Cuesta bastante escribir algo sobre una película tan mala interpretada por un actor tan popular como Kevin Costner. Resulta chocante que con un mal guión y una mala dirección con malos actores (excepto Costner, que se salva sólo por ser popular, ya que poco puede hacer rodeado de tan pésimos materiales; aunque a lo mejor es donde él se siente grande) pueda salir algo válido para ser exhibido en salas de cine. Pero he aquí La otra hija, una película más que no aporta nada al cine de terror.

Aunque hace tiempo que perdí la esperanza de encontrarme con una obra maestra en el género de terror, por lo menos espero de una película, sea del género que sea, que sea entretenida y que no tome al espectador por idiota. Pero no es el caso de esta porquería. No consigo entender cómo un actor consagrado (que no es sinónimo de buen actor), puede aceptar poner su nombre en semejante bodrio. Si el director fue el guionista de REC todavía tiene más delito que no sepa distinguir entre una película original y buena y una mierda como la que ha firmado (sigo en spoiler)

Intriga y una pizca de miedo es en totalidad lo que nos ofrece este joven director español.
Una historia distinta en la misma trama de siempre. Casa nueva, mala relación con el padre o la madre y algo sobrenatural por medio.
La cinta no deja de estar mal pero le falta para estar bien. Las actuaciones son mediocres dentro de un film que cabe en la misma categoría. Kevin Costner lo intenta de nuevo en este tipo de cine, junto a una Ivana Baquero que resalta un poco en una actuación interesante.
La chiquilla del laberinto del fauna ya está bien crecida.

Tras una alabada carrera como cortometrajista Luiso Berdejo debuta a lo grande (o por lo menos sobre el papel así lo parecía) en la dirección de largometrajes. Y lo hace con una historia de terror (género que no para de dar alegrías a nuestra alicaída cinematografía) protagonizada por Kevin Costner.

El actor da vida a un padre de familia que se muda junto a sus dos hijos, Louisa (Ivana Baquero) y Sam (Gattlin Griffith), a una vieja casa cerca de un pequeño pueblo. Pero, al poco de instalarse su hija comienza a mostrar un comportamiento de lo más sospechoso.

Las historias que versan sobre familias que tras mudarse comienzan a presenciar sucesos extraños son todo un cliché dentro del cine de género. Por eso el éxito de trabajos como el que nos ocupa depende en gran medida de la calidad de sus intérpretes (los cuales aquí simplemente cumplen) y, sobre todo, de la capacidad del director para crear una atmósfera inquietante (algo que, a pesar de mostrar cierto estilo, Berdejo no acaba de lograr). La otra hija, por muy correcto que sea su acabado, ni ofrece nada nuevo ni su trama engancha.

Kevin Costner es un escritor recién divorciado al que la tarea de cuidar de sus dos hijos le sobrepasa. El personaje hace lo que puede, y Costner también: es difícil eliminar los prejuicios que rodean su carrera tras tantos desatinos, pero aquí se merece un aprobado (y habla un espectador con especial tírria hacia el responsable de Bailando con Lobos). A partir de esta premisa, cliché donde los haya, la cinta se las ingenia para mezclar un conflicto familiar con ecos fantásticos: algo extraño habita en el bosque que rodea la casa, y sea lo que sea ese ente ha poseído a la hija del título. El director hubiera podido resolver la ecuación de forma rápida y más o menos certera (la sorpresa de la audiencia es, obviamente, mínima: hemos visto tropecientas veces tropecientas películas como ésta), pero se entretiene buscando un clímax final que se hace de rogar. Pero llega. Y es en esos últimos diez minutos cuando la película recobra toda la energía que no tenía. Y sorprende. Su final enigmático no salva los baches del camino, pero al menos logra que La otra hija, aparentemente carente de atractivos, resulte una película simpática (a efectos prácticos, el prometedor arranque de Luis Berdejo como realizador y de la joven Ivana Baquero como actriz internacional). La verán y la olvidarán, pero no tendrán la sensación de haber perdido el tiempo. Algo que, a juzgar por las penosas reseñas leídas y por leer, ya es mucho.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com