[•REC] 4: Apocalipsis
2014 

4.3
9,787
15 de febrero de 2015
15 de febrero de 2015
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver cuándo les entra en la cabeza a la mayoría de eruditos del cine español que no estamos al nivel de las producciones americanas, por muy temprano que se levanten. El cine español, comparado con el estadounidense, es como el niño que se pone el uniforme de su padre y juega a que va a trabajar. Así es esta película, como lo es la gran mayoría (ojo, no todas) de cintas que se realizan en este país. Sobre todo cuando lo que se busca es el reconocimiento y el afán de que le tiren flores a uno, como es el caso concreto no ya de esta película, sino de la saga completa, que comenzó con una primera entrega explotando el fenómeno "found footage" como recurso innovador en España, pero que llevaba años usándose en Estados Unidos. Como siempre, retrasados en comparación a ellos. Y el retraso es aún mayor, puesto que alguno de esos eruditos habrá decidido que eso del metraje encontrado ya no funcionaba, y había que volver a la filmación tradicional; "las cosas se hacen así", "esto es lo que funciona". Se les llena la boca cuando dicen frases así.
Yo creo que lo único que demuestra el haber llevado a término esta producción es el hecho de que en este país, la gente consume lo que quieren que consuman. Se les vende como innovador algo trillado y mil veces visto y la manada de borregos lo van a ver al cine en masa porque cuidado, es que está hecho en España y la crítica lo pone por las nubes. Observo con estupor cómo se desvirtúa el poquito de calidad que tuvo la primera entrega de Rec, lenta pero inexorablemente, en cada una de las demás secuelas de la saga, producto, imagino, del afán avaricioso de unos cineastas sin escrúpulos para los que priman las ganancias potenciales de taquilla sobre la calidad final del producto, y los cuales tienen la poca vergüenza de salir en sus galas de entregas de premios defendiendo la cultura y el cine patrios a capa y espada, para que se siga perpetuando el modus operandi rancio y casposo de los que montaron el tinglado décadas atrás, y del que ellos, bien colocados niños de papá, siguen mamando hoy en día. Qué a gusto me he quedado.
Detallo en el spoiler el por qué de la puntuación.
Yo creo que lo único que demuestra el haber llevado a término esta producción es el hecho de que en este país, la gente consume lo que quieren que consuman. Se les vende como innovador algo trillado y mil veces visto y la manada de borregos lo van a ver al cine en masa porque cuidado, es que está hecho en España y la crítica lo pone por las nubes. Observo con estupor cómo se desvirtúa el poquito de calidad que tuvo la primera entrega de Rec, lenta pero inexorablemente, en cada una de las demás secuelas de la saga, producto, imagino, del afán avaricioso de unos cineastas sin escrúpulos para los que priman las ganancias potenciales de taquilla sobre la calidad final del producto, y los cuales tienen la poca vergüenza de salir en sus galas de entregas de premios defendiendo la cultura y el cine patrios a capa y espada, para que se siga perpetuando el modus operandi rancio y casposo de los que montaron el tinglado décadas atrás, y del que ellos, bien colocados niños de papá, siguen mamando hoy en día. Qué a gusto me he quedado.
Detallo en el spoiler el por qué de la puntuación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Básicamente la película falla en guión, argumento e interpretación. En lo esencial, vaya. En cuanto a dirección, se deja llevar, pero tiene fallos de principiante. De niños jugando a ser mayores.
Al principio de todo, los dos maromos del ejército encuentran en el famoso edificio a un menda pidiendo auxilio y, ni cortos ni perezosos (y sin preguntar), le pegan un tiro y se lo cargan. Luego se encuentran a la prota pidiendo auxilio en las mismas condiciones y a ésta no se la cargan. Lógica aplastante. Media hora más tarde desearías que lo hubieran hecho.
Que conste que bajo mi punto de vista, la mejor interpretación de la película es para el hombre que hace de cocinero del barco, el cual ni siquiera aparece en los créditos al final de la película, una vergüenza. Yo, que no soy actor, humildemente opino que el secreto de una buena actuación es que lo que haces tiene que asemejarse a lo que harías si la acción se desarrollase en la vida real, y es por esto que las películas españolas no gozan de mi simpatía, porque nadie que yo conozca habla como los personajes de las películas españolas. Por ejemplo, rara vez, en una conversación con alguien, se dice "será mejor que..." En esta película se dice tres veces en menos de medio minuto. Dado este razonamiento, como en Estados Unidos no sé cómo hablan, pues me lo creo más, hasta que hable con ellos. Parece lógico, ¿no?
Sigo.
Es fantástico que un informático no use el ratón del ordenador en toda la película, y es aún más fantástico que se llame Nick, que es un nombre muy español. No entiendo por qué se empeñan una y otra vez en poner nombres rebuscadísimos a los personajes. Pero es todavía más fantástico que todo lo que salga en el ordenador del informático, siendo éste y el ordenador españoles, esté en inglés, cuando la película es española, los actores son españoles y está rodada en español (o castellano). Exceptuando la pantalla del motor auxiliar del barco, que está en ruso. Toma ahí la mediocridad casposa del director, sí señor.
Y lo que ya es para mear y no echar gota, es que el técnico de comunicaciones del barco tenga un equipo informático relativamente moderno, y que los científicos tengan un ordenador de los años setenta.
Luego hay una parte en que van a sacarle a Ángela el bicho, que supuestamente lleva dentro, a pelo, sin anestesia (eso sí, le ponemos una gasa en la boca para que no se haga daño en la lengua, que es más importante que la raja que le vamos a hacer sin desinfectar el instrumental), gracias a que uno de los doctores llevaba por casualidad no uno sino dos maletines lleno de trastos médicos por si acaso. Le levantan el jersey y la camiseta y se ve claramente que lleva puesto un sujetador de los de aros. Escenas más tarde, Ángela se quita el jersey y se queda con la camiseta de tirantes, con la que se le marcaría el sujetador, pero no es así, es decir, parece que no lleva sujetador. A lo mejor no me fijé bien, pero creo que es un error de racor.
Pero mi escena favorita es la de Nick y Ángela en uno de los pasillos del barco, con el motor fuera borda en las manos de Nick, oyendo que está encendido... ¡y la hélice parada! No tiene precio.
Hay algo del guión que no me resulta coherente. Si el bicho abandonó a Ángela porque el maromo del ejército era mejor que ella, ¿a santo de qué intenta volver a meterse en ella otra vez?
En fin, que la cinta es mala, peor que mala. Coincido con muchos de los que escriben en que habría que habilitar el cero como puntuación. Esta película es un compendio de muchas de las cosas que no se deben hacer en el cine, y además rescata uno de los grandes tópicos de los videojuegos de los años ochenta: el castillo explota cuando acabas de salir de él. ¿No es genial?
Al principio de todo, los dos maromos del ejército encuentran en el famoso edificio a un menda pidiendo auxilio y, ni cortos ni perezosos (y sin preguntar), le pegan un tiro y se lo cargan. Luego se encuentran a la prota pidiendo auxilio en las mismas condiciones y a ésta no se la cargan. Lógica aplastante. Media hora más tarde desearías que lo hubieran hecho.
Que conste que bajo mi punto de vista, la mejor interpretación de la película es para el hombre que hace de cocinero del barco, el cual ni siquiera aparece en los créditos al final de la película, una vergüenza. Yo, que no soy actor, humildemente opino que el secreto de una buena actuación es que lo que haces tiene que asemejarse a lo que harías si la acción se desarrollase en la vida real, y es por esto que las películas españolas no gozan de mi simpatía, porque nadie que yo conozca habla como los personajes de las películas españolas. Por ejemplo, rara vez, en una conversación con alguien, se dice "será mejor que..." En esta película se dice tres veces en menos de medio minuto. Dado este razonamiento, como en Estados Unidos no sé cómo hablan, pues me lo creo más, hasta que hable con ellos. Parece lógico, ¿no?
Sigo.
Es fantástico que un informático no use el ratón del ordenador en toda la película, y es aún más fantástico que se llame Nick, que es un nombre muy español. No entiendo por qué se empeñan una y otra vez en poner nombres rebuscadísimos a los personajes. Pero es todavía más fantástico que todo lo que salga en el ordenador del informático, siendo éste y el ordenador españoles, esté en inglés, cuando la película es española, los actores son españoles y está rodada en español (o castellano). Exceptuando la pantalla del motor auxiliar del barco, que está en ruso. Toma ahí la mediocridad casposa del director, sí señor.
Y lo que ya es para mear y no echar gota, es que el técnico de comunicaciones del barco tenga un equipo informático relativamente moderno, y que los científicos tengan un ordenador de los años setenta.
Luego hay una parte en que van a sacarle a Ángela el bicho, que supuestamente lleva dentro, a pelo, sin anestesia (eso sí, le ponemos una gasa en la boca para que no se haga daño en la lengua, que es más importante que la raja que le vamos a hacer sin desinfectar el instrumental), gracias a que uno de los doctores llevaba por casualidad no uno sino dos maletines lleno de trastos médicos por si acaso. Le levantan el jersey y la camiseta y se ve claramente que lleva puesto un sujetador de los de aros. Escenas más tarde, Ángela se quita el jersey y se queda con la camiseta de tirantes, con la que se le marcaría el sujetador, pero no es así, es decir, parece que no lleva sujetador. A lo mejor no me fijé bien, pero creo que es un error de racor.
Pero mi escena favorita es la de Nick y Ángela en uno de los pasillos del barco, con el motor fuera borda en las manos de Nick, oyendo que está encendido... ¡y la hélice parada! No tiene precio.
Hay algo del guión que no me resulta coherente. Si el bicho abandonó a Ángela porque el maromo del ejército era mejor que ella, ¿a santo de qué intenta volver a meterse en ella otra vez?
En fin, que la cinta es mala, peor que mala. Coincido con muchos de los que escriben en que habría que habilitar el cero como puntuación. Esta película es un compendio de muchas de las cosas que no se deben hacer en el cine, y además rescata uno de los grandes tópicos de los videojuegos de los años ochenta: el castillo explota cuando acabas de salir de él. ¿No es genial?
30 de noviembre de 2014
30 de noviembre de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con [REC 4], se pone punto y final a una de las sagas más exitosas del cine español, incluso remakeada con el título de Quarantine, para la industria americana.
Jaume Balagueró volvió a tomar las riendas de sus criatura tras el inciso de REC 3, dirigida por su colaborador Paco Plaza. En esta ocasión, y tras la historia paralela de la boda, narrada en la mencionada REC 3, la acción retoma su hilo argumental principal trasladando a Ángela Vidal, la única superviviente del edificio barcelonés, a un barco donde están realizando pruebas médicas para determinar el origen del virus zombie.
Sin embargo, a pesar de que la situación parece estar controlada, el caos vuelve a desatarse y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas.
Sinceramente, la idea de trasladar la historia a un barco en alta mar, es cuanto menos, muy forzada y descabellada, pero bueno, el caso es que este truco típico del género la verdad es que funciona en este caso.
El ambiente opresivo del barco ayuda bastante a darle encanto y claustrofobia a una cinta que funciona en lo que pretende, entretener y tener en vilo al espectador, llevandolo así en volandas a unos 95 minutos que se te hacen cortísimos.
En esta última película que cierra la saga, se opta de nuevo por seguir el estilo de narración convencional, dejando abandonada la técnica del "found footage" que también funcionó en las dos primeras partes, y que sinceramente ya cansa un poco, dada la sobredosis de películas rodadas en este formato .
Y centrándonos en el argumento en sí, pues que quereis que os diga, es puro convencionalismo, despeja muy pocas dudas sobre el ya mítico personaje de La niña Medeiros y el origen del presunto virus tampoco.
En definitiva, el cierre de la saga REC, no colma las expectativas de lo que se esperaba de ella. De todas maneras, dado por el ritmo trepidante y muy entretenido del film, le perdonamos esta pequeña falla al bueno de Jaume Balagueró, un director bastante solvente y actualmente el mejor director español que hace cine de género.
Hasta siempre Niña Medeiros. Te queremos.
www.lamiradadifusa.com
Jaume Balagueró volvió a tomar las riendas de sus criatura tras el inciso de REC 3, dirigida por su colaborador Paco Plaza. En esta ocasión, y tras la historia paralela de la boda, narrada en la mencionada REC 3, la acción retoma su hilo argumental principal trasladando a Ángela Vidal, la única superviviente del edificio barcelonés, a un barco donde están realizando pruebas médicas para determinar el origen del virus zombie.
Sin embargo, a pesar de que la situación parece estar controlada, el caos vuelve a desatarse y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas.
Sinceramente, la idea de trasladar la historia a un barco en alta mar, es cuanto menos, muy forzada y descabellada, pero bueno, el caso es que este truco típico del género la verdad es que funciona en este caso.
El ambiente opresivo del barco ayuda bastante a darle encanto y claustrofobia a una cinta que funciona en lo que pretende, entretener y tener en vilo al espectador, llevandolo así en volandas a unos 95 minutos que se te hacen cortísimos.
En esta última película que cierra la saga, se opta de nuevo por seguir el estilo de narración convencional, dejando abandonada la técnica del "found footage" que también funcionó en las dos primeras partes, y que sinceramente ya cansa un poco, dada la sobredosis de películas rodadas en este formato .
Y centrándonos en el argumento en sí, pues que quereis que os diga, es puro convencionalismo, despeja muy pocas dudas sobre el ya mítico personaje de La niña Medeiros y el origen del presunto virus tampoco.
En definitiva, el cierre de la saga REC, no colma las expectativas de lo que se esperaba de ella. De todas maneras, dado por el ritmo trepidante y muy entretenido del film, le perdonamos esta pequeña falla al bueno de Jaume Balagueró, un director bastante solvente y actualmente el mejor director español que hace cine de género.
Hasta siempre Niña Medeiros. Te queremos.
www.lamiradadifusa.com
28 de octubre de 2014
28 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paco Plaza y Jaume Balagueró asombraron al público y a la crítica con la revolucionaria [•REC], un filme lleno de acción, innovación y terror. Siete años más tarde, y tres películas después, la saga española de terror más famosa y taquillera de los últimos tiempos llega a su fin. ¿Qué es lo que hizo a [•REC] triunfar? El subgénero cinematográfico del Found footage o metraje encontrado ya había sido explotado en numerosas ocasiones, al igual que la cámara en mano -shaky camera-, pero la película española consiguió seguir las riendas del éxito gracias al tratamiento del terror, a una historia elaborada, a una dirección inteligente y a una vuelta de tuerca dentro del universo zombi. En un escenario tan reducido como un bloque de edificios, Paco Plaza y Jaume Balagueró consiguieron crear una atmósfera que otros muchos filmes de terror con más más presupuesto no lograron alcanzar; el nivel de realismo de la cinta -la sensación al estar grabado a modo documental- fue lo que verdaderamente cautivó al público, cansado siempre de ver una y otra vez la misma historia sobre fantasmas y sucesos paranormales en casas antiguas o cabañas en mitad del bosque.
No obstante, de eso han pasado siete años. Después de una segunda entrega que no dejó muy buen sabor de boca, nos "regalaron" -por no decir otra cosa- una bochornosa, cómica e irreconocible tercera parte. Ahora, con la cuarta y última película de la saga que ha conseguido recaudar decenas de millones de dólares en todo el mundo, cierran la historia sobre zombis más exitosa del cine español. Supera con creces el nivel de la tercera, pero tampoco llega a sorprender; pierde la esencia que hizo triunfar a [•REC], la cámara en mano, ese efecto documental o realista, para transformarse, al igual que el virus transforma en zombi a una persona, en una película más del género de terror.
El argumento nos traslada a un navío en mitad del mar, con la protagonista de la primera película, Ángela Vidal (Manuela Velasco), y un grupo de médicos, agentes y personal marino. Están llevando a cabo unas peligrosas y arriesgadas investigaciones sobre los hechos acontecidos en las tres anteriores versiones. Sin embargo, algo se tuerce, algo más terrorífico que la furia del mar...algo que todos conocemos y que todos tememos.
Partimos de una premisa bastante predecible dentro de un género tan machacado como es el de terror. La historia se traslada a un nuevo lugar perdido de la mano del Señor, como es el mar, algo que te hace pensar que un brote no sería nada bueno...más bien se transformaría en algo claustrofóbico. El guion ha logrado sorprenderme, pues va más lejos de lo que me esperaba, aunque tampoco profundiza más de lo debido. La historia se dejó en la primera entrega -como mucho en la segunda-, para ahora presentarnos una lucha entre los muertos vivientes y los humanos. Una lucha llena de violencia, terror y sustos. Una lucha por la supervivencia.
A nivel interpretativo, salvo un par de actores como Manuela Velasco o Ismael Fritschi, dejan bastante que desear. No obstante, no vamos a ver [•REC] para encontrarnos con duelos de interpretación. Vamos a ver [•REC] para sentir el miedo, la sangre, las peleas y los zombis de primera mano, y eso lo garantiza. La última entrega de Jaume Balagueró no es de las mejores del género, eso por supuesto, pero tampoco engaña. La dirección, los efectos, el tratamiento y la técnica son notables. Sus zombis dan bastante más miedo y pudor que otros de infinitas películas americanas. Si buscas solo eso, es la película indicada. Si buscas la esencia de la primera entrega, mejor que lo dejes ahí, como un bonito recuerdo.
Lo mejor: digno cierre de saga y satisfactoria entrega de terror. No intenta caer en demasiados tópicos.
Lo peor: pierde la naturaleza que la hizo triunfar. Se suma a una larga lista de películas sobre zumbis. Corriente.
NOTA: 6/10
No obstante, de eso han pasado siete años. Después de una segunda entrega que no dejó muy buen sabor de boca, nos "regalaron" -por no decir otra cosa- una bochornosa, cómica e irreconocible tercera parte. Ahora, con la cuarta y última película de la saga que ha conseguido recaudar decenas de millones de dólares en todo el mundo, cierran la historia sobre zombis más exitosa del cine español. Supera con creces el nivel de la tercera, pero tampoco llega a sorprender; pierde la esencia que hizo triunfar a [•REC], la cámara en mano, ese efecto documental o realista, para transformarse, al igual que el virus transforma en zombi a una persona, en una película más del género de terror.
El argumento nos traslada a un navío en mitad del mar, con la protagonista de la primera película, Ángela Vidal (Manuela Velasco), y un grupo de médicos, agentes y personal marino. Están llevando a cabo unas peligrosas y arriesgadas investigaciones sobre los hechos acontecidos en las tres anteriores versiones. Sin embargo, algo se tuerce, algo más terrorífico que la furia del mar...algo que todos conocemos y que todos tememos.
Partimos de una premisa bastante predecible dentro de un género tan machacado como es el de terror. La historia se traslada a un nuevo lugar perdido de la mano del Señor, como es el mar, algo que te hace pensar que un brote no sería nada bueno...más bien se transformaría en algo claustrofóbico. El guion ha logrado sorprenderme, pues va más lejos de lo que me esperaba, aunque tampoco profundiza más de lo debido. La historia se dejó en la primera entrega -como mucho en la segunda-, para ahora presentarnos una lucha entre los muertos vivientes y los humanos. Una lucha llena de violencia, terror y sustos. Una lucha por la supervivencia.
A nivel interpretativo, salvo un par de actores como Manuela Velasco o Ismael Fritschi, dejan bastante que desear. No obstante, no vamos a ver [•REC] para encontrarnos con duelos de interpretación. Vamos a ver [•REC] para sentir el miedo, la sangre, las peleas y los zombis de primera mano, y eso lo garantiza. La última entrega de Jaume Balagueró no es de las mejores del género, eso por supuesto, pero tampoco engaña. La dirección, los efectos, el tratamiento y la técnica son notables. Sus zombis dan bastante más miedo y pudor que otros de infinitas películas americanas. Si buscas solo eso, es la película indicada. Si buscas la esencia de la primera entrega, mejor que lo dejes ahí, como un bonito recuerdo.
Lo mejor: digno cierre de saga y satisfactoria entrega de terror. No intenta caer en demasiados tópicos.
Lo peor: pierde la naturaleza que la hizo triunfar. Se suma a una larga lista de películas sobre zumbis. Corriente.
NOTA: 6/10
29 de octubre de 2014
29 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jaume Balagueró es el responsable de que [REC] triunfase en el cine y consiguiese montones de fans en medio mundo, teniendo hasta un remake americano bajo el nombre de Quarentine. Este gran éxito nos trajo una segunda entrega donde comenzaron a encajar las piezas de lo viviendo en la primera y una tercera con Paco Plaza en la dirección, un filme que si bien comenzaba con la misma técnica de cámara en mano la rompía pasando a un formato más convencional que ofrecía algo diferente.
Esta cuarta entrega prescinde de la mecánica de filmar cámara en mano que tanto éxito dio a sus dos primeras partes, algo que no sabemos hasta que punto es bueno ya que ofrece nuevas posibilidades pero sin duda hará que muchos echen en falta aquella esencia. Sin embargo la cámara nos ofrece planos cortos, y eso unido los estrechos pasillos del barco hacen que la sensación de claustrofobia conseguida anteriormente vuelva a estar en esta cinta.
Si algo se echa en falta en este final de la saga es el terror, porque aun recuerdo con su primera parte y la segunda como los pelos se ponían de punta al atravesar los oscuros rellanos de aquel edificio, o cuando en la oscuridad acechaba la niña Medeiros. En la tercera película se desmarcaron un poco de ello, con un toque más de humor negro que aportaba frescura antes de esta entrega de la cual esperábamos volver a sentir miedo y angustia como en sus orígenes con la vuelta de Balagueró a su dirección. Sin embargo se apuesta más por la acción trepidante que por el miedo, ya no asustan los zombies que van corriendo a devorar a los protagonistas ya que además estos van armados, distanciándose de aquella indefensa Ángela Vidal del principio.
No decimos por todo lo anterior que esta sea una mala película, pero nuestras expectativas en la misma eran altas debido a sus antecesoras y siendo la encargada de cerrar nos genera sensaciones raras a la hora de valorarla. Si la tomamos sin todo el trabajo anterior estamos ante una muy buena película del cine español, con gran montaje fotográfico, sonido y maquillaje espectacular. Respirando acción por los cuatro costados y sensación de claustrofobia este filme es una buena película de zombies, pero valorada como cuarta entrega de la saga es sin ninguna duda la más floja.
Puntuación: 2,5/5
http://www.circulo8.com/critica-rec-4/
Esta cuarta entrega prescinde de la mecánica de filmar cámara en mano que tanto éxito dio a sus dos primeras partes, algo que no sabemos hasta que punto es bueno ya que ofrece nuevas posibilidades pero sin duda hará que muchos echen en falta aquella esencia. Sin embargo la cámara nos ofrece planos cortos, y eso unido los estrechos pasillos del barco hacen que la sensación de claustrofobia conseguida anteriormente vuelva a estar en esta cinta.
Si algo se echa en falta en este final de la saga es el terror, porque aun recuerdo con su primera parte y la segunda como los pelos se ponían de punta al atravesar los oscuros rellanos de aquel edificio, o cuando en la oscuridad acechaba la niña Medeiros. En la tercera película se desmarcaron un poco de ello, con un toque más de humor negro que aportaba frescura antes de esta entrega de la cual esperábamos volver a sentir miedo y angustia como en sus orígenes con la vuelta de Balagueró a su dirección. Sin embargo se apuesta más por la acción trepidante que por el miedo, ya no asustan los zombies que van corriendo a devorar a los protagonistas ya que además estos van armados, distanciándose de aquella indefensa Ángela Vidal del principio.
No decimos por todo lo anterior que esta sea una mala película, pero nuestras expectativas en la misma eran altas debido a sus antecesoras y siendo la encargada de cerrar nos genera sensaciones raras a la hora de valorarla. Si la tomamos sin todo el trabajo anterior estamos ante una muy buena película del cine español, con gran montaje fotográfico, sonido y maquillaje espectacular. Respirando acción por los cuatro costados y sensación de claustrofobia este filme es una buena película de zombies, pero valorada como cuarta entrega de la saga es sin ninguna duda la más floja.
Puntuación: 2,5/5
http://www.circulo8.com/critica-rec-4/
1 de noviembre de 2014
1 de noviembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre hubo una progresión lógica e innovadora en la saga que iniciaran Jaume Balagueró y Paco Plaza en 2007. Podría haber sido muy fácil repetir los esquemas de aquel éxito inesperado, pero los dos directores, tirando de conocimientos sobre el género y de amor hacia el mismo, consiguieron darle una vuelta de tuerca que iba desde las pinceladas de comedia demoniaca hasta el acertado uso de la multicámara. Ya en solitario, Plaza logró dar otro giro a la franquicia abrazando sin complejos la comedia gore de Raimi o Jackson –pero a la española, que sabe mejor-, rompiendo la cámara en primera persona en mil pedazos y lanzando un mensaje soterrado de advertencia sobre el amor como poderoso parásito infeccioso.
Ahora por su cuenta, a Balagueró le toca dar cierra definitivo a la historia, y a estas alturas de la película, poco se preocupa por sorprender y por dar un final digno que se aleje de lo ya visto antes, o lo que se vería en cualquier otro film del género. Se agradecen ciertos toques de ingenio –siempre es una alegría volver al edificio original y ver algunos cameos y guiños a la trilogía anterior-, pero en su conjunto, “[•REC] 4: Apocalipsis” no es más que una secuela funcional, con poco pulso narrativo –tarda bastante en entrar en materia, y los tiempos muertos son más comunes de lo necesario- y una desgana que la erigen como la más floja de las cuatro entregas. Es como si su director hubiera aceptado ponerse al frente del timón de un barco cuyo destino le importa más bien poco, y en ese sentido es también la más floja de toda la filmografía del cineasta leridano, sin por ello ser una mala película en absoluto.
Cuando tienes elementos tan suculentos aunque recurrentes como monos, un barco de pasillos estrechos, una infección zombi en masa y un motor con el que realizar tu propia bacanal visceral –quizá el momento más festivo del film-, todo debería salir a la perfección. Pero al contrario, “[•REC] 4” desaprovecha sus muchas cartas con actores sobreactuados –sí, más que Manuela Velasco, con diferencia la más acertada del reparto-, efectos discutibles, un guión soso y predecible y un giro hacia la acción con tal exceso de adrenalina que se vuelve incluso mareante en el momento en que la cámara actúa como un infectado más. Un survival que debió tomarse un poco menos en serio a sí mismo y al que le falta tirar la casa por la ventana y volverse gamberra y desprejuiciada como su predecesora. Al menos, el broche de bronce ya está puesto. O no.
A favor: algunos toques de ingenio, volver al edificio original, y que entretiene
En contra: se limita a cumplir como entretenimiento funcional y se toma demasiado en serio a sí misma
Ahora por su cuenta, a Balagueró le toca dar cierra definitivo a la historia, y a estas alturas de la película, poco se preocupa por sorprender y por dar un final digno que se aleje de lo ya visto antes, o lo que se vería en cualquier otro film del género. Se agradecen ciertos toques de ingenio –siempre es una alegría volver al edificio original y ver algunos cameos y guiños a la trilogía anterior-, pero en su conjunto, “[•REC] 4: Apocalipsis” no es más que una secuela funcional, con poco pulso narrativo –tarda bastante en entrar en materia, y los tiempos muertos son más comunes de lo necesario- y una desgana que la erigen como la más floja de las cuatro entregas. Es como si su director hubiera aceptado ponerse al frente del timón de un barco cuyo destino le importa más bien poco, y en ese sentido es también la más floja de toda la filmografía del cineasta leridano, sin por ello ser una mala película en absoluto.
Cuando tienes elementos tan suculentos aunque recurrentes como monos, un barco de pasillos estrechos, una infección zombi en masa y un motor con el que realizar tu propia bacanal visceral –quizá el momento más festivo del film-, todo debería salir a la perfección. Pero al contrario, “[•REC] 4” desaprovecha sus muchas cartas con actores sobreactuados –sí, más que Manuela Velasco, con diferencia la más acertada del reparto-, efectos discutibles, un guión soso y predecible y un giro hacia la acción con tal exceso de adrenalina que se vuelve incluso mareante en el momento en que la cámara actúa como un infectado más. Un survival que debió tomarse un poco menos en serio a sí mismo y al que le falta tirar la casa por la ventana y volverse gamberra y desprejuiciada como su predecesora. Al menos, el broche de bronce ya está puesto. O no.
A favor: algunos toques de ingenio, volver al edificio original, y que entretiene
En contra: se limita a cumplir como entretenimiento funcional y se toma demasiado en serio a sí misma
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