Love & Mercy
6.7
4,390
10 de enero de 2016
10 de enero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Biopic del cantante y compositor Brian Wilson, miembro del famoso grupo de pop californio "Beach Boys", que triunfaron en la década de los sesenta i setenta. De todos modos, pero, no es un biopic cualquiera. El director, Bill Pohland, crea una estructura no lineal con dos líneas de tiempo, y eso es lo que hace que la película sea tan sorprendente. Por un lado, podemos ver al Brian Wilson creador y músico y que empieza en el mundo de las drogas. En otra línea de tiempo, podemos ver a un Brian Wilson más mayor a quien la vida no le ha sonreído culpa de las drogas y es controlado en todo momento por el terapeuta Landy. Es también aquí donde se enamora de una vendedora de coches.
Por encima de toda, destacar que la película es un homenaje a la buena música pop de los "Beach Boys" y a Brian Wilson. Esta es la vertedera buena música y no la música comercial que encontramos actualmente. Por eso, es un homenaje también a aquellas personas que aún guardan con buen recuerdo la música de los "Beach Boys" o "The Beatles", por ejemplo, y no soportan la música actual. Es un retorno al pasado, y es que a lo largo de la película suenan piezas tan conocidas como "Surfin USA" o "Good vibration", aunque la película se centra en la gravación d’"Smile" y "Pet sounds". De esta forma manera, la música del film es espectacular.
En segundo lugar destacar las interpretaciones de los actores que hacen de Brian Wilson, Paul Dano y John Cusack. Especialmente, magistral la actuación de Dano, que interpreta al cantante de joven. Es totalmente creíble su actuación, con gestos y miradas que hacen vibrar al espectador y corresponden, seguramente, a la pasión que tenía Brian Wilson por la música y también a su sufrimiento cuando empieza a engancharse a las drogas.
El hecho de que haya dos líneas de acción no hace en ningún momento perder al espectador, como si hacen otras películas que también tienen varias líneas de acción. Así, el espectador sabe en todo momento donde se encuentra, si en la historia del Brian Wilson joven o en la historia del Brian Wilson adulto. Por llevar a cabo todo eso el montaje y el guión han sido claves para pasar de una línea de acción a otra.
Por último solo me queda mencionar la secuencia final, que tienen unos planos de cámara muy buenos, con cambios constantes cada dos o tres segundos de plano y con una mezcla de las dos líneas de acción e incluso una tercera. Es una última secuencia impresionante. Aquella que todo amante del buen cine le apasiona ver.
En definitiva, "Love&Mercy" es una película entretenida por la música, pero al mismo tiempo te hace sufrir por los personajes. Es un film, por lo tanto, que tiene sufrimiento, entretenimiento y diversión, ya que tiene alguna pizca de humor excelente. Recomiendo "Love&Mercy" todos aquellos amantes de la buena música pop de los sesenta y setena, pero también a aquellos amantes del buen cine, que quieren disfrutar de una película poco convencional.
Por encima de toda, destacar que la película es un homenaje a la buena música pop de los "Beach Boys" y a Brian Wilson. Esta es la vertedera buena música y no la música comercial que encontramos actualmente. Por eso, es un homenaje también a aquellas personas que aún guardan con buen recuerdo la música de los "Beach Boys" o "The Beatles", por ejemplo, y no soportan la música actual. Es un retorno al pasado, y es que a lo largo de la película suenan piezas tan conocidas como "Surfin USA" o "Good vibration", aunque la película se centra en la gravación d’"Smile" y "Pet sounds". De esta forma manera, la música del film es espectacular.
En segundo lugar destacar las interpretaciones de los actores que hacen de Brian Wilson, Paul Dano y John Cusack. Especialmente, magistral la actuación de Dano, que interpreta al cantante de joven. Es totalmente creíble su actuación, con gestos y miradas que hacen vibrar al espectador y corresponden, seguramente, a la pasión que tenía Brian Wilson por la música y también a su sufrimiento cuando empieza a engancharse a las drogas.
El hecho de que haya dos líneas de acción no hace en ningún momento perder al espectador, como si hacen otras películas que también tienen varias líneas de acción. Así, el espectador sabe en todo momento donde se encuentra, si en la historia del Brian Wilson joven o en la historia del Brian Wilson adulto. Por llevar a cabo todo eso el montaje y el guión han sido claves para pasar de una línea de acción a otra.
Por último solo me queda mencionar la secuencia final, que tienen unos planos de cámara muy buenos, con cambios constantes cada dos o tres segundos de plano y con una mezcla de las dos líneas de acción e incluso una tercera. Es una última secuencia impresionante. Aquella que todo amante del buen cine le apasiona ver.
En definitiva, "Love&Mercy" es una película entretenida por la música, pero al mismo tiempo te hace sufrir por los personajes. Es un film, por lo tanto, que tiene sufrimiento, entretenimiento y diversión, ya que tiene alguna pizca de humor excelente. Recomiendo "Love&Mercy" todos aquellos amantes de la buena música pop de los sesenta y setena, pero también a aquellos amantes del buen cine, que quieren disfrutar de una película poco convencional.
27 de agosto de 2016
27 de agosto de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correctísimo biopic, brillante en ocasiones —bastantes—, en torno a la compleja figura de Brian Wilson, alma máter de los Beach Boys y uno de los mayores genios de la fecunda historia del pop.
Sin renunciar a la habitual estructura de ascenso, caída y redención, el productor y ocasional director —a la vista está que debería prodigarse más— Bill Pohlad sí rompe con la linealidad al uso, apostando por dos planos temporales entrelazados que proporcionan a la historia una cadencia tan desacostumbrada como sugestiva. Ésta presenta un planteamiento casi “in medias res”, con la decisión de Wilson de retirarse de los escenarios para componer la que sería su obra maestra, el inolvidable “Pet Sounds”, de 1966. Inmediatamente a continuación y tras un salto adelante de casi dos décadas, se nos muestra a un Brian Wilson acabado y bajo fuerte tratamiento con psicofármacos.
Si bien las escenas dedicadas a la sórdida madurez del músico, sometido a los designios del despótico psiquiatra Eugene Landy, están resueltas de manera un tanto convencional, y las de su romance con Melinda Ledbetter rayan —a veces, aunque no tantas como muchas de las letras de los Beach Boys— en el sonrojo, la reconstrucción del proceso de creación del legendario disco, con su aire documental, constituye una maravillosa experiencia visual y sonora. Es entonces cuando “Love & Mercy” alza el vuelo por encima de tantas y tantas cintas de similar pelaje y que han acabado por inducir una pereza paralizante ante la mera mención del subgénero. A la admirable calidad de tales tramos contribuye de modo inestimable la interpretación de un Paul Dano sencillamente sublime. El “rarito” por antonomasia se mimetiza con un personaje que le viene como anillo al dedo y le sienta como un guante, entregando uno de los trabajos más emotivos vistos últimamente. En cuanto a su medicado yo de los ochenta, John Cusack, siempre simpático, pero —es evidente— más limitado como actor, hace lo que puede por no desentonar demasiado y, aunque el paso de los años lo ha convertido en su hermana Joan, consigue mantener el tipo con cierto decoro. Lo mismo le sucede a Elizabeth Banks. La edad parece haber ido robándole parte de aquella luminosidad que la caracterizase y a quien aquí la vemos parecerse es a Belén Rueda; no obstante, logra transmitir la determinación de vendedora de coches que le exigía su papel. A Paul Giammatti, por su parte, se le ve muy cómodo en la piel —que no la peluca—, algo histriónica, del tiránico doctor Landy.
En fin, muy recomendable aproximación a la atormentada personalidad de un imprescindible como Wilson. Sólo por su banda sonora —gloriosa, no podía no serlo— ya merece la pena. Con decirles que llevo todo el día escuchando íntegro el “Pet Sounds” …
Sin renunciar a la habitual estructura de ascenso, caída y redención, el productor y ocasional director —a la vista está que debería prodigarse más— Bill Pohlad sí rompe con la linealidad al uso, apostando por dos planos temporales entrelazados que proporcionan a la historia una cadencia tan desacostumbrada como sugestiva. Ésta presenta un planteamiento casi “in medias res”, con la decisión de Wilson de retirarse de los escenarios para componer la que sería su obra maestra, el inolvidable “Pet Sounds”, de 1966. Inmediatamente a continuación y tras un salto adelante de casi dos décadas, se nos muestra a un Brian Wilson acabado y bajo fuerte tratamiento con psicofármacos.
Si bien las escenas dedicadas a la sórdida madurez del músico, sometido a los designios del despótico psiquiatra Eugene Landy, están resueltas de manera un tanto convencional, y las de su romance con Melinda Ledbetter rayan —a veces, aunque no tantas como muchas de las letras de los Beach Boys— en el sonrojo, la reconstrucción del proceso de creación del legendario disco, con su aire documental, constituye una maravillosa experiencia visual y sonora. Es entonces cuando “Love & Mercy” alza el vuelo por encima de tantas y tantas cintas de similar pelaje y que han acabado por inducir una pereza paralizante ante la mera mención del subgénero. A la admirable calidad de tales tramos contribuye de modo inestimable la interpretación de un Paul Dano sencillamente sublime. El “rarito” por antonomasia se mimetiza con un personaje que le viene como anillo al dedo y le sienta como un guante, entregando uno de los trabajos más emotivos vistos últimamente. En cuanto a su medicado yo de los ochenta, John Cusack, siempre simpático, pero —es evidente— más limitado como actor, hace lo que puede por no desentonar demasiado y, aunque el paso de los años lo ha convertido en su hermana Joan, consigue mantener el tipo con cierto decoro. Lo mismo le sucede a Elizabeth Banks. La edad parece haber ido robándole parte de aquella luminosidad que la caracterizase y a quien aquí la vemos parecerse es a Belén Rueda; no obstante, logra transmitir la determinación de vendedora de coches que le exigía su papel. A Paul Giammatti, por su parte, se le ve muy cómodo en la piel —que no la peluca—, algo histriónica, del tiránico doctor Landy.
En fin, muy recomendable aproximación a la atormentada personalidad de un imprescindible como Wilson. Sólo por su banda sonora —gloriosa, no podía no serlo— ya merece la pena. Con decirles que llevo todo el día escuchando íntegro el “Pet Sounds” …
20 de diciembre de 2016
20 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca había sido fan de los Beach Boys, ni tenia un especial interés por la vida de Brian Wilson (creador y principal compositor de la banda), es más, tampoco me gustan especialmente la mayoría de los biópics, se tiende a mitificar demasiado al personaje en cuestión, pero un par de recomendaciones y una casualidad me llevaron a ver "Love & mercy" y lo primero que me provocó fue una inmensa sorpresa, es una excelente película muy bien estructurada, dirigida e interpretada. Bill Pohlad (director a tener muy en cuenta en los próximos años) nos narra a través de dos líneas temporales muy bien definidas la turbulenta vida de Brian Wilson, un personaje muy interesante y peculiar, en una tenemos la creación y los comienzos de la banda así como los primeros problemas mentales de Brian, este Brian más joven está excelentemente interpretado por Paul Dano. En la otra línea temporal vemos a un Brian ya mayor interpretado ahora por John Cusack, un Brian totalmente desquiciado y dependiente del Dr. Landy (un perverso Paul Giamatti), solo la aparición de Melinda Ledbetter (estupenda Elisabeth Banks) le devolverán a Brian las ganas de vivir. Las dos líneas temporales se van mezclando a lo largo de la película sin hacernos perder un mínimo de interés, pasamos de los grandes momentos de éxito de la banda en los 60 o la creación y grabación de canciones en el estudio a momentos realmente dramáticos de Brian y su lucha con la esquizofrenia, especialmente sublime es toda la escena de la creación de "Good vibrations", la demostración de que Brian era un genio.
En resumen, excelente película que consiguió que al acabar de verla me pusiera a escuchar por primera vez en mi vida a los Beach Boys. Imprescindible.
En resumen, excelente película que consiguió que al acabar de verla me pusiera a escuchar por primera vez en mi vida a los Beach Boys. Imprescindible.
31 de octubre de 2015
31 de octubre de 2015
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque mi opinión esté un poco sesgada por la indudable pasión que siento por la música de este grupo de los 60 y por supuesto por Brian Wilson, he de decir que hasta que no vi la película no fui consciente de lo mucho mucho que desconocía. Este biopic derrocha pasión; no solo musicalmente, que también, pero con lo que me quedo es la lección de humanidad que nos da. Por otra parte, gran reparto y grandes actuaciones, sobre todo destacaría la de Paul Dano, (ese actor siempre me consigue) Cuando veo este tipo de filmes busco sentir, llorar, pensar y analizar. Así ha sido. Altamente recomendada.
11 de septiembre de 2018
11 de septiembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2014 nos llegó a las pantallas un curioso y sugerente drama sobre la vida del gran músico Brian Wilson (cantante, compositor y alama de los Beach Boys). En él se nos narran retales de su vida tanto en su juventud (interpretada por Paul Dano) como en su madurez (interpretada por John Cusack) para ir conformando un traje sobre sus circunstancias tanto personales como profesionales.
La temática de la cinta es jugosa, apasionante e inquietante; pues la vida de Brian Wilson ha sido de todo menos tranquila... desde su sensibilidad especial por los sonidos y su don musical pasando por su traumática infancia, su alocada juventud, se desgraciada madurez y su revivir final; al film apenas se le escapa un solo detalle palpitante de estos aspectos de su vida (aunque muchos de ellos nos los insinúa y no nos los muestra con toda su crudeza y honestidad (craso error no haberlo hecho en mí opinión). Para ejemplo el tema de los malos tratos de su padre o su consumo de drogas). Sin embargo "Love & Mercy" no es capaz de ofrecer un biopic íntegro y robusto, pues lo que nos ofrece en sus más de 2 horas son tan solo eso: retales esporádicos de ciertos momentos aquí y allá pero sin una soldadura y una cohesión hábil y avezada entre ellos (¡vamos, que esto no es "Ray" (2004) o "En la cuerda floja" (2005)) y una se pregunta (sabiendo o no la historia completa de Brian Wilson) porque los personajes secundarios que deambulan por el film aparecen o desaparecen sin más (¿qué hay del primo de Brian o el resto de la banda?, ¿como termina (o no) su relación con ellos?, ¿cuando y por qué es engatusado por el personaje de Paul Giamatti?, etc.), porque hay tramas que se abren para no volver a mencionarse. Al menos otras cintas de este género son continuas y cohesionadas en ese sentido. Y si esto se diera como "licencia artística"... no lo vería mal si estuviéramos hablando de un film experimental donde prima la forma y no el fondo, pero no es el caso ya que la dirección de Bill Pholad, si bien no es molesta o desatinada, es de lo más usual y vulgar.
Así pues el film se queda cojo porque esta "a medias" en su tratamiento y desarrollo argumental (que no es idiota. El cuidado de Moverman y Lerner en los detalles de las escenas resulta cabal, medrado, natural y mesurado). Y curiosamente al libreto, a pesar de incidir poco en un progreso consecutivo, le da por repetir de forma inapetente momentos y situaciones que ya no nos tienen que contar más por mucho que se repitan una y otra vez (hablo de las discusiones entre la banda o de las dudas de Wilson entre los personajes de Elizabeth Banks y Paul Giamatti). Todo esto hace del film una experiencia plumbea y anodina en demasiados minutos.
Otro defecto (y este no afecta a la poco atención que pueda mantener el espectador para con el film) es la errática actuación de John Cusack. Vamos a ver, Brian Wilson padece problemas psiquiátricos por el abuso de sustancias desde su juventud... y Cusack decide convertirlo por error una especie de parodia de Forret Gump. Prefiero no meterme más con su actuación y decir simplemente que Cusack no es (por poner ejemplos de biopics de músicos) Joaquin Phoenix en "En la cuerda floja" (2005), ni Jamie Foxx en "Ray" (2004) y ya si nos ponemos estupendos, ni es Marion Cotillard en "La vie en rose" (2007).
Con esa actuación es fácil que sus paternaires destaquen, pero lo cierto es que realizan un trabajo ciertamente notable (comenzando por Paul Dano que imprime a su Brian Wilson una naturalidad y un carisma en su personaje abrumadores a pesar de las trabas mentales de éste (Dano recibió por este papel una merecida nominación a los Globos de Oro). Y terminando por un Paul Giammatti que se hace (como pretende) detestable y una Elizabeth Banks rebosante de encanto y fascinación).un largo que en u conjunto es más digno de un biopic telefilmero.
En fin, "Love & Mercy" se hace mínimamente soportable gracias al buen hacer de Dano, Banks y Giamatti que sacan petróleo de sus pocos momentos, a la música de los Beach Boys y a una temática jugosa que, a pesar de no haberse explotado aquí como mereciera, nos guarda algunos (pocos) minutos de hechizo en pantalla. Pero estos escasos momentos no compensan un producto que en su conjunto, y por culpa de un libreto más superficial, reiterativo y desmembrado de o esperado y de una interpretación disparatada de Cusack, acaba pareciendo un biopic telefilmero.
Solo recomendable para los fans de Brian Wilson, John Cusack y Paul Dano.
Lo mejor: La sutil pero potente y auténtica interpretación de Paul Dano
Lo peor: Un guión innecesariamente desgajado.
La temática de la cinta es jugosa, apasionante e inquietante; pues la vida de Brian Wilson ha sido de todo menos tranquila... desde su sensibilidad especial por los sonidos y su don musical pasando por su traumática infancia, su alocada juventud, se desgraciada madurez y su revivir final; al film apenas se le escapa un solo detalle palpitante de estos aspectos de su vida (aunque muchos de ellos nos los insinúa y no nos los muestra con toda su crudeza y honestidad (craso error no haberlo hecho en mí opinión). Para ejemplo el tema de los malos tratos de su padre o su consumo de drogas). Sin embargo "Love & Mercy" no es capaz de ofrecer un biopic íntegro y robusto, pues lo que nos ofrece en sus más de 2 horas son tan solo eso: retales esporádicos de ciertos momentos aquí y allá pero sin una soldadura y una cohesión hábil y avezada entre ellos (¡vamos, que esto no es "Ray" (2004) o "En la cuerda floja" (2005)) y una se pregunta (sabiendo o no la historia completa de Brian Wilson) porque los personajes secundarios que deambulan por el film aparecen o desaparecen sin más (¿qué hay del primo de Brian o el resto de la banda?, ¿como termina (o no) su relación con ellos?, ¿cuando y por qué es engatusado por el personaje de Paul Giamatti?, etc.), porque hay tramas que se abren para no volver a mencionarse. Al menos otras cintas de este género son continuas y cohesionadas en ese sentido. Y si esto se diera como "licencia artística"... no lo vería mal si estuviéramos hablando de un film experimental donde prima la forma y no el fondo, pero no es el caso ya que la dirección de Bill Pholad, si bien no es molesta o desatinada, es de lo más usual y vulgar.
Así pues el film se queda cojo porque esta "a medias" en su tratamiento y desarrollo argumental (que no es idiota. El cuidado de Moverman y Lerner en los detalles de las escenas resulta cabal, medrado, natural y mesurado). Y curiosamente al libreto, a pesar de incidir poco en un progreso consecutivo, le da por repetir de forma inapetente momentos y situaciones que ya no nos tienen que contar más por mucho que se repitan una y otra vez (hablo de las discusiones entre la banda o de las dudas de Wilson entre los personajes de Elizabeth Banks y Paul Giamatti). Todo esto hace del film una experiencia plumbea y anodina en demasiados minutos.
Otro defecto (y este no afecta a la poco atención que pueda mantener el espectador para con el film) es la errática actuación de John Cusack. Vamos a ver, Brian Wilson padece problemas psiquiátricos por el abuso de sustancias desde su juventud... y Cusack decide convertirlo por error una especie de parodia de Forret Gump. Prefiero no meterme más con su actuación y decir simplemente que Cusack no es (por poner ejemplos de biopics de músicos) Joaquin Phoenix en "En la cuerda floja" (2005), ni Jamie Foxx en "Ray" (2004) y ya si nos ponemos estupendos, ni es Marion Cotillard en "La vie en rose" (2007).
Con esa actuación es fácil que sus paternaires destaquen, pero lo cierto es que realizan un trabajo ciertamente notable (comenzando por Paul Dano que imprime a su Brian Wilson una naturalidad y un carisma en su personaje abrumadores a pesar de las trabas mentales de éste (Dano recibió por este papel una merecida nominación a los Globos de Oro). Y terminando por un Paul Giammatti que se hace (como pretende) detestable y una Elizabeth Banks rebosante de encanto y fascinación).un largo que en u conjunto es más digno de un biopic telefilmero.
En fin, "Love & Mercy" se hace mínimamente soportable gracias al buen hacer de Dano, Banks y Giamatti que sacan petróleo de sus pocos momentos, a la música de los Beach Boys y a una temática jugosa que, a pesar de no haberse explotado aquí como mereciera, nos guarda algunos (pocos) minutos de hechizo en pantalla. Pero estos escasos momentos no compensan un producto que en su conjunto, y por culpa de un libreto más superficial, reiterativo y desmembrado de o esperado y de una interpretación disparatada de Cusack, acaba pareciendo un biopic telefilmero.
Solo recomendable para los fans de Brian Wilson, John Cusack y Paul Dano.
Lo mejor: La sutil pero potente y auténtica interpretación de Paul Dano
Lo peor: Un guión innecesariamente desgajado.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here