Las bestias
7.6
41,597
Thriller. Drama
Antoine y Olga son una pareja francesa que se instaló hace tiempo en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila, aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica como desearían. Un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno.
12 de enero de 2023
12 de enero de 2023
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandiosa y soberbia la nueva película de Rodrigo Sorogoyen (El reino, Antidisturbios). Ojito con este chico madrileño que apunta bien alto, y con esta película se ha considerado ya como uno de los grandes del panorama español. Exitazo en Cannes, en Donosti, en Sitges y ovacionados en el festival de Tokio. Orgullo es poco. Deseando ver sus nuevos proyectos, tanto de guionista, como en la labor de director.
Sorogoyen consigue un retrato brutal y ermitaño de la España vaciada, esta vez en Galicia, con unos paisajes hermosísimos y gélidos y su contrapartida, unos pueblerinos muy cerrados, rancios y xenófobos que consiguen que nos den auténtica repulsión. Mencionar que está basada en hechos reales, (muy libremente) en un crimen real sucedido en Ourense hace mas de diez años. Pobres gallegos, espero que no sean todos así.
As Bestas es sin duda una de las mejores películas del año, y no solo de España. Sorogoyen nos ofrece un Thriller fantástico, turbio, inquieto y conmovedor, cuya tensión se puede romper con un simple alfiler, pero a la vez nos brinda unas imágenes rurales de Galicia espectaculares, que no hace más que ambientarnos y meternos de lleno en la localización. Notaba como se me metía el frío dentro del cuerpo, es extraordinario. En los ratos que no hay tensión ni suspense, se siente una tranquilidad, un silencio sepulcral, una armonía que atrae al propio espectador a quedarse en la naturaleza y, a urbanitas como yo, nos dan ganas de dejarlo todo y mudarse a una aldea perdida alejada de la mano de Dios a vivir rodeado de vaquitas y corderitos... Pero espero no encontrarme con esta clase de vecinos.
Es una película lenta (sí, lenta) y áspera, que se recrea constantemente en los paisajes y en la naturaleza y que si hubiese caído en manos de otro director nos hubiese parecido un tostón. En cambio, Sorogoyen le aporta personalidad y estilo, y maneja muy bien los tiempos para darnos la dosis necesaria de violencia en el momento justo. La tensión y el suspense va in crescendo, y os juro que ha habido un momento en el cine que el corazón se me ha puesto a mil. Además, la dirección actoral es magnífica, Sorogoyen sabe de sobra lo que hace y se le ve muy cómodo realizando thrillers. ¡Cómo me gustan este tipo de películas!
As Bestas trata temas como la violencia, el odio hacia los de fuera, la desinformación y el problema de la vida rural y la España vaciada. Sorogoyen cambia las enormes y pobladas calles de Madrid (Que Dios nos perdone), y nos sumerge en un mundo inhóspito y totalmente distinto. Nos ofrece unos personajes muy bien dibujados, pues, aunque el personaje de Luis Zahera es despreciable y vil, podemos llegar a entender sus motivaciones y desgracias. Él entra en conflicto con nuestro protagonista por unos temas económicos con unas eólicas que quieren urbanizar los terrenos a cambio de dinero, un dinero que no es justo ni suficiente, pero si lo es para los lugareños. Después de todo, nuestro protagonista es un profesor urbanita que lleva viviendo solamente dos años en el mundo rural, mientras que ellos llevan más de 50 años trabajando la tierra y siendo, al fin y al cabo, unos desgraciados sin recursos ni futuro. Entendible. Ahora bien, las formas no se comparten, y ahí es donde reside la moralidad de la narración. No quita que sean unos xenófobos, clasistas y retrógrados, pero habría que ponerse un poco en su lugar, cosa que la mayoría no hacemos.
As bestas quedará grabada en mí y en muchos otros. Contiene imágenes y mensajes muy potentes que seguro que harán reflexionar a más de uno. Para que luego digan que en España no se hace buen cine. Les daría una colleja a todos esos pedantes y sabiondos.
CRÍTICA EN EL BLOG: https://elgrancooper.blogspot.com/2022/11/critica-as-bestas-seres-humanos-o.html
Sorogoyen consigue un retrato brutal y ermitaño de la España vaciada, esta vez en Galicia, con unos paisajes hermosísimos y gélidos y su contrapartida, unos pueblerinos muy cerrados, rancios y xenófobos que consiguen que nos den auténtica repulsión. Mencionar que está basada en hechos reales, (muy libremente) en un crimen real sucedido en Ourense hace mas de diez años. Pobres gallegos, espero que no sean todos así.
As Bestas es sin duda una de las mejores películas del año, y no solo de España. Sorogoyen nos ofrece un Thriller fantástico, turbio, inquieto y conmovedor, cuya tensión se puede romper con un simple alfiler, pero a la vez nos brinda unas imágenes rurales de Galicia espectaculares, que no hace más que ambientarnos y meternos de lleno en la localización. Notaba como se me metía el frío dentro del cuerpo, es extraordinario. En los ratos que no hay tensión ni suspense, se siente una tranquilidad, un silencio sepulcral, una armonía que atrae al propio espectador a quedarse en la naturaleza y, a urbanitas como yo, nos dan ganas de dejarlo todo y mudarse a una aldea perdida alejada de la mano de Dios a vivir rodeado de vaquitas y corderitos... Pero espero no encontrarme con esta clase de vecinos.
Es una película lenta (sí, lenta) y áspera, que se recrea constantemente en los paisajes y en la naturaleza y que si hubiese caído en manos de otro director nos hubiese parecido un tostón. En cambio, Sorogoyen le aporta personalidad y estilo, y maneja muy bien los tiempos para darnos la dosis necesaria de violencia en el momento justo. La tensión y el suspense va in crescendo, y os juro que ha habido un momento en el cine que el corazón se me ha puesto a mil. Además, la dirección actoral es magnífica, Sorogoyen sabe de sobra lo que hace y se le ve muy cómodo realizando thrillers. ¡Cómo me gustan este tipo de películas!
As Bestas trata temas como la violencia, el odio hacia los de fuera, la desinformación y el problema de la vida rural y la España vaciada. Sorogoyen cambia las enormes y pobladas calles de Madrid (Que Dios nos perdone), y nos sumerge en un mundo inhóspito y totalmente distinto. Nos ofrece unos personajes muy bien dibujados, pues, aunque el personaje de Luis Zahera es despreciable y vil, podemos llegar a entender sus motivaciones y desgracias. Él entra en conflicto con nuestro protagonista por unos temas económicos con unas eólicas que quieren urbanizar los terrenos a cambio de dinero, un dinero que no es justo ni suficiente, pero si lo es para los lugareños. Después de todo, nuestro protagonista es un profesor urbanita que lleva viviendo solamente dos años en el mundo rural, mientras que ellos llevan más de 50 años trabajando la tierra y siendo, al fin y al cabo, unos desgraciados sin recursos ni futuro. Entendible. Ahora bien, las formas no se comparten, y ahí es donde reside la moralidad de la narración. No quita que sean unos xenófobos, clasistas y retrógrados, pero habría que ponerse un poco en su lugar, cosa que la mayoría no hacemos.
As bestas quedará grabada en mí y en muchos otros. Contiene imágenes y mensajes muy potentes que seguro que harán reflexionar a más de uno. Para que luego digan que en España no se hace buen cine. Les daría una colleja a todos esos pedantes y sabiondos.
CRÍTICA EN EL BLOG: https://elgrancooper.blogspot.com/2022/11/critica-as-bestas-seres-humanos-o.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si tuviera que decir algo malo sobre As bestas sería sobre su último tercio. Claramente dividida en dos partes: la primera, una más tensa y dinámica donde nos ponemos en la piel de Antoine (Denis Ménochet), y otra más pausada y emocional, en los ojos de Olga (Marina Fois).
Es entendible y totalmente respetable que la gente se pueda quejar de ello, yo lo he hecho, pero lo anterior es tan sumamente bueno que se puede llegar a obviar ese aspecto.
Es entendible y totalmente respetable que la gente se pueda quejar de ello, yo lo he hecho, pero lo anterior es tan sumamente bueno que se puede llegar a obviar ese aspecto.
1 de febrero de 2023
1 de febrero de 2023
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poderosa la última hora, el autor transmite el desasosiego que habrá sufrido la mujer (Marina Foïs) al espectador. De hecho, cuando la película rompe, mi ansiedad crecía porque quería enterarme de lo que estaba pasando y no lo conseguía. (Sigo en el spoiler.)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo más natural es preguntarse por qué diantres sigue en ese pueblo y no se va, cuando sabe que la pareja de hermanos que tiene por vecinos han matado a su marido. De hecho, es justo lo que le inquiere su hija (genial su personaje, depara unos grandes diálogos). Pero luego comprendes su punto de vista, marcharse es dar el brazo a torcer, abandonar, declarar públicamente la derrota, certificar que el marido habría muerto por nada. Yo tampoco termino de entender por qué no van también a por ella, si porque lo verían demasiado descarado hacer desaparecer a los dos, si por su condición de mujer (se muestra que la tienen tomada sobre todo con él, a lo mejor para ellos su esposa es como si fuera una mera extensión suya, o es que su código de honor les hace mostrarse más reacios a ajusticiar a personas del sexo opuesto), o porque como dice ella la tienen miedo porque sienten sabe la verdad (en teoría el marido ha desaparecido y ya está). Esta impresión podría ser también una de las razones por las que elige quedarse, para destrozarlos con su presencia y remitirlos a recordar una y otra vez al crimen que cometieron, impidiendo que lo olviden y lleven una existencia cómoda. El criticado por su, moroso ritmo segundo tramo, me atrapa en un incómodo desconcierto. Ver a Foïs rastreando incansablemente el bosque reporta diversa clase de sentimientos, como lo pueden ser la tristeza, la melancolía y la impotencia. El pulso silencioso que Foïs mantiene con los asesinos no es lo que muchos esperaríamos, pero ofrece un barniz de ambigüedad que no me parece desacertado.
Ahora bien, si nos ceñimos a las motivaciones de los dos bandos, yo me quedo con la de los aldeanos (Zahera está imperial). Resulta que en el pueblo hay nueve familias propietarias que si llegan a un acuerdo unánime, pueden vender el pueblo a una compañía eólica. Todos son lugareños menos la pareja de franceses, que como explica Antoine (el marido) a Xan (Zahera), llegó ahí tras estar dando tumbos por el mundo sin saber donde quedarse ni qué hacer con su vida. Hasta que llegó hasta ese pueblo completamente borracho, se tiró en un páramo a ver las estrellas y se dijo que se iba a quedar ahí a reformar casas para quienes quisieran venir a repoblar el pueblo pudieran hacerlo. Eso ocurrió hará unos dos años. Zahera y su hermano en cambio se quieren escapar de ahí como sea, para ellos la vida ahí es dura y sacrificada, no hay mujeres, no hay comodidades, están hartos. El francés fue profesor y como tiene recursos y tuvo la vida que quiso busca un proyecto que le ilusione, ni busca arrebatadamente el dinero ni le importa mancharse las manos trabajando. En cambio, la otra parte, la que ha vivido toda su vida ahí está condicionada por la precariedad y aceptaría vender su terreno por cualquier precio, incluso si este es bajo, por tener una oportunidad en una ciudad grande. Ahora que se les presenta una ocasión única, este gabacho que ha venido hace poco se la va a quitar. Pues me parece injusto y además no veo el sentido que tiene quedarse viviendo en un lugar donde tus vecinos te odian, tendría que ser insoportable. Les estás jodiendo pero bien y ¿cómo esperas vivir puerta con puerta con ellos el resto de tu vida? Yo me iría casi por empatía, si tanto me da con el sueño rural, ¡anda que no hay más pueblos para instalarme donde mi presencia sea más bienvenida! Pero claro, en el conflicto está la película, pero esta es de las buenas, pues entre otras virtudes ya nombradas cuenta con diálogos de los que provocan una angustia extrema.
Resaltar también que el que se pensaba que esto iba a ser una carnicería llena de salvajadas y barbaridades pueblerinas al estilo '7° día', está muy equivocado, Zahera incluso utiliza un vocabulario mucho más rico que el que se le presupone a un paleto sin estudios, y los puntos de vista son argumentados civilizadamente entre las partes enfrentadas.
Ahora bien, si nos ceñimos a las motivaciones de los dos bandos, yo me quedo con la de los aldeanos (Zahera está imperial). Resulta que en el pueblo hay nueve familias propietarias que si llegan a un acuerdo unánime, pueden vender el pueblo a una compañía eólica. Todos son lugareños menos la pareja de franceses, que como explica Antoine (el marido) a Xan (Zahera), llegó ahí tras estar dando tumbos por el mundo sin saber donde quedarse ni qué hacer con su vida. Hasta que llegó hasta ese pueblo completamente borracho, se tiró en un páramo a ver las estrellas y se dijo que se iba a quedar ahí a reformar casas para quienes quisieran venir a repoblar el pueblo pudieran hacerlo. Eso ocurrió hará unos dos años. Zahera y su hermano en cambio se quieren escapar de ahí como sea, para ellos la vida ahí es dura y sacrificada, no hay mujeres, no hay comodidades, están hartos. El francés fue profesor y como tiene recursos y tuvo la vida que quiso busca un proyecto que le ilusione, ni busca arrebatadamente el dinero ni le importa mancharse las manos trabajando. En cambio, la otra parte, la que ha vivido toda su vida ahí está condicionada por la precariedad y aceptaría vender su terreno por cualquier precio, incluso si este es bajo, por tener una oportunidad en una ciudad grande. Ahora que se les presenta una ocasión única, este gabacho que ha venido hace poco se la va a quitar. Pues me parece injusto y además no veo el sentido que tiene quedarse viviendo en un lugar donde tus vecinos te odian, tendría que ser insoportable. Les estás jodiendo pero bien y ¿cómo esperas vivir puerta con puerta con ellos el resto de tu vida? Yo me iría casi por empatía, si tanto me da con el sueño rural, ¡anda que no hay más pueblos para instalarme donde mi presencia sea más bienvenida! Pero claro, en el conflicto está la película, pero esta es de las buenas, pues entre otras virtudes ya nombradas cuenta con diálogos de los que provocan una angustia extrema.
Resaltar también que el que se pensaba que esto iba a ser una carnicería llena de salvajadas y barbaridades pueblerinas al estilo '7° día', está muy equivocado, Zahera incluso utiliza un vocabulario mucho más rico que el que se le presupone a un paleto sin estudios, y los puntos de vista son argumentados civilizadamente entre las partes enfrentadas.
28 de noviembre de 2022
28 de noviembre de 2022
23 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cualquier actividad cuya forma de valoración sea subjetiva, no solo es fácil, sino que también es bastante común, engrandecer y mitificar a algunos embaucadores.
En este caso, al igual que prácticamente en todos sus otros trabajos, salvo quizás Antidisturbios y desde luego el brillante y desapercibido cortometraje "El iluso", Sorogoyen camufla la más absoluta nada con una dirección seria, solemne y cruda, pero sobre todo, aburrida y pobre.
Viendo la película, no solo siento que es una historia o un tópico que ya he visto en contadas ocasiones y mejor narrado ("El prado" o "Un lugar en el mundo" entre otras), sino que los temas en los que se podría ahondar, caen en tierra de nadie y se ven desdibujados por las pesadas y repetitivas secuencias en las que contínuamente ocurre lo mismo.
Además, los pequeños avances de la trama, son expuestos únicamente a través de diálogo, no hay más lenguaje visual que el de la puesta en escena en este recódnito pueblo de la Galicia profunda.
Se hablará de la tensión que crea Sorogoyen, se comentará que es un maestro del suspense, del miedo. Se analizarán los diálogos, las tomas largas, las interpretaciones de los protagonistas... Pero los recursos utilizados para conseguir estas cosas son de lo más burdos y poco sutiles, además de plagios cutres que deshonran a las cintas de las que roba ideas (Memories of murder, por ejemplo).
La tensión, que será de lo más comentado, se crea únicamente a través de dos elementos: La música y el diálogo. La primera, aparecerá poco, pero lo hará siempre un poco antes de que ocurra algo (y ocurren pocas cosas), con lo que una vez entendido el truco, esa tensión pasa a convertirse en pereza. En cuanto al diálogo, pesado y vacío, Sorogoyen parece tener miedo de que el espectador se olvide del odio y la tirria que se tienen los protagonistas, por lo que habrá una conversación entre ellos a cada rato para recordárnoslo, por si acaso. Conversaciones en las que se amenazarán constantemente los unos a los otros, una vez más, avisándonos de lo que se viene. Solo con esos dos evidentes recursos crea tensión. No hay ingenio ni creatividad tras ella, solamente tedio y exposición dialéctica.
Independientemente de esto, que es mi percepción ¿Qué más hay? ¿Una tímida crítica al capitalismo? ¿Un retrato evidente de un miedo aun más evidente? ¿Una historia de amor, o varias? ¿Amor de madre, de hermanos y de pareja? ¿Un retrato de la soledad actual de las zonas rurales en España? ¿Un sutil mensaje de que las mujeres solucionan los problemas "mejor" que los hombres? Podría haber todas estas cosas y alguna más, pero claramente, no son lo que le importa a Sorogoyen. Lo que parece importarle es regodearse en su forma de dirigir, así como ganarse las alabanzas del público y de la parte pedante del sector audiovisual.
Y entonces, si la cinta apenas profundiza en ninguno de los temas que parece acariciar, si dura dos horas que parecen cuatro, si la historia es repetitiva y podría haberse contado en veinte minutos ¿De dónde viene la casi unanimidad de críticas positivas? Viene, creo, de que la lentitud, la seriedad y el retrato de cosas mundanas que no aportan nada a la historia, se confunden, o mejor dicho, se hacen pasar por el buen cine.
Y es así como se mitifica a los embaucadores, que no son sino emperadores desnudos, sin traje, a los que nadie se atreve a cuestionar porque ya han embaucado a los supuestamente entendidos.
En este caso, al igual que prácticamente en todos sus otros trabajos, salvo quizás Antidisturbios y desde luego el brillante y desapercibido cortometraje "El iluso", Sorogoyen camufla la más absoluta nada con una dirección seria, solemne y cruda, pero sobre todo, aburrida y pobre.
Viendo la película, no solo siento que es una historia o un tópico que ya he visto en contadas ocasiones y mejor narrado ("El prado" o "Un lugar en el mundo" entre otras), sino que los temas en los que se podría ahondar, caen en tierra de nadie y se ven desdibujados por las pesadas y repetitivas secuencias en las que contínuamente ocurre lo mismo.
Además, los pequeños avances de la trama, son expuestos únicamente a través de diálogo, no hay más lenguaje visual que el de la puesta en escena en este recódnito pueblo de la Galicia profunda.
Se hablará de la tensión que crea Sorogoyen, se comentará que es un maestro del suspense, del miedo. Se analizarán los diálogos, las tomas largas, las interpretaciones de los protagonistas... Pero los recursos utilizados para conseguir estas cosas son de lo más burdos y poco sutiles, además de plagios cutres que deshonran a las cintas de las que roba ideas (Memories of murder, por ejemplo).
La tensión, que será de lo más comentado, se crea únicamente a través de dos elementos: La música y el diálogo. La primera, aparecerá poco, pero lo hará siempre un poco antes de que ocurra algo (y ocurren pocas cosas), con lo que una vez entendido el truco, esa tensión pasa a convertirse en pereza. En cuanto al diálogo, pesado y vacío, Sorogoyen parece tener miedo de que el espectador se olvide del odio y la tirria que se tienen los protagonistas, por lo que habrá una conversación entre ellos a cada rato para recordárnoslo, por si acaso. Conversaciones en las que se amenazarán constantemente los unos a los otros, una vez más, avisándonos de lo que se viene. Solo con esos dos evidentes recursos crea tensión. No hay ingenio ni creatividad tras ella, solamente tedio y exposición dialéctica.
Independientemente de esto, que es mi percepción ¿Qué más hay? ¿Una tímida crítica al capitalismo? ¿Un retrato evidente de un miedo aun más evidente? ¿Una historia de amor, o varias? ¿Amor de madre, de hermanos y de pareja? ¿Un retrato de la soledad actual de las zonas rurales en España? ¿Un sutil mensaje de que las mujeres solucionan los problemas "mejor" que los hombres? Podría haber todas estas cosas y alguna más, pero claramente, no son lo que le importa a Sorogoyen. Lo que parece importarle es regodearse en su forma de dirigir, así como ganarse las alabanzas del público y de la parte pedante del sector audiovisual.
Y entonces, si la cinta apenas profundiza en ninguno de los temas que parece acariciar, si dura dos horas que parecen cuatro, si la historia es repetitiva y podría haberse contado en veinte minutos ¿De dónde viene la casi unanimidad de críticas positivas? Viene, creo, de que la lentitud, la seriedad y el retrato de cosas mundanas que no aportan nada a la historia, se confunden, o mejor dicho, se hacen pasar por el buen cine.
Y es así como se mitifica a los embaucadores, que no son sino emperadores desnudos, sin traje, a los que nadie se atreve a cuestionar porque ya han embaucado a los supuestamente entendidos.
26 de octubre de 2023
26 de octubre de 2023
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peliculas de madres corajes... series de GEOS fachas... largos de ligoteo con tipa chalada que quieren ser casi Before Sunsrise... un seven carpetovetónico con un mataviejas veraniego... un largo sobre los papeles de Bárcenas...
De verdad. No puedo con Sorogoyen.
Y aquí -- sí --- vale: muy europeo (la parta gabacha), muy solow burn (ya nos ha quedado claro que te va el rollo setentero, Rodrigo) - y buenos actores. Pero la cosa va lenta como chorro de melaza (vi esto en un cine de auteur con público de avanzada edad y hasta a ellos se les alargaba la cosa).
Y luego está un salto temporal del film, que pasa a una suerte de capítulo diferente y se carga la tensión, llevando a un tercer acto ten petulalnte como desinflado.
¿Un buen film? Puede. En lo que a mí respecta, Sorogoyen está sobrevalorado por la gente más elevada del ramo como si el tío fuera la Gran Esperanza Patria del cine de qualité nacional.
Pos fale. Pos malegro.
De verdad. No puedo con Sorogoyen.
Y aquí -- sí --- vale: muy europeo (la parta gabacha), muy solow burn (ya nos ha quedado claro que te va el rollo setentero, Rodrigo) - y buenos actores. Pero la cosa va lenta como chorro de melaza (vi esto en un cine de auteur con público de avanzada edad y hasta a ellos se les alargaba la cosa).
Y luego está un salto temporal del film, que pasa a una suerte de capítulo diferente y se carga la tensión, llevando a un tercer acto ten petulalnte como desinflado.
¿Un buen film? Puede. En lo que a mí respecta, Sorogoyen está sobrevalorado por la gente más elevada del ramo como si el tío fuera la Gran Esperanza Patria del cine de qualité nacional.
Pos fale. Pos malegro.
22 de noviembre de 2022
22 de noviembre de 2022
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas más esperadas del año. Una especie de drama rural en donde los dos primeros actos están cargados de tensión, jugando a un thriller que atrapa e incomoda en partes iguales.
Sorogoyen nos regala unos cuantos planos para deleitarnos, en una pequeña aldea del interior de Galicia, donde una pareja francesa trabaja la tierra. Pero no todo es pacífico, puesto que el contraste radica en el acecho incansable y de todo tipo de unos vecinos que le hacen la vida imposible a los nacidos en Francia.
Las actuaciones están realmente muy bien, destacándose Denis Ménochet y Luis Zahera, en un duelo en el que se sacan chispas y el aire se hace espeso cuando comparten escenas, algo que puede recordarnos al cine de Haneke, ese que exaspera cuando emerge la tensión.
En el tercer acto, 'As bestas' baja un poco los decibeles y quizá sea este último tramo el menos convincente de un film que nos pasea por diferentes estados y que puede colarse entre los mejores del 2022.
8,3 Alancitos Franceses Desprovistos de Paz sobre 10
Sorogoyen nos regala unos cuantos planos para deleitarnos, en una pequeña aldea del interior de Galicia, donde una pareja francesa trabaja la tierra. Pero no todo es pacífico, puesto que el contraste radica en el acecho incansable y de todo tipo de unos vecinos que le hacen la vida imposible a los nacidos en Francia.
Las actuaciones están realmente muy bien, destacándose Denis Ménochet y Luis Zahera, en un duelo en el que se sacan chispas y el aire se hace espeso cuando comparten escenas, algo que puede recordarnos al cine de Haneke, ese que exaspera cuando emerge la tensión.
En el tercer acto, 'As bestas' baja un poco los decibeles y quizá sea este último tramo el menos convincente de un film que nos pasea por diferentes estados y que puede colarse entre los mejores del 2022.
8,3 Alancitos Franceses Desprovistos de Paz sobre 10
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