Cautivo del deseo
6.7
1,488
Drama. Romance
Philip, un estudiante de medicina, se enamora perdidamente de una camarera llamada Mildred. Ella, que le hace creer que también lo ama, ejerce sobre el joven un influjo tan poderoso que, a pesar de las humillaciones y desprecios a que lo somete, vuelve con ella una y otra vez. Esta situación de inestabilidad lo lleva a fracasar en los estudios, pero entonces empieza a comprender cuáles son las verdaderas intenciones de Mildred. (FILMAFFINITY) [+]
4 de abril de 2024
4 de abril de 2024
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Primera de las tres adaptaciones de la novela de Somerset Maugham, lo que destaca de esta, que lanzó al estrellato y moldeó a la Bette Davis del futuro, es la crueldad con la que se expone la trama. Eleanor Parker en 1946 y Kim Novak en 1964 fueron otras que se atrevieron con el papel con desiguales resultados, siendo la más recordada la de Davis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Porque el desprecio a Phillip, el personaje principal, proviene de todos lados. Ya empieza con un maestro pintor que en el Paris de los años 30 le espeta que es mediocre y que se dedique a otros menesteres. Como estudiante de medicina, sufre los suspensos y se traga las miradas de extrañeza por la deformidad de su pie. Sus amigos y otros hombres seducen al objeto de su deseo en sus propias narices. Y, como no, su obsesión por Mildred es correspondida por la inhumanidad de ella.
Estrenada tres días antes de la instalación del Código Hays, enseña cuadro de desnudos y alude a referencias sexuales. Pero sobre todo, insisto, no se corta un pelo en mostrar el desdén hacia el protagonista: Davis está fabulosa aunque algo afectada en la escena en la que estalla y suelta todo por la boca. No hay piedad con su personaje, ni un atisbo de comprensión y acaba del modo en el que debe acabar. Al contrario que Phillip, que alcanza algo parecido a la felicidad, exponiéndose de forma un tanto ñoña. Al fin y al cabo, lo que siembras, recoges.
Estrenada tres días antes de la instalación del Código Hays, enseña cuadro de desnudos y alude a referencias sexuales. Pero sobre todo, insisto, no se corta un pelo en mostrar el desdén hacia el protagonista: Davis está fabulosa aunque algo afectada en la escena en la que estalla y suelta todo por la boca. No hay piedad con su personaje, ni un atisbo de comprensión y acaba del modo en el que debe acabar. Al contrario que Phillip, que alcanza algo parecido a la felicidad, exponiéndose de forma un tanto ñoña. Al fin y al cabo, lo que siembras, recoges.
27 de octubre de 2010
27 de octubre de 2010
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en blanco y negro sobre un estudiante de medicina (Leslie Howard) con un problema físico que le hace cojear. La cuestión es que se enamora de una camarera (Bette Davis), una mujer vulgar que además de no estar culturalmente a su altura tampoco lo está en calidad humana.
Él es un hombre bueno, caballeroso, de gran generosidad y nada rencoroso; ella en cambio es una necia de mucho cuidado, de corazón frío y que sabiéndose pretendida por hombres que valen más que ella no tiene el más mínimo reparo en irse con ellos como una prostituta en lugar de corresponder o guardarle el respeto debido al joven que la ama de verdad, que es el único que la ayuda y que además es un auténtico tesoro de ser humano.
La película muestra en un comentario, lo que en general muchos hombres opinaban de las mujeres en esas décadas primeras del siglo XX; fechas y opiniones que no nos quedan muy lejanas:
"Nunca te cases con una dama, porque una dama tiene un punto de vista, una personalidad y una individualidad, todo para fastidiarte. Lo que hace falta es una esposa que sepa cocinar y cuide bien de tus hijos."
Él es un hombre bueno, caballeroso, de gran generosidad y nada rencoroso; ella en cambio es una necia de mucho cuidado, de corazón frío y que sabiéndose pretendida por hombres que valen más que ella no tiene el más mínimo reparo en irse con ellos como una prostituta en lugar de corresponder o guardarle el respeto debido al joven que la ama de verdad, que es el único que la ayuda y que además es un auténtico tesoro de ser humano.
La película muestra en un comentario, lo que en general muchos hombres opinaban de las mujeres en esas décadas primeras del siglo XX; fechas y opiniones que no nos quedan muy lejanas:
"Nunca te cases con una dama, porque una dama tiene un punto de vista, una personalidad y una individualidad, todo para fastidiarte. Lo que hace falta es una esposa que sepa cocinar y cuide bien de tus hijos."
22 de julio de 2016
22 de julio de 2016
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, es evidente que el cine clásico en general está sobrevaloradísimo si lo analizamos con objetividad. A día de hoy a una película se le exige mucho más, ya no en apartados técnicos, si no en guión, dirección e interpretaciones.
Aunque esta sea una película poco conocida, tiene un respetable 6'9 de nota media. Una nota incomprensible tras ver la película.
Tenemos unos personajes que se enamoran de un día para otro, aunque la otra persona no tenga ningún encanto y sea arisca, da igual, le pide hasta casarse. Hay varios "romances" de un día en la película.
Los personajes no tienen ninguna profundidad. De repente están enamoradísimos sin que se nos refleje en ningún momento nada que pueda hacernos pensar eso. Tienen comportamientos extraños...en fin, no sé muy bien cómo sería la sociedad en 1934, quizás sea eso, pero en ese caso debo decir que a pesar de Pokemon GO hemos evolucionado mucho en general.
El protagonista directamente es tonto, ni enamorado ni nada. Y en todo caso es tonto por enamorarse de alguien que no le aporta absolutamente nada.
La película va precipitada, como con prisas por terminar (cosa que se agradece visto lo visto). Cuenta poco y lo cuenta mal.
Bette Davis bien, pero como su personaje es tan absurdo como la trama que le rodea, pues tampoco escapa de la quema. Aunque eso sí, a partir de aquí se convirtió en un icono del séptimo arte.
Aunque esta sea una película poco conocida, tiene un respetable 6'9 de nota media. Una nota incomprensible tras ver la película.
Tenemos unos personajes que se enamoran de un día para otro, aunque la otra persona no tenga ningún encanto y sea arisca, da igual, le pide hasta casarse. Hay varios "romances" de un día en la película.
Los personajes no tienen ninguna profundidad. De repente están enamoradísimos sin que se nos refleje en ningún momento nada que pueda hacernos pensar eso. Tienen comportamientos extraños...en fin, no sé muy bien cómo sería la sociedad en 1934, quizás sea eso, pero en ese caso debo decir que a pesar de Pokemon GO hemos evolucionado mucho en general.
El protagonista directamente es tonto, ni enamorado ni nada. Y en todo caso es tonto por enamorarse de alguien que no le aporta absolutamente nada.
La película va precipitada, como con prisas por terminar (cosa que se agradece visto lo visto). Cuenta poco y lo cuenta mal.
Bette Davis bien, pero como su personaje es tan absurdo como la trama que le rodea, pues tampoco escapa de la quema. Aunque eso sí, a partir de aquí se convirtió en un icono del séptimo arte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Markisho, ¿y qué pasa si te fríen a votos negativos?
-Me da igual
-Oh Markisho, me he enamorado de ti.
Y así se gesta una crítica útil, o una película bien valorada. Para el caso da igual...
-Me da igual
-Oh Markisho, me he enamorado de ti.
Y así se gesta una crítica útil, o una película bien valorada. Para el caso da igual...
22 de febrero de 2013
22 de febrero de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Philip Carey [Leslie Howard], después de fracasar en pintura, vuelve a Londres para iniciar medicina. A través de sus compañeros conoce a la camarera Mildred Rogers [Bette Davis], de la que queda enamorado pese a que ella es una analfabeta, fróvola y desdoñosa con él desde el principio. Pese a ello Philip insiste y la admite en su casa pensando que con el tiempo cambiará de opinión: pero la péndola lo deja plantado y se va con un ricachón que frecuentaba el café, que la deja embarazada. Vuelve a recogerla y en cuanto puede le abandona por uno de los compañeros de facultad Griffiths (Reginal Denny). Vuelve a recogerla por mor de la niña chica pero ya no se deja engañar con los cantos de sirena de la camarera. Él ha conocido a la hija de un almacenista que lo coloca en su establecimiento y piensa casarse con su hija, pero aún revolotea el fantasma del pasado. La camarera se muere y su hija y él se siente liberado de la maldición para rehacer su vida olvidando el amor brujo de una pendona.
La película, donde interviene la gran Bette, es un clásico poco conocido, donde se narra una tortuosa historia de amor imposible. Esta es una historia de amor pernicioso, del que es muy difícil desligarse enteramente por una de las partes. Esta es una de mujeres perversas, al estilo de “Perversidad” de Fritz Lang; de mujeres maltratadora y hombres encabronados que tienen anulada su voluntad y lo soportan todo en la esperanza de que la persona amada le devuelva la mirada amorosa. Buena fotografía al estilo de los años 30, muy atractiva
La película, donde interviene la gran Bette, es un clásico poco conocido, donde se narra una tortuosa historia de amor imposible. Esta es una historia de amor pernicioso, del que es muy difícil desligarse enteramente por una de las partes. Esta es una de mujeres perversas, al estilo de “Perversidad” de Fritz Lang; de mujeres maltratadora y hombres encabronados que tienen anulada su voluntad y lo soportan todo en la esperanza de que la persona amada le devuelva la mirada amorosa. Buena fotografía al estilo de los años 30, muy atractiva
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