Troya
6.6
85,809
Aventuras. Acción. Romance
En el año 1193 A.C. el joven Paris (Orlando Bloom), hijo de Príamo y príncipe de Troya, rapta a su amada Helena (Diane Kruger), esposa de Menelao, el rey de Esparta, lo que desencadena la Guerra de Troya, en la que se enfrentan griegos y troyanos. Comienza entonces el asedio de la ciudad de Troya por parte del ejército griego, que duraría más de diez años. Aquiles (Brad Pitt) era el gran héroe de los griegos, mientras Héctor (Eric ... [+]
31 de julio de 2007
31 de julio de 2007
21 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ver: la película, con mucha diferencia, donde Brad Pitt (que pasa por ser un actor que me gusta bastante) está peor (¡con maldita diferencia!), con un ascetismo tal que parece inhumano (que no divino; más que a un dios se asemeja a un mueble mal teñido). Voy a obviar el comentario sobre Orlando Bloom y su "no-interpretacion", más que nada porque me reconozco un odio personal hacia este tipo y soy incapaz de considerarme imparcial. Peter O'Toole ha escogido la peor ocasión para regresar a las arenas que tan bien le sentaron antaño, y buenos actores con buenas interpretaciones (Blendan Gleeson, siempre excelente, y Eric Bana, con esos brazotes que parece puedan derribar las jodidas murallas a bofetones) ven minimizado su trabajo porque, en resumidas cuentas, esta película es lo último que debería ser una película: un autentico sopor. La última hora, después del duelo entre Pitt y Bana (con muchísimo la mejor escena del film) se hace interminable, y a nadie puede importarle ya cualquier cosa que tenga que ver con el caballo porque además, el protagonista de la película, ese gran personaje que es Aquiles, se convierte aquí es un modelo con trajes que parecen demasiado cortos. Ah, a destacar los extraños
Wolfgang, vuelve a tus submarinos que es donde te mueves bien (al menos Poseidón era cortita). Y a todos aquellos a los que os gustó, hacedme el favor de leer el libro y llorar de vergüenza ajena. Si ya lo habías hecho y aun así os gustó, que sepáis que por vuestra culpa y gente como vosotros el mundo es una va como va hoy en día: espero que os corroa la conciencia (física y literalmente).
Wolfgang, vuelve a tus submarinos que es donde te mueves bien (al menos Poseidón era cortita). Y a todos aquellos a los que os gustó, hacedme el favor de leer el libro y llorar de vergüenza ajena. Si ya lo habías hecho y aun así os gustó, que sepáis que por vuestra culpa y gente como vosotros el mundo es una va como va hoy en día: espero que os corroa la conciencia (física y literalmente).
2 de mayo de 2010
2 de mayo de 2010
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Troya" es una gran epopeya contada con acertada dirección y personajes a la altura. A nadie se le escapa que el propósito de Wolgang Petersen no es el de relatar en imágenes el texto de "La Ilíada" de Homero, objetivo por otra parte excesivamente pretencioso. Tratándose del director de "La tormenta perfecta", "Poseidón", "Air Force One"... queda claro que se sobrepone la acción, la factura visual reluce, los escenarios y los efectos ocupan un elemento muy destacado en el film; en definitiva, el emboltorio cubre con brillantez el contenido.
Los aspectos positivos de la película ganan sobradamente a los negativos. La épica y lo ridículo se separan habitualmente por una línia muy fina. Uno de los méritos de W. Petersen es que en todo momento es capaz de conseguir mantener a distancia esas dos sensaciones. Los diálogos están llenos de citas rimbonbantes, frases históricas, expresiones antológicas, y gracias en buena medida al excelente trabajo actoral, el tono épico de la historia no pierde fuelle. Los personajes secundarios son los que dan fuerza y categoría a la película: Brian Cox, Brendan Gleeson, Sean Bean... Mención aparte se merece Peter O'Toole, que protagoniza una actuación soberbia (hacia el final de la película, en un primer plano que le hacen... ¡por momentos parece que estemos viendo algún fragmento de las películas épicas de antaño de Hollywood!). En el reparto falla Orlando Bloom, que en un papel con más matices que Legolas de "El señor de los Anillos" y de su personaje de "Los piratas del Caribe", no consigue convencer al espectador. Brad Pitt no está mal, pero tampoco deslumbra. Un punto en contra de la película es que la historia gira entorno al personaje de Aquiles, y ese excesivo protagonismo no le beneficia, pues siempre sale mejor parado cuando su protagonismo es más compartido ("Babel", "Malditos Bastardos"...). La compensación de nivel en el protagonismo principal viene dado por Eric Bana, que está sobresaliente, como casi siempre.
Otro elemento a destacar es la música de James Horner, que aunque sigue la estela de la banda sonora de "Gladiator", consigue llamar la atención y ser recordada. Por otro lado, la escenografía y los efectos especiales, poderosos y efectistas, tienen cierto aire de excesiva plasticidad, exagerada artificialidad, notoria superficialidad. La falta de profundidad en las cuestiones morales de la historia y una mayor consistencia narrativa (me hubiera gustado en ese sentido que se asemejara a "La delgada línea roja" de Terrence Malick) le privan de alcanzar un estatus superior. Pero, que no se olvide, estamos hablando de una gran película, entretenidísima en sus más de dos horas y media de duración (no le sobran minutos), que nos presenta un espectáculo épico, al que no le faltan batallas, amor, pasión, lealtad y honor.
Los aspectos positivos de la película ganan sobradamente a los negativos. La épica y lo ridículo se separan habitualmente por una línia muy fina. Uno de los méritos de W. Petersen es que en todo momento es capaz de conseguir mantener a distancia esas dos sensaciones. Los diálogos están llenos de citas rimbonbantes, frases históricas, expresiones antológicas, y gracias en buena medida al excelente trabajo actoral, el tono épico de la historia no pierde fuelle. Los personajes secundarios son los que dan fuerza y categoría a la película: Brian Cox, Brendan Gleeson, Sean Bean... Mención aparte se merece Peter O'Toole, que protagoniza una actuación soberbia (hacia el final de la película, en un primer plano que le hacen... ¡por momentos parece que estemos viendo algún fragmento de las películas épicas de antaño de Hollywood!). En el reparto falla Orlando Bloom, que en un papel con más matices que Legolas de "El señor de los Anillos" y de su personaje de "Los piratas del Caribe", no consigue convencer al espectador. Brad Pitt no está mal, pero tampoco deslumbra. Un punto en contra de la película es que la historia gira entorno al personaje de Aquiles, y ese excesivo protagonismo no le beneficia, pues siempre sale mejor parado cuando su protagonismo es más compartido ("Babel", "Malditos Bastardos"...). La compensación de nivel en el protagonismo principal viene dado por Eric Bana, que está sobresaliente, como casi siempre.
Otro elemento a destacar es la música de James Horner, que aunque sigue la estela de la banda sonora de "Gladiator", consigue llamar la atención y ser recordada. Por otro lado, la escenografía y los efectos especiales, poderosos y efectistas, tienen cierto aire de excesiva plasticidad, exagerada artificialidad, notoria superficialidad. La falta de profundidad en las cuestiones morales de la historia y una mayor consistencia narrativa (me hubiera gustado en ese sentido que se asemejara a "La delgada línea roja" de Terrence Malick) le privan de alcanzar un estatus superior. Pero, que no se olvide, estamos hablando de una gran película, entretenidísima en sus más de dos horas y media de duración (no le sobran minutos), que nos presenta un espectáculo épico, al que no le faltan batallas, amor, pasión, lealtad y honor.
28 de marzo de 2010
28 de marzo de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado ya seis años desde que se estrenara esta película que tanta expectación había creado por el conjunto de actores tan impresionante con el que contaba y por la enorme envergadura de su producción. Parece ser que muchos la han denostado por su falta de fidelidad al texto en el cual se inspira. Yo creo que no sería justo despreciar esta más que correcta película simplemente por tal hecho, ya que al final de la misma se deja muy clarito que no es una transcripción palabra por palabra de la obra del griego Homero sino que está inspirada en ella, algo muy diferente ¿verdad?. Pero bueno, a mí "Troya" me ha entretenido de principio a fín, me ha hecho desconectar y me la he creído. He disfrutado con ella y creo que ése es el principal motivo a la hora de realizar una película, que la gente disfrute con lo que está viendo. Se critica aquí duramente la exhibición del físico de su protagonista principal, un Brad Pitt imponente, espectacular, al que siempre perseguirá la maldición de los actores guapos. Le pasa contínuamente también a Leonardo DiCaprio o Tom Cruise, nunca es suficiente, nunca se valora su buen hacer a la hora de actuar. Creo que no es justo despreciar el trabajo de Pitt simplemente porque sea guapo, el chico siempre tiene que esforzarse el doble para ser tomado en serio como actor y no es justo. Yo me uno al club de los defensores de este actor, me parece que hace un Aquiles de los más cercano y creíble. Junto a él uno de los actores que más me han llamado aquí la atención, un Eric Bana sensacional, un verdadero descubrimiento, un actor que consigue otorgarle a su Héctor una humanidad perfecta. Orlando Bloom, en cambio, no me convence. Afortunadamente, el director decidió dejarle un papel como el de Paris, personaje que le va como anillo al dedo a Bloom, por lo que la película no se resiente de su participación, pero es un actor que no me consigue transmitir nada. Los secundarios y veteranos Brian Cox y Brendan Gleeson se comen sencillamente la pantalla cada vez que aparecen. Su veteranía y profesionalidad son una gran baza a favor de la película. Peter O´Toole tampoco se queda atrás y su escena cara a cara con el personaje de Aquiles es de lo mejorcito del film para mí. Me alegra encontrarme a un interesante actor como es Sean Bean en un papel que no tenga nada que ver con el eterno tirano de peli de acción al que nos ha malacostumbrado. Descubro a dos de las protagonistas femeninas de la peli, por un lado la guapa alemana Diane Kruger como Helena de Troya, correcta en su secundario papel, y a Rose Byrne, que se descubre como una más que interesante actriz. También la atractiva Saffron Burrows se hace un pequeño hueco dentro de la película. Julie Christie aparece al principio de la película luciendo una espléndida madurez física, aunque su papel es excesivamente corto. La música es muy buena, James Horner a hecho un buen trabajo con ella, la ambientación y los vestuarios son resaltables y la fotografía está francamente bien.
23 de noviembre de 2010
23 de noviembre de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine, como arte mejor considerado por las masas, podría ser el mejor medio para plasmar la épica y la belleza de los cantos de Homero. La mitología griega, rica en personajes, criaturas y relatos fantásticos, da mucho juego a los guionistas de Hollywood a la hora de rodar vistosas películas de batallas y aventuras. "Troya" no deja de ser una más de ellas, donde Wolfgang Petersen nos da su versión (bastante libre) de la Ilíada.
Sin reparar en medios, "Troya" ofrece un verdadero espectáculo épico al más puro estilo hollywoodiense, con muchas estrellas y mucha acción, donde las escenas de batalla son brillantes y acompañadas por una banda sonora de ambiente donde no falta alguna voz de contralto, y el resto de la película una colección de diálogos semiestúpidos. Vamos, puro convencionalismo o puro "copy & paste" de la excepcional "Gladiator".
A pesar de lo típica que podría ser "Troya", es tremendamente entretenida. Su tempo narrativo y su excelente montaje hacen que sus dos horas y media de metraje no se hagan aburridas en ningún momento. Tanto las batallas en masa como los combates individuales son espectaculares, sobre todo estos últimos, rodados con un gusto exquisito y un sentido de la épica muy notorio (excepcional el enfrentamiento entre Aquiles y Héctor). También destaca su puesta en escena, donde las inexpugnables murallas de Troya vuelven a revivir recordando aquellas obras míticas del Hollywood dorado.
Pero "Troya" peca de muchas cosas. Si se busca un relato fiel a la obra de Homero, aquí se encontrará con un Patroclo que es primo de Aquiles (no su amante), un Aquiles con corazón que se enamora de una esclava (todo lo contrario al sanguinario y despiadado Aquiles de la Ilíada), o una linealidad en la historia que hace pensar que la guerra duró como mucho un par de años (Homero empieza su relato cuando Troya llevaba sitiada por los griegos diez años ha). Quitando las evidentes incongruencias y las descaradas licencias de Wolfgang Petersen con la obra fuente, vemos a un Paris (Orlando Bloom) muy poco creíble, una Helena (Diane Kruger) más preocupada por su aspecto físico que por el lío que se ha formado por ella, y un Aquiles (Brad Pitt) un tanto irregular y demasiado comercial. Tan sólo Eric Bana como Héctor y Peter O'Toole como Príamo logran sobresalir algo más que el resto del lujoso reparto.
Aunque los ya molidos huesos de Homero se revuelvan en su tumba, "Troya" nunca dejará de ser un monumento al entretenimiento del que se hablará por mucho tiempo. Ese, al fin y al cabo, era el sueño de Aquiles.
Sin reparar en medios, "Troya" ofrece un verdadero espectáculo épico al más puro estilo hollywoodiense, con muchas estrellas y mucha acción, donde las escenas de batalla son brillantes y acompañadas por una banda sonora de ambiente donde no falta alguna voz de contralto, y el resto de la película una colección de diálogos semiestúpidos. Vamos, puro convencionalismo o puro "copy & paste" de la excepcional "Gladiator".
A pesar de lo típica que podría ser "Troya", es tremendamente entretenida. Su tempo narrativo y su excelente montaje hacen que sus dos horas y media de metraje no se hagan aburridas en ningún momento. Tanto las batallas en masa como los combates individuales son espectaculares, sobre todo estos últimos, rodados con un gusto exquisito y un sentido de la épica muy notorio (excepcional el enfrentamiento entre Aquiles y Héctor). También destaca su puesta en escena, donde las inexpugnables murallas de Troya vuelven a revivir recordando aquellas obras míticas del Hollywood dorado.
Pero "Troya" peca de muchas cosas. Si se busca un relato fiel a la obra de Homero, aquí se encontrará con un Patroclo que es primo de Aquiles (no su amante), un Aquiles con corazón que se enamora de una esclava (todo lo contrario al sanguinario y despiadado Aquiles de la Ilíada), o una linealidad en la historia que hace pensar que la guerra duró como mucho un par de años (Homero empieza su relato cuando Troya llevaba sitiada por los griegos diez años ha). Quitando las evidentes incongruencias y las descaradas licencias de Wolfgang Petersen con la obra fuente, vemos a un Paris (Orlando Bloom) muy poco creíble, una Helena (Diane Kruger) más preocupada por su aspecto físico que por el lío que se ha formado por ella, y un Aquiles (Brad Pitt) un tanto irregular y demasiado comercial. Tan sólo Eric Bana como Héctor y Peter O'Toole como Príamo logran sobresalir algo más que el resto del lujoso reparto.
Aunque los ya molidos huesos de Homero se revuelvan en su tumba, "Troya" nunca dejará de ser un monumento al entretenimiento del que se hablará por mucho tiempo. Ese, al fin y al cabo, era el sueño de Aquiles.
13 de abril de 2007
13 de abril de 2007
39 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento, pero no se puede describir con otra palabra a esta patraña irrealista que para nada tiene que ver con la Ilíada. Vale que sea cine y que sería imposible mostrar la obra como tal, pero entonces que no "manchen" su nombre. Que no, que esta desfachatez no se merece ni el uno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Vamos a ver, desde cuando Menelao y Agamenón mueren?? por favor, entonces que alguien me explique como este último vuelve a casa y se encuentra con todo el follón de Clitemnestra y su amante. Y Helena vuelve con Menelao, no con Paris, porque este muere. Sí, sí. Aquiles mata a Héctor, Paris a Aquiles, y posteriormente, le asesinan a él. Y Aquiles era homosexual y sí se insinúa en la Ilíada. De hecho, una de las razones por las que entra en la guerra es por el asesinato de Patroclo, su verdadero amante. Ahh, y lo más fuerte es que Aquiles llegue a entrar con el caballo cuando ya estaba muerto!! Todo es idea de Ulises. Qué pasa entonces con la Odisea?? Y así podría seguir mucho más. Son este tipo de cosas las que cabrean a los apasionados de la historia antigua. Señor Petersen, dedíquese a otra cosa.
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