BloodRayne
2.7
2,065
Acción. Fantástico. Aventuras. Terror
Año 1723, Rumanía. BloodRayne (Kristanna Loken) es una Dhampir, mujer medio humana medio vampira que trabaja como agente de la Sociedad Brimstone, sociedad secreta que persigue y destruye las amenazas sobrenaturales. Adaptación cinematográfica del videojuego del mismo nombre. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2010
4 de junio de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Patética, Horrible, Espantosa, Criminal, Deslucida, Insufrible... Afortunadamente la riqueza del idioma español nos permite hilvanar una sucesión interminable de adjetivos que le caben a esta película. Y ninguna de estas calificaciones debería sorprendernos a la hora de juzgar un film de Uwe Boll, un verdadero especialista a la hora de adaptar/destrozar exitosos videojuegos a la pantalla grande.
Quizás no sea tarea fácil este tipo de emprendimientos, sin embargo cuando los mismos no están dirigidos por él, los resultados son bastante aceptables ("Punisher", "Doom", "Resident Evil", etc).
La ineptitud de Boll se ve reflejada a lo largo de su (increíblemente) extensa filmografía, incluso hay sitios donde le piden que deje de adaptar más videojuegos, ya que los aficionados ven como los mismos son vapuleados sin el menor sentido. Por desgracia estos ruegos aún no han sido escuchados.
Hablar de la trama de este subproducto es perder el tiempo. Su protagonista mitad humana-mitad vampiro, guarda bastante equilibrio, es tan mala en un caso como en el otro. Tampoco se pueden mencionar detalles técnicos, ya que no existen. Entonces nos quedan las actuaciones, normalmente como na hay actores conocidos nadie se preocupa por criticar este rubro. Sin embargo, nos encontramos con: Udo Kier, Ben Kingsley, Geraldine Chaplin y Michael Madsen, lo cual nos lleva a preguntar cómo llegaron a participar de este engendro. Claro está que en la secuela ya no repite ninguno de ellos, no se sabe si es porque murieron o simplemente porque reflexionaron.
En definitiva, uno sabe lo que le espera cuando ve una película de Boll, y sin embargo las mira. Como dijo Galileo después de su proceso "Eppur si Muove (Y sin embargo se mueve)".
Quizás no sea tarea fácil este tipo de emprendimientos, sin embargo cuando los mismos no están dirigidos por él, los resultados son bastante aceptables ("Punisher", "Doom", "Resident Evil", etc).
La ineptitud de Boll se ve reflejada a lo largo de su (increíblemente) extensa filmografía, incluso hay sitios donde le piden que deje de adaptar más videojuegos, ya que los aficionados ven como los mismos son vapuleados sin el menor sentido. Por desgracia estos ruegos aún no han sido escuchados.
Hablar de la trama de este subproducto es perder el tiempo. Su protagonista mitad humana-mitad vampiro, guarda bastante equilibrio, es tan mala en un caso como en el otro. Tampoco se pueden mencionar detalles técnicos, ya que no existen. Entonces nos quedan las actuaciones, normalmente como na hay actores conocidos nadie se preocupa por criticar este rubro. Sin embargo, nos encontramos con: Udo Kier, Ben Kingsley, Geraldine Chaplin y Michael Madsen, lo cual nos lleva a preguntar cómo llegaron a participar de este engendro. Claro está que en la secuela ya no repite ninguno de ellos, no se sabe si es porque murieron o simplemente porque reflexionaron.
En definitiva, uno sabe lo que le espera cuando ve una película de Boll, y sin embargo las mira. Como dijo Galileo después de su proceso "Eppur si Muove (Y sin embargo se mueve)".
3 de diciembre de 2006
3 de diciembre de 2006
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El dos que le pongo es porque si se mira desde el prisma de que es más un telefilm (de esos que Tele 5 suele anunciar a bombo y platillo, con duendes, hadas, elfos y demás gilipolleces), que una peli propiamente dicha, aún da el pegote.
Pero para estrenarse en una sala comercial, o para pagar por verla en un videoclub, ni hablar, no señor.
Lo peor de esta calandraca (mejor o bueno no hay nada), no son sus lamentables interpretaciones, sus decorados de porexpam, la ausencia de guión, o el torpísimo manejo de la luz y la imagen: lo más horroroso es que con ésta nueva perla del tito Böll, no te escojonas a gusto como con otras de sus execrables obrillas. Aquí intenta ponerse serio, y lo único que consigue es que el corazón se nos descomponga por ver a antaño gloriosos actores de renombre (Kingsley, Madsen, Chaplin), revolcarse en un subproducto mongoloide como éste, en absoluto recomendable y que, por el bien del cine en general, nunca debiera haberse filmado y ni mucho menos distribuido. No entiendo cómo se lo monta el impresentable Böll, para que haya alguien que continue financiándole las mierdas que suele hacer. Un enigma en sí mismo, lo de este inutil.
Pero para estrenarse en una sala comercial, o para pagar por verla en un videoclub, ni hablar, no señor.
Lo peor de esta calandraca (mejor o bueno no hay nada), no son sus lamentables interpretaciones, sus decorados de porexpam, la ausencia de guión, o el torpísimo manejo de la luz y la imagen: lo más horroroso es que con ésta nueva perla del tito Böll, no te escojonas a gusto como con otras de sus execrables obrillas. Aquí intenta ponerse serio, y lo único que consigue es que el corazón se nos descomponga por ver a antaño gloriosos actores de renombre (Kingsley, Madsen, Chaplin), revolcarse en un subproducto mongoloide como éste, en absoluto recomendable y que, por el bien del cine en general, nunca debiera haberse filmado y ni mucho menos distribuido. No entiendo cómo se lo monta el impresentable Böll, para que haya alguien que continue financiándole las mierdas que suele hacer. Un enigma en sí mismo, lo de este inutil.
23 de septiembre de 2007
23 de septiembre de 2007
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas que puedo decir... Sí que Mr.Boll lo hizo de nuevo. Mezclar actores buenos con petardos y sacar un nuevo bodrio, que por cierto , me dejé los ojos de lo oscura que és.
Será, que los decorados eran peores que una falla valenciana.
No entiendo como dejan a este tipo dinero para hacer películas. Es demencial.
Lo mejor: La terminatrix de la loken... hum.
Lo peor: Todo el resto.
Será, que los decorados eran peores que una falla valenciana.
No entiendo como dejan a este tipo dinero para hacer películas. Es demencial.
Lo mejor: La terminatrix de la loken... hum.
Lo peor: Todo el resto.
11 de septiembre de 2007
11 de septiembre de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Evocando la película homónima de Oliver Hirschbiegel, otro director germano como Uwe Boll, no se me ocurría un título más apropiado para el despropósito que nos ocupa.
A años luz uno del otro, el film sobre Hitler era una solvente cinta, muestra del buen pulso de la cinematografía actual alemana. Sin embargo Boll se salta todos los resortes del buen hacer artístico, sea en su país o en cualquier parte del globo. Él mismo dice que su estilo fílmico es fruto de horas y horas devorando pelis americanas, y, de esta forma, excusa su modo impersonal, tan poco europeo, de rodar.
No obstante, yo apuntaría, sr. Boll, que lo que se destaca en su cine es la carencia de algún tipo de estilo, la asombrosamente grosera puesta en escena y el escaso cuidado en el detalle.
En BLOODRAYNE volvemos a ese campo que tanto emociona al director, la traslación a la pantalla de un videojuego, y, por supuesto, acompañada de las manías típicas que mostraba en anteriores obras como ALONE IN THE DARK.
Resumiendo:
*MALA DIRECCIÓN ARTÍSTICA Y ACTORAL. Los decorados son de lo más soso visto en años, y los actores no saben, aun al final de la cinta, dónde están, si en Transilvania o en "Xena, la princesa guerrera"(así, con unas directrices, quizás habrían intentado hacer un papel, pero claro, estaban perdidos, que de eso sabe nuestra amiga Michelle Rodriguez)
*MAL USO DE LA CÁMARA. Como una peli de vampiros que es, debería provocar en el personal algún tipo de inquietud o desasosiego. Pues nada de nada, produce una risa alternada con bostezos hasta los títulos de crédito. Malos encuadres, chapuceras secuencias y horrendo montaje.
*ABURRIMIENTO. No se sabe si estamos ante un episodio barato de alguna serie televisiva en horario de madrugada o ante un insulto al folclore vampírico y, por extensión, al espectador medio, por no apuntar a los aficionados del género.
La historia (no tengo claro que hubiese alguna) es incompresiblemente complicada, o por el contrario, tan simple que casi hace llorar. No tiene interés alguno y, encima, al final empeora más el entuerto.
Vamos, que el sr. Boll ha hundido el proyecto a los abismos del "trash", sin duda con la inestimable colaboración de un equipo obtuso y sin profesionalidad.
Si hay alguna credencial o carné que permitan agarrar una cámara, por favor que se lo retiren a este cachondo alemán lo antes posible.
A años luz uno del otro, el film sobre Hitler era una solvente cinta, muestra del buen pulso de la cinematografía actual alemana. Sin embargo Boll se salta todos los resortes del buen hacer artístico, sea en su país o en cualquier parte del globo. Él mismo dice que su estilo fílmico es fruto de horas y horas devorando pelis americanas, y, de esta forma, excusa su modo impersonal, tan poco europeo, de rodar.
No obstante, yo apuntaría, sr. Boll, que lo que se destaca en su cine es la carencia de algún tipo de estilo, la asombrosamente grosera puesta en escena y el escaso cuidado en el detalle.
En BLOODRAYNE volvemos a ese campo que tanto emociona al director, la traslación a la pantalla de un videojuego, y, por supuesto, acompañada de las manías típicas que mostraba en anteriores obras como ALONE IN THE DARK.
Resumiendo:
*MALA DIRECCIÓN ARTÍSTICA Y ACTORAL. Los decorados son de lo más soso visto en años, y los actores no saben, aun al final de la cinta, dónde están, si en Transilvania o en "Xena, la princesa guerrera"(así, con unas directrices, quizás habrían intentado hacer un papel, pero claro, estaban perdidos, que de eso sabe nuestra amiga Michelle Rodriguez)
*MAL USO DE LA CÁMARA. Como una peli de vampiros que es, debería provocar en el personal algún tipo de inquietud o desasosiego. Pues nada de nada, produce una risa alternada con bostezos hasta los títulos de crédito. Malos encuadres, chapuceras secuencias y horrendo montaje.
*ABURRIMIENTO. No se sabe si estamos ante un episodio barato de alguna serie televisiva en horario de madrugada o ante un insulto al folclore vampírico y, por extensión, al espectador medio, por no apuntar a los aficionados del género.
La historia (no tengo claro que hubiese alguna) es incompresiblemente complicada, o por el contrario, tan simple que casi hace llorar. No tiene interés alguno y, encima, al final empeora más el entuerto.
Vamos, que el sr. Boll ha hundido el proyecto a los abismos del "trash", sin duda con la inestimable colaboración de un equipo obtuso y sin profesionalidad.
Si hay alguna credencial o carné que permitan agarrar una cámara, por favor que se lo retiren a este cachondo alemán lo antes posible.
17 de septiembre de 2008
17 de septiembre de 2008
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por ahí comentaban que nuestro amado Dr. Boll definió Bloodrayne como "el braveheart de los vampiros". ¿Con semejante comentario hay alguien que se pueda tomar en serio a este tipo?
Bloodrayne en cuanto a diseño puede resultar ligeramente superior a sus dos anteriores atentados, pero el estilo de Uba a la hora de dirigir permanece intacto.
Si antes Uba plagiaba escenas de las películas de Spielberg, ahora copia inútilmente a Peter Jackson con sus frecuentes, innecesarios y descarados planos aéreos. Además este loco sigue insistiendo con tetas y sexo completamente gratuito y fuera de lugar.
Solo a Uba se le ocurriría rodearse de cutres a la hora de filmar. Kristanna Loken haciendo honor a su anterior película Terminator 3 hace expresiones dignas de un robot, Michelle Rodriguez actúa con desgana el mismo papel que ha interpretado todos estos años. De Ben Kingsley solo te puedes reír cada vez que lo ves ya que pone el mismo careto en cada escena. Geraldine Chaplin salva un poco pero por más que lo pienso no puedo entender como ha podido caer tan bajo.
Las escenas de acción están pésimamente realizadas, además es raro ver una escena de acción hecha por Boll sin la típica música metal-punchancha de fondo. El guión es inentendible, se supone que el juego está basado en la II guerra mundial y Uba nos mete en los peores días del siglo XVIII. Muchas de las frases carecen de lógica y la historia es imposible de seguir haciéndose lenta a los 15 minutos de metraje. A partir de la media hora solo deseas que acabe (y yo que soy tan "fan" de Uba quería eso).
La ambientación parece de teatro con todos esos peinaditos y peluquitas risibles, la fotografía y la iluminación son una vergüenza con el presupuesto del que se disponía.
Como el Sr. Boll no levante cabeza va a seguir siendo el hazmerreír del mundo cinematográfico.
Bloodrayne en cuanto a diseño puede resultar ligeramente superior a sus dos anteriores atentados, pero el estilo de Uba a la hora de dirigir permanece intacto.
Si antes Uba plagiaba escenas de las películas de Spielberg, ahora copia inútilmente a Peter Jackson con sus frecuentes, innecesarios y descarados planos aéreos. Además este loco sigue insistiendo con tetas y sexo completamente gratuito y fuera de lugar.
Solo a Uba se le ocurriría rodearse de cutres a la hora de filmar. Kristanna Loken haciendo honor a su anterior película Terminator 3 hace expresiones dignas de un robot, Michelle Rodriguez actúa con desgana el mismo papel que ha interpretado todos estos años. De Ben Kingsley solo te puedes reír cada vez que lo ves ya que pone el mismo careto en cada escena. Geraldine Chaplin salva un poco pero por más que lo pienso no puedo entender como ha podido caer tan bajo.
Las escenas de acción están pésimamente realizadas, además es raro ver una escena de acción hecha por Boll sin la típica música metal-punchancha de fondo. El guión es inentendible, se supone que el juego está basado en la II guerra mundial y Uba nos mete en los peores días del siglo XVIII. Muchas de las frases carecen de lógica y la historia es imposible de seguir haciéndose lenta a los 15 minutos de metraje. A partir de la media hora solo deseas que acabe (y yo que soy tan "fan" de Uba quería eso).
La ambientación parece de teatro con todos esos peinaditos y peluquitas risibles, la fotografía y la iluminación son una vergüenza con el presupuesto del que se disponía.
Como el Sr. Boll no levante cabeza va a seguir siendo el hazmerreír del mundo cinematográfico.
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