Una madre, un hijo que se extravía en el bosque por poco tiempo y un regreso que lo cambia todo. ¿Vuelve él o la madre delira con que lo han cambiado?. Todo gira en torno a esta encrucijada con un aceptable suspenso y un final que, si bien abusa de escenas sumamente oscuras, resuelve dicha cuestión. Interesante relato que entretiene el tiempo que dura, no más que eso. Se deja ver.

La fotografía es muy buena, con algunos planos preciosos, pero ahí se queda la película. No asusta, no inquieta, no causa miedo... estás esperando un desenlace importante, pero cuando a mitad aún no ves nada destacable, empiezas a pensar que nada pasará y así es, cuando acaba la película te quedas igual que sin haberla visto.

Lee Cronin debuta como director de largometraje, tras unos cuantos cortos a sus espaldas y con un guionista también novel. Ambos se adentran en un género muy transitado para llevarlo a un terreno más solitario: el drama sin aspavientos, con toque fantástico pero sembrado de terroríficas dudas sobre lo que más importa.

En cierto sentido, Bosque maldito es convencional porque no busca destacar a través de recursos llamativos. Su dirección, montaje, tratamiento sonoro e incluso dirección de actores busca la inquietud sin mover demasiado la foto. Esto genera un suspense fino que interpelará a quien no busque un tiovivo o un retorcimiento sofisticado.

La fotografía también se añade al tono mesurado y otorga cohesión, belleza y verismo al entorno y atmósfera que Cronin quiere provocar. Todo esto está muy conectado con alguna mitología de los cuentos tradicionales, con toques hoffmanianos, pero sin dejar un humanismo que sobrevive en la relación materno-filial y en el túnel (físico) que debe atravesar para sobrepasar el otro túnel (trauma emocional).

Seána Kerslake destaca en su rol de madre en un film que bien podría ser la versión templada y extra hollywoodiense de El hijo.

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Es entretenida, muy bien hecha y con actuaciones más que correctas, sobre todo de su principal protagonista, la madre del niño. Buena atmósfera creada, con mucha intriga y suspense. Poco miedo, de terror cero. Alguna escena bien conseguida pero ya está. Se deja ver. Una pena el final, te deja con cara de tonto, pero aun así, si te gusta el género la puedes ver. Recomendable.

La verdad es que disfruto de estas producciones irlandesas de terror que me siguen pareciendo medianamente originales, y por alguna razón todo este tema de los doppelgangers me entran con especial facilidad. El bosque maldito no es exactamente una película de terror y se acerca mucho más a ese thriller telefilmico de madre que intenta salvar a su hijo. Buenos valores de producción y un final bastante adecuado terminan por definir una película que no esperaba que me fuera a gustar tanto.