a pesar de que su origen teatral se nota en cada escena, con semejantes mimbres el cesto obtenido es extraordinario.
Tan sólo por escuchar los impagables diálogos de Shakespeare recitados por tal elenco actoral, ya vale la pena. Pero no podemos olvidar que detrás de la cámara está Mankiewicz y que, por tanto, ese nombre es necesario sinónimo de elegancia, academicismo y planteamiento formal exquisito. Todo ello se cumple en “Julio César”, una obra, sea teatral o cinematográfica, profundamente política que nos muestra la ambición ilimitada de poder del ser humano, ante el que no caben límites, y las nefastas consecuencias que todo ello conlleva, tanto en el asesinado Julio César como en sus victimarios. Todos tienen oscuras razones que esconder. Un film en el que no hay buenos, porque todos ocultan aviesas intenciones y ansias de poder. Los que defienden los valores puros republicanos de Roma, en el fondo, aspiran a hacerse con el poder; la propia víctima, Julio César, ha tergiversado la legislación vigente para derivar hacia el absolutismo. Al final, ambos bandos pretenden lo mismo por cauces distintos y la obra lo muestra con una lucidez nihilista espléndida.
Para la historia del cine queda el famoso monólogo de Marco Antonio, interpretado como sólo Marlon Brando podría hacerlo, así como la escena del asesinato de Julio César con su momento final protagonizado por James Mason. Todo está medido en un guión milimétrico que firma el propio Mankiewicz, rodado en un portentoso blanco y negro por Joseph Ruttenberg y con una clásica y reconocible partitura musical del gran Miklós Rózsa.
Tan sólo por escuchar los impagables diálogos de Shakespeare recitados por tal elenco actoral, ya vale la pena. Pero no podemos olvidar que detrás de la cámara está Mankiewicz y que, por tanto, ese nombre es necesario sinónimo de elegancia, academicismo y planteamiento formal exquisito. Todo ello se cumple en “Julio César”, una obra, sea teatral o cinematográfica, profundamente política que nos muestra la ambición ilimitada de poder del ser humano, ante el que no caben límites, y las nefastas consecuencias que todo ello conlleva, tanto en el asesinado Julio César como en sus victimarios. Todos tienen oscuras razones que esconder. Un film en el que no hay buenos, porque todos ocultan aviesas intenciones y ansias de poder. Los que defienden los valores puros republicanos de Roma, en el fondo, aspiran a hacerse con el poder; la propia víctima, Julio César, ha tergiversado la legislación vigente para derivar hacia el absolutismo. Al final, ambos bandos pretenden lo mismo por cauces distintos y la obra lo muestra con una lucidez nihilista espléndida.
Para la historia del cine queda el famoso monólogo de Marco Antonio, interpretado como sólo Marlon Brando podría hacerlo, así como la escena del asesinato de Julio César con su momento final protagonizado por James Mason. Todo está medido en un guión milimétrico que firma el propio Mankiewicz, rodado en un portentoso blanco y negro por Joseph Ruttenberg y con una clásica y reconocible partitura musical del gran Miklós Rózsa.
25 de abril de 2024
25 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación shakespeariana escrita y dirigida por Joseph L. Mankiewicz con producción de John Houseman (fundador junto a Orson Welles del Mercury Theatre).
La primera parte de la película resulta fascinante, con un texto exuberante y un excelente tratamiento estético alejado de la grandiosidad acostumbrada en otras producciones ambientadas en la Antigua Roma, confiriendo Mankiewicz un carácter íntimo, recargado y hasta claustrofóbico a los espacios físicos, lo cual incrementa de manera espléndida la tensión sobre el asunto de la conspiración político-criminal y el fatal destino de César.
Tras los brillantes monólogos ante la masa de James Mason y Marlon Brando, el film decae notablemente en su último acto, llegando incluso a desembocar en el aburrimiento.
Eso sí, en ningún momento el guión pierde el esplendor de su raíz literaria.
El único Oscar que se llevó la película fue para el ilustre Cedric Gibbons por su magnífico trabajo en la dirección artística.
Nota: 7,8
La primera parte de la película resulta fascinante, con un texto exuberante y un excelente tratamiento estético alejado de la grandiosidad acostumbrada en otras producciones ambientadas en la Antigua Roma, confiriendo Mankiewicz un carácter íntimo, recargado y hasta claustrofóbico a los espacios físicos, lo cual incrementa de manera espléndida la tensión sobre el asunto de la conspiración político-criminal y el fatal destino de César.
Tras los brillantes monólogos ante la masa de James Mason y Marlon Brando, el film decae notablemente en su último acto, llegando incluso a desembocar en el aburrimiento.
Eso sí, en ningún momento el guión pierde el esplendor de su raíz literaria.
El único Oscar que se llevó la película fue para el ilustre Cedric Gibbons por su magnífico trabajo en la dirección artística.
Nota: 7,8
23 de diciembre de 2007
23 de diciembre de 2007
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace mucho que vi esta película, lo que más recuerdo y lo que más me sorprendió fue la actuación de Brando... me pareció un auténtico mariscal delante de la cámara, con una fuerza y una presencia arrolladoras. Por lo demás, me gustó el filme en general, aunque las adaptaciones de Shakespeare tienen con demasiada frecuencia a apoyar los textos del inglés con imágenes en vez de crear unos guiones que sean lo suficientemente fluidos para que la narración sea menos áspera. Aún así, buena adaptación, no llega a la altura de Macbeth de Welles ( para mí mucho mejor ), pero esta bien realizada.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here