El Escuadrón Suicida
6.3
20,341
Acción. Fantástico. Thriller
Un grupo de super villanos se encuentran encerrados en Belle Reve, una prisión de alta seguridad con la tasa de mortalidad más alta de Estados Unidos. Para salir de allí harán cualquier cosa, incluso unirse al grupo Task Force X, dedicado a llevar a cabo misiones suicidas bajo las órdenes de Amanda Waller. Fuertemente armados son enviados a la isla Corto Maltese, una jungla repleta de enemigos.
21 de febrero de 2022
21 de febrero de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película del escuadrón suicida fue una gran decepción a pesar de los grandes actores que tenía. David Ayer no pudo hacer una película a la altura sobre todo por su penoso guion o al sin sentido montaje final que le obligo realizar Warner bros.
Y es que los cómics como las adaptaciones animadas de este peculiar grupo son muy interesantes gracias a su humor y además logran mantener tu atención gracias a que quieres saber quién va a lograr acabar la misión. Es cierto que algunos miembros están asegurados su supervivencia por su papel protagonista, pero a pesar de todo hay muertes que logran sorprenderte por la forma que se ejecutan como por los personajes que les incuben. Es que el apelativo suicida no es un mero adorno. Y si no hay muertes, no es el escuadrón suicida.
Debido a una polémica relacionada con el lejano pasado de James Gunn, este se tuvo que alejar temporalmente de Marvel, y aprovecho su retiro para devolver la dignidad a Harley Quinn y el Escuadrón Suicida. Creando una nueva película que sería muy difícil definir si es una secuela, un remake o un reboot, ya que no es una presentación, pero tampoco tiene en cuenta los hechos pasados de la saga… Lo que es seguro es que no necesitas haber visto nada de DC para disfrutarla. Es totalmente independiente.
James Gunn ha logrado darle el estilo gamberro y violento que se merecían estos villanos, sin dejar atrás la acción y el humor. Yo solo conocía a Harley Quinn antes de ver la película, pero con cuatros escenas logras conocer a todos los personajes, cogiendo cariño y odiándolos según corresponda cumpliendo su labor a la perfección y el antagonista a pesar de lo absurdo que puede sonar es uno de los villanos más míticos de la Liga de la Justicia.
Tengo que confesar que con esta película fue mi regreso al cine tras el inicio de la pandemia en 2020, por lo que puede que la haya valorado por encima de lo que se merece porque quería volver a salas, pero también es cierto que hacía bastante tiempo que no veía una película que mereciera tanto la pena del universo DC como este escuadrón suicida.
Y es que los cómics como las adaptaciones animadas de este peculiar grupo son muy interesantes gracias a su humor y además logran mantener tu atención gracias a que quieres saber quién va a lograr acabar la misión. Es cierto que algunos miembros están asegurados su supervivencia por su papel protagonista, pero a pesar de todo hay muertes que logran sorprenderte por la forma que se ejecutan como por los personajes que les incuben. Es que el apelativo suicida no es un mero adorno. Y si no hay muertes, no es el escuadrón suicida.
Debido a una polémica relacionada con el lejano pasado de James Gunn, este se tuvo que alejar temporalmente de Marvel, y aprovecho su retiro para devolver la dignidad a Harley Quinn y el Escuadrón Suicida. Creando una nueva película que sería muy difícil definir si es una secuela, un remake o un reboot, ya que no es una presentación, pero tampoco tiene en cuenta los hechos pasados de la saga… Lo que es seguro es que no necesitas haber visto nada de DC para disfrutarla. Es totalmente independiente.
James Gunn ha logrado darle el estilo gamberro y violento que se merecían estos villanos, sin dejar atrás la acción y el humor. Yo solo conocía a Harley Quinn antes de ver la película, pero con cuatros escenas logras conocer a todos los personajes, cogiendo cariño y odiándolos según corresponda cumpliendo su labor a la perfección y el antagonista a pesar de lo absurdo que puede sonar es uno de los villanos más míticos de la Liga de la Justicia.
Tengo que confesar que con esta película fue mi regreso al cine tras el inicio de la pandemia en 2020, por lo que puede que la haya valorado por encima de lo que se merece porque quería volver a salas, pero también es cierto que hacía bastante tiempo que no veía una película que mereciera tanto la pena del universo DC como este escuadrón suicida.
6 de septiembre de 2021
6 de septiembre de 2021
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es floja, con un guion previsible que ves venir desde la mitad de la película, los intentos de chiste son como poco infantiles y vergonzantes, el elenco principal está bien elegido aunque la personalidad del rey tiburón deja mucho que desear, acostumbrados a verlo en otras "actuaciones". Sobresale Harley Quinn sobre los dos machos alfa que luchan por el poder. Si la ves en el cine, los efectos especiales, te encantarán, si la vas a ver en casa, ahórratelo porque pierde y mucho. La recomendaría para fanáticos del género y para chicos de 15 años para abajo
22 de noviembre de 2021
22 de noviembre de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El escuadrón suicida" (2021) está completamente alejada de aquel despropósito de años anteriores titulado "Escuadrón suicida". De seguro, será otra película de superhéroes que olvidaremos en unos pocos meses, habida cuenta de los muchos filmes del estilo que se producen a lo largo del año. No obstante, merece una crítica extensa, tanto por sus defectos como por sus aciertos.
"El escuadrón suicida" va de menos a más. Su punto de inflexión se encuentra en la escena de la liberación de Harley Quinn (secuencia que evoca a la de la comisaría de otra película previa de la antiheroína). La buena de Margot Robbie nos muestra sus habilidades letales, siempre con una sonrisa por delante, en una escenificación ya memorizada por el colectivo cinéfilo, maravillosa, sí, pero tan maravillosa como cotidiana, insustancial, reiterada y nada original. El cine de superhéroes comienza a convertirse en unos clichés superpuestos atropelladamente para entretener a un espectador estresado por su día a día.
La hora anterior a esa escena es despreciable: poco menos que un guiñol o una serie de los teleñecos. Tras visionar los primeros diez minutos de la película, estuve a punto de levantarme del asiento y abandonar el cine: una presentación veloz de supervillanos con superpoderes idiotas y el desembarco de Normandia narrado con el criterio de un perro ciego. Con un intento de burda ocultación, se ve a la lengua de que se trata de una parodia, un sueño absurdo, una larga carcajada, un recurso para prolongar la película más de lo necesario mientras el director intenta colgarse ínfulas de originalidad. La introducción me sorprendió tan poco como los diálogos iniciales, escrito por una IA nada depurada o un niño de cinco años.
La mayoría de los personajes son interpretados con corrección y con un trasfondo bastante logrado. No hay tiempo, ni capacidad, para profundizar en ellos, aunque sí lo suficiente como para enfatizar. Pero esta presentación adecuada de los personajes se funde con un humor absurdo, con chistes ya repetidos en tantas otras películas y con un afán paródico que no logra convertirse en parodia, dado que estamos presenciando una película de acción. Mezclar géneros cinematográficos no es algo que puedan hacer muchos directores de cine, y "El escuadrón suicida" se convierte en un collage con piezas de diferentes puzles que no casan ni con cola. Esa absurdez cómica culmina con el romance de Harley Quinn, cuyo desenlace se veía. Por si fuera poco, conversaciones sin pies ni cabeza salpimientan una película estúpida e idiota, que no alcanzaba cotas apropiadas para ninguno de los géneros a los que hace referencia.
Sin embargo, una vez Harley Quinn se reencuentra con el escuadrón, la película mejora sustancialmente. Disminuye drásticamente el tono paródico y el humor barato y aumenta la consistencia de la trama argumental. Se presentan entonces el suspende y la intriga y la heroicidad de una misión peligrosa. Aunque el desenlace era lo esperado, se llega a él con un buen ritmo, escenas acertadas y una dosis justa de humor.
Lo mejor de la película, sin duda, es esa crítica, para nada superficial, al imperialismo estadounidense y a sus injerencias en los gobiernos libres de naciones extranjeras. Sobre esta crítica se construye la evolución de los personajes y los giros de guion. Sin embargo, parece una crítica edulcorada, dado que la conclusión no es para nada agradable. Por otro lado, parece hipócrita que una película estadounidense llamada a colarse en todos los cines del mundo (la cultura de masas de Hollywood también es imperialismo) critique, precisamente, lo que aquellos hacen sin violencia y sin invasiones: despersonalizar las culturas mundiales para convertirlas en subsidiarios de la nación yanki. Al final, de la crítica se pasa al conformismo, como si el filme quisiera decirnos que, efectivamente, los americanos son muy malos, pero es mejor estar a su lado y ser como ellos.
En conclusión, podríamos haber estado ante una gran película con menos dosis de humor fútil y parodias banales y con un guion más arriesgado con un final más abierto y sombrío. Pero, amigos míos, esto es Hollywood.
"El escuadrón suicida" va de menos a más. Su punto de inflexión se encuentra en la escena de la liberación de Harley Quinn (secuencia que evoca a la de la comisaría de otra película previa de la antiheroína). La buena de Margot Robbie nos muestra sus habilidades letales, siempre con una sonrisa por delante, en una escenificación ya memorizada por el colectivo cinéfilo, maravillosa, sí, pero tan maravillosa como cotidiana, insustancial, reiterada y nada original. El cine de superhéroes comienza a convertirse en unos clichés superpuestos atropelladamente para entretener a un espectador estresado por su día a día.
La hora anterior a esa escena es despreciable: poco menos que un guiñol o una serie de los teleñecos. Tras visionar los primeros diez minutos de la película, estuve a punto de levantarme del asiento y abandonar el cine: una presentación veloz de supervillanos con superpoderes idiotas y el desembarco de Normandia narrado con el criterio de un perro ciego. Con un intento de burda ocultación, se ve a la lengua de que se trata de una parodia, un sueño absurdo, una larga carcajada, un recurso para prolongar la película más de lo necesario mientras el director intenta colgarse ínfulas de originalidad. La introducción me sorprendió tan poco como los diálogos iniciales, escrito por una IA nada depurada o un niño de cinco años.
La mayoría de los personajes son interpretados con corrección y con un trasfondo bastante logrado. No hay tiempo, ni capacidad, para profundizar en ellos, aunque sí lo suficiente como para enfatizar. Pero esta presentación adecuada de los personajes se funde con un humor absurdo, con chistes ya repetidos en tantas otras películas y con un afán paródico que no logra convertirse en parodia, dado que estamos presenciando una película de acción. Mezclar géneros cinematográficos no es algo que puedan hacer muchos directores de cine, y "El escuadrón suicida" se convierte en un collage con piezas de diferentes puzles que no casan ni con cola. Esa absurdez cómica culmina con el romance de Harley Quinn, cuyo desenlace se veía. Por si fuera poco, conversaciones sin pies ni cabeza salpimientan una película estúpida e idiota, que no alcanzaba cotas apropiadas para ninguno de los géneros a los que hace referencia.
Sin embargo, una vez Harley Quinn se reencuentra con el escuadrón, la película mejora sustancialmente. Disminuye drásticamente el tono paródico y el humor barato y aumenta la consistencia de la trama argumental. Se presentan entonces el suspende y la intriga y la heroicidad de una misión peligrosa. Aunque el desenlace era lo esperado, se llega a él con un buen ritmo, escenas acertadas y una dosis justa de humor.
Lo mejor de la película, sin duda, es esa crítica, para nada superficial, al imperialismo estadounidense y a sus injerencias en los gobiernos libres de naciones extranjeras. Sobre esta crítica se construye la evolución de los personajes y los giros de guion. Sin embargo, parece una crítica edulcorada, dado que la conclusión no es para nada agradable. Por otro lado, parece hipócrita que una película estadounidense llamada a colarse en todos los cines del mundo (la cultura de masas de Hollywood también es imperialismo) critique, precisamente, lo que aquellos hacen sin violencia y sin invasiones: despersonalizar las culturas mundiales para convertirlas en subsidiarios de la nación yanki. Al final, de la crítica se pasa al conformismo, como si el filme quisiera decirnos que, efectivamente, los americanos son muy malos, pero es mejor estar a su lado y ser como ellos.
En conclusión, podríamos haber estado ante una gran película con menos dosis de humor fútil y parodias banales y con un guion más arriesgado con un final más abierto y sombrío. Pero, amigos míos, esto es Hollywood.
9 de agosto de 2021
9 de agosto de 2021
29 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esa tormenta dispersa, en la que parece vivir instalada de forma continua el binomio Warner-DC, y con las escasas pinceladas de tranquilidad que aporta ese comodín llamado Joker, el efecto de recurrir a la miscelánea de superhéroes, se antoja como el recurso más eficaz para intentar reventar la taquilla, y quien sabe, si ponerse de una dichosa vez a la altura de Marvel, su más directa rival.
Pese a que las comparaciones son odiosas, resulta imposible obviar la existencia de ese otro Escuadrón Suicida (2016), estrenada apenas ayer, la cual precisamente estaba dirigida, y valga la redundancia, por David Ayer, un entusiasta excesivamente académico y convencional, que condujo el producto por la senda de la calamidad, pese a que la primera mitad del film resultaba interesante, al menos en lo que a la presentación de personajes se refería.
Con la clara intención de hacer borrón y cuenta nueva, DC ficha a James Gunn, uno de los valores seguros de la galaxia Marvel, aunque no sabemos quién fue a quién, o que fue antes, si el huevo o la gallina, porque para bien o para mal, el realizador adapta en solitario los cómics de James Ostrander, con una idea muy clara del aspecto que debe portar esta nueva visión de tan reconocibles antihéroes.
La vocación de Gunn, si continuamos en la comparación con Ayer, poco o nada tiene que ver con lo convencional, desde el minuto uno sacrifica los esquemas, dinamitándolos en favor de un estilo esquizofrénico en lo narrativo, que supone el primer bache de un film al que cuesta mucho acostumbrarse, pese a lo llamativo que pueda resultar sumergirse en la vorágine de la propuesta.
La presentación de personajes tampoco es el fuerte del realizador, el cual muestra torpemente a la mayoría de los nuevos perfiles, sin indagar en su origen o motivaciones, la cuales son expuestas a veces de forma tardía, o incluso ignoradas en el desarrollo de una historia presumiblemente adulta, pero lastrada por un sentido del humor muy forzado, tan básico como excesivamente inoperante, sujeto al delirio en muchas de sus decisiones, pese a estar protegido por tan particular vehículo de fantasía.
Por otra parte, este nuevo Escuadrón Suicida parecía, al menos en origen, querer portar un destacado sello Pulp, algo que por desgracia parece que se queda únicamente en las formas de la cartelería promocional, o del diseño de su título, y en cierto gusto por un colorido hortera en sus formas, igual que su exceso de brutalidad, demasiado psicotizado para resultar efectivo, dejando escapar esa oportunidad de haber formado parte, de haber aprovechado bien dichos elementos, de ese deseado universo fomentado por el maestro Quentin Tarantino, cuya antigüedad va camino ya de las tres décadas.
Del reparto, destaca la presencia de un Idris Elba siempre superior, del que solo se hecha en falta que tenga alguna escena más de tensión con Viola Davis, la otra gran actriz del reparto, de las pocas recicladas de la cinta de Ayer, junto con Margot Robbie, que arrastra varios de los tics de la infame Aves de Presa, pese a saber arreglárselas para ser de nuevo, la incontestable reina de la función. Completa un sorprendente John Cena como Peacemaker, un personaje al que aborda con bastante carisma, pese a sus evidentes carencias como interprete.
Finalmente, y sin olvidar la brillante selección de temas escogidos que transitan por su metraje, 'El Escuadrón Suicida' representa un quiero y no puedo en toda regla, a priori contaba con todos los elementos para ser un éxito, pero su enfoque es erróneo, principalmente porque apenas tiene gracia, su trama es pobre, y además se aleja peligrosamente de lo cinematográfico para tornarse demasiado irreal, bizarra incluso en sus excesos, precipitando los escasos momentos de interés, casi todos de carácter estético, al poco deseado espacio de los productos fallidos, por mucho que crítica y público parezcan unánimes en elevarla por encima de lo que realmente merece, algo muy habitual en el cine actual, carente de verdaderas obras que generen un genuino entusiasmo.
< Lee ésta crítica, y muchas más, en Fusion-Freak.com >
Pese a que las comparaciones son odiosas, resulta imposible obviar la existencia de ese otro Escuadrón Suicida (2016), estrenada apenas ayer, la cual precisamente estaba dirigida, y valga la redundancia, por David Ayer, un entusiasta excesivamente académico y convencional, que condujo el producto por la senda de la calamidad, pese a que la primera mitad del film resultaba interesante, al menos en lo que a la presentación de personajes se refería.
Con la clara intención de hacer borrón y cuenta nueva, DC ficha a James Gunn, uno de los valores seguros de la galaxia Marvel, aunque no sabemos quién fue a quién, o que fue antes, si el huevo o la gallina, porque para bien o para mal, el realizador adapta en solitario los cómics de James Ostrander, con una idea muy clara del aspecto que debe portar esta nueva visión de tan reconocibles antihéroes.
La vocación de Gunn, si continuamos en la comparación con Ayer, poco o nada tiene que ver con lo convencional, desde el minuto uno sacrifica los esquemas, dinamitándolos en favor de un estilo esquizofrénico en lo narrativo, que supone el primer bache de un film al que cuesta mucho acostumbrarse, pese a lo llamativo que pueda resultar sumergirse en la vorágine de la propuesta.
La presentación de personajes tampoco es el fuerte del realizador, el cual muestra torpemente a la mayoría de los nuevos perfiles, sin indagar en su origen o motivaciones, la cuales son expuestas a veces de forma tardía, o incluso ignoradas en el desarrollo de una historia presumiblemente adulta, pero lastrada por un sentido del humor muy forzado, tan básico como excesivamente inoperante, sujeto al delirio en muchas de sus decisiones, pese a estar protegido por tan particular vehículo de fantasía.
Por otra parte, este nuevo Escuadrón Suicida parecía, al menos en origen, querer portar un destacado sello Pulp, algo que por desgracia parece que se queda únicamente en las formas de la cartelería promocional, o del diseño de su título, y en cierto gusto por un colorido hortera en sus formas, igual que su exceso de brutalidad, demasiado psicotizado para resultar efectivo, dejando escapar esa oportunidad de haber formado parte, de haber aprovechado bien dichos elementos, de ese deseado universo fomentado por el maestro Quentin Tarantino, cuya antigüedad va camino ya de las tres décadas.
Del reparto, destaca la presencia de un Idris Elba siempre superior, del que solo se hecha en falta que tenga alguna escena más de tensión con Viola Davis, la otra gran actriz del reparto, de las pocas recicladas de la cinta de Ayer, junto con Margot Robbie, que arrastra varios de los tics de la infame Aves de Presa, pese a saber arreglárselas para ser de nuevo, la incontestable reina de la función. Completa un sorprendente John Cena como Peacemaker, un personaje al que aborda con bastante carisma, pese a sus evidentes carencias como interprete.
Finalmente, y sin olvidar la brillante selección de temas escogidos que transitan por su metraje, 'El Escuadrón Suicida' representa un quiero y no puedo en toda regla, a priori contaba con todos los elementos para ser un éxito, pero su enfoque es erróneo, principalmente porque apenas tiene gracia, su trama es pobre, y además se aleja peligrosamente de lo cinematográfico para tornarse demasiado irreal, bizarra incluso en sus excesos, precipitando los escasos momentos de interés, casi todos de carácter estético, al poco deseado espacio de los productos fallidos, por mucho que crítica y público parezcan unánimes en elevarla por encima de lo que realmente merece, algo muy habitual en el cine actual, carente de verdaderas obras que generen un genuino entusiasmo.
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25 de agosto de 2021
25 de agosto de 2021
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El grupo de vengadores disfuncionales de DC debe cumplir la misión de infiltrarse en una república bananera del trópico para destruir estrellas de mar gigantes.
Ha tenido que venir James Gunn a dirigir algo de DC para volver a meterme en el estercolero pestilente que tiene montada la Warner. Después de “El hombre de acero”, “Wonder Woman” y sobre todo, el montón de cucas fainosas que es “Batman Vs Superman”, escogí la decisión que debí tomar con las grasas saturadas: nunca más.
El listón que había dejado la anterior entrega de la pandilla kamikaze no era difícil de superar, tan fácil como ir al baño después del combo café - cigarro. La vida es mucho más sencilla con Idris Elba y Margot Robbie en el reparto, el ingenio de Gunn en la dirección y la sorpresa de John Cena con su paquete grimoso.
Por otro lado, eché en falta un poco más de mala baba, esos personajes estaban pidiendo un registro más parecido a The Boys que a Deadpool. Aunque es de agradecer que su nivel de gamberrismo esté por encima de la media de este tipo de producciones. El humor en su mayor parte me pareció demasiado previsible y el personaje del jodido tiburón me tocó el shawarma más de lo necesario, ya tenía suficiente con Groot.
Cosas BIEN:
- La elección de temas del soundtrack es cremita de pera pinga.
- Los títulos de crédito y la rotulación ponen el pantalón contento.
- Idris Elba, Margot Robbie, John Cena, Viola Davis… Reparto de auténtico lujo.
Cosas MAL:
- Humor demasiado previsible.
- Es gamberra, pero el cuerpo me pedía que se pasaran mucho más de vueltas.
- La peña hypea demasiado y luego el solomillo me sabe a bistec.
BADASS CAT FILMS
https://www.instagram.com/badasscat.films/
Ha tenido que venir James Gunn a dirigir algo de DC para volver a meterme en el estercolero pestilente que tiene montada la Warner. Después de “El hombre de acero”, “Wonder Woman” y sobre todo, el montón de cucas fainosas que es “Batman Vs Superman”, escogí la decisión que debí tomar con las grasas saturadas: nunca más.
El listón que había dejado la anterior entrega de la pandilla kamikaze no era difícil de superar, tan fácil como ir al baño después del combo café - cigarro. La vida es mucho más sencilla con Idris Elba y Margot Robbie en el reparto, el ingenio de Gunn en la dirección y la sorpresa de John Cena con su paquete grimoso.
Por otro lado, eché en falta un poco más de mala baba, esos personajes estaban pidiendo un registro más parecido a The Boys que a Deadpool. Aunque es de agradecer que su nivel de gamberrismo esté por encima de la media de este tipo de producciones. El humor en su mayor parte me pareció demasiado previsible y el personaje del jodido tiburón me tocó el shawarma más de lo necesario, ya tenía suficiente con Groot.
Cosas BIEN:
- La elección de temas del soundtrack es cremita de pera pinga.
- Los títulos de crédito y la rotulación ponen el pantalón contento.
- Idris Elba, Margot Robbie, John Cena, Viola Davis… Reparto de auténtico lujo.
Cosas MAL:
- Humor demasiado previsible.
- Es gamberra, pero el cuerpo me pedía que se pasaran mucho más de vueltas.
- La peña hypea demasiado y luego el solomillo me sabe a bistec.
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