Es necesario agregar algo, yo creo que no. Solo lo injusto que están siendo con esta peli en cuanto a galardones.
Campanella engendró una obra que destila calidad por todos lados, la edición es endiablada no pierde un ápice los giros de la trama y si lo hace es para demostrar que el cine es arte. Las interpretaciones son brillantes, los diálogos son impresionantes, la fotografía es correcta, y las secuencias de tensión estan filmadas con mucho mimo.
En fin, recomiendo a todos los que le guste el buen cine, fuera del género policial, van a recordar lo que es buen cine. Y a la Academia ( no Racing Club) de Hollywood que no se olviden de esta joya que bien haría en dar prestigio a los oscars.

Peliculón en todos sus sentidos.

No le falta de nada. Tiene una historia de amor preciosa, un crímen por resolver, trata sobre la amistad, sobre las segundas oportunidades de la vida, en general una película completa, de esas que no puedes dejar de pensar en ella durante un tiempo, que te deja el corazón encogido por momentos y te divierte en otros, con unos diálogos preciosos, de esos que sólo tienen los argentinos, una música espectacular. No se puede pedir más.

A pesar de que me cuesta un poco ver cine argentino, porque hasta los 10 minutos no consigo entender casi nada, hacía tiempo que no veía una película así. Deseas que no termine. Para mí esta película hay que verla dos veces, para disfrutar de todos sus detalles y diálogos.
Las interpretaciones son estupendas, incluso la del amigo borracho (que lo borda).

No sé qué criterio siguen con los Goya, pero sin desmerecer a "Celda 211", si la comparo con ésta, aquélla me parece una "peliculilla", aunque sobre gustos.....

La veo como una de ésas películas donde historia, diálogos, interpretación, hasta el mínimo enfoque de cámara va como la seda y tu con ello.

Es profunda y a la vez con buen humor, de ritmo pausado pero que te atrapa hasta el final, con sus contrastes de lo bueno y lo malo perfectamente dibujados hasta que se saltan las líneas y ya no se distingue claramente el bien del mal, que te invita a ponerte en situación y reflexionar en que harías tu allí, y que mejor no indagas porque no lo tienes claro.
Todo ésto llevado por sus actores y su guión que no sobra ni falta nada me parece a mí.

Y Darín, creo que este señor no es actor, es un pedazo de juglar y artista de éste oficio que es mostrar sentimientos ante situaciones que pudieran ser reales. No se me ocurre otra cosa ni otra forma de expresarlo porqué cada peli que veo suya me deja atado hasta que acaba y con ganas de verle en otra. Nada más nada menos.

En fin tiembla hollywood que ya no sabes hacer pelis como hacías antes con los pacinos, de niros, eastwoods etc. Y no hablemos made in spain, no hay color, da pena salvando alguna excepción por supuesto.

La moraleja es que a quién le apetezca ver una historia donde engancharse y sorprenderse que la vea, el que quiera reírse con ganas también, y el que quiera dejarse llevar con detalles y detallecitos de cine cuidadoso y trabajado pues ésta es la suya.

Simplemente colosal. Lo mejor que he visto en el cine en años, lo tiene todo intriga, suspense, humor, amor, temor ...
Es sencillamente la mejor película al menos de 2009.

El título de la película es tan romántico como romántica es toda ella. Aunque, al hilo de la historia, no es un secreto precisamente lo que esconden los ojos de los protagonistas, sino un amor que se desborda a través de ellos y contradice una y otra vez las palabras y las acciones que los alejan. Ese amor, esa pasión, esa fuerza en los ojos, te hace preguntarte si alguna vez alguien te ha mirado así y, si no has tenido esa suerte, desearlo con todas tus fuerzas. Los ojos de Ricardo Darín traslucen tanta adoración, tanto anhelo, tanta necesidad de la otra persona, que resulta muy fácil ponerse en su lugar y sentir su misma angustia ante la perdida del ser amado y la misma decisión a la hora de recuperarlo.

La película es una maravilla. Lo reúne todo: Magnificas interpretaciones, una historia fabulosamente bien contada, una música exquisitamente seleccionada y unos escenarios, ora sórdidos ora luminosos, dependiendo del personaje central de la escena de que se trate.

Habla sobre la pasión, esa que nos mueve, que nos motiva, que nos hace llorar o reír. Narra como el hecho de prescindir de nuestro objeto de deseo (sea una persona, un objeto o una afición) se hace insoportable y condiciona toda nuestra vida. Cuenta como cada personaje, por no renunciar a esa pasión, pasan por la vida, unos hundiéndose, otros desesperándose, otros en el más absoluto vació, pero todos en un estado de inquietud permanente que precisan para sentirse vivos.

Todos y cada uno de ellos son importantes, porque todos completan un puzzle perfecto, intenso y hermoso.