El tesoro de la Sierra Madre
1948 

8.1
16,487
Aventuras. Western
Año 1925. Fred C. Dobbs (Humphrey Bogart) decide ir a Tampico en busca de oro para salir de la miseria. Emprende el viaje con otros dos vagabundos (Walter Huston y Tim Holt), pero la codicia y la envidia que surge entre ellos les creará más problemas que cualquier dificultad del camino. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2007
17 de febrero de 2007
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película de aventuras a cargo de John Huston y con un reparto encabezado por un estupendo Humphrey Bogart. Sobre todo, un retrato muy vivo sobre la codicia del ser humano y las barbaridades que en su nombre puede llegar a cometer. Un clásico que pervive al tiempo.
25 de agosto de 2010
25 de agosto de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres hombres que buscan dar significado a sus vidas, emprenderán la aventura que los lleve hasta donde está el oro: Ellos, como tantos otros, también piensan que se es por lo que se tiene, y contra todo riesgo -sintiendo que hasta el mismo destino les ha dado un empujoncito con la fracción de lotería que Dobbs compró a regañadientes-, emprenden camino a lomo de mula, hacia la Sierra Madre, donde les espera la suerte que habrá de cambiar sus vidas.
La película está basada en la obra “Der Schatz der Sierra Madre” que escribiera el reservado escritor B. Travers (seudónimo del alemán Bernard Traven Torsvan) aquel que con sabiduría dijera: "¿Que dónde queda mi patria? En el lugar en el que me encuentre y en el que nadie quiera saber quién soy, qué estoy haciendo o de dónde soy: ésa es mi patria, esa es mi tierra".
A John Huston, esta novela le caía como anillo al dedo, pues conectaba perfectamente con su visión de la vida y con ese entendimiento que lo llevaba a saber que el fracaso en lo que se desea es, con frecuencia, un encuentro con lo que en realidad se necesita. Y que es en los momentos difíciles donde el hombre aflora su verdadera esencia. Y esta, creo yo, es la lección clave de este lúcido filme en el que pesan las soberbias caracterizaciones de Walter Huston (exaltada con el premio Oscar), quien representa al ducho buscador de oro que toma las riendas de la expedición y luego se lucirá en su rol de curandero. Humphrey Bogart nos da también una espléndida interpretación y se nos clava en la memoria como el desconfiado y ambicioso Dobbs. Y Tim Holt impecable haciendo del hombre digno que en la crisis florece como ser humano.
Con gran maestría, John Huston logra que de una simple aventura fluya todo un manantial de sentires que reflejan con honda fuerza y con plena claridad un camino que, con los ojos vendados, recorren a diario innumerables seres humanos. Así, “EL TESORO DE LA SIERRA MADRE” es la riqueza que a diario buscan tantísimos hombres cegados por la ambición, dispuestos a hacerse ricos pisoteando a quien sea y negándole, a muchos otros, cualquier derecho a participar de las bondades del mundo.
El filme goza además de una efectiva fotografía en blanco y negro que pareciera rememorar una historia que ya pasó, pero que deja la estela de una realidad que todavía el hombre se niega a transformar. El montaje es conciso, de planos efectivos y con la duración exacta. Y la música de Max Steiner subraya las imágenes con una discreción ya común en el cine de un gran director que, con gran merecimiento, se llevó consigo los premios Oscar al Mejor Director y al Mejor Guión Adaptado.
Este es el cine que permanece en la memoria.
La película está basada en la obra “Der Schatz der Sierra Madre” que escribiera el reservado escritor B. Travers (seudónimo del alemán Bernard Traven Torsvan) aquel que con sabiduría dijera: "¿Que dónde queda mi patria? En el lugar en el que me encuentre y en el que nadie quiera saber quién soy, qué estoy haciendo o de dónde soy: ésa es mi patria, esa es mi tierra".
A John Huston, esta novela le caía como anillo al dedo, pues conectaba perfectamente con su visión de la vida y con ese entendimiento que lo llevaba a saber que el fracaso en lo que se desea es, con frecuencia, un encuentro con lo que en realidad se necesita. Y que es en los momentos difíciles donde el hombre aflora su verdadera esencia. Y esta, creo yo, es la lección clave de este lúcido filme en el que pesan las soberbias caracterizaciones de Walter Huston (exaltada con el premio Oscar), quien representa al ducho buscador de oro que toma las riendas de la expedición y luego se lucirá en su rol de curandero. Humphrey Bogart nos da también una espléndida interpretación y se nos clava en la memoria como el desconfiado y ambicioso Dobbs. Y Tim Holt impecable haciendo del hombre digno que en la crisis florece como ser humano.
Con gran maestría, John Huston logra que de una simple aventura fluya todo un manantial de sentires que reflejan con honda fuerza y con plena claridad un camino que, con los ojos vendados, recorren a diario innumerables seres humanos. Así, “EL TESORO DE LA SIERRA MADRE” es la riqueza que a diario buscan tantísimos hombres cegados por la ambición, dispuestos a hacerse ricos pisoteando a quien sea y negándole, a muchos otros, cualquier derecho a participar de las bondades del mundo.
El filme goza además de una efectiva fotografía en blanco y negro que pareciera rememorar una historia que ya pasó, pero que deja la estela de una realidad que todavía el hombre se niega a transformar. El montaje es conciso, de planos efectivos y con la duración exacta. Y la música de Max Steiner subraya las imágenes con una discreción ya común en el cine de un gran director que, con gran merecimiento, se llevó consigo los premios Oscar al Mejor Director y al Mejor Guión Adaptado.
Este es el cine que permanece en la memoria.
29 de septiembre de 2010
29 de septiembre de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El oro solo vale para hacer joyas y chatarras".
Su verdadero valor estriba en lo que para explotarlo se sacrifica, porque Huston ( padre e hijo), Bogart y Holt nos enseñaron en este drama que así como Lawrence sufrió el cambio que implica el terrible desierto, la batalla cuerpo a cuerpo con la montaña, la sensación de amenaza inminente con tus mismos aliados y el peor enemigo que tenemos los seres humanos cuando no tenemos valores claros o sea nosotros mismos, nos convierte en seres inferiores a los que catalogan como indios e iguales a los mismos ladrones.
La otra cara de la moneda -la positiva y bella de esta película- está en la extraña filosofía de la vida que es perfectamente plasmada en dos momentos dramáticos, contagiosos y que convierten a esta película en entrañable. El valor de las pequeñas grandes cosas como el recoger la cosecha de un campo de melocotones y la valentía de reirnos de nuestras propias torpezas que nos llevan a afortunados reencuentros con nuestros verdadero fin en la vida que es dar valor a lo que realmente nos hace felices y decidirnos a hacerlo.
El valor del oro...
Por eso debe ser esa frase "vales como el oro" y si es así, entonces la usaré con cuidado y respeto.
Gracias por estas obras sencillas, pero inteligentes que nos recuerdan que la sobriedad es tan hermosa.
Su puesto dentro de las cien mejores películas de la historia está muy bien merecido
Su verdadero valor estriba en lo que para explotarlo se sacrifica, porque Huston ( padre e hijo), Bogart y Holt nos enseñaron en este drama que así como Lawrence sufrió el cambio que implica el terrible desierto, la batalla cuerpo a cuerpo con la montaña, la sensación de amenaza inminente con tus mismos aliados y el peor enemigo que tenemos los seres humanos cuando no tenemos valores claros o sea nosotros mismos, nos convierte en seres inferiores a los que catalogan como indios e iguales a los mismos ladrones.
La otra cara de la moneda -la positiva y bella de esta película- está en la extraña filosofía de la vida que es perfectamente plasmada en dos momentos dramáticos, contagiosos y que convierten a esta película en entrañable. El valor de las pequeñas grandes cosas como el recoger la cosecha de un campo de melocotones y la valentía de reirnos de nuestras propias torpezas que nos llevan a afortunados reencuentros con nuestros verdadero fin en la vida que es dar valor a lo que realmente nos hace felices y decidirnos a hacerlo.
El valor del oro...
Por eso debe ser esa frase "vales como el oro" y si es así, entonces la usaré con cuidado y respeto.
Gracias por estas obras sencillas, pero inteligentes que nos recuerdan que la sobriedad es tan hermosa.
Su puesto dentro de las cien mejores películas de la historia está muy bien merecido
18 de marzo de 2015
18 de marzo de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tesoro de Sierra Madre es un regalo. Un regalo hecho por un maestro entre maestros como John Huston.
Muy pocas veces ha combinado tan bien entretenimiento, aventuras, western, acción y thriller de manera tan perfecta, aderezándolo todo con uno de los mensajes más demoledores que ha lanzado Hollywood (y el cine en general) sobre la riqueza, el deseo de poder y dinero y el efecto demoledor que tiene en el hombre. La película presenta a tres personajes cuya humanidad y moralidad se ven destrozadas y cuestionadas por la sed de riqueza y las tensiones crecientes e insoportables entre ellos, especialmente el personaje de Dobbs, que directamente roza la paranoia, y el disfrute del espectador ante unos caracteres tan ricos y complejos es máximo.
Y qué decir de Bogart, Walter Huston (espectacular) y Tim Holt, maravillosos los tres en uno de los tríos protagonistas más magistrales quizás de todos los tiempos, perfectos en cada mirada e inflexión de voz, dando vida a estos tres hombres al límite perdidos física y metafóricamente ya no en Méjico sino en lo más negro de sus propias almas.
Una obra maestra.
Lo mejor: Todo, y muy especialmente el retrato que hace de la codicia y la paranoia y la presencia de sus tres actores protagonistas, Humphrey Bogart, Walter Huston y Tim Holt, uno de los tríos más potentes de la historia del cine.
Lo peor: Nada realmente salvo que igual podría haber sido más corta, sobre todo en su primer tramo
Muy pocas veces ha combinado tan bien entretenimiento, aventuras, western, acción y thriller de manera tan perfecta, aderezándolo todo con uno de los mensajes más demoledores que ha lanzado Hollywood (y el cine en general) sobre la riqueza, el deseo de poder y dinero y el efecto demoledor que tiene en el hombre. La película presenta a tres personajes cuya humanidad y moralidad se ven destrozadas y cuestionadas por la sed de riqueza y las tensiones crecientes e insoportables entre ellos, especialmente el personaje de Dobbs, que directamente roza la paranoia, y el disfrute del espectador ante unos caracteres tan ricos y complejos es máximo.
Y qué decir de Bogart, Walter Huston (espectacular) y Tim Holt, maravillosos los tres en uno de los tríos protagonistas más magistrales quizás de todos los tiempos, perfectos en cada mirada e inflexión de voz, dando vida a estos tres hombres al límite perdidos física y metafóricamente ya no en Méjico sino en lo más negro de sus propias almas.
Una obra maestra.
Lo mejor: Todo, y muy especialmente el retrato que hace de la codicia y la paranoia y la presencia de sus tres actores protagonistas, Humphrey Bogart, Walter Huston y Tim Holt, uno de los tríos más potentes de la historia del cine.
Lo peor: Nada realmente salvo que igual podría haber sido más corta, sobre todo en su primer tramo
4 de diciembre de 2007
4 de diciembre de 2007
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película redonda del maestro Huston que está imponente en la dirección de actores, en la búsqueda de escenarios y en el montaje final.
La mayoria del cine de John Huston refleja con un gran acierto la verdadera condición humana y en esta película se acentúa en grado máximo. Como el dinero puede hacer que se perviertan las mentes y se viva obsesivamente por acapararlo y aumentarlo a costa de lo que sea.
El director llamó a su amigo Bogart, compañero de juergas nocturnas sobretodo a base de alcohol (recuérdese como durante del rodaje de "La Reina de África", llegaban los dos borrachos al trabajo) y consiguió sacarle una interpretación, desde mi punto de vista, memorable que incompresiblemente para la Academia no significó ni tan siquiera el merecimiento de una nominación.
La película por otro lado no tiene ni un elemento de desperdicio, gracias a un guion definitivamente redondo. Se nota la labor de artesano de Huston colocando la cámara en su justo lugar y precisando hasta el detalle los planos cortos y medios que dan realce y credibilidad a los actores en el papel que están desempeñando.
Por último hay que analizar la última escena de la película, ya con los títulos de crédito
apareciendo. ...
La mayoria del cine de John Huston refleja con un gran acierto la verdadera condición humana y en esta película se acentúa en grado máximo. Como el dinero puede hacer que se perviertan las mentes y se viva obsesivamente por acapararlo y aumentarlo a costa de lo que sea.
El director llamó a su amigo Bogart, compañero de juergas nocturnas sobretodo a base de alcohol (recuérdese como durante del rodaje de "La Reina de África", llegaban los dos borrachos al trabajo) y consiguió sacarle una interpretación, desde mi punto de vista, memorable que incompresiblemente para la Academia no significó ni tan siquiera el merecimiento de una nominación.
La película por otro lado no tiene ni un elemento de desperdicio, gracias a un guion definitivamente redondo. Se nota la labor de artesano de Huston colocando la cámara en su justo lugar y precisando hasta el detalle los planos cortos y medios que dan realce y credibilidad a los actores en el papel que están desempeñando.
Por último hay que analizar la última escena de la película, ya con los títulos de crédito
apareciendo. ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es la metáfora, la moraleja; cuando se ve un cactus rodeado por una bolsa de oro vacía. ¿Qué sentido tiene esto? Lo dejo a la consideración de los que quieran analizarlo, pero Huston no dejo nada al azar. Es fácil de comprender
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