Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York

La secuela de Sólo en casa es un calco de la primera. Es incluso mejor, al menos a mi en su día me gustó más. Y es que la primera era tan divertida y original que no nos importó volver a ver la misma película otra vez con muy pocas variaciones. De nuevo volvió a triunfar en taquilla y propició dos secuelas más en las que ya no estaba Macaulay Culkin por razones de edad. Aquí tenemos lo mismo pero en mayor cantidad. En el reparto aparecen Rob Schneider, en uno de sus primeros trabajos, y el futuro presidente de Estados Unidos Donald Trump, en un breve cameo en el hotel Plaza de Nueva York.

Una repetición, casi punto por punto, de la primera parte. Uno es incapaz de odiarla, pero la pérdida de creatividad calcando plano por plano la primera parte en un escenario diferente es muy llamativa. Solo en casa 2 repite estructura, pero también personajes e intenciones, y aunque se sigue viendo como una buena película navideña, hay una vaguería detrás demasiado grande camuflada por una pirotecnia y un festival de luces newyorkinas que tan sólo ayudan a evidenciar la lluvia de billetes que le cayó a la primera parte.

Como digo, una película hecha con plantilla, que estira demasiado algunas partes que no aportan demasiado. La primera tenía ambición comercial, pero a la misma vez una naturalidad que no se acaba de ver en esta segunda parte.

Una secuela de las aventuras de Kevin McCallister que está hecha al modo de entonces, es más grande, más larga, seguramente fue más cara, pero es una repetición exacta de la primera, lo que demuestra que bastan un par de años (o menos) para que todos olvidemos los buenos propósitos y volvamos a las andadas.

El que copie a su predecesora cambiando el escenario implica también que cuenta con una buena dirección de Chris Columbus, un buen guion de John Hugues, un buen reparto en el que todos vuelven a estar a un buen nivel y las nuevas incorporaciones como la señora de las palomas, no dejan nada que desear, y por supuesto, la misma moraleja navideña.

A quienes les gustase la primera parte, es muy difícil que esta no les guste también, ya que es buen cine infantil destinado a los más pequeños y cumple con el objetivo de entretener y divertir, puede verse en familia y no necesita ser lo más original. Agradable y especial para los que crecieron con ella en los 80 y 90s.

No es una gran comedia, pero te entretiene y la disfrutas a ratos. Le doy cinco porque me hizo disfrutar mucho en mi adolescencia. Macaulay Culkin se ganó el cariño del comun de la gente con estas películas, lástima que en la actualidad no hay rastro de él.

Esta segunda parte de la saga Sólo en casa. Es verdad que no es tan buena como la primera vez pero sigue siendo una gran película.

Siguen las aventuras de Kevin McCallister está vez en Nueva York pero no se le acaba el ingenio para defenderse ni las ideas con las que sorprender a los malos.

Es de esas películas que me han acompañado en mi infancia y que he visto en innumerables ocasiones.