Bochornosa película que pretende caer en gracia o ser graciosa, nadie lo sabe.

¿Existe algún talento oculto tras las exageradas reacciones de Inma Cuesta? Sinceramente creo que sí, porque hay que ser muy artista para que tan deplorable interpretación sea casualidad.

No penséis que el resto del reparto lo hace mejor, pero es que es difícil con un guión tan insensato y charcutero.

Lo que a mí me parece es que se juntaron los de siempre, que son la reo**tia para seguir yendo a comer tapas y fardar de film...

Mediocre. Excesivamente mediocre. Y simplona también. Aún así, es de reconocer el mérito de Caldera al meternos de lleno en un mundo poco explorado aquí, en España: el mundo de las comedias románticas, y al más puro estilo Meg Ryan de los 90.
Si, porque Inma Cuesta lo hace bien, es chistosilla y pizpireta. Y probablemente sea el mejor primer plano del cine español. Pero sigue siendo una Meg Ryan o una Bridget Jones versión patria. Originalidad, poca. Pero por algo se empieza.

La película se desarrolla bien, con algunos momentos bastante simpáticos (sin dejar de ser mediocres) como el de la boda de Paco León, donde conoce a Quim Gutiérrez. Para mi la parte más cómica de la película.
Muy bien el dúo de guapitos Gutierrez-Rivas. Quim Gutierrez es uno de los mejores actores españoles del momento.
Destacar la participación de Berto Romero, que da bastante el pego como secundario (incluso estuvo nominado al Goya Revelación por esta película).

En este anuncio veraniego de cerveza se nos presenta a una muchacha con aparentes problemas para relacionarse con los hombres. En la primera escena la chica sufre su última ruptura y se nos muestran las razones: ella es demasiado complaciente, es condescendiente, tiene miedo al rechazo, es insegura… y lo peor de todo: no tiene ni puta idea de aparcar en línea, la pobre.

Total, que dada la presión social que sufre, la protagonista empezará a tomar una serie de decisiones que la llevarán a la madurez emocional y la felicidad platónica suprema: decide enfrentarse a sus exnovios y acudir a sus respectivas bodas, decide lanzarse a buscar un nuevo amor (el definitivo), decide mejorar su situación laboral... ¡y hasta aprende a aparcar!

El caso es que… ¿ha sido la protagonista la que ha tomado las decisiones realmente? Sobre el papel parece que el personaje aprende y madura, pero todo es una falacia chapucera: la protagonista no habría tomado ninguna de estas decisiones por su cuenta de no ser por la influencia de otro personaje: el amigo guay que al final, oh sorpresa, se convertirá en... ¿su nuevo amor? ¿el definitivo?

Porque ya me dirás cómo una mujer podría aprender a aparcar sin un hombre que le enseñase. Hombre por favor.

Me esperaba mas de esta película, con muchas esperanzas por el hecho de reconciliarte con el cine español....pero nada, tiene sus golpes de humor, su actriz ( Inma Cuesta) y sus buenos actores ( Quim Gutiérrez y Paco León) pero el resto decepciona en absoluto....con un final totalmente predecible y a la bulla.

Lo mejor: la primera boda con Quim Gutiérrez y la pequeña colaboración de Paco León.
Lo peor: la ultima boda es casi inexistente y el personaje de Martín Rivas un poco cargante.

Y ya está. Las únicas sonrisas que me ha arrancado ya me las arrancó el anuncio. No hay más. No hace gracia. Se ve a la legua el final. Da vergüenza ajena ver a Paco León hablando con acento vasco. Incluso Berto, un tipo espontáneo y para mi gusto gracioso, está soso cual acelga hervida. ROLLAZO.