Spun

Triste pero cierto, parece que los personajes estén realmente sufriendo los efectos del Spun. Película extremadamente rara.

Obra maestra sobre el inframundo de fumaos y drogadictos. Interpretaciones estelares y cameos de roqueros. Aderezado todo con música de metal y un montaje bestial que te deja como si te hubieras metido 3 Jack Daniels coca. Aliñado con sentido del humor, metáforas varias, putas, colgaos, chulos, pasaos y sexo on the rocks. Mézclese bien todo con hoteles baratos, cuchitriles de mala muerte, locales de video porno, casas abandonadas, madres desmadradas, coches de desguace, el machista latino de turno, el cowboy cocinero y su novia, el adolescente descarriado y su puta madre. Agítese todo bien y ponga, como guinda, The Number of the Beast de Iron Maiden versión country. Túmbese en el sofá y disfrute....
De nada.

El director de la cinta, Jonas Akelund, es más conocido por sus vídeos musicales y este era su primer largometraje. La temática y el estilo alternativo, junto con los dos actores conocidos, justificaba su visionado.

Es una película sobre drogas que parecía interesante a priori, a pesar de que se parece mucho a otras y la única novedad, aparte de que la droga es metanfetamina, son algunos juegos de cámara. La historia es intrascendente, sin juicios de valor sobre esta droga, pero no termina de cuajar por culpa del montaje, según mi humilde opinión. Los juegos de cámara pueden ser efectivos en vídeos musicales, pero en esta película dejan de tener sentido a los 2 minutos. El conjunto se salva por algunos golpes de humor y los dos actores estrellas: Rourke y John Leguizamo.

Puede ser recomendable para los que estén enganchados a estas películas, para el resto no tanto.

lo que pasa con las drogas, si no quieres acabar como ellos ya sabes ni la pruebes.
Buena película en si. Aunque tiene demasiada locura en sus entrañas.

Claramente el director de esta película se inspiro en esas "sintonías" que escuchábamos en Requiem por un Sueño (Darren Aronoksky) cuando tomaban alguna droga, usando esta vez esos sonidos en escenas de coche. Sin llegar al punto melancólico de la obra de Aronofsky Spun acaba dejando el sabor de boca de haber visto un cruce entre aquella pelicula y Trainspotting.