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El increíble castillo vagabundoAnimación

El increíble castillo vagabundo
7.8
61,988
Animación. Fantástico. Aventuras. Romance Narra la historia de Sophie, una joven sobre la que pesa una horrible maldición que le confiere el aspecto de una anciana. Sophie decide pedir ayuda al mago Howl, que vive en un castillo ambulante, pero tal vez sea Howl quien necesite la ayuda de Sophie. (FILMAFFINITY)

Reestreno en cines España por el 20 aniversario: julio 2024
Críticas 204
Críticas ordenadas por utilidad
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6
29 de marzo de 2006
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera hora de película resulta bastante buena, con la esperanza de que esta finalmente acabe siendo un film de nivel similar a la del Viaje de Chihiro, pero lamentablemente esto no sucede. Más bien lo contrario a partir de la mitad de la película comienza a desinflarse el globo de la ilusión mediante historias bastante erráticas, un mal giro de la historia y sin darte cuenta acabas distrayéndote a causa del aburrimiento; al final se hace muy larga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A diferencia de Porco Rosso donde el final resulta algo conmovedor e inesperado, en el castillo ambulante resulta todo lo contrario, no está bien finalizado y acaba siendo bastante ñoño.
10
3 de agosto de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es, a día de hoy, muy posiblemente mi película favorita de Hayao Miyazaki. Una de las razones puede ser que adoro la obra en la que está basada (uno de los libros más mágicos que he leído jamás) pero hay más. Mucho más.

Esta historia rompe clichés, tanto en el original como en la magistral película. La protagonista es una "anciana" a ojos de todos, que siendo joven en corazón aprende a vivir como una persona que ha vivido todo una vida. El príncipe azul es un joven arrogante y presumido que desea huir de las normas sociales y dedicarse a conquistar a sus anchas. Es absolutamente mágico ver cómo dos personas tan distintas acaban viviendo un romance tan autentico y sutil.

La fotografía y la música son, como de costumbre, absolutamente superiores a cualquier otra producción. A mí aún se me eriza la piel cuando Howl y Sophie sobrevuelan aquellas tejados, o cuando Sophie y Marco observan ése mágico Lago de las Estrellas ajeno a la guerra que se desencadena en el país. Los personajes estan magistralmente tratados, y todos aportan ésa diferencia: acaban siendo, palabras textuales, una gran y peculiar familia en la que todos tienen sus problemas.

Absolutamente imprescindible. ¿Qué tiene incoherencias de guión? Muchas. Pero eso no echa a perder la que es sin duda una de las mejores producciones Ghibli. Si acaso sólo echo en falta que se profundice más en la relación entre Howl y Calcifer, que es sin duda lo que más me fascinó del libro.

10/10
8
27 de diciembre de 2005
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver "El viaje de Chihiro", me he dedicado a ver toooodas las películas de Miyazaki que he encontrado. Creo que las mejores son Chihiro y Nausicaa, pero ésta... tiene algunos de los mejores momentos de toda su filmografía (el rostro siempre cambiante de Sophie, Calucifer simplemente impresionante, y el castillo, claro, el castillo) pero al tiempo intenta abarcar demasiado argumento y en parte se pierden detalles.

Y lo que me hace puntuarla con un 8 en vez de un 9, que es lo que merecieron Chihiro y Nausicaa, es el final. No se pueden cerrar tantas tramas abiertas, y la película lo intenta, y ahí, pese a que me ha gustado, reconozco que está el principal error de la película. Por lo demás, y como siempre con Miyazaki, magistral.
10
13 de marzo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra maravilla de Hayao Miyazaki y del Estudio Ghibli. Ya van unas cuantas desde que Hayao Miyazaki decidió hacer películas allá por el año 1979 que debutó con su pequeña obra de arte llamada el Castillo de Cagliostro, este señor ha seguido demostrándonos que el cine de animación no es únicamente Disney. El castillo ambulante tiene todos los ingredientes de una película Ghibli: amor, fantasía, magia, aventuras, imaginación, intriga, poderío visual, buenos personajes...etc. Ésta película también se sale un poco de la típica película fantástica. Una obra maestra que te hace sentir, cosa que la mayoría de las películas de la factoría Disney no lo consiguen. Un regalo para el alma y para el corazón, una bellísima historia sobre magos, brujas, vejez, juventud, amor, sabiduría...
Reconozco que a mi estas películas me derriten, no la puedo poner menos de un 10 porque sería una injusticia.
9
26 de marzo de 2024
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las "miyazakadas" de Miyazaki y sus estudios Ghibli siempre nos han ofrecido un cine de animación preciosista en la forma y muy complejo en el fondo y este "Castillo ambulante" es buen arquetipo de ello. A través de un dibujo cuidado hasta el último detalle y con un derroche visual aplastante, ejemplifica eso que tan bien sabe hacer el buen cine japonés de poner contra las cuerdas al espectador a base de destripar sentimientos, conductas y muchísima filosofía a través de sus personajes. Desde luego las pelis de Miyazaki no son para ver en cualquier momento y de cualquier manera y más que sentarse a verlas, a veces lo que hay que hacer es sentarse a entenderlas. Por eso para ver esta preciosa historia hay que intentar escoger un día en el que te encuentres pleno, inspirado, despierto, relajado y con la mente clara, sin problemas ni otros asuntos que te ronden la cabeza. Y puede que incluso así, necesites verla más de una vez y darle unas vueltas después de vista para darle una interpretación a las cosas y que todo encaje con un mínimo de sentido y coherencia.

"El castillo ambulante" es ante todo una historia de amor y nos habla de cómo a través de ese amor se pueden afrontar temas como la soledad, las inseguridades, los miedos y los complejos para encontrar en la otra persona las herramientas necesarias que nos ayuden a evolucionar, progresar, mejorar y aceptarnos tal y como somos. Lo que hace de este cine algo especial es el extremo retorcimiento que utiliza para proyectar constantemente sobre determinadas figuras, situaciones o pequeños detalles y objetos las formas de sentir y de pensar de los protagonistas, así que podemos saber cómo piensan y evolucionan no solo por lo que dicen o lo que hacen, sino por medio de representaciones medio abstractas e indirectas que por momentos se muestran ante nosotros con psicodélico surrealismo más propio del consumo de ciertas sustancias de dudosa legalidad. De hecho, el diseño del castillo en sí mismo es ya un ejemplo de la perfecta irracionalidad que dota de vida y de esperpéntica coordinación a una caótica aglutinación de ladrillos, metales, tuberías, cañerías, y ventanas. Pero Miyazaki no está loco ni deja las cosas en manos del azar ni cae en la típica trampa de servirte unos ingredientes vacíos para que tú te busques la vida. Más bien pienso que Miyazaki es un tío tremendamente cuerdo, más próximo al genio que al simple director de una historia, que tiene dentro de su cabeza tropecientas mil ideas perfectamente hilvanadas y que juega con nosotros para ver si somos capaces de atraparle. Nada de lo que muestra es gratuito. Todo tiene un por qué o un motivo. Solo hay que unir las piezas del puzzle para ver el resultado, aunque si les soy sincero, hay piezas que yo no he sabido encontrar dentro de este magma del mismo modo que aún sigo buscando alguna pieza del "Viaje de Chihiro" para acabar de rellenar ese cuadro. El problema es que Miyazaki se pasa demasiado y es fácil perder su estela si no te pilla en un buen idea. Por eso no es una película perfecta, porque a veces menos es más, y en este caso un poquito menos de enmarañamiento le hubiera venido genial al conjunto.

Dicho esto, la fotografía evolutiva que se hace de Sophie y Howl es de una plasticidad enorme y es en sí misma una pequeña enciclopedia de psicología. Desgranaré esto en los spoilers...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Quién es Howl? Pues es un tío tremendamente inseguro que ha recurrido a un narcisismo extremo para protegerse de sus complejos y poder así sobrevivir. En apariencia alguien apuesto y lleno de magia pero al que le falta lo principal: El corazón que le robaron. Sin ese corazón, su vida es tenebrosa y está vacía por dentro. Huye constantemente hacia ningún lugar, al igual que el castillo en el que vive deambula de aquí para allá sin rumbo claro. Un castillo que es la representación de Howl por dentro. Oscuro, sucio, desordenado, caótico. Un castillo por el que Howl entra y sale cuando la puerta señala al negro y se abre a un mundo de guerra y destrucción. Porque Howl está en conflicto siempre consigo mismo por no poder ser él mismo, lo que le agota y chupa sus energías. Necesita siempre mostrarse como no es para aparentar sentirse bien, porque de puertas para dentro es alguien muerto y deprimido.

¿Y quién es Sophie? Es una tipa también insegura, con baja autoestima y que ha cedido al conformismo. Joven por fuera y decrépita por dentro. Por eso el hechizo la convierte en la desgastada anciana que espiritualmente es. Un hechizo que la muestra por fuera como realmente es por dentro y que la obligará a ponerse las pilas si no quiere ser víctima de sí misma para siempre.

La progresiva y constante relación entre ambos permite que vayan conociendo las debilidades del otro y reconociendo las propias, convirtiéndose en una especie de simbiosis en la que la atracción del uno por el otro hará que Sophie vaya poco a poco ordenando el caos vital de Howl y éste vaya despertando la chispa y las ganas de Sophie por descubrir cosas nuevas y no conformarse simplemente con lo que hay. Hay una escena que me parece absolutamente genial y que representa la quintaesencia del amor verdadero: Sophie ha recuperado ya su juventud exterior y con el pelo canoso como señal de haber madurado en su viaje al lado de Howl, le busca entre un manto infinito de tenebrosas plumas negras para besarle. Besa al Howl verdadero, al que se esconde al fondo de su tenebroso mundo porque lo ha aceptado tal y como es. Y con ese beso desaparecen las plumas y Howl se exhibe ante Sophie tal y como es, sin armaduras ni disfraces. SIMPLEMENTE GENIAL.

Y durante este viaje hacia esa aceptación y maduración mutua, hay un CORAZÓN protagonista (Calcifer) que ha de mover la inicial desordenada vida de Howl (su castillo ambulante) fuera de su pecho. Un fuego triste y resignado a la esclavitud de su soledad. También hay una Bruja egoísta y envidiosa que anhela para ella la juventud de Sophie y la vitalidad de Calcifer. Un Fuego y una Bruja que gracias a la evolución y crecimiento de Sophie, consiguieron el uno alcanzar la alegría de sentirse libre por fin dentro del pecho de su dueño y la otra sentirse plena apreciando el valor del altruismo. Una muestra de que el amor de verdad no solo beneficia a los protagonistas, sino a los que les rodean.

P.D: Aún sigo pensando en la relevancia real de personajes como el espantapájaros, el perro y el niño. No sé Miyazaki, ahí no te pillo, pero aún así tu peli me parece cojonuda.
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