El conjuro 2
2016 

6.5
24,882
Terror
Secuela de la exitosa "Expediente Warren" (2013) que presenta un caso real de los renombrados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Para resolverlo viajan al norte de Londres para ayudar a una madre soltera que vive con sus cuatro hijos en una casa plagada de espíritus malignos. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2016
14 de junio de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miedo, tensión y mucho agobio en la nueva película de Expediente Warren, vuelve a estar a la altura de su predecesora y demuestra que a la hora de dar miedo James Wan es el mejor. 2 horas de película en la que aparte de no sabe por donde viene el susto, tienes momentos para respirar y ver una historia muy buena, con algún toque cómico (véase la escena de los policías). Y para hacer la trama mas interesante de lo que ya era, la historia da un giro inesperado y se vuelve aun mas paranormal de lo que ya era. Película que recomiendo ver si te gusta el genero de terror y te encanta pasar miedo, pues esta peli esta echa para eso.
Empezamos viendo como Ed y Lorraine Warren trabajan en el caso de Amytiville, detallando las diferentes muertes que se produjeron a través de la visión de Lorraine. Pero no solo capta los asesinatos de Amytiville si no que capta también una presencia oscura que mas adelante se sabrá quien es.
Luego nos trasladamos a Enfield donde vemos como una familia normal sufre el acoso de un fantasma llamado Bill. Y después de que la televisión local documente el caso y la policía se vea incapacitada para resolverlo, llamas a los Warren. La locura paranormal de Enfield empieza, susto tras susto, voces de ultratumba y sombras en la oscuridad que buscan hacer que saltes de miedo. Así se llega al final de la cinta donde podrás respirar aliviado por todos los sustos que has recibido.
Ciertamente espero que estén pensando ya en el guion de una tercera entrega, por que películas como estas se disfrutan mucho.
Empezamos viendo como Ed y Lorraine Warren trabajan en el caso de Amytiville, detallando las diferentes muertes que se produjeron a través de la visión de Lorraine. Pero no solo capta los asesinatos de Amytiville si no que capta también una presencia oscura que mas adelante se sabrá quien es.
Luego nos trasladamos a Enfield donde vemos como una familia normal sufre el acoso de un fantasma llamado Bill. Y después de que la televisión local documente el caso y la policía se vea incapacitada para resolverlo, llamas a los Warren. La locura paranormal de Enfield empieza, susto tras susto, voces de ultratumba y sombras en la oscuridad que buscan hacer que saltes de miedo. Así se llega al final de la cinta donde podrás respirar aliviado por todos los sustos que has recibido.
Ciertamente espero que estén pensando ya en el guion de una tercera entrega, por que películas como estas se disfrutan mucho.
19 de febrero de 2017
19 de febrero de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continuación de la saga Warren, después de la de "Expediente" del 2013 o si se prefiere, "Annabelle" (2014). El caso es que tenemos una película que se supone que es de terror paranormal pero que no causa el más mínimo miedo, ni sustos, ni inquietud. En realidad, lo que da más pavor aquí es perder el mando de la televisión aunque algún gracioso añadirá que no, que es no poder cambiar de canal mientras va saliendo la reina Isabel II y sobre todo, Margaret Thatcher, una política con bastante mala imagen. Pero a lo que iba. A este género de terror le hace falta una actualización porque todo lo que aparece está muy visto, desde el argumento copiado de "El exorcista" (1973), en los años 70, niña poseída por un demonio o ente después de hacer ouija (sin olvidarnos de un toque a "La profecía 2" (1978), hasta su estructura, pasando por los golpes de efecto, que los ves venir unos minutos antes.
Dicho esto, "El caso Enfield" no se hace pesada a pesar de su largo metraje, 133 minutos son muchos en este género. La pareja protagonista engancha, tiene un tono más o menos serio, la ambientación setentera es agradable, me estoy haciendo muy fan de esta década, y la temática sobrenatural siempre es atractiva. De todos modos lo que más me ha gustado es la aparición de la joven Lauren Esposito, que es monilla, y que guarda un notable parecido con Emily Browning (¿será por que las dos son australianas?), y la preciosa canción de los Bee Gees, "I started A Joke". A pesar de sus virtudes, si uno piensa en lo que ha visto se dará cuenta que, además de que es muy exagerada, lo de "basado en hechos reales" es un decir, y torpe a la hora de jugar con la idea del fraude, argumentalmente se acerca el disparate, como muy bien nos explica Bobby Lee en su crítica. Se queda en un regular.
Dicho esto, "El caso Enfield" no se hace pesada a pesar de su largo metraje, 133 minutos son muchos en este género. La pareja protagonista engancha, tiene un tono más o menos serio, la ambientación setentera es agradable, me estoy haciendo muy fan de esta década, y la temática sobrenatural siempre es atractiva. De todos modos lo que más me ha gustado es la aparición de la joven Lauren Esposito, que es monilla, y que guarda un notable parecido con Emily Browning (¿será por que las dos son australianas?), y la preciosa canción de los Bee Gees, "I started A Joke". A pesar de sus virtudes, si uno piensa en lo que ha visto se dará cuenta que, además de que es muy exagerada, lo de "basado en hechos reales" es un decir, y torpe a la hora de jugar con la idea del fraude, argumentalmente se acerca el disparate, como muy bien nos explica Bobby Lee en su crítica. Se queda en un regular.
31 de mayo de 2016
31 de mayo de 2016
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue un placer poder asistir a la premier mundial de Expediente Warren 2 en el Nocturna 2016. He leído algunos Twits en los que ponen que James Wan lo ha vuelto hacer, tanto para bien, como para mal. Algunos comparan Expediente Warren 2 con Insidious 2, y otros dicen que lo ha vuelto hacer en sentido de que ha conseguido volver a poner los pelos de punta con esta nueva entrega.
Expediente Warren 2 nos sitúa en Enfield, Inglaterra, en los años 70. En una casa de esta pequeña localidad inglesa, donde viven una madre soltera (Frances O’Connor) y sus cuatro hijos, tienen lugar unos extraños sucesos. De nuevo, y para ayudar a esta familia que experimenta fenómenos sobrenaturales protagonizados por espíritus malignos, nos reencontraremos con el matrimonio de renombrados demonólogos formado por Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson), que investigarán estos aterradores fenómenos paranormales.
El primer tramo de la película es para básicamente presentarnos a la nueva familia y mostrarnos los sucesos paranormales que están sufriendo. Los sonidos y golpes que teníamos en la primera entrega aquí están presentes, pero esta segunda parte acude mas al terror visual, nos muestra mas, de esos sucesos y realmente algunos de ellos ponen los pelos de punta. En muchos momentos varias personas saltaron de sus butacas, lo cual es buen síntoma.
Por otro lado y antes de que los Warren acudan a la casa en cuestión, tienen su propia trama, sus propios problemas, por asi decirlo paranormales, que luego se fundirán perfectamente con los sucesos de la familia de Enfield.
En cuanto a los actores no tengo queja, todos están geniales especialmente Vera Farmiga, Patrick Wilson y Madison Wolfe, la niña que es poseída, creo que lo hace estupendamente bien.
Como en casi todo lo que he visto en este festival, te van contando una cosa para luego darle un giro y que realmente sea otra. Pero se agradece. El ambiente es bastante, tétrico y oscuro, pero no es todo oro lo que reluce.
Es decir, si, tiene momentos de terror, sustos, es muy oscura, hasta ahí perfecto. Donde le veo problema es en la inclusión del humor. Si bien creo que es para relajar al espectador y se confíe un poco, en algunos tramos sobra, o al menos a mi me sobra. Esto no quiere decir que sea una parodia ni nada de eso. Es una película de terror sobrenatural pero, tiene algún dialogo y escena de humor, como digo, supongo para quitarle el susto del cuerpo.
Como sabéis esta basada en una historia real, así que como paso en la primera entrega, aquí también veremos documentos reales del suceso.
Si me preguntasen si es mejor que la primera, no sabría que decir. Para mi tiene mas momentos de terror, mas sustos por así decirlo que la primera entrega, pero claro al añadirle ese humor...(en concreto una escena de Ed Warren que no diré) me chirria. Aún así creo que es una gran película, puede que sea lo mejor del año por el momento en cuanto a terror. Mi nota es un 8,5 casi 9.
Expediente Warren 2 nos sitúa en Enfield, Inglaterra, en los años 70. En una casa de esta pequeña localidad inglesa, donde viven una madre soltera (Frances O’Connor) y sus cuatro hijos, tienen lugar unos extraños sucesos. De nuevo, y para ayudar a esta familia que experimenta fenómenos sobrenaturales protagonizados por espíritus malignos, nos reencontraremos con el matrimonio de renombrados demonólogos formado por Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson), que investigarán estos aterradores fenómenos paranormales.
El primer tramo de la película es para básicamente presentarnos a la nueva familia y mostrarnos los sucesos paranormales que están sufriendo. Los sonidos y golpes que teníamos en la primera entrega aquí están presentes, pero esta segunda parte acude mas al terror visual, nos muestra mas, de esos sucesos y realmente algunos de ellos ponen los pelos de punta. En muchos momentos varias personas saltaron de sus butacas, lo cual es buen síntoma.
Por otro lado y antes de que los Warren acudan a la casa en cuestión, tienen su propia trama, sus propios problemas, por asi decirlo paranormales, que luego se fundirán perfectamente con los sucesos de la familia de Enfield.
En cuanto a los actores no tengo queja, todos están geniales especialmente Vera Farmiga, Patrick Wilson y Madison Wolfe, la niña que es poseída, creo que lo hace estupendamente bien.
Como en casi todo lo que he visto en este festival, te van contando una cosa para luego darle un giro y que realmente sea otra. Pero se agradece. El ambiente es bastante, tétrico y oscuro, pero no es todo oro lo que reluce.
Es decir, si, tiene momentos de terror, sustos, es muy oscura, hasta ahí perfecto. Donde le veo problema es en la inclusión del humor. Si bien creo que es para relajar al espectador y se confíe un poco, en algunos tramos sobra, o al menos a mi me sobra. Esto no quiere decir que sea una parodia ni nada de eso. Es una película de terror sobrenatural pero, tiene algún dialogo y escena de humor, como digo, supongo para quitarle el susto del cuerpo.
Como sabéis esta basada en una historia real, así que como paso en la primera entrega, aquí también veremos documentos reales del suceso.
Si me preguntasen si es mejor que la primera, no sabría que decir. Para mi tiene mas momentos de terror, mas sustos por así decirlo que la primera entrega, pero claro al añadirle ese humor...(en concreto una escena de Ed Warren que no diré) me chirria. Aún así creo que es una gran película, puede que sea lo mejor del año por el momento en cuanto a terror. Mi nota es un 8,5 casi 9.
11 de junio de 2016
11 de junio de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo la dicha o la mala suerte de haber crecido con una educación cultural bastante peculiar. No digo que haya sido difícil. Lo que quiero decir es que mi padre es un seguidor intachable del cine de terror. A los once años ya había experimentado lo que es el horror asiático y algo del americano; muy pocas películas de este género logran un efecto en mí.
Hace unos años era un vil empedernido tratando de encontrar películas que fueran impactantes a los ojos para presumir con mis amigos. De cualquier género. Hasta que me cansé de eso y mi grado de cinéfilo se elevó hasta las nubes, incursionando en géneros más complejos hasta conocer lo mejor del cine.
Cabe resaltar que el cine de terror pasó a ser un mero divertimento, con todos los intentos de terror que se hicieron desde Actividad Paranormal y todas las películas influenciadas en ella, hasta todas las películas de exorcismos (una infinidad).
Cuando se estrenó El Conjuro, fui sin saber nada de ella, decidí que sería mejor así. Obviamente, mi reacción distó de la indiferencia. El sentimiento de El Conjuro era algo distinto; era tensión, estrés, incertidumbre. Un miedo similar a un caso de riesgo en la vida rutinaria. Te tensaba. En mi caso salí de aquella sala con una sonrisa y un caso grave de insomnio, justo como el de esta noche. Necesitábamos algo distinto y Wan lo brindó (Posteriormente haría Insidius, que entra en este renglón muy de cerca).
Y es que el ambiente es el correcto para una película de terror. Desde los escenarios hasta la ambientación musical. Ponen los nervios al borde de un colapso.
Luego llegaron las películas de terror que, más que lograr este tipo de impactos exagerados en la sensibilidad del expectador, lograban un terror psicológico; no del gusto de todos. Muchos afirman que eso no es cine de terror.
Y lo afirman por películas de horror de este calibre. Bien hechas. Que, es cierto, la historia puede llegar a ser repetitiva y sin mucho fundamento en comaparación (En algunos pasajes se llega a confundir con Insidius), pero, logra un equilibrio macabro. Este equilibrio hace a Wan, en mi opinión, el nuevo maestro del terror.
Este equilibrio es esto: Empieza con potencia, y lo lleva así, sin descanso, un muy buen rato hasta que nos da un respiro para recuperar nuestras extremidades de una temblorina atroz. Y cuando el efecto tétrico se afloja un poquito regresa al ritmo agobiante del inicio hasta el final.
En mi opinión: Ninguna película tiene errores, esas deficiencias forman a la película y la convierten en buena o mala (En términos corrientes). Esta cinta aprovecha todas las características comerciales del terror para crear el sentimiento que muchos cineastas de esta rama han buscado (y obviamente no han logrado).
No es una joyita, pero el rato en la butaca es una experiencia religiosa.
Hace unos años era un vil empedernido tratando de encontrar películas que fueran impactantes a los ojos para presumir con mis amigos. De cualquier género. Hasta que me cansé de eso y mi grado de cinéfilo se elevó hasta las nubes, incursionando en géneros más complejos hasta conocer lo mejor del cine.
Cabe resaltar que el cine de terror pasó a ser un mero divertimento, con todos los intentos de terror que se hicieron desde Actividad Paranormal y todas las películas influenciadas en ella, hasta todas las películas de exorcismos (una infinidad).
Cuando se estrenó El Conjuro, fui sin saber nada de ella, decidí que sería mejor así. Obviamente, mi reacción distó de la indiferencia. El sentimiento de El Conjuro era algo distinto; era tensión, estrés, incertidumbre. Un miedo similar a un caso de riesgo en la vida rutinaria. Te tensaba. En mi caso salí de aquella sala con una sonrisa y un caso grave de insomnio, justo como el de esta noche. Necesitábamos algo distinto y Wan lo brindó (Posteriormente haría Insidius, que entra en este renglón muy de cerca).
Y es que el ambiente es el correcto para una película de terror. Desde los escenarios hasta la ambientación musical. Ponen los nervios al borde de un colapso.
Luego llegaron las películas de terror que, más que lograr este tipo de impactos exagerados en la sensibilidad del expectador, lograban un terror psicológico; no del gusto de todos. Muchos afirman que eso no es cine de terror.
Y lo afirman por películas de horror de este calibre. Bien hechas. Que, es cierto, la historia puede llegar a ser repetitiva y sin mucho fundamento en comaparación (En algunos pasajes se llega a confundir con Insidius), pero, logra un equilibrio macabro. Este equilibrio hace a Wan, en mi opinión, el nuevo maestro del terror.
Este equilibrio es esto: Empieza con potencia, y lo lleva así, sin descanso, un muy buen rato hasta que nos da un respiro para recuperar nuestras extremidades de una temblorina atroz. Y cuando el efecto tétrico se afloja un poquito regresa al ritmo agobiante del inicio hasta el final.
En mi opinión: Ninguna película tiene errores, esas deficiencias forman a la película y la convierten en buena o mala (En términos corrientes). Esta cinta aprovecha todas las características comerciales del terror para crear el sentimiento que muchos cineastas de esta rama han buscado (y obviamente no han logrado).
No es una joyita, pero el rato en la butaca es una experiencia religiosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esta película en particular debe verse en su idioma original. Forzosamente.
21 de junio de 2016
21 de junio de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era algo que se veía venir. El gran éxito de “Expediente Warren: The Conjuring” tanto de crítica como de público, incluyendo a los fans del cine de terror más exigentes, se sabía que acabaría originando una secuela, cosa que se ha acabado produciendo tres años después con “Expediente Warren: El caso Enfield”. Mucho se ha luchado para que se siguiese conservando el mismo equipo, es decir, sus protagonistas, como su director, James Wang, una de las piezas claves. En el guión vuelven a repetir Carey y Chad Hayes. La maquinaria parecía infalible, y tras su notable inicio, nada parecía presagiar que su continuación sería inferior, pero así ha sido.
Para mí la razón reside ante todo en su guión. Mientras que su primera entrega sabía articular con acierto los elementos que barajaba, en esta nueva “aventura” sus guionistas se pierden en un prólogo de dudosa utilidad, se alargan innecesariamente algunas escenas y se desaprovechan momentos o personajes que podían haber ayudado a inquietar de una manera más limpia, como se hizo anteriormente. La línea argumental era obvia, pero más clara en la primera, mientras que aquí se divaga más, quizás con la intención de parecer más original, se mete más morcilla y que a ratos huele a Macguffin al no desarrollar todo lo que se plantea. Además las referencias a otros títulos del género aquí se multiplican y deja de parecer un homenaje para evidenciar una posible falta de inspiración, yendo de “El sexto sentido” a “Babadook” o a por ejemplo, “Morir todavía”, thriller de Kenneth Branagh que en la actualidad parece haber caído en el olvido.
A pesar de todo esto Wang se maneja con soltura, sobre todo en las escenas donde hacía falta, quedando todo en un espectáculo entretenido pero sin poder exigir demasiado. Por poner un ejemplo que no es ningún “spoiler”, al final de la película, en sus créditos, se inserta la grabación original que se conserva del caso. Cabe decir que han tenido el acierto de mantenerla en su versión original subtitulada y da más escalofrío que toda la película.
El reparto se ajusta a lo que se pide, sobre todo por parte de Vera Farmiga, pero verla en su versión en español es un error, sobre todo en la parte concerniente a los chicos, dudosamente doblados, una lástima, aunque no haya nada que objetar respecto a sus trabajos actorales.
Su fotografía, muy buena, o su banda sonora ayudan al clima que se pretende, aunque se inserten momentos musicales que no relajan al espectador, si no que ralentizan lo que se está contando, por muy buena intención que ponga Patrick Wilson. Por todo lo dicho y aunque se eche mano con cierto descaro de sustos gratuitos, “Expediente Warren: El caso Enfield” es una aceptable película de género que entretiene pero que no llega, al menos para mí, a estremecer como su anterior entrega. Su excesiva duración tampoco juega a su favor, aunque, por otra parte, se agradece que se siga intentando inquietar con elementos simples o meros juguetes, lo más difícil en el género, aunque en este caso se terminen perdiendo ante tanto efecto visual.
Para mí la razón reside ante todo en su guión. Mientras que su primera entrega sabía articular con acierto los elementos que barajaba, en esta nueva “aventura” sus guionistas se pierden en un prólogo de dudosa utilidad, se alargan innecesariamente algunas escenas y se desaprovechan momentos o personajes que podían haber ayudado a inquietar de una manera más limpia, como se hizo anteriormente. La línea argumental era obvia, pero más clara en la primera, mientras que aquí se divaga más, quizás con la intención de parecer más original, se mete más morcilla y que a ratos huele a Macguffin al no desarrollar todo lo que se plantea. Además las referencias a otros títulos del género aquí se multiplican y deja de parecer un homenaje para evidenciar una posible falta de inspiración, yendo de “El sexto sentido” a “Babadook” o a por ejemplo, “Morir todavía”, thriller de Kenneth Branagh que en la actualidad parece haber caído en el olvido.
A pesar de todo esto Wang se maneja con soltura, sobre todo en las escenas donde hacía falta, quedando todo en un espectáculo entretenido pero sin poder exigir demasiado. Por poner un ejemplo que no es ningún “spoiler”, al final de la película, en sus créditos, se inserta la grabación original que se conserva del caso. Cabe decir que han tenido el acierto de mantenerla en su versión original subtitulada y da más escalofrío que toda la película.
El reparto se ajusta a lo que se pide, sobre todo por parte de Vera Farmiga, pero verla en su versión en español es un error, sobre todo en la parte concerniente a los chicos, dudosamente doblados, una lástima, aunque no haya nada que objetar respecto a sus trabajos actorales.
Su fotografía, muy buena, o su banda sonora ayudan al clima que se pretende, aunque se inserten momentos musicales que no relajan al espectador, si no que ralentizan lo que se está contando, por muy buena intención que ponga Patrick Wilson. Por todo lo dicho y aunque se eche mano con cierto descaro de sustos gratuitos, “Expediente Warren: El caso Enfield” es una aceptable película de género que entretiene pero que no llega, al menos para mí, a estremecer como su anterior entrega. Su excesiva duración tampoco juega a su favor, aunque, por otra parte, se agradece que se siga intentando inquietar con elementos simples o meros juguetes, lo más difícil en el género, aunque en este caso se terminen perdiendo ante tanto efecto visual.
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