Sing Street: Este es tu momento
7.2
17,436
Comedia. Drama. Romance
En el Dublín de 1980, la recesión económica hace que Conor cambie la comodidad de la escuela privada en la que estudiaba por un centro público donde el clima es más tenso. Encontrará un rayo de esperanza en la misteriosa Raphina y, con el objetivo de conquistarla, la invitará a ser la estrella en los videoclips de la banda que quiere formar. Ella accede, y ahora Conor debe cumplir su palabra. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2025
4 de febrero de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias de amor, que en mi infancia monopolizaban el cine, de un tiempo a está parte se volvieron proscritas y diría que hasta mal vistas por el pensamiento dominante. Chico conoce chica, se enamora a primera vista, la intenta conseguir de manera obsesiva mientras ella se deja querer, pero haciéndose la dura. Pocas historias han sido llevadas tantas veces al cine y la literatura, porque encierran la puritita esencia de la condición humana. Aquí estamos hablando de una sencilla y honesta historia de amor.
Además, esta Sing Street está hecha con tanta delicadeza y amor por la música, sin ánimo de meter ideología ni de pegar la turra política, que se convierte en una oda al buen gusto, una película que se disfruta con una sonrisa mientraa se descubren canciones nuevas
El elenco de actores irlandeses mezcla los muy conocidos con los noveles, todos ellos rayando a un muy buen nivel y confirmando una historia creíble y bonita. Sus cualidades vocales son, además, asombrosas y la película, que es una comedia juvenil del subgénero 'coming of age' (las historias adolescentes donde se madura) funciona como un reloj suizo. Aunque hay crítica social, no es maniquea, ni simplista, ni izquierdista, ni de buenos y malos como siempre la plantearían los directores subvencionados del cine español.
Sing Street es una joya. La película que me gustaría poner a mi hija cuando sea adolescente. Ah y también es un homenaje a los hermanos. Sinceramente, lo tiene todo.
Además, esta Sing Street está hecha con tanta delicadeza y amor por la música, sin ánimo de meter ideología ni de pegar la turra política, que se convierte en una oda al buen gusto, una película que se disfruta con una sonrisa mientraa se descubren canciones nuevas
El elenco de actores irlandeses mezcla los muy conocidos con los noveles, todos ellos rayando a un muy buen nivel y confirmando una historia creíble y bonita. Sus cualidades vocales son, además, asombrosas y la película, que es una comedia juvenil del subgénero 'coming of age' (las historias adolescentes donde se madura) funciona como un reloj suizo. Aunque hay crítica social, no es maniquea, ni simplista, ni izquierdista, ni de buenos y malos como siempre la plantearían los directores subvencionados del cine español.
Sing Street es una joya. La película que me gustaría poner a mi hija cuando sea adolescente. Ah y también es un homenaje a los hermanos. Sinceramente, lo tiene todo.
23 de septiembre de 2016
23 de septiembre de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un expresión de sentimientos canalizados a través de la música de forma simple y cautivadora. Lo existencial prevaleciendo más allá de los deseos, porque la realidad es más interesante de vivir, que la idealización de un futuro que nunca llega.
Excelente mensaje, uno que no pretende decirte como, por el contrario, solo te dice ¡Hazlo!
Excelente mensaje, uno que no pretende decirte como, por el contrario, solo te dice ¡Hazlo!
2 de octubre de 2016
2 de octubre de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No todo en la cartelera tiene que estar llena de blockbusters, de cine norteamericano, a veces surge alguna que otra sorpresa. Tenemos entre nosotros la nueva película del director John Carney, que en el año 2013 nos regaló una maravilla cinematográfica protagonizada por Keira Knightley y Mark Ruffalo titulada Begin Again con la música como un personaje más en la historia. El nueve film de Carney lleva por título Sing Street y nos lleva a un viaje en el tiempo a los años ochenta, ya que toda la historia está ambientada en Dublín a mediados de esa década, en el que grupos como Duran Duran empezaban a sonar y a hacerse populares. El guión mezcla el drama con toques de comedia y romance, y casa muy bien durante todo el metraje.
Reconozco que de todo el reparto, los dos actores que conozco más, de haber visto en otras producciones, son Jack Reynor (se le ha podido ver en la cuarta entrega de Transformers) y Aidan Gillen (visto en la serie Juego de Tronos), aunque, valga decir, todos han estado muy bien en sus personajes. Mencionar al joven protagonista, la voz cantante del grupo, llamado Connor e interpretado por Ferdia Walsh-Peelo, podrá ser un desconocido para el público internacional, pero si se las apaña bien puede llamar mucho la atención en un futuro próximo. Y la chica Lucy Boynton, que interpreta a Raphina, está maravillosa.
Me ha gustado ese cambio de look en el personaje de Connor, dependiendo del estado emocional y de los grupos musicales que su hermano le iba dictando que escuchara. Muy buenos grupos, a decir verdad. Y los más de cien minutos están bañados con canciones originales coescritas por el propio director junto a otras tantas canciones de grupos de aquella época, tales como los mencionados Duran Duran, The Clash, The Cute, Spandau Ballet, entre otros.
La verdad es que es una cinta que te pilla y no te suelta hasta una vez terminados los créditos finales. Tiene secuencias que me han recordado al anterior trabajo de este director, y que la hace grande. Si fuera una cinta cien por cien producción norteamericana seguro que estaría en lo más alto. Se tiene que hacer más eco, para que la gente vaya a verla. Se merece esto y más.
Una vez terminas de verla es imposible no tararear y/o cantar algunas de las canciones que han sonado a lo largo del metraje, sobretodo hay una en particular, la que se canta durante el baile y durante los créditos finales titulada Drive It Like You Stole It. Mi nota final es de 10. Sí, así es, un 10, y eso que quería darle un nueve, pero me sabía a poco.
Reconozco que de todo el reparto, los dos actores que conozco más, de haber visto en otras producciones, son Jack Reynor (se le ha podido ver en la cuarta entrega de Transformers) y Aidan Gillen (visto en la serie Juego de Tronos), aunque, valga decir, todos han estado muy bien en sus personajes. Mencionar al joven protagonista, la voz cantante del grupo, llamado Connor e interpretado por Ferdia Walsh-Peelo, podrá ser un desconocido para el público internacional, pero si se las apaña bien puede llamar mucho la atención en un futuro próximo. Y la chica Lucy Boynton, que interpreta a Raphina, está maravillosa.
Me ha gustado ese cambio de look en el personaje de Connor, dependiendo del estado emocional y de los grupos musicales que su hermano le iba dictando que escuchara. Muy buenos grupos, a decir verdad. Y los más de cien minutos están bañados con canciones originales coescritas por el propio director junto a otras tantas canciones de grupos de aquella época, tales como los mencionados Duran Duran, The Clash, The Cute, Spandau Ballet, entre otros.
La verdad es que es una cinta que te pilla y no te suelta hasta una vez terminados los créditos finales. Tiene secuencias que me han recordado al anterior trabajo de este director, y que la hace grande. Si fuera una cinta cien por cien producción norteamericana seguro que estaría en lo más alto. Se tiene que hacer más eco, para que la gente vaya a verla. Se merece esto y más.
Una vez terminas de verla es imposible no tararear y/o cantar algunas de las canciones que han sonado a lo largo del metraje, sobretodo hay una en particular, la que se canta durante el baile y durante los créditos finales titulada Drive It Like You Stole It. Mi nota final es de 10. Sí, así es, un 10, y eso que quería darle un nueve, pero me sabía a poco.
5 de octubre de 2016
5 de octubre de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gustará a: nostálgicos de los 80, gente a quien gusten las canciones de la película, adolescentes despistados
Y según lo que he leído, a uno de estos tres grupos pertenece el 97% de la crítica y el 93% de la audiencia. ¿En serio? Quizás, pero no yo, así que desde mi punto de vista no puedo recomendar otra cosa que ahorrarse el dinero y/o el tiempo. Directamente ved "The Commitments", película con la cual entendiblemente, si bien de forma abusiva, se compara este mejunje.
Esta película nos la venden como que vas a aprender algo de historia musical de la época de A-ha, The Cure, Spandau Ballet, Duran Duran, etc. Pues no, es una dramedia romántica de adolescentes, tan cargada de tópicos que como alguien se ponga en serio, su entrada en tvtropes puede explotar y cobrarse miles de víctimas inocentes. Pareciera que el autor había apostado con alguien a que conseguía incluir todos estos clichés en una sola película. Sale hasta un pobre chico que sabes que sería el primero en morir, suponiendo que muriera alguien.
Por decir cosas positivas, como retrato de un lugar-época puede que no esté mal, y el actor principal puede que haga carrera si elige mejor dónde aparece. Una canción pasa el corte, hay un par de personajes mínimamente interesantes que son bastante ignorados por el guión, y estoy muy de acuerdo en un comentario realizado sobre el grupo Genesis.
No gustará a: baterías, en particular Phil Collins, diabéticos
Y según lo que he leído, a uno de estos tres grupos pertenece el 97% de la crítica y el 93% de la audiencia. ¿En serio? Quizás, pero no yo, así que desde mi punto de vista no puedo recomendar otra cosa que ahorrarse el dinero y/o el tiempo. Directamente ved "The Commitments", película con la cual entendiblemente, si bien de forma abusiva, se compara este mejunje.
Esta película nos la venden como que vas a aprender algo de historia musical de la época de A-ha, The Cure, Spandau Ballet, Duran Duran, etc. Pues no, es una dramedia romántica de adolescentes, tan cargada de tópicos que como alguien se ponga en serio, su entrada en tvtropes puede explotar y cobrarse miles de víctimas inocentes. Pareciera que el autor había apostado con alguien a que conseguía incluir todos estos clichés en una sola película. Sale hasta un pobre chico que sabes que sería el primero en morir, suponiendo que muriera alguien.
Por decir cosas positivas, como retrato de un lugar-época puede que no esté mal, y el actor principal puede que haga carrera si elige mejor dónde aparece. Una canción pasa el corte, hay un par de personajes mínimamente interesantes que son bastante ignorados por el guión, y estoy muy de acuerdo en un comentario realizado sobre el grupo Genesis.
No gustará a: baterías, en particular Phil Collins, diabéticos
17 de septiembre de 2016
17 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sing Street, de John Carney, es un drama musical con tintes de comedia basado en un adolescente de 15 años que reúne a un grupo de jóvenes para formar un grupo musical, y poder componer así, canciones para la joven a la que ama, mientras que con ello huye también de los problemas de su hogar y el instituto.
Pocas veces la mezcla del género musical y dramático llega con tanta eficacia no solo al gran público, sino también al cinéfilo exigente, y si a eso le añadimos detalles estupendos de comedia, la diversión está servida. Repleta de un humor sencillo pero notable, es dinámica y vuelve nostálgicos a todos aquellos que en algún momento de su juventud quisieron tocar algún instrumento para ser partícipes de un grupo musical. Su historia, te transporta con energía a un instituto Irlandés de los años 80, donde transcurre la acción y se mezclan los matones de toda la vida con aquellos más sensibles y sentimentales que quieren crear su mundo a través de la música. Consigue el director, por tanto, que el amor y la música fluya a través de una comedia dramática que hace mella en el espectador al quedarse esta para siempre en su corazón, por el enamoramiento real y nada efectista que surge entre sus jóvenes protagonistas, y por supuesto, porque su música te hace fantasear con la idea de ser un buen compositor capaz de crear canciones que lleguen al público o a la mujer que amas.
La película consigue poner al espectador al filo del sentimiento y la nostalgia con una trama sincera y bien contada que no hace aguas en ningún sentido. Cumple estupendamente con más incluso de lo que se espera de ella al principio, y deja tras de sí, la estela de un amor verdadero e inocente que marcará el corazón de todo aquel que se aventure a descubrir el atractivo cocktail musical de amor, drama y comedia que encontrarán en su interior.
Sus interpretaciones, de caras no muy conocidas por el gran público, y aún menos la de su protagonista Ferdia Walsh-Peelo, -músico que se estrena como actor con nota-, son de lo más convincentes y destacan por su naturalidad y por el feeling que entre ellos surge, razón por la cual llegan al público con más convicción, por no limitarse a intentar captar la atención del espectador a través de falsas situaciones o miradas llenas de cinismo como ocurre en otros dramas románticos, sino que se dejan llevar por su papel y edad para aparentar ser unos jóvenes corrientes y con defectos visibles que quieren llegar a ser algo a través de la música.
En conclusión, considero Sing Street un drama con mucha intención que no pasará desapercibido para nadie, al no ser su romanticismo excesivo ni meloso y transportar con su música al espectador a los años 80, logrando con ello tallar un relato digno de ver por toda clase de públicos, tanto para los que son exigentes con el cine como para aquellos que buscan entretenimiento, amor, risas y música en estado puro. Es, por ello, una cinta apreciable que te atrapa sin esperarlo y hace que te dejes llevar por su sincero romanticismo adolescente, y por su historia que huye del sensacionalismo y cautiva con espontaneidad a todo aquel que decida visualizarla, ya que en ningún caso saldrá defraudado con lo que verá en ella.
Pocas veces la mezcla del género musical y dramático llega con tanta eficacia no solo al gran público, sino también al cinéfilo exigente, y si a eso le añadimos detalles estupendos de comedia, la diversión está servida. Repleta de un humor sencillo pero notable, es dinámica y vuelve nostálgicos a todos aquellos que en algún momento de su juventud quisieron tocar algún instrumento para ser partícipes de un grupo musical. Su historia, te transporta con energía a un instituto Irlandés de los años 80, donde transcurre la acción y se mezclan los matones de toda la vida con aquellos más sensibles y sentimentales que quieren crear su mundo a través de la música. Consigue el director, por tanto, que el amor y la música fluya a través de una comedia dramática que hace mella en el espectador al quedarse esta para siempre en su corazón, por el enamoramiento real y nada efectista que surge entre sus jóvenes protagonistas, y por supuesto, porque su música te hace fantasear con la idea de ser un buen compositor capaz de crear canciones que lleguen al público o a la mujer que amas.
La película consigue poner al espectador al filo del sentimiento y la nostalgia con una trama sincera y bien contada que no hace aguas en ningún sentido. Cumple estupendamente con más incluso de lo que se espera de ella al principio, y deja tras de sí, la estela de un amor verdadero e inocente que marcará el corazón de todo aquel que se aventure a descubrir el atractivo cocktail musical de amor, drama y comedia que encontrarán en su interior.
Sus interpretaciones, de caras no muy conocidas por el gran público, y aún menos la de su protagonista Ferdia Walsh-Peelo, -músico que se estrena como actor con nota-, son de lo más convincentes y destacan por su naturalidad y por el feeling que entre ellos surge, razón por la cual llegan al público con más convicción, por no limitarse a intentar captar la atención del espectador a través de falsas situaciones o miradas llenas de cinismo como ocurre en otros dramas románticos, sino que se dejan llevar por su papel y edad para aparentar ser unos jóvenes corrientes y con defectos visibles que quieren llegar a ser algo a través de la música.
En conclusión, considero Sing Street un drama con mucha intención que no pasará desapercibido para nadie, al no ser su romanticismo excesivo ni meloso y transportar con su música al espectador a los años 80, logrando con ello tallar un relato digno de ver por toda clase de públicos, tanto para los que son exigentes con el cine como para aquellos que buscan entretenimiento, amor, risas y música en estado puro. Es, por ello, una cinta apreciable que te atrapa sin esperarlo y hace que te dejes llevar por su sincero romanticismo adolescente, y por su historia que huye del sensacionalismo y cautiva con espontaneidad a todo aquel que decida visualizarla, ya que en ningún caso saldrá defraudado con lo que verá en ella.
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