Thirst
6.2
4,766
Terror. Drama
Sang-hyun, un caritativo sacerdote que suele visitar a los pacientes del pequeño hospital de su ciudad, vive atormentado por las dudas y la desesperación que le provoca un mundo dominado por el sufrimiento y la muerte. El deseo de salvar vidas lo lleva a África, para participar en un proyecto cuyo objetivo es encontrar una vacuna contra un virus letal. Allí contrae una enfermedad mortal de la que se recupera casi milagrosamente. La ... [+]
25 de abril de 2011
25 de abril de 2011
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Park Chan-wook ha entendido que el cine ni se crea ni se destruye, únicamente se transforma. Es un Arte que sirve para registrar la vida del Hombre, su Cultura, su Civilización. Cada época ha tenido sus obras maestras, cada una con sus características. De Intolerancia de Griffith a Amanecer de Murnau. De esta a Lo que el viento se llevó. De ahí a El crepúsculo de los dioses. Después, Doce hombres sin piedad, El Padrino, Dersu Uzala, Fanny y Alexander, La lista de Schindler... ¿saben lo que ocurre con todas estas Obras Maestras? Que cada una es distinta. Hecha por hombres de su tiempo que supieron plasmar en el cine las Ideas de aquella época.
Y eso hace Park en esta contundente y sublime película. Olvídense de los viejos vampiros. Park pone al vampiro como un paria, en un mundo dominado por la adicción y el materialismo. Los valores se han perdido. La creencia en lo sobrenatural también. El vampiro queda reducido a un símbolo pop. Park muestra esta indefinición con grandes momentos cómicos, otros de una profundidad dramática inalcanzable para cualquier director que no sea él, Nolan, Kim Ki-duk y dos o tres más (de los actuales). Realmente es difícil darle nota a esta película. ¿Acaso se puede cuantificar esa grandiosa escena final, ese sacrificio que hace el protagonista?
Park confronta el pensamiento racional al pasional. El cura con sus ideas claramente asentadas que tiene que hacer frente a lo inexplicable, a lo místico. La fe del catolicismo no llega para comprender su transformación en vampiro. Pero tampoco para comprender a la sociedad. Song Kang-ho interpreta con enorme profundidad a este cura que se enamora de Kim Ok-bin, otra bella actriz desconocida (hasta ahora) del cine coreano. Se enamora de ella por su imposibilidad. Da igual que sea una asesina, no puede vivir sin ella. Es el fruto de su felicidad, también su condena.
Quien no llore con el final de esta película es que nunca ha amado.
Y eso hace Park en esta contundente y sublime película. Olvídense de los viejos vampiros. Park pone al vampiro como un paria, en un mundo dominado por la adicción y el materialismo. Los valores se han perdido. La creencia en lo sobrenatural también. El vampiro queda reducido a un símbolo pop. Park muestra esta indefinición con grandes momentos cómicos, otros de una profundidad dramática inalcanzable para cualquier director que no sea él, Nolan, Kim Ki-duk y dos o tres más (de los actuales). Realmente es difícil darle nota a esta película. ¿Acaso se puede cuantificar esa grandiosa escena final, ese sacrificio que hace el protagonista?
Park confronta el pensamiento racional al pasional. El cura con sus ideas claramente asentadas que tiene que hacer frente a lo inexplicable, a lo místico. La fe del catolicismo no llega para comprender su transformación en vampiro. Pero tampoco para comprender a la sociedad. Song Kang-ho interpreta con enorme profundidad a este cura que se enamora de Kim Ok-bin, otra bella actriz desconocida (hasta ahora) del cine coreano. Se enamora de ella por su imposibilidad. Da igual que sea una asesina, no puede vivir sin ella. Es el fruto de su felicidad, también su condena.
Quien no llore con el final de esta película es que nunca ha amado.
3 de junio de 2010
3 de junio de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Revitalizar un género tan machacado como el de los vampiros no es tarea fácil, pero el señor Park da un buen paso en el sentido adecuado. Es más una cuestión de ética que de estética; no de ética entendiéndola como conjunto de normas morales que rigen la conducta humana, es más un tema de ética profesional (tampoco hablo exactamente de deontología): no dejarse comprar por el mercado. Hacer lo que deseas como deseas. Aparte, no vamos a negarlo, hay una cuestión de talento innegable en el asunto. Algunas escenas sobran para mi gusto, pero eso mismo que hace de la película interesante, acarrea estos "inconvenientes" que pueden serlo sólo para mí.
6 de octubre de 2011
6 de octubre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso, tiene sus partes buenas y otras tantas que para mi gusto no lo son tanto. Mi impresión es que ese tipo de contenido que no me gusta es parte intrínseca de este tipo de cine, por tanto así lo entiendo y así lo acepto sin más queja al respecto.
El cine oriental me deja casi siempre impresionado de una forma u otra, y la mayoría de las veces de forma bastante positiva (en términos generales). Con lo que comentaba antes me vengo a referir al uso (y para mi gusto al abuso) de escenas desagradables a más no poder, y digo a más no poder porque ya estoy acostumbrado a ver escenas más que desagradables en otras muchas películas, pero es que esta gente van un paso más allá, y nos ponen imágenes que literalmente son de apartar la vista de la pantalla. Como decía antes son auténticos especialistas en eso.
Huelga decir que todo lo que digo es aplicable también a este film, y que aun así el resultdo final está muy por encima de eso, es una película que merece la pena ver (a los que les vaya este género claro) y que seguro que no dejará indiferente a nadie.
Saludoss
El cine oriental me deja casi siempre impresionado de una forma u otra, y la mayoría de las veces de forma bastante positiva (en términos generales). Con lo que comentaba antes me vengo a referir al uso (y para mi gusto al abuso) de escenas desagradables a más no poder, y digo a más no poder porque ya estoy acostumbrado a ver escenas más que desagradables en otras muchas películas, pero es que esta gente van un paso más allá, y nos ponen imágenes que literalmente son de apartar la vista de la pantalla. Como decía antes son auténticos especialistas en eso.
Huelga decir que todo lo que digo es aplicable también a este film, y que aun así el resultdo final está muy por encima de eso, es una película que merece la pena ver (a los que les vaya este género claro) y que seguro que no dejará indiferente a nadie.
Saludoss
5 de diciembre de 2016
5 de diciembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que Park Chan-wook no lo pone nada fácil con esta película, exige al espectador cierta paciencia y tolerancia, pero si aceptas las reglas que impone creo que la película merece la pena y a los pocos minutos de empezar se disfruta mucho. Para los puristas del género de vampiros quizás se pase de rosca, pero creo que la peli es algo más que eso, y aun así, opino, habrá mucho fanático del tema que acabe contento, pues que mejor que algo de novedad cuando todo está tan mascado ¿no?
Creo que es altamente recomendable.
Creo que es altamente recomendable.
18 de octubre de 2021
18 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento, he sufrido viendo esta película. Creo que si Park Chan-Wook juega a ser efectista e impactar en el espectador, lo consigue con maestría. Por momentos he recordado aquellas imágenes de “La balada de Narayama” (Shôhei Imamura, 1983) que a modo de “Un Perro Andaluz” (Luís Buñuel, 1929) se quedan impregnadas en tu mente. En este caso me ha ocurrido con varios fotogramas provocativos como el trío del párroco, el marido ahogado cayéndosele los mocos, y la esposa… por no citar las múltiples escenas de ampollas y pústulas…. En fin… cuando las películas se centran en lo visceral y la violencia gráfica extrema, empiezo a no disfrutarla… Quizá es que no la he entendido o me ha pillado cenando.
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