New York, New York
1977 

6.8
5,293
Musical. Drama. Romance
Jimmy es un impetuoso y seductor saxofonista que aspira a formar parte de una gran banda. Francine es una tímida cantante de bar que sueña con ser famosa. Cuando se conocen el día que termina la Segunda Guerra Mundial, surge entre ellos una atracción inmediata y, cuando él toca y ella canta, consiguen hacer temblar los rascacielos. Es el comienzo de una tormentosa relación que pondrá a prueba su capacidad para encontrar el equilibrio ... [+]
7 de febrero de 2014
7 de febrero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo creo que esta película, aparte del nombre que tiene (que es bastante guay) en mi opinión no estuvó a la altura de lo esperado, ya que aunque indiscutiblemente lleva el sello de Martin Scorsese, no por eso signífica necesariamente que vaya a ser una buena película como ocurre en el 98% de los casos. No lo digo por que sea un film músical, no, nada de eso, pues puede haber films músicales buenos y films músicales malos, sin embargo en esta ocasión no es que haya sido lo segundo del todo, pero si que es verdad que la peli es aburrida y además cansina, pues yo hará unos 6 años que la vi por primera vez y no me pareció gran cosa viniendo de alguien tan especial como Scorsese, ya que él sabe hacer buenas películas de verdad, cosa que no sucede con esta mediocridad llamada "New York, New York".
No sé, pero yo personalmente prefiero otras de este director italoamericano que sean mejores, claro que en esta peli también hay escenas dramáticamente funestas (como en la mayoría, por no decir casi todas, de las películas de este director) aunque esto tampoco sería nuevo, incluso siendo de aquella época en que salió (1977) pues ya antes de este film había pelis brutales por parte de este director como "Malas Calles", "Boxcar Bertha" o "Taxi Driver" (bueno, esta última, quizá no sea demasiado desagradable, pero desde luego es violenta) lo que si está claro es que no es una película divertida, que digamos, ya que para mí no ha llegado a serlo, por lo que si alguna vez volvieran a echarla por la tele seguramente no la volvería a ver más, no.
No sé, pero yo personalmente prefiero otras de este director italoamericano que sean mejores, claro que en esta peli también hay escenas dramáticamente funestas (como en la mayoría, por no decir casi todas, de las películas de este director) aunque esto tampoco sería nuevo, incluso siendo de aquella época en que salió (1977) pues ya antes de este film había pelis brutales por parte de este director como "Malas Calles", "Boxcar Bertha" o "Taxi Driver" (bueno, esta última, quizá no sea demasiado desagradable, pero desde luego es violenta) lo que si está claro es que no es una película divertida, que digamos, ya que para mí no ha llegado a serlo, por lo que si alguna vez volvieran a echarla por la tele seguramente no la volvería a ver más, no.
18 de junio de 2023
18 de junio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No la tengo como una película importante en la filmografía de Scorsese. La tengo algo de "manía", comprada hace mucho años y aposentada en el estante de las películas 'por ver'. El reparo fundamental que muestro sobre esta cinta es que no veo capaz a Scorsese de llevar a buen puerto una cinta sobre Jazz, una especie de musical, o de historia orquestada, con mucha música y demás. Le tengo encasillado en películas de cine negro o similar: Taxi driver (1976); Toro salvaje (1980); El Color del dinero (1986); Uno de los nuestros (1990); Casino (1995); y Gangs off New York (2002), que para mi son las mejores, siempre antes de la segunda hornada de películas brillantes: El aviador (2004); Infiltrados (2006); Shutter Island (2010) y El lobo de Wall Street (2013)
No me ha parecido tan brillante y tan vistosa como otras suyas, no es tan 'suya', pero se puede ver. Como todas sus películas es demasiado larga, sobra metraje. En el comienzo de la cinta se indica si se prefiere la versión 'corta' o la 'larga'. La larga son 156 minutos, excesivos a mi modo de ver. Aunque puede ser una historia de gran formato no parece que aguante tal y como la ha desarrollado el Director.
Me ha sorprendido un poco Liza Minnelli. No la he visto en el papel en ningún momento, sobre todo al principio de la misma. Cuando empieza a cantar y desarrollar el rol de cantante empieza a ser más creíble, a estar más dentro del papel. Desde luego no es su mejor papel. La he visto en mejores papeles, aunque nunca ha sido una actriz que me gustase especialmente. Siempre he considerado que la cuna que tiene le ha ayudado de tal manera que no tiene mérito alguno lo que ha hecho.
Tampoco creo que De Niro sea el candidato ideal para esta papel. Quizá hubiera estado mejor desarrollado por un actor más fino, más delgado y huesudo, más tipo de Chet Baker, con ese rostro cincelado por las drogas y el alcohol. La película esconde un trasfondo triste y melancólico y los actores le imprimen un carácter vitalista y enérgico que choca un poco con la historia central que quiere contar.
La canción "New York, New York" fue compuesta expresamente para la película recreando y cantada por Liza Minnelli, que la sigue utilizando en sus conciertos y actuaciones. Tres años después es incorporada por Frank Sinatra en un disco de 1980, cuando rondaba los 65 años y se convirtió en un éxito fulgurante, atribuido generalmente a él.
La película fue un fracaso comercial. Al parecer el Director quería hacer una cinta de cuatro horas, y al final rebajó sus pretensiones para dejar la película en dos formatos: 155 y 135 minutos. No sé cuáles fueron las razones del mal comportamiento en taquilla. Probablemente la temática, fuera de los gustos de la época, Star Wars, películas de mafiosos, y cosas por el estilo, nuevas temática y nuevos gustos...
No me ha parecido tan brillante y tan vistosa como otras suyas, no es tan 'suya', pero se puede ver. Como todas sus películas es demasiado larga, sobra metraje. En el comienzo de la cinta se indica si se prefiere la versión 'corta' o la 'larga'. La larga son 156 minutos, excesivos a mi modo de ver. Aunque puede ser una historia de gran formato no parece que aguante tal y como la ha desarrollado el Director.
Me ha sorprendido un poco Liza Minnelli. No la he visto en el papel en ningún momento, sobre todo al principio de la misma. Cuando empieza a cantar y desarrollar el rol de cantante empieza a ser más creíble, a estar más dentro del papel. Desde luego no es su mejor papel. La he visto en mejores papeles, aunque nunca ha sido una actriz que me gustase especialmente. Siempre he considerado que la cuna que tiene le ha ayudado de tal manera que no tiene mérito alguno lo que ha hecho.
Tampoco creo que De Niro sea el candidato ideal para esta papel. Quizá hubiera estado mejor desarrollado por un actor más fino, más delgado y huesudo, más tipo de Chet Baker, con ese rostro cincelado por las drogas y el alcohol. La película esconde un trasfondo triste y melancólico y los actores le imprimen un carácter vitalista y enérgico que choca un poco con la historia central que quiere contar.
La canción "New York, New York" fue compuesta expresamente para la película recreando y cantada por Liza Minnelli, que la sigue utilizando en sus conciertos y actuaciones. Tres años después es incorporada por Frank Sinatra en un disco de 1980, cuando rondaba los 65 años y se convirtió en un éxito fulgurante, atribuido generalmente a él.
La película fue un fracaso comercial. Al parecer el Director quería hacer una cinta de cuatro horas, y al final rebajó sus pretensiones para dejar la película en dos formatos: 155 y 135 minutos. No sé cuáles fueron las razones del mal comportamiento en taquilla. Probablemente la temática, fuera de los gustos de la época, Star Wars, películas de mafiosos, y cosas por el estilo, nuevas temática y nuevos gustos...
13 de junio de 2013
13 de junio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las personas evolucionamos constantemente. Nunca dejamos de hacerlo. Y con nosotros hacen el viaje nuestras cosas. Unas cambian y otras siguen inmutables a nuestro lado de principio a fin. Quizás con matices, pero esencialmente iguales. Cualquier otra cosa o cualquier persona que haga peligrar lo que sentimos ser quedará en la cuneta del camino que transitamos.
De eso trata el peliculón que Martin Scorsese filmó allá por los años setenta. Sí, sí. New York, New York. Peliculón que reunió un magnífico reparto (Liza Minnelli y Robert De Niro son los principales), una banda sonora completamente grandiosa (John Kander y Fred Ebb firmaron la partitura original), un guión muy bien trazado en el que los personajes ocupan el lugar exacto porque crecen desde la primera secuencia, un vestuario y un maquillaje ajustado con pulcritud a lo que era necesario y una dirección de fotografía muy cuidada. Con esto, Scorsese logró un producto emocionante, compacto y muy creíble. Un peliculón, se lo digo yo. Y no es necesario ser un fan del jazz para que guste. El guión es suficiente para que el calado de lo que nos cuentan sea universal.
Jimmy (Robert De Niro) y Francine (Liza Minnelli) se conocen y entablan una relación absolutamente tormentosa. Él es un saxofonista genial que se encuentra en plena evolución (como lo está el jazz en ese momento, que sigue anclado en las Big Bands respecto al gran público, pero que tiene una estructura distinta en los pequeños clubes. Está llegando el BiBop). Ella es una cantante pegada a lo clásico y que maneja registros muy amables con el público. Es lo que están deseando encontrar los empresarios para grabar discos). Pues bien, eso que les une (la música) será lo que les separe finalmente. Saben renunciar a unas cosas, pero a otras no. El éxito de uno no le sirve al otro. El mundo de uno es ajeno al otro. Todo esto, muy bien contando, envuelto en una música que será difícil que nadie pueda igualar (la banda sonora es sensacional), con una interpretación de Minnelli fantástica (sobre todo cuando se sube a los escenarios que trae el guión para que ella sea ella). De la de De Niro no puedo decir lo mismo. Es correcta. Mucho, pero no pasa de ahí.
El ambiente que se vivía alrededor de la música en la América de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, quedan perfectamente dibujados en la película. Un mundo que, al fin y al cabo, es el mundo de todos y que puede maquillarse con esto o aquello, pero no puede dejar de ser siempre el mismo.
Una escena que se desarrolla en un club, en el que Jimmy interpreta ese jazz que ya ha llegado con fuerza, es la que resume con exactitud toda la película. Él interpreta. Ella acaba de firmar el contrato de su vida. Intenta subir al pequeño escenario para acompañar cantando a su marido. Este modifica el registro y hace que ella tenga que olvidar la idea. Música distinta, personalidades distintas, mundos distintos. Eso que nos hace fracasar tan a menudo en nuestras relaciones interpersonales.
Por supuesto, Minnelli interpreta el tema New York, New York, como nadie lo podría hacer. Inmensa. Aunque el resto de la película fuera un tostón, merecería la pena verla sólo por ver a esa fiera del escenario.
Hay que ver esta película, dejarse llevar por la música (si no es el jazz su música preferida lo puede llegar a ser después de disfrutar de esta banda sonora, queda usted advertido), intentar comprender a los personajes sabiendo que aquí no hay ni mejores ni peores sino diferentes. Son dos horas inolvidables de buen cine. Se lo digo yo.
Una última cosa. Si echan un vistazo a la película podrán comprobar que Scorsese no tiene pereza buscando los primeros planos de sus actores. En concreto, con Minnelli, hace un alarde. Claro, esa mujer, en ese momento, era unos de los rostros más expresivos que se podían encontrar. Y da gusto acercarse a sus ojos, a sus labios. Parece que no es necesario nada más. ¿Han notado que ya no se hacen esas cosas con tanta frecuencia? Creo yo que tanta cirugía está dejando sin expresión los rostros y, por eso, se buscan alternativas al primer plano. Pero siempre nos quedará Minnelli en está película. A los espectadores, digo. Los directores de cine tendrán que inventar algo.
inventodeldemonio.es/blog
De eso trata el peliculón que Martin Scorsese filmó allá por los años setenta. Sí, sí. New York, New York. Peliculón que reunió un magnífico reparto (Liza Minnelli y Robert De Niro son los principales), una banda sonora completamente grandiosa (John Kander y Fred Ebb firmaron la partitura original), un guión muy bien trazado en el que los personajes ocupan el lugar exacto porque crecen desde la primera secuencia, un vestuario y un maquillaje ajustado con pulcritud a lo que era necesario y una dirección de fotografía muy cuidada. Con esto, Scorsese logró un producto emocionante, compacto y muy creíble. Un peliculón, se lo digo yo. Y no es necesario ser un fan del jazz para que guste. El guión es suficiente para que el calado de lo que nos cuentan sea universal.
Jimmy (Robert De Niro) y Francine (Liza Minnelli) se conocen y entablan una relación absolutamente tormentosa. Él es un saxofonista genial que se encuentra en plena evolución (como lo está el jazz en ese momento, que sigue anclado en las Big Bands respecto al gran público, pero que tiene una estructura distinta en los pequeños clubes. Está llegando el BiBop). Ella es una cantante pegada a lo clásico y que maneja registros muy amables con el público. Es lo que están deseando encontrar los empresarios para grabar discos). Pues bien, eso que les une (la música) será lo que les separe finalmente. Saben renunciar a unas cosas, pero a otras no. El éxito de uno no le sirve al otro. El mundo de uno es ajeno al otro. Todo esto, muy bien contando, envuelto en una música que será difícil que nadie pueda igualar (la banda sonora es sensacional), con una interpretación de Minnelli fantástica (sobre todo cuando se sube a los escenarios que trae el guión para que ella sea ella). De la de De Niro no puedo decir lo mismo. Es correcta. Mucho, pero no pasa de ahí.
El ambiente que se vivía alrededor de la música en la América de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, quedan perfectamente dibujados en la película. Un mundo que, al fin y al cabo, es el mundo de todos y que puede maquillarse con esto o aquello, pero no puede dejar de ser siempre el mismo.
Una escena que se desarrolla en un club, en el que Jimmy interpreta ese jazz que ya ha llegado con fuerza, es la que resume con exactitud toda la película. Él interpreta. Ella acaba de firmar el contrato de su vida. Intenta subir al pequeño escenario para acompañar cantando a su marido. Este modifica el registro y hace que ella tenga que olvidar la idea. Música distinta, personalidades distintas, mundos distintos. Eso que nos hace fracasar tan a menudo en nuestras relaciones interpersonales.
Por supuesto, Minnelli interpreta el tema New York, New York, como nadie lo podría hacer. Inmensa. Aunque el resto de la película fuera un tostón, merecería la pena verla sólo por ver a esa fiera del escenario.
Hay que ver esta película, dejarse llevar por la música (si no es el jazz su música preferida lo puede llegar a ser después de disfrutar de esta banda sonora, queda usted advertido), intentar comprender a los personajes sabiendo que aquí no hay ni mejores ni peores sino diferentes. Son dos horas inolvidables de buen cine. Se lo digo yo.
Una última cosa. Si echan un vistazo a la película podrán comprobar que Scorsese no tiene pereza buscando los primeros planos de sus actores. En concreto, con Minnelli, hace un alarde. Claro, esa mujer, en ese momento, era unos de los rostros más expresivos que se podían encontrar. Y da gusto acercarse a sus ojos, a sus labios. Parece que no es necesario nada más. ¿Han notado que ya no se hacen esas cosas con tanta frecuencia? Creo yo que tanta cirugía está dejando sin expresión los rostros y, por eso, se buscan alternativas al primer plano. Pero siempre nos quedará Minnelli en está película. A los espectadores, digo. Los directores de cine tendrán que inventar algo.
inventodeldemonio.es/blog
2 de abril de 2009
2 de abril de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era difícil que entre Scorsese, De Niro y una no tan bella Liza Minelli (en Cabaret estaba espléndida) no saliera algo decente. Es difícil. Sólo con el duo Scorsese/DeNiro que se conocen como si se hubieran parido, ya hubiera salido algo elocuente.
Digo decente porque los musicales no es un género que me apasione.
Pero es Scorsese... y De Niro... y merecen un respeto.
Recomiendo "El Ultimo Vals"; también de Scorsese, sobre el último concierto de The Band.
Digo decente porque los musicales no es un género que me apasione.
Pero es Scorsese... y De Niro... y merecen un respeto.
Recomiendo "El Ultimo Vals"; también de Scorsese, sobre el último concierto de The Band.
25 de octubre de 2023
25 de octubre de 2023
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Después de su gran obra "Taxi Driver", Scorsese se dispuso a hacer esta película, logrando recrear varios aspectos de las comedias musicales que solían ser muy populares en los años 40. La cinematografía, el vestuario y la producción son impecables, haciendo que los escenarios luzcan como las películas clásicas orientadas a la música y la comedia. Se siente como si fuera una película hecha en los años 40. La banda sonora es bastante buena con ese aire de jazz clásico y fue en esta película donde se originó una de las canciones más populares de Frank Sinatra. Robert De Niro es todo un carismático y pícaro saxofonista cuya relación con Francine se divide entre su amor por ella o su carrera musical. Algo que incluso afecta a la misma Francine. Con un toque dramático, la película es incluso un vistazo a lo que yacía detrás de las estrellas musicales de su momento. La duración hace que la película llegue a ser algo difícil de ver de principio a fin, pero no cabe duda que New York, New York es un gran homenaje al mundo de las comedias musicales clásicas. Mi calificación final para esta película es un 8/10.
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