Tres bodas de más cuenta con todos los detalles para ser una excelente película, un reparto de lujo con Inma Cuesta a la cabeza en una actuación magistral, un Martiño Rivas que maduro por fin como actor o las apariciones de Paco León, Laura Sánchez o Berto Romero. Además un guión que consigue mantenerte con la sonrisa en la boca durante toda la película.
Desde la película de primos, no me había gustado tanto una comedia española hasta Tres bodas de más, muy recomendable.

Hay veces donde se puede desdeñar un tipo de cine del que se puede decir que es poco ambicioso, irrelevante, ligero, etc, yo en mi opinión entiendo que el objetivo final de todo film debe ser entretener, aun cuando ese entretenimiento a veces pueda pasar por el descubrimineto de nuevos mundos, sensaciones, ideas, etc que puedan llevar mayor carga de profundidad al alma de quien la ve.

Pero también hay películas que van a entretener sin buscar senderos ni rodeos, sino a lo directo, y buscando eso tan difícil que es hacer reir y pasar un buen rato, y punto, y aquí eso se consigue.

La historia es ágil, arranca de forma prodigiosa, no tiene parones en su ritmo, está salpicada de momentos desternillantes, está muy bien interpretada por sus actores, y además tiene ese punto que hace que los que estamos rondando los 40 nos sintamos cercanos e incluso identificados con algunas de las situaciones.

Brillante comedia, muy recomendable, yo pasé un extraordinario rato y me reí en bastantes ocasiones, con lo cual, pues eso, objetivo cumplido.

El paso de los años ha formado en torno a ciertos géneros un lenguaje más que probado, un patrón esquematizado y redondo que es bien conocido, una fórmula cuyo éxito en taquilla tiraniza. ‘3 bodas de más’ quiere adherise a esta fórmula hispanizándola, no esconde su vocación comercial y es precisamente eso, su fijación comercial, principal lastre y gran error.

Javier Ruiz Caldera bebe de un espíritu claramente americano dando continuidad a su precedente, ‘Spanish Movie’ (2009) y ‘Promoción Fantasma’ (2012), logrando hacer funcionar por momentos esta irregular comedia romántica ante la que nos situamos. Surrealismo en cuanto a guión y un exceso de producción bien entendido son la invitación que da entrada a una boda (o tres), vestida de innumerables gags que aún con su carácter individual sirven para construir y dar cierta entidad a los personajes.

El guión yerra en querer ser demasiado perfecto y concluyente, adquiriendo en su forma lineal hacia mitad de metraje en adelante un tono tópico, ñoño y benevolente que causa rechazo. El previsible “happy ending” supone el clímax del mencionado tono, liberador, satisfactorio y moralizante para con su personaje principal llegando a saturar al espectador más curtido, ya sea en cine o en el amor. En la vis cómica, que es lo que aquí realmente importa, Pablo Alén y Breixo Corral conforman líneas de guión que alternan lo mordaz y afilado con lo escatológico, burdo y fácil, quedando una sensación agridulce aunque ligeramente positiva.

Carismática Inma Cuesta su personaje, espectadora de su propia vida que deberá “enfrentarse” a tres bodas protagonizadas por novios del pasado desde una perspectiva solitaria y poco favorable, nos resulta cercana y simpática gracias al talento de la actriz quien se destaca en dos grandes facetas, humor y ternura. Como escudero en pos de la apariencia embauca al joven becario interpretado por Martín Rivas, quien si bien funciona como despreocupado hacía la primera mitad del metraje resulta más tarde dañino como enamorado, sonrojo produce la escena musical del coche. Si bien el resto del reparto esta correcto y tiene su momento, Quim Gutiérrez, Paco León, Maria Botto, Silvia Abril, Joaquín Reyes, Rossy de Palma, es de obligado halago quien, para el que esto suscribe, protagoniza los mejores momentos de la película, un Berto Romero satírico y bufón capaz de provocar la carcajada más satisfactoria.

La sensación final es la de un producto fallido que podría haber resultado notable si el guión hubiera hecho gala de una mayor contención en lo que a comedia y trama se refiere. Aún así ‘3 bodas de más’ es una película disfrutable y risible durante gran parte del metraje y de fácil acceso para todo tipo de público. Muy recomendable para el espectador que busca un consumo desinteresado, y de la que deben huir el sector más intolerante.

Firmado: http://detenteencine.blogspot.com.es

No está nada mal esta refrescante mezcla de comedia clásica americana y tradición puramente ibérica. Es un poco lo que hizo en los 90 Manuel Gómez Pereira ("El amor perjudica seriamente la salud"): coger el modelo americano y (no quiero imitar a Wert) españolizarlo. La diferencia es que este Javier Ruiz Caldera resulta más ácido y corrosivo que Gómez Pereira, que era más contenido y educado.

Las distintas semillas germinan y se hacen carne en Inma Cuesta sin que nada chirríe: un poco de inseguridades y paranoias a lo Woody Allen, una pizca de esperpento bullicioso made in Berlanga, un pellizco del gamberrismo incorrecto de los Farrelly…

Mi paisano Martiño Rivas hace su primera buena interpretación, y la recuperación de Rossy de Palma es todo un puntazo (¿¿cómo no la han nominado al Goya como mejor secundaria??).

Tiene una estructura muy mecánica y el final está cantado, pero las risas están aseguradas.

Antes de entrar en valoraciones decir que, el espectador, cuando decide entrar a ver una película al cine o sentarse en su sofá a verla en casa, debe tener muy claro que es lo que quiere, es decir:
¿Quieres terminar de ver la peli deseando twittear recomendando a todos ir a verla porque las interpretaciones son de Oscar?
¿Quieres que te lleguen al corazón y hacerte llorar?
¿Quieres que la adrenalina te suba más y más con cada escena?
¿Quieres, simplemente pasar un buen rato viendo cine que entretenga sin más pretensiones?

No me parce justo valorar una película si no vas con la actitud adecuada a verla, ejemplo, no puedes entrar a ver Capitán América buscando interpretaciones que te lleguen al alma y que sean dignas de un globo de oro. Si entras a ver esa película debes saber que vas a encontrar acción, efectos especiales, peleas y poco más.

Dicho esto paso a dar mi opinión sobre este film:


Comedia romántica con un punto friki. Los actores están correctos y los gags son graciosos. Me ha sorprendido gratamente Martin Rivas, que ha perdido ese acento gallego cerrado que lucía en anteriores películas y ha mejorado mucho a nivel interpretativo. Inma Cuesta trabaja bien, resulta simpática y te hace empatizar por la ternura, torpeza y mala suerte de su personaje. Me falla Paco León, demasiado "Luisma" en todas sus interpretaciones.Quim Gutiérrez en su línea, este actor siempre hace lo mismo, lo cual a mi gusto queda muy bien en algunas películas y en otras, caso de esta, queda muy lejos del rol de los protagonistas. Para mi gusto otro actor habría cumplido mucho mejor.

Me ha entretenido, me he reído, incluso mucho en algunas escenas, me ha gustado Inma Cuesta, Martin Rivas, Rossi de Palma y Silvia Abril.

Si buscas pasar un rato divertido sin más pretensiones, no debes perdértela.

Para mí un 8