Este cine es necesario, por dios. Aparte de introducirnos en culturas que no son las nuestras, demuestran que hay espacio entre el cine de palomitas y las sesudas cintas que no interesan a casi nadie. Fatih Akin posee la impagable característica de ser un alemán con corazón de turco (o al revés), por lo que aporta una visión muy diferente a la de un europeo o un turco sobre el mismo tema. Como no podía ser menos, en Al otro lado todo está al filo de la navaja: las vidas de los personajes, la credibilidad de las situaciones, pero da lo mismo, porque es una hipérbole de sentimientos que no necesita ser realista para interesar sin llegar al dramón indigesto.
Pues eso, que se la recomiendo por que el cine es algo más que Transformers o un ignoto realizador camboyano; eso sí, no va a ser cómodo.

Compré el DVD por la alta puntuación en esta página y porque la actriz polaca Hanna Schcygulla siempre me ha simpatizado.

Encontré el DVD en versión alemana, pero da igual que fuera en chino: un tercio de la película está en inglés , el otro supongo que en turco y casi el otro tercio en alemán. Para leer los subtitulos hay que ser un corredor velocista visual.

Me gustaron los actores, como defienden sus personajes, como nos muestran sus condiciones de vida (aunque ninguno parece feliz). La ambientación tampoco estuvo mal.

Pero ¿Y la historia? ¿Qué pasó con la trama? me pareció un puzle de piezas bellas mal encajadas entre sí.

Fatih Akin, el director Turco-Alemán que nos encandiló en Contra la Pared, vuelve, en un tono más reposado, más analítico y menos febril para hablarnos de la vida de seis personas que cruzan sus vidas, sus culturas y sus soledades.

El destino y el azar, que caminan siempre a nuestro lado, en paralelo, desconocidos e inaccesibles, nos arrastran, por inercia, a los cruces de caminos haciendo que allí tropecemos, casi siempre de forma accidental, con la suerte, el amor, la muerte, el infierno (que efectivamente son los otros) y algunas veces con la paz interior y el equilibrio personal.

Aquí tampoco hay poseedores de la verdad absoluta. Algunos la buscan y otros hace tiempo que desistieron. El mejor, el más reflexivo, civilizado y consciente tiene vergüenzas que esconder y el más desalmado de los individuos guarda próxima a su frío corazón una hoguera para calentar a los suyos.

He visto cinco peliculas de este director sorprendentemente maduro para su edad y su rostro de niño. Todas me han entusiasmado, quizas èsta la que más, parecida bastante en las peripecias a "contra la pared", a la que sin embargo supera en hondura, además de que no necesita meter laces inverosímiles de seducción del publico, sino realistas, e incluso aqui introduce lances y motivos socio-politicos que dan calado y solidez a la cinta.
Otro motivo importante de la pelicula es la relacion paterno-filial, magistralmente reflejada tambien en "el largo viaje", que de hecho consta con un final similar.
Los autores de paises en donde la familia es tradicional, diría que consiguen entrar mejor en el misterio de la relacion paterno o materno filial, que otras en donde los padres son casi meros amigos especiales, exagerando un poco. Quizas porque la comunicación es mas honda y sobre todo, mas impotente. España era de una manera y ahora es de otra. El individualismo materialista mató el misterio.

Al otro lado en una estupenda y conmovedora película, que a mi no me conmueve. Lo digo de entrada para justificar la puntuación que le he dado. La película encadena las historias de varios personajes, que el azar une de forma caprichosa. Historias, que contadas pueden resultar profundamente emocionantes, pero a las que el notable director Fatih Akin no sabe dotar de la emoción necesaria pese a las mas que esmerada puesta en escena.
Al otro lado cuenta la historia de una madre y su hija, separadas por la emigración. La madre vive en Alemania y la hija en Estambul. Sus particulares historias transcurren independientes, aunque se tocan en ocasiones sin ellas saberlo. Historias dramáticas en las que, en cambio, el director proporciona una contagiosa luz, a través de un guión tan milimétrico como complejo y caprichoso.
Al final el intenso camino, plagado de demasiadas casualidades, confluye en un punto común, en la ciudad de Estambul, en el que los personajes encuentran su razón de vivir.
Quizás sea la innecesaria presencia del azar lo que me distancia del resultado final, o tal vez cualquier otra cosa, pero pese a tantas virtudes, el final de la película no me deja todo lo entusiasmado que yo esperaba. Aun así, Fatih Akin ha hecho una buena y necesaria película.