Masters del universo
1987 

4.6
8,780
Fantástico. Acción. Ciencia ficción. Aventuras. Infantil
Basada en la famosa serie animada. He-man y sus amigos deben viajar a la Tierra del siglo XX para rescatar una llave cósmica que les permita derrotar a Skeletor, que se ha apoderado del castillo de Grayskull y que mantiene prisionera a Sorceress. Los inconvenientes son que Skeletor posee otra llave y que la original está en manos de unos jóvenes terrícolas, que creen que es un instrumento musical.
6 de mayo de 2013
6 de mayo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Canon-Group, esa mítica productora de cintas de acción de serie B de los ochenta, fue la única que se atrevió a adaptar a la gran pantalla no una famosa novela, ni una conocida obra de teatro, ni siquiera un musical… ¡sino una línea de figuras de acción de Mattel!
La Canon, de la mano de Gary Goddard, regaló todo un espectáculo a los más jóvenes que ansiaban ver el mundo de Eternia en el cine. Después de devorar los cómics, ver la serie de dibujos y jugar horas y horas con He-Man, Man-at-Arms, Skeletor y demás personajes increíbles, una película hecha con actores de carne y hueso tenía que ser la bomba, y lo fue… hasta que creces, la vuelves a ver como unos 20 años después, y añoras esa bendita inocencia que te daba tantas satisfacciones a costa de tu nulo sentido crítico.
Pero qué leches, “Masters del Universo” estaba destinada a nosotros, a los chavales que crecimos en los ochenta, y se debía a la moda del momento igual que los Power Rangers se hicieron para los chavales de los noventa. Son películas que envejecen mal porque se estancan en una generación, y las siguientes nunca podrán extraer todo el encanto de los que crecimos con esos personajes.
En retrospectiva, el filme de Goddard es una auténtica piltrafa por decirlo suavemente, al igual que ha sucedido con otras muchas películas ochenteras de las que nos quedábamos prendados de pequeños y ahora… pues eso. Aún así, a la Canon le debemos habernos dado la oportunidad de seguir soñando, de ver Eternia en imagen real, de ver al musculoso Dolph Lundgren empuñar la espada y decir aquello de: “por el poder de Greyskull!”, de ver a un malvado Skeletor (Frank Langella) haciéndoselas pasar canutas a He-Man… en fin, de muchos instantes que disfrutamos de veras.
Valga con esta película mi sencillo homenaje al cine fantástico de los ochenta, tan influenciado por el universo “Star Wars”, que ha alimentado tanto nuestra imaginación y, de forma indirecta, ha influido en las personas que somos ahora. Va por nosotros.
La Canon, de la mano de Gary Goddard, regaló todo un espectáculo a los más jóvenes que ansiaban ver el mundo de Eternia en el cine. Después de devorar los cómics, ver la serie de dibujos y jugar horas y horas con He-Man, Man-at-Arms, Skeletor y demás personajes increíbles, una película hecha con actores de carne y hueso tenía que ser la bomba, y lo fue… hasta que creces, la vuelves a ver como unos 20 años después, y añoras esa bendita inocencia que te daba tantas satisfacciones a costa de tu nulo sentido crítico.
Pero qué leches, “Masters del Universo” estaba destinada a nosotros, a los chavales que crecimos en los ochenta, y se debía a la moda del momento igual que los Power Rangers se hicieron para los chavales de los noventa. Son películas que envejecen mal porque se estancan en una generación, y las siguientes nunca podrán extraer todo el encanto de los que crecimos con esos personajes.
En retrospectiva, el filme de Goddard es una auténtica piltrafa por decirlo suavemente, al igual que ha sucedido con otras muchas películas ochenteras de las que nos quedábamos prendados de pequeños y ahora… pues eso. Aún así, a la Canon le debemos habernos dado la oportunidad de seguir soñando, de ver Eternia en imagen real, de ver al musculoso Dolph Lundgren empuñar la espada y decir aquello de: “por el poder de Greyskull!”, de ver a un malvado Skeletor (Frank Langella) haciéndoselas pasar canutas a He-Man… en fin, de muchos instantes que disfrutamos de veras.
Valga con esta película mi sencillo homenaje al cine fantástico de los ochenta, tan influenciado por el universo “Star Wars”, que ha alimentado tanto nuestra imaginación y, de forma indirecta, ha influido en las personas que somos ahora. Va por nosotros.
13 de agosto de 2008
13 de agosto de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de esas películas de los años ochenta que objetivamente sabes que es mala pero de la que guardas un gran recuerdo.
El guión no es muy bueno y la historia desaprovecha los personajes. Se podría haber hecho una gran película con Los Masters del Universo. Lo más logrado de la película es la imagen de Dolph Lundgren que se parece a He-Man de verdad.
Teniendo en cuenta que la película es de la Cannon Groupe y que se dejaban dos duros por película ni tan mal. Se puede ver, aunque sin mayores exigencias.
El guión no es muy bueno y la historia desaprovecha los personajes. Se podría haber hecho una gran película con Los Masters del Universo. Lo más logrado de la película es la imagen de Dolph Lundgren que se parece a He-Man de verdad.
Teniendo en cuenta que la película es de la Cannon Groupe y que se dejaban dos duros por película ni tan mal. Se puede ver, aunque sin mayores exigencias.
10 de marzo de 2012
10 de marzo de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de género fantástico y aventuras ambientadas en mundos irreales siempre parten de un guión bastante original y rebozado de elementos que condimentan la aventura a plantear. Una buena base de inspiración parte del inicio que el guionista, con muchas ideas en la cabeza, ponga a funcionar la maquinaria de imaginería. Tenemos los claros ejemplos de George Lucas y su saga de “La Guerra de las Galaxias”, de la que ha vertido su vida profesional y bien que le ha ido, Peter Jackson que ha escenificado ejemplarmente la mitología de Tolkien con su colosal trilogía de “El Señor de los Anillos”. También podemos apreciar ejemplos menores surgidos en los ochenta cuando Peter Yates desplegó, con menos fortuna, la simpática “Krull” (1983) o Don Coscarelli desafió al “Conan el Bárbaro” (Conan the Barbarian, 1982) de John Millius con la cinta de culto “El Señor de las Bestias” (The Beastmaster, 1982). En éstas citadas películas el espectador era partícipe de un festival brujería, capa, espada y músculos a doquier.
Los primos y productores israelíes Menahem Golan y Yoram Globus, al mando de la Canon (y que tenían en nómina a actores como Sylvester Stallone y Chuck Norris) no se les ocurrió nada más que adaptar a la pantalla grande los muñequitos de la empresa Mattel y que tanto furor provocaron en la imaginación de muchos niños de aquella época, en los ochenta. Y contaron con la presencia del gigante sueco Dolph Lundgren (que había interpretado al ruso Iván Draco en “Rocky IV” (1985)) que a diferencia del He-Man de plástico, no lleva un corte de pelo a lo Edad media, sino que luce casi una permanente, un cruce hortera entre “Europe” y “Modern Talking”.
Una película destinada al consumo para saciar el aburrimiento de la tarde. Recomendada para mitómanos nostálgicos e insomnes pertinaces.
Los primos y productores israelíes Menahem Golan y Yoram Globus, al mando de la Canon (y que tenían en nómina a actores como Sylvester Stallone y Chuck Norris) no se les ocurrió nada más que adaptar a la pantalla grande los muñequitos de la empresa Mattel y que tanto furor provocaron en la imaginación de muchos niños de aquella época, en los ochenta. Y contaron con la presencia del gigante sueco Dolph Lundgren (que había interpretado al ruso Iván Draco en “Rocky IV” (1985)) que a diferencia del He-Man de plástico, no lleva un corte de pelo a lo Edad media, sino que luce casi una permanente, un cruce hortera entre “Europe” y “Modern Talking”.
Una película destinada al consumo para saciar el aburrimiento de la tarde. Recomendada para mitómanos nostálgicos e insomnes pertinaces.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La misión de He-Man en la película será abandonar el castillo de Greyskull, en el mundo de Eternia, que está en manos del villano Skeletor (un irreconocible Frank Langella maquillado a lo Freddy Krueger) y sus secuaces, entre los que se encuentra la bellísima como malvada Evil-Lyn (impresionantes los ojazos de Meg Foster) que retienen a la hechicera del castillo (Chelsea Field) que procura que reine la paz. He-Man y sus amigos viajan a nuestro planeta gracias una copia de la Llave Cósmica, fabricada por el mago y cerrajero Gwildor (Billy Party). Dicho instrumento (con la forma de un falo vibrador multiusos con luz y música) abre las puertas a otras dimensiones. Y, una vez allí, en la Tierra se topan con una pareja de adolescentes (atención a una desconocida Courteney Cox) que les ayudarán a recuperar la copia de dicha llave, antes que lo haga el Ejército de Skeletor.
20 de diciembre de 2011
20 de diciembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La infancia es en algunos casos el paraíso perdido, la época en la que todo iba bien llegado un viernes por la tarde. Ni enorgullece ni causa embarazo decir que los antiguos VHS de He-Man y los juguetes de Mattel fueron dos recurrentes productos de ocio durante aquella época para muchos niños y niñas de los 80.
"Masters del universo" fue la adaptación a la gran pantalla de la serie de animación de He-Man (como vemos, los guionistas del programa se estrujaron los sexos para el nombre). Dolph Lundgren encarna al protagonista, igual que le sucedió para pegarse en el cuadrilátero con Rocky, los miembros del casting buscaban más su presencia física y caballera rubia que cualquier otro atributo actoral. Cuando menos, da el pego.
Frank Langella, ya resaltado en otras críticas, rinde como el malo malísimo Skeletor, sin embargo, le da una extraña dignidad al villano y hasta parece que anda al ritmo de la música. Es sin duda lo mejor de la obra y su interpretación resalta y dignifica el cartón piedra. Un buen secundario lo encontramos en James Tolkan, a quien muchos recordarán por su contribución a "Regreso al futuro".
Para los amantes del quién es quién, decir que en esta recreación de espadas y Grayskull (caray, cómo se echa de menos en la cinta que no hubiera fondos para la mítica Montaña Serpiente), una jovencísima Courteney Cox iniciaba su andadura, que luego daría un ascenso merecido por su papel como Mónica en la popular "Friends".
Da la sensación de que se está en una peli de amigos y para amigos, donde la banda sonora sin embargo está muy bien, hay llaves temporales y una historia infantil y eficaz para el público nostálgico de la serie.
Si no, ni la soportarás, pero a los que se acuerden de aquellos días, que se den un paseo por esta cinta de Gary Goddard.
"Masters del universo" fue la adaptación a la gran pantalla de la serie de animación de He-Man (como vemos, los guionistas del programa se estrujaron los sexos para el nombre). Dolph Lundgren encarna al protagonista, igual que le sucedió para pegarse en el cuadrilátero con Rocky, los miembros del casting buscaban más su presencia física y caballera rubia que cualquier otro atributo actoral. Cuando menos, da el pego.
Frank Langella, ya resaltado en otras críticas, rinde como el malo malísimo Skeletor, sin embargo, le da una extraña dignidad al villano y hasta parece que anda al ritmo de la música. Es sin duda lo mejor de la obra y su interpretación resalta y dignifica el cartón piedra. Un buen secundario lo encontramos en James Tolkan, a quien muchos recordarán por su contribución a "Regreso al futuro".
Para los amantes del quién es quién, decir que en esta recreación de espadas y Grayskull (caray, cómo se echa de menos en la cinta que no hubiera fondos para la mítica Montaña Serpiente), una jovencísima Courteney Cox iniciaba su andadura, que luego daría un ascenso merecido por su papel como Mónica en la popular "Friends".
Da la sensación de que se está en una peli de amigos y para amigos, donde la banda sonora sin embargo está muy bien, hay llaves temporales y una historia infantil y eficaz para el público nostálgico de la serie.
Si no, ni la soportarás, pero a los que se acuerden de aquellos días, que se den un paseo por esta cinta de Gary Goddard.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Soprende eso sí como el guión se esfuerza en dejar muchas tramas abiertas. La huida de Evelyn promete una segunda entrega donde medirá sus fuerzas al héroe y sus amigos, ahora con los acólitos de Skeletor que han pasado a su servicio.
Además, en los títulos de crédito finales, nos regalan la aparición de Frank Langella. Maldición, le hubieran dado menos de un 2 en Film Affinity, pero os prometo que yo hubiera visto esa secuela... varias veces.
Además, en los títulos de crédito finales, nos regalan la aparición de Frank Langella. Maldición, le hubieran dado menos de un 2 en Film Affinity, pero os prometo que yo hubiera visto esa secuela... varias veces.
5 de diciembre de 2012
5 de diciembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de 1989 producida por la Cannon, adaptación de la famosa serie de dibujos de los 80 "He-Man y los Masters del Universo". Protagonizada por Dolph Lundgren (Rocky IV) en el papel de He-Man y Frank Langella como Skeletor cuya interpretación fue magnifica e increíble. Los personajes que salían en el film eran: Man-at-arms, Teela, Sorceress y Gwildor en el bando de He-Man y en el de Skeletor estaban Evil-Lyn, Beast-Man, Karg, Saurod y Blade. El maquillaje era sensacional y sorprendente para la época, solo hace falta fijarse en Skeletor, Saurod o Karg. En general, todos los personajes están muy bien caracterizados. El film se nota que tiene alguna influencia de Star Wars como los soldados de Skeletor cual Stormtroopers o las pistolas de rayos láser... La música del film es del maestro Bill Conti. Es una estupenda y entretenida película de ciencia ficción-fantasía, crecí con ella y con todo su universo, tanto los dibujos como con los muñecos que eran mis juguetes preferidos. Los Masters en mi corazón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosa la escena secreta al final de los créditos, en la que se ve una especie de lava con burbujas de color rosa y de repente de ella emerge la cabeza de Skeletor mirando a la cámara y dice: "Volveré"... pero jamás volvió, toda una pena.
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