Una previsible revisión anclada en la angustia de los protagonistas que ejerce más de drama familiar que en mostrar un auténtico horror.
La oscura interpretación de Christopher Abbott se eleva por su grotesca y opresiva transformación.
Una home invasion, donde la fuerza de la sangre amenaza a todo su entorno con una noche pesadillesca, pero que nunca llega a ser terrorífica.

La figura del hombre lobo no ha sido muy afortunada en su traslación al cine. O por lo menos no tanto como figuras como Drácula, el cine de vampiros o el monstruo de Frankenstein. Haciendo un ligero repaso tenemos propuestas interesantes (sólo interesantes) como El lobo humano, que se adelantó al clásico de Universal El hombre lobo. Esta última una película a todas luces sobrevalorada.


Mas si la comparamos con otros clásicos de la Universal con joyas del fantástico como La novia de Frankenstein o La Momia. Tenemos pequeñas joyitas como Un hombre lobo americano en Londres o Aullidos, para mí más meritorias por los fabulosos y revolucionarios maquillajes de Rick Baker o Rob Bottin, que por la puesta en escena de John Landis o Joe Dante. Incluso el interesante remake de Universal de El hombre lobo protagonizado por Benicio del Toro.

Como digo, propuestas interesantes que, bajo mi punto de vista, no alcanzan la excelencia. Para mí, la excelencia llega con la Hammer y Terence Fisher, en La maldición del hombre lobo. Incomprensiblemente una de las películas más infravaloradas del Maestro Fisher. Y, para mí, la Mejor aproximación a la figura del licántropo. Una película trágica que considero que tiene más de un punto en común con la película actual que tratamos en esta crítica.

Y no me olvido de la Obra Maestra de Neil Jordan (¿por qué está tan olvidado por la cinefilia, cuando tiene joyas del fantástico como Entrevista con el vampiro y la reciente Byzantium, entre otras grandes películas??), En compañía de lobos. Una joya del fantástico que utiliza la figura del licántropo para hablarnos de otros temas como el despertar sexual de una adolescente.

Tras toda esta introducción, en la que he querido dejar claro que no hay muchas buenas películas sobre el hombre lobo, tengo que recomendar esta nueva propuesta de Leigh Whannell (que ya nos sorprendió gratamente con su actualización de El hombre invisible), Hombre lobo.

Y me resulta muy curioso el respeto que tiene Whannell en cuanto a la leyenda del licántropo a la hora de hacer su actualización. Además, es una película con evidentes ecos de El Resplandor de Kubrick. Una familia (padre, madre e hija), atrapados en una cabaña en el bosque con el hombre lobo al acecho.

Y Whannell además utiliza la premisa del hombre lobo para hablarnos de otras cosas. Como las relaciones de pareja en el mundo actual, donde las mujeres cada vez más llevan la batuta en el mundo laboral. O la relación entre padres e hijos. Con un protagonista acuciado por el peso familiar, y que deberá tomar una determinación si quiere proteger a su familia y a su hija, a la que adora.

A mí esta película me ha resultado muy estimulante. Más que la reciente también Nosferatu. A pesar del brillante trabajo de puesta en escena de Eggers, el libreto que propone me resulta cansino y predecible.

Sin embargo, lo que propone Whanell me resulta más refrescante. Pues a pesar de ser fiel a las leyendas del licántropo, en su guión propone otras cosas que, como digo, me han resultado más estimulantes y novedosas.

Ojo que eso no quiere decir que a nivel de puesta en escena se quede corta. Whanell en ése sentido, tiene un gran sentido de la planificación tanto visual como sonora (atención al excelente trabajo de sonido y efectos sonoros de esta película).

En definitiva, una película excelente. Y junto a La maldición del hombre lobo y En compañía de lobos, la mejor película hasta la fecha sobre el mito.

Digno acercamiento al matratadísimo mito del hombre lobo. Un hombre lleva a su familia a la granja de su padre, en el Oregón profundo, al ser este declarado legalmente muerto. Allí tienen un accidente y son atacados por lo que parece un animal. Espoiler: solo lo es a medias.

Aunque subraye que es una película de licántropos digna, no por ello es plenamente satisfactoria. El motivo por el que el Blake se marcha de su casa a la ciudad no se explica, y creo que hubiera añadido contexto a la historia*. La forma en que infecta es bastante meh, ni siquiera es un ataque directo. Ya que estamos equiparando licantropía con enfermedad infecciosa, qué menos que algo de verosimilitud en la vía de contagio. Ni que las uñas lobunas fueran como los dientes de un dragón de komodo. ¿Van entonces desperdigando toxinas en todo aquello que tocan? Habría cientos de criaturas mutantes por todo el bosque.

Sí me parece un acierto que la transformación lleve varias horas, recordando así al Seth Brundle de The Fly (1986), y que la víctima vea paulatinamente sustituidos sus sentidos humanos por sentidos animales. El aspecto final tal vez sea algo decepcionante, pero supongo que se ha hecho en aras de ofrecer un relato fantástico menos fantástico de lo habitual. En cuanto al reparto, Abbott cumple bien, no así Julia Garner, que a veces ni siente ni padece, ni la cría, que no es la mejor niña actriz que haya visto ni por asomo.

El rollo familiar no interfiere demasiado ni resulta cargante en exceso, a pesar de que había potencial para ello. Si lo es que no tengan cobertura móvil. Tienen al tipo más rico del mundo dando cobertura por satélite a toda Ucrania, pero no pueden hacer que los móviles funcionen en un bosquecillo de su propio país. No me digan que no es tronchante. En fin, si dejamos a un lado estas tonterías y asumimos que estamos ante un relato de corte fantástico, se puede disfrutar. No reinventa nada, pero lo que hace se resuelve con dignidad.

"- A veces, cuando eres papá, temes tanto que tus hijos se lastimen, que terminas lastimándolos tú".

Producción de la simpática Blumhouse, que supone otra revisitación al mito del hombre lobo. Y bajo el prisma de la productora, se convierte en una mezcla de drama familiar con fantasía terrorífica.

Todo ello de forma que a mí me ha parecido irregular, con una, por así decirlo, una primera parte, interesante para luego derivar a una serie incesante de persecuciones y gritos, ya muchas veces vistos en anteriores películas.

Por ello no me ha convencido del todo, dejándome una sensación de cinta interesante y nada aburrida, pero también mejorable.

Técnicamente muy cuidada, sobre todo en el aspecto de fotografía e iluminación, pero se me ha hecho algo larga en su clímax final que, además, me ha parecido previsible.

En suma, que no está mal, pero podría haber estado mejor.

Atractiva pero superable.

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Son infinitas las versiones que existen sobre el hombre lobo y, por si fuera poco, a pocos días del estreno de la que hoy nos ocupa, Robert Eggers anunciaba que iba a hacer una nueva película del mitiquísimo personaje. ¿Son demasiadas películas? sin duda, sí. Puede que los hombres lobo no den mucho más de sí, o quizás simplemente nadie ha dado con la tecla y ha conseguido sacarle ya más jugo a esto desde versiones tan chulas como Un hombre lobo americano en Londres o gamberradas tipo Dog Soldiers. Así pues, ¿aporta algo interesante la de Whannel? Diría que por lo menos aporta un tono diferente, serio y deprimente, casi como si de un drama se tratase, que le ha jugado malas pasadas en la taquilla. No es una película para ir a ver con tu panda de amigos para pasar un buen rato como otras producciones de Blumhouse. Es una película seria, sobre la paternidad y la perdida.

Blake creció en una cabaña aislada en medio de un bosque con su padre, y en cuanto pudo salir de ahí se fue a la ciudad. Sus recuerdos de la infancia son más bien oscuros, pero ahora que su padre ha fallecido, decide regresar a la cabaña junto a su mujer y su hija.

Tras un arranque muy bueno y tenso que transcurre de día, Hombre Lobo tiene lugar de noche. Y lo que es todo un acierto, es que transcurre en unas pocas horas, por lo que la película va directa al grano y no necesita de grandes y largas introducciones que no suman nada a la historia. Al ser de noche tiene una fotografía bastante oscura, que puede jugarle en contra en algunas secuencias.

Otro acierto es que Whannel nos muestra lo que percibe el hombre lobo cuando se transforma, y lo hace de una manera muy interesante que consigue ponernos en su piel. Aunque a nivel de transformación física se queda muy corta, no es espectacular ni interesante, más bien casi inexistente.

En cuanto al reparto, Christopher Abbot no está mal en su papel, aunque tampoco destaca sobremanera. A Julia Garner cuesta más creérsela en su papel de madre con problemas de conexión con su hija. Sus rasgos de niña no permiten visualizarla en el rol de progenitora, sino más bien en el de una hermana mayor o niñera.

Por lo tanto, un poco de cal y un poco de arena. O, dicho de otra manera, una película que no destaca en casi nada, pero que tampoco se hunde para llegar a ser mala.

https://www.terrorweekend.com/2025/05/hombre-lobo-review.html