No debemos olvidar que es una película épica, basada en un hecho real y que el director "adapta" para hacer de una acción absurda ( por parte del mando británico ) un hecho glorioso, lleno de valentía, arrojo, honor y venganza ( que se refleja en la tropa ).

Me gusta porque prevalece el valor y el heroismo de las personas sencillas, por encima de la mediocridad de la sociedad burguesa.

Siempre que escucho esas palabras me acuerdo de Sean Connery con su casaca roja y el sable en alto en medio de un desierto de fantasía. ¿Le habéis visto? Entonces lo recordaréis también vosotros.

«La carga de la Brigada Ligera» es una película entretenida pero bastante naíf, hay que admitirlo, con alma aventurera, bélica y romántica. Yo estaba anonadada con el romance, porque no podía creerme que Olivia de Havilland no estuviese enamorada realmente del Errol Flynn, cosa que da bastante juego y que me hizo dudar hasta el final. Nunca he hablado de Flynn, así que diré en breves palabras que no me parece un hombre demasiado apuesto pese a su aura de galán, que lo fue, y de hecho puede que lo sea, sólo que a mi no me va especialmente.

La película nos cuenta un montón de peripecias hasta que llega el momento de la carga, que es lo importante aunque no lo parezca si tenemos en cuenta la trama. Ingleses, indios y rusos se enfrascan en un conflicto donde los buenos, evidentemente, son los británicos y los malos son los demás. El ambiente exótico y colonial queda siempre muy bonito y el final, la carga, está rodada con ritmo y talento, sobre todo si tenemos en cuanto la época en la que se hizo. Sorprendente.

Estoy segura de que los niños tenían que entrar en éxtasis viendo a Errol Flynn galopar con la bandera hacia el enemigo, y de eso se trata: de pasarlo bien, sin más.

Si no fuera por el encanto de Errol Flynn y porque tiene un buen ritmo, en mi opinión, esta película no llegaría ni a un 5. Un pastiche en el que Curtiz mezcla épica (aunque no entienda bien por qué demonios alaban tanto una actitud tan estúpida), romance (pasteloso a rabiar) y acción (aquí está más acertado). Además, las constantes alusiones que hacen a las supuestas virtudes del ejercito inglés parecen sacadas de un burdo boletín de propaganda de guerra.

En definitiva, una película decepcionante, más aún si tenemos en cuenta quién la firma.