Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York

Aquello que parecía imposible a este lado de la pantalla (lo de dejar olvidado al pequeño Kevin solo en casa como quien se olvida de apagar el horno), al otro, se contempla el despiste mayúsculo con inusitada veracidad. Grandioso despiste, como todo lo que trajo consigo. Eso mismo debió pensar la mayoría cuando, con el refrendo de la taquilla y los beneficios en la mano, se dispusieron a hacernos creer que tremendo lapsus podría repetirse. Pero el error no podía desarrollarse de la misma forma, pensaron con acierto (por más que los efectos acaben siendo los mismos). Por esta vez, en un juego de trileros para el pobre Kevin McCallister y para angustia de sus progenitores, nosotros somos felizmente engañados de nuevo con el ejemplo sobredimensionado de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Tanto es así, que si se repite la jugada por un lado, ha de repetirse por el otro. Los avatares del destino son ejecutados con cuanta sorna es capaz, para que traviesa víctima infantil y ladrones tan tenaces como faltos de luces vuelvan a cruzarse para gracia nuestra.

Divertida secuela de igual efecto y menor sorpresa, que se las ingenia para garantizar las mismas carcajadas, repitiendo patrones y con tan solo aumentar el escenario para la ensalada de mamporros gracias al binomio Hughes-Columbus. El tono familiar reconciliador bajo el espíritu navideño vuelve a ser la moraleja final, como no podía ser de otro modo.

Al menos a Harry y a Marv siempre les quedará el mínimo consuelo de haber recibido por igual. ¡Otra vez!

Si Home Alone dejó una buena impresión por la gran calidad actoral de Culkin, en la segunda parte de esta zaga el jóven actor destaca en sobre manera. Aunque es la continucación y por ende su trama es muy parecida a la primera entrega, durante el film sorprenden al espectador con situaciones inesperadas que enganchan de principio a fin. Por otra parte, la utilización de la ciudad de New York como eje central le da a la película un atractivo especial.

Esta secuela de la famosa película que llevó al estrellato (muy a su pesar después) a Macauley Culkin es un ejemplo de cómo repetir una fórmula no siempre sale bien, o pocas veces sale bien. El guión sigue casi paso por paso todos los parámetros de su antecesora, solo que cambiando la casa de los McAllister por la ciudad de Nueva York. Un gran viaje, pero el encanto y la simpatía de la premisa inicial se ha perdido por el camino.
Y la amistad de Kevin con la mendiga de las palomas intenta repetir la emotividad de la que mantenía el protagonista con su vecino en la primera película, pero no consigue los mismos resultados.
Para pasar el rato y verla en familia.

Lo mejor: Lo entretenida que es
Lo peor: Ha perdido todo el encanto de la original

Muy acertada secuela, mas que digna y con un guión similar al anterior pero que hace reír de igual manera que la primera. Aquí Kevin, el famoso niño, toma por equivocación un avión hacia Nueva York en lugar de ir a Miami como el resto de su familia. Una vez allí, lejos de amedrentarse decide recorrer la ciudad y de paso ir a visitar a su tío, lo que no contará es que los dos ladrones se interpondrán nuevamente en su vida para su propio sufrimiento. Las actuaciones siguen siendo muy buenas lo que contribuye a que el film sea altamente positivo. Recomendable

Si ayer tocó revisar la primera película que para estas fechas siempre es un plan sin fisuras, hoy tocaba revisar la secuela que no tardó mucho en llegar, cosa lógica viendo el éxito que tuvo el filme de 1990 que ha trascendido hasta la cultura popular. En esta ocasión, la idea de que Kevin se quedase en casa sería redundante y espantaría a mucha gente si ven la poca imaginación de los creadores. Tuvieron la idea inteligente de perderse en un sitio más grande, como es Nueva York.

¿Significa eso que es una secuela totalmente diferente a 'Solo en casa'? Realmente no. John Hughes apuesta a lo seguro y solo introduce pinceladas aquí y allá diferentes respecto a la anterior, si bien muchas de las cosas que hicieron buena a la cinta de 1990 aquí se repiten como la añoranza a la familia, el maltrato familiar (la escena del coro, por ejemplo, que cuando se ve de mayor se desea que Kevin ponga en su sitio a su hermano), la comprensión y cariño hacia personas menos afortunadas o las trampas de Kevin McCallister, que sinceramente creo que podría encontrar un sitio en los Vengadores viendo como se desenvuelve en el tramo de la casa abandonada.

¿Significa eso que la repetición del esquema hace a la película peor? Sí, pero no. Ciertamente, repetir muchos elementos es, indudablemente, la pérdida del efecto sorpresa para el espectador. Por otro lado, la inspiración no se ha perdido del todo y aún consigue hacer disfrutar gracias a que los elementos siguen funcionando; John Williams con una banda sonora no tan buena como la primera, pero que cumple, Macauly Culkin en otro gran papel y el resto del elenco se mantienen como elecciones acertadas de casting, la carga sentimental siempre presente y el tramo de las trampas y las tretas.

Es peor que la primera, sí, mas no rotundamente peor. Se mantiene bastante bien en estos casi 30 años de existencia, incluso sabiendo que su desarrollo no es muy diferente al filme predecesor. Ver ya las siguientes secuelas está en la tolerancia de cada uno, pues pintaza lo que se dice pintaza no tienen.