Vincere
Drama
Principios del siglo XX. Benito Mussolini, un joven revolucionario socialista, conoce a Ida Dalser, una mujer tan pasional como él, que lo apoyará en la lucha política, incluso cuando cambia de rumbo y sustituye el socialismo por el fascismo. Ella pone a su disposición todos sus recursos para que pueda fundar su propio periódico: Il Popolo d'Italia. Se casarán y tendrán un hijo, pero Ida descubre que su matrimonio por la Iglesia tiene ... [+]
30 de junio de 2011
30 de junio de 2011
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Marco Bellocchio siempre ha estado un poco loco y tiende a exagerar. Aquí lo hace una vez más, en una película en la que hay de todo, desde cosas muy buenas a verdaderas caídas.
La primera parte, de Mussolini joven y el tórrido romance con Ida es confusa, lenta, sin acabar de entrar en materia.
Luego, al narrar la historia trágica de Ida y de su hijo hay momentos de gran tensión, pero sin continuidad.
La recreación histórica es bastante más imparcial de lo que el mismo Bellocchio hubiera hecho unas décadas antes. En cualquier caso, nada es comparable con los momentos documentales -por lo demás muy difundidos, al menos en Italia- en los que se muestra el Mussolini que era: histriónico, payaso, ridículo. Pero lo que sigue admirando son las masas de gente diciéndole que si a todo, que es lo que ha ocurrido con frecuencia con los dictadores. Un profesor italiano, ya fallecido, me comentaba en Roma que él vio cómo muchos que habían hecho durante años el saludo fascista se cambiaron, en un día, al comunista. Es el arte de "arrangiarsi", de adaptarse.
Bellocchio quiere atraer la atención sobre el drama de Ida Dalser, pero me temo que el espectador pide interiormente más momentos del Duce, no sé si para asombrarse, divertirse, reírse o llorar.
La película es como un collage. Interesante como documental. Filippo Timi, tanto en el papel de Mussolini como en el de su hijo, está un poco pasado de rosca. Giovanna Mezzogiorno, en cambio, es casi siempre creíble (menos cuando el guión le hace hacer cosas un poco ridículas) pero como si se tratara de una película distinta.
La primera parte, de Mussolini joven y el tórrido romance con Ida es confusa, lenta, sin acabar de entrar en materia.
Luego, al narrar la historia trágica de Ida y de su hijo hay momentos de gran tensión, pero sin continuidad.
La recreación histórica es bastante más imparcial de lo que el mismo Bellocchio hubiera hecho unas décadas antes. En cualquier caso, nada es comparable con los momentos documentales -por lo demás muy difundidos, al menos en Italia- en los que se muestra el Mussolini que era: histriónico, payaso, ridículo. Pero lo que sigue admirando son las masas de gente diciéndole que si a todo, que es lo que ha ocurrido con frecuencia con los dictadores. Un profesor italiano, ya fallecido, me comentaba en Roma que él vio cómo muchos que habían hecho durante años el saludo fascista se cambiaron, en un día, al comunista. Es el arte de "arrangiarsi", de adaptarse.
Bellocchio quiere atraer la atención sobre el drama de Ida Dalser, pero me temo que el espectador pide interiormente más momentos del Duce, no sé si para asombrarse, divertirse, reírse o llorar.
La película es como un collage. Interesante como documental. Filippo Timi, tanto en el papel de Mussolini como en el de su hijo, está un poco pasado de rosca. Giovanna Mezzogiorno, en cambio, es casi siempre creíble (menos cuando el guión le hace hacer cosas un poco ridículas) pero como si se tratara de una película distinta.
6 de abril de 2020
6 de abril de 2020
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Histriónica y fragmentaria, no deja claras las motivaciones de Mussolini para llegar a ser el monstruo fascista.
Un lástima que el formato pierda el contenido. Necesitaba de un guión más elaborado y no centrar la trama solamente en la primera amante del Duce.
Esperaremos a otra oportunidad.
Un lástima que el formato pierda el contenido. Necesitaba de un guión más elaborado y no centrar la trama solamente en la primera amante del Duce.
Esperaremos a otra oportunidad.
27 de septiembre de 2024
27 de septiembre de 2024
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Témanle a aquellos políticos que de la noche a la mañana cambian de bando, porque no los mueven claros principios, sino el afán insaciable de poder y de dinero, y es bien palpable su debilidad de carácter y la poca importancia que conceden a la integridad moral. Políticos así, dejan bien claro que son traicioneros y son capaces de dejar de lado cualquier escrúpulo con tal de salirse con la suya. Es de este tino que surgen los dictadores, los tiranos, los déspotas.
Benito Mussolini, es un claro ejemplo de esto que afirmamos. En su juventud se declaró socialista y militó en el PSI (Partido Socialista Italiano) al tiempo que escribía para el periódico Avanti! Allí expresó sus ideas contra la corrupción, la opresión y las desigualdades sociales, y entre muchas otras cosas, predicó que, “En la sociedad capitalista, la guerra europea es la única solución revolucionaria que puede propiciar la victoria del socialismo”. (B. Mussolini: «Dalla neutralitá assoluta alia neutralitá attiva ed operante». Avanti!, 18 octubre 1914.
Tras ser expulsado de este partido por sostener posturas contrarias al internacionalismo y defender una posición nacionalista bastante peligrosa, Mussolini se afilió al PNF (Partido Nacional Fascista) y entonces fundó un periódico al que llamó, Il Popolo d’Italia, en el que comenzó a oponerse al igualitarismo y la lucha de clases, defendiendo, a su vez, un nacionalismo (de sangre romana) que trascendiera las líneas de clase, y predicando el expansionismo y la lucha contra el comunismo.
Lo que, Mussolini, haría después con sus opositores y durante su intervención en la II Guerra Mundial, ya es historia… pero no será esto lo que, principalmente, interese al director, Marco Bellocchio, para su película, <<VINCERE>> (Vencer), sino recrear un episodio de su historia del que hizo parte una mujer llamada, Ida Irene Dalser (1880-1937), a quien se ha conocido como la primera esposa del Duce, antes de que éste contrajera segundas nupcias con, Rachele Guidi, con quien tendría 4 hijos, dispuesto a olvidar por completo a la Dalser, a quien sólo le dejó un hijo, también ignorado, y una renta mensual para su sustento.
Sin duda, lo más relevante en el guion escrito por, Bellocchio, en colaboración con Daniela Ceselli, es la infatigable perseverancia de Ida Dalser, quien, contra todos los vejámenes que padece, jamás se rinde en su lucha por reivindicar los derechos de su hijo y demostrar su legitimidad como esposa. ¿Amor exacerbado por el socialista al que conoció y la embarazó? o ¿Deseos de demostrarle al líder fascista que jamás podría deshacerse de ella como si hubiese sido una aventura pasajera?
Bellocchio, ambienta muy bien su película, se hace con un valioso material de época que convierte en interesantes insertos en los que vamos viendo los avances del político; y consigue potentes interpretaciones, sobresaliendo, Giovanna Mezzogiorno, quien se impone con su impactante y conmovedora representación como, Ida Dalser. También están muy acertados, Filippo Timi, en el doble papel de Mussolini y como su hijo, Benito Albino, cuando se hace mayor; y Fausto Russo Alesi como el tutor, Riccardo Paicher.
Una vez más, creo que faltó cierto rigor en la edición; y vuelvo a sentir que ciertas desnudeces no tienen más interés que el de alentar el voyerismo de apocados espectadores.
Título para Latinoamérica: LA AMANTE DE MUSSOLINI / Vincere
Benito Mussolini, es un claro ejemplo de esto que afirmamos. En su juventud se declaró socialista y militó en el PSI (Partido Socialista Italiano) al tiempo que escribía para el periódico Avanti! Allí expresó sus ideas contra la corrupción, la opresión y las desigualdades sociales, y entre muchas otras cosas, predicó que, “En la sociedad capitalista, la guerra europea es la única solución revolucionaria que puede propiciar la victoria del socialismo”. (B. Mussolini: «Dalla neutralitá assoluta alia neutralitá attiva ed operante». Avanti!, 18 octubre 1914.
Tras ser expulsado de este partido por sostener posturas contrarias al internacionalismo y defender una posición nacionalista bastante peligrosa, Mussolini se afilió al PNF (Partido Nacional Fascista) y entonces fundó un periódico al que llamó, Il Popolo d’Italia, en el que comenzó a oponerse al igualitarismo y la lucha de clases, defendiendo, a su vez, un nacionalismo (de sangre romana) que trascendiera las líneas de clase, y predicando el expansionismo y la lucha contra el comunismo.
Lo que, Mussolini, haría después con sus opositores y durante su intervención en la II Guerra Mundial, ya es historia… pero no será esto lo que, principalmente, interese al director, Marco Bellocchio, para su película, <<VINCERE>> (Vencer), sino recrear un episodio de su historia del que hizo parte una mujer llamada, Ida Irene Dalser (1880-1937), a quien se ha conocido como la primera esposa del Duce, antes de que éste contrajera segundas nupcias con, Rachele Guidi, con quien tendría 4 hijos, dispuesto a olvidar por completo a la Dalser, a quien sólo le dejó un hijo, también ignorado, y una renta mensual para su sustento.
Sin duda, lo más relevante en el guion escrito por, Bellocchio, en colaboración con Daniela Ceselli, es la infatigable perseverancia de Ida Dalser, quien, contra todos los vejámenes que padece, jamás se rinde en su lucha por reivindicar los derechos de su hijo y demostrar su legitimidad como esposa. ¿Amor exacerbado por el socialista al que conoció y la embarazó? o ¿Deseos de demostrarle al líder fascista que jamás podría deshacerse de ella como si hubiese sido una aventura pasajera?
Bellocchio, ambienta muy bien su película, se hace con un valioso material de época que convierte en interesantes insertos en los que vamos viendo los avances del político; y consigue potentes interpretaciones, sobresaliendo, Giovanna Mezzogiorno, quien se impone con su impactante y conmovedora representación como, Ida Dalser. También están muy acertados, Filippo Timi, en el doble papel de Mussolini y como su hijo, Benito Albino, cuando se hace mayor; y Fausto Russo Alesi como el tutor, Riccardo Paicher.
Una vez más, creo que faltó cierto rigor en la edición; y vuelvo a sentir que ciertas desnudeces no tienen más interés que el de alentar el voyerismo de apocados espectadores.
Título para Latinoamérica: LA AMANTE DE MUSSOLINI / Vincere
13 de junio de 2010
13 de junio de 2010
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues la película me ha parecido interesante porque el tema lo es y mucho, pero la primera parte me parecía muy artificial y muy mal interpretada por el protagonista, eran como escenas de teatro de colegio. La actriz protagonista hace un buen papel, creíble y apasionado,por cierto se parece mucho a la gran Romy Schneider.
La segunda mitad es mas creíble y te hace seguir con mas emoción la película.
Tiene una gran fotografía.
La segunda mitad es mas creíble y te hace seguir con mas emoción la película.
Tiene una gran fotografía.
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