El bosque maldito
4.8
2,628
11 de mayo de 2019
11 de mayo de 2019
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo largo de la historia del cine ha habido múltiples casos de extrañas relaciones entre madre e hijo, en el cine en general podríamos hablar de Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999) pero si hablamos del género de terror por supuesto la primera que se nos viene a la cabeza sería Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) o Braindead (Peter Jackson, 1992). En Bosque Maldito (o su título original The Hole in the Ground) nos centramos en una relación algo extraña e incómoda debido a un niño peculiar.
Sarah empieza una nueva vida tras separarse de su marido en una apartada casa en el bosque junto a su hijo. Al poco de estar ahí se encuentra con un gigantesco agujero en medio de la nada a la vez que el comportamiento de su hijo va cambiando de repente.
La cinta nos habla del profundo sentimiento que tiene una madre para con su hijo, de la misma manera que no se la puede engañar durante mucho tiempo. La película te cuenta básicamente esa historia y aunque están aderezadas con un ambiente de terror y momentos inquietantes estamos hablando principalmente de un drama muy intimista y solitario, pues todo empieza y acaba con la relación de los dos personajes.
Dirige y coescribe Lee Cronin quien da el salto al largometraje en solitario tras la antología Minutes Past Midnight (2016) y el multi premiado cortometraje Ghost Train (2013). Utiliza colores y estéticas frías para remarcar la pena de la madre pero eso no merma un ritmo bastante rápido que sumado a que dura una hora y media clavada hace que todo vaya más o menos directa al grano y no deje de ser interesante, en temas de guion quizás peque de sobre explicación en algunos momentos y un epílogo un tanto gratuito pero que sabe la historia que quiere contar y los medios que necesita. Mención especial al gran trabajo de Stephen McKeon en la banda sonora, capaz de potenciar y ambientar las escenas con potencia. Para este tipo de cintas hace falta un reparto con mucha química y es bien sabido que trabajar con niños es de las cosas más difíciles que depara esta industria. Con todos estos elementos a tener en cuenta es bueno saber que el reparto estuvo muy bien elegido pues tanto Seána Kerslake como el muy joven James Quinn forman una gran dupla con mucha química. Él está especialmente acertado en su interpretación de niño de malas vibraciones cosa que hace subir a la cinta enteros. Anda por ahí el veterano actor James Cosmo (Braveheart, Los Inmortales) en un papel secundario pero siempre es un gustazo verle en pantalla.
En definitiva estamos ante una cinta muy recomendable que hará las delicias de los espectadores amantes del terror dramático. Una buena oportunidad para conocer a un actor joven con mucho talento y a la vez ver una vez más como una producción pequeña es capaz de contar historias apasionantes.
https://www.terrorweekend.com/2019/05/bosque-maldito-review.html
Sarah empieza una nueva vida tras separarse de su marido en una apartada casa en el bosque junto a su hijo. Al poco de estar ahí se encuentra con un gigantesco agujero en medio de la nada a la vez que el comportamiento de su hijo va cambiando de repente.
La cinta nos habla del profundo sentimiento que tiene una madre para con su hijo, de la misma manera que no se la puede engañar durante mucho tiempo. La película te cuenta básicamente esa historia y aunque están aderezadas con un ambiente de terror y momentos inquietantes estamos hablando principalmente de un drama muy intimista y solitario, pues todo empieza y acaba con la relación de los dos personajes.
Dirige y coescribe Lee Cronin quien da el salto al largometraje en solitario tras la antología Minutes Past Midnight (2016) y el multi premiado cortometraje Ghost Train (2013). Utiliza colores y estéticas frías para remarcar la pena de la madre pero eso no merma un ritmo bastante rápido que sumado a que dura una hora y media clavada hace que todo vaya más o menos directa al grano y no deje de ser interesante, en temas de guion quizás peque de sobre explicación en algunos momentos y un epílogo un tanto gratuito pero que sabe la historia que quiere contar y los medios que necesita. Mención especial al gran trabajo de Stephen McKeon en la banda sonora, capaz de potenciar y ambientar las escenas con potencia. Para este tipo de cintas hace falta un reparto con mucha química y es bien sabido que trabajar con niños es de las cosas más difíciles que depara esta industria. Con todos estos elementos a tener en cuenta es bueno saber que el reparto estuvo muy bien elegido pues tanto Seána Kerslake como el muy joven James Quinn forman una gran dupla con mucha química. Él está especialmente acertado en su interpretación de niño de malas vibraciones cosa que hace subir a la cinta enteros. Anda por ahí el veterano actor James Cosmo (Braveheart, Los Inmortales) en un papel secundario pero siempre es un gustazo verle en pantalla.
En definitiva estamos ante una cinta muy recomendable que hará las delicias de los espectadores amantes del terror dramático. Una buena oportunidad para conocer a un actor joven con mucho talento y a la vez ver una vez más como una producción pequeña es capaz de contar historias apasionantes.
https://www.terrorweekend.com/2019/05/bosque-maldito-review.html
22 de julio de 2019
22 de julio de 2019
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un niño desaparece entre la maleza de un lúgubre bosque situado a pocos metros de su casa, cuando este regresa su madre sospecha que quien ha vuelto tal vez no sea su hijo.
Intentando sortear algunos obstáculos impuestos por unos códigos preestablecidos en el género, Lee Cronin, director de origen irlandés, utiliza un tempo lento para contar una historia en la que no puede evitar tropezar en ciertas formas tan manoseadas como un viejo trapo de cocina, preocupándose más por no equivocarse que por acertar. Y a pesar de mostrar de forma inteligente algunos excelentes planos detalle, parece que siempre llueve sobre mojado y que el camino que estamos recorriendo se dirige hacia algo que ya hemos visto en numerosas ocasiones, y es en el desarrollo y la inminente conclusión del tercer acto cuando efectivamente podemos confirmar que la latente sensación de déjà vu vivida durante sus noventa minutos de duración, hacía prever de la redundancia de un cierre tan abstruso como poco estimulante.
En una época en la que se habla tanto de “Terror elevado” (término utilizado por aquellos a los que les cuesta reconocer que existen muy buenas películas de terror) podemos decir que “The Hole in the Ground” no lo es.
Intentando sortear algunos obstáculos impuestos por unos códigos preestablecidos en el género, Lee Cronin, director de origen irlandés, utiliza un tempo lento para contar una historia en la que no puede evitar tropezar en ciertas formas tan manoseadas como un viejo trapo de cocina, preocupándose más por no equivocarse que por acertar. Y a pesar de mostrar de forma inteligente algunos excelentes planos detalle, parece que siempre llueve sobre mojado y que el camino que estamos recorriendo se dirige hacia algo que ya hemos visto en numerosas ocasiones, y es en el desarrollo y la inminente conclusión del tercer acto cuando efectivamente podemos confirmar que la latente sensación de déjà vu vivida durante sus noventa minutos de duración, hacía prever de la redundancia de un cierre tan abstruso como poco estimulante.
En una época en la que se habla tanto de “Terror elevado” (término utilizado por aquellos a los que les cuesta reconocer que existen muy buenas películas de terror) podemos decir que “The Hole in the Ground” no lo es.
5 de septiembre de 2019
5 de septiembre de 2019
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor: el estilo narrativo, si bien está repleto de lagunas secuenciales e incongruencias argumentales, se distancia lo suficiente del tipicismo como para albergar cuantiosa personalidad propia; el trabajo fotográfico logra incomodar sobremanera al respetable, lo cual resulta un enorme logro atendiendo a la ocasión que ocupa; el maquiavélico impostor, aludiendo expresamente al término con el que se le define sin tratar de ofenderle en absoluto, consigue convencer por momentos mucho más de lo que lo hace su muy psicótica progenitora.
Lo peor: la temática es tan recurrente que no encandila lo más mínimo, mas si la originalidad brilla por su ausencia como aquí lo hace la sensación final es la de pérdida de tiempo total; el origen de la especie de cráter que da nombre al largometraje es tan incierto como la aparición de determinada anciana cuya muerte, por cierto, es la mejor imagen que ofrece la cinta; la duración de la batería de la cámara empleada para registrar el anómalo comportamiento del tétrico joven es inverosímil, tanto como la perfecta orientación de los recién llegados.
Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Lo peor: la temática es tan recurrente que no encandila lo más mínimo, mas si la originalidad brilla por su ausencia como aquí lo hace la sensación final es la de pérdida de tiempo total; el origen de la especie de cráter que da nombre al largometraje es tan incierto como la aparición de determinada anciana cuya muerte, por cierto, es la mejor imagen que ofrece la cinta; la duración de la batería de la cámara empleada para registrar el anómalo comportamiento del tétrico joven es inverosímil, tanto como la perfecta orientación de los recién llegados.
Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
22 de julio de 2019
22 de julio de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No quisiera destrozar toda la labor del director Lee Cronin, que además es su primer largometraje después de debutar con “Minutes Past Midnight” (2016) una recopilación de nueve cortos de terror, algunos de dudosa calidad, y en el que participaba con el corto “Ghost Train” y que tan buenas críticas ha cosechado.
El mayor problema de “Bosque maldito”, otra traducción que suena a risa, es que el argumento principal de la misma estamos hartos de verlo. Ha sido tratado recientemente por Jordan Peele con su cinta “Nosotros” en el que el eje central es la suplantación de identidad.
Y el buen cinéfilo ya sabe de que estas influencias vienen de los trabajos tan excelentes que hicieron en su día, Philip Kaufman con su “La invasión de los ultracuerpos” (1978) o la particular versión de Abel Ferrara en “Secuestradores de cuerpos” (1993).
Ya más cercanos en el tiempo nos encontramos a Luiso Berdejo con “La otra hija” (2009) y es con ésta con la que encuentro más similitudes con “Bosque maldito”.
En aquella nos presentan a Kevin Costner, un padre recientemente divorciado que empieza a observar los cambios de personalidad en su hija y que parece tener su origen en un antiguo túmulo funerario cercano a los límites de su propiedad.
En la que nos ocupa la influencia parece residir en un agujero inmenso que se halla en la profundidad de un bosque y que alcanza a los habitantes del lugar.
Sara (Seana Kerslake) se traslada a vivir con su hijo, Chris, a una apartada casa rural. Al parecer tras una ruptura en la que ha sufrido malos tratos por parte de su pareja y que han causado problemas en el núcleo familiar.
Cuando una noche, Chris, desaparece en el bosque es a partir de este momento que su madre percibe cambios en la personalidad y el comportamiento de su hijo.
Una mujer que se les aparece ocasionalmente y que parece tener perturbada sus facultades mentales pone en alerta a Sara sobre la identidad de su hijo.
“Bosque maldito” más que una cinta de terror es una visión a la angustia, el desasosiego y al miedo maternal a perder a un hijo.
Aunque lo mejor es la puesta en escena y la ambientación la película peca de los tópicos de un género muy poco dado a los sorpresas y en el que estamos saturados con los papeles de los niños con mala rebaba.
En la cabeza no dejan de resonar títulos como “Hereditary”, “The Prodigy”, “The Babadook”, “El Hijo”, el empacho como pueden ver es considerable.
El mayor problema de “Bosque maldito”, otra traducción que suena a risa, es que el argumento principal de la misma estamos hartos de verlo. Ha sido tratado recientemente por Jordan Peele con su cinta “Nosotros” en el que el eje central es la suplantación de identidad.
Y el buen cinéfilo ya sabe de que estas influencias vienen de los trabajos tan excelentes que hicieron en su día, Philip Kaufman con su “La invasión de los ultracuerpos” (1978) o la particular versión de Abel Ferrara en “Secuestradores de cuerpos” (1993).
Ya más cercanos en el tiempo nos encontramos a Luiso Berdejo con “La otra hija” (2009) y es con ésta con la que encuentro más similitudes con “Bosque maldito”.
En aquella nos presentan a Kevin Costner, un padre recientemente divorciado que empieza a observar los cambios de personalidad en su hija y que parece tener su origen en un antiguo túmulo funerario cercano a los límites de su propiedad.
En la que nos ocupa la influencia parece residir en un agujero inmenso que se halla en la profundidad de un bosque y que alcanza a los habitantes del lugar.
Sara (Seana Kerslake) se traslada a vivir con su hijo, Chris, a una apartada casa rural. Al parecer tras una ruptura en la que ha sufrido malos tratos por parte de su pareja y que han causado problemas en el núcleo familiar.
Cuando una noche, Chris, desaparece en el bosque es a partir de este momento que su madre percibe cambios en la personalidad y el comportamiento de su hijo.
Una mujer que se les aparece ocasionalmente y que parece tener perturbada sus facultades mentales pone en alerta a Sara sobre la identidad de su hijo.
“Bosque maldito” más que una cinta de terror es una visión a la angustia, el desasosiego y al miedo maternal a perder a un hijo.
Aunque lo mejor es la puesta en escena y la ambientación la película peca de los tópicos de un género muy poco dado a los sorpresas y en el que estamos saturados con los papeles de los niños con mala rebaba.
En la cabeza no dejan de resonar títulos como “Hereditary”, “The Prodigy”, “The Babadook”, “El Hijo”, el empacho como pueden ver es considerable.
23 de julio de 2019
23 de julio de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lee Cronin dirige su primer largometraje en solitario, después de varios cortometrajes de cine de género incluyendo el multipremiado "Ghost train ( 2013 )", con una película de terror europea que tira de los tópicos del género actual, pero que mantiene el interés hasta el final con algunos giros interesantes, y que no funciona mal teniendo en cuenta que no cuenta con un presupuesto tan elevado como las producciones de género de Hollywood.
El proyecto tuvo su presentación en el pasado festival de cine de Sundance, y en nuestro país se pudo ver en el Fant festival de género de Bilbao, en donde fue fue premiado con el galardón de mejor película.
La película tiene como personajes protagonistas a una mujer, Sarah, y a su hijo Chris, que viven en una casa en medio de un bosque en donde suceden cosas extrañas, y una de ellas tiene relación con el título original, The hole in the ground.
El escenario no es novedoso en el cine de terror, ya que aprovecha esa casa solitaria con un alrededor tenebroso para crear esa tensión y algunos sustos aprovechando también el sonido en los momentos más enigmáticos, pero tiene algunas cosas que me convencen y que la diferencian del cine norteamericano no independiente, ya que esta película es europea y tiene mucho de espíritu indie, tanto en la estética como en el ritmo, y entre otras destaco las dos interpretaciones protagonistas, la de Seána Kerslake en el papel de Sarah y de James Quinn Markey, un niño muy bien elegido y que su mirada genera riesgo, y también la música compuesta por Stephen McKeon.
Sin ser un fan del cine de terror, al menos me ha mantenido en tensión, pese a que el final es predecible por diferentes detalles, pero tiene algunas escenas aisladas interesantes y un par de giros interesantes.
Por contra se abusa del sonido para generar tensión y su rimo pausado, así como la estética ( que a mí me gusta, pero que puede parecer demasiado cutre a los que únicamente ven cine de género de alto presupuesto ), y en la parte final pierde fuerza porque ya está todo vendido y hay pocas sorpresas. Una película que se ve con agrado, pero que se olvida fácilmente, y que puede ser el inicio de la carrera cinematográfica de un director europeo, al que probablemente no dentro de mucho tiempo veremos en alguna película estadounidense de mayor presupuesto dirigida al gran público.
LO MEJOR: La música. Las interpretaciones de los protagonistas.
LO PEOR: Pierde fuerza en la parte final. El final no sorprende.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
El proyecto tuvo su presentación en el pasado festival de cine de Sundance, y en nuestro país se pudo ver en el Fant festival de género de Bilbao, en donde fue fue premiado con el galardón de mejor película.
La película tiene como personajes protagonistas a una mujer, Sarah, y a su hijo Chris, que viven en una casa en medio de un bosque en donde suceden cosas extrañas, y una de ellas tiene relación con el título original, The hole in the ground.
El escenario no es novedoso en el cine de terror, ya que aprovecha esa casa solitaria con un alrededor tenebroso para crear esa tensión y algunos sustos aprovechando también el sonido en los momentos más enigmáticos, pero tiene algunas cosas que me convencen y que la diferencian del cine norteamericano no independiente, ya que esta película es europea y tiene mucho de espíritu indie, tanto en la estética como en el ritmo, y entre otras destaco las dos interpretaciones protagonistas, la de Seána Kerslake en el papel de Sarah y de James Quinn Markey, un niño muy bien elegido y que su mirada genera riesgo, y también la música compuesta por Stephen McKeon.
Sin ser un fan del cine de terror, al menos me ha mantenido en tensión, pese a que el final es predecible por diferentes detalles, pero tiene algunas escenas aisladas interesantes y un par de giros interesantes.
Por contra se abusa del sonido para generar tensión y su rimo pausado, así como la estética ( que a mí me gusta, pero que puede parecer demasiado cutre a los que únicamente ven cine de género de alto presupuesto ), y en la parte final pierde fuerza porque ya está todo vendido y hay pocas sorpresas. Una película que se ve con agrado, pero que se olvida fácilmente, y que puede ser el inicio de la carrera cinematográfica de un director europeo, al que probablemente no dentro de mucho tiempo veremos en alguna película estadounidense de mayor presupuesto dirigida al gran público.
LO MEJOR: La música. Las interpretaciones de los protagonistas.
LO PEOR: Pierde fuerza en la parte final. El final no sorprende.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here