Haz click aquí para copiar la URL

Solo nos queda bailar

Drama Merab lleva ensayando desde que era muy joven en la Compañía Nacional de Danza de Georgia con su pareja de baile, Mary. De repente, su vida da un vuelco cuando aparece el despreocupado y carismático Irakli y se convierte en su rival más poderoso, pero también en su mayor objeto de deseo. En una atmósfera conservadora, Merab se enfrenta a la necesidad de liberarse y arriesgarlo todo en el empeño.
<< 1 2 3 4 5
Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
26 de abril de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Entre las danzas y el amor el protagonista se vera entusiasta y enamorado, para luego verse hostigado y decepcionado, pero será momento de encontrarse, de no teme a quien es y dejar que las cosas fluyan, apostar por lo que tiene adentro y si el mundo o las danzas aún no están preparados para él, quedará demostrado que su rumbo está en otra parte.
Hermoso film, inspirados, lleno de bailes espléndidos, buena música, hermosas tomas e iluminación que acompañan par que se vuelva en momentos excelente; muy bien contada con un final impecable.
Gran actuación de Levan Gelbakhiani.
Felicito al director Levan Akin.
alekhan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de febrero de 2020
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Solo nos queda bailar" es una historia romántica y de descubrimiento entre dos chicos de la Compañía Nacional de Danza de Georgia en medio de un entorno tradicionalista y conservador. Dos chicos empujados de entrada a competir para llegar al grupo de baile "titular" se encuentran abocados a un amor imposible en medio de un choque de identidad inevitable entre la prevalencia de la tradición más arraigada o la libertad individual.
Merab es un chico que desde pequeño y por tradición familiar baila en una escuela de danza georgiana, con la Mary como pareja de baile asignada desde los 10 años y pareja sentimental por extensión asumida de facto. El descubrimiento abrupto de su orientación sexual con un recién llegado, competidor y compañero provoca una tormenta emotiva en paralelo a una expresividad singular de una danza atada en una tradición alérgica a los cambios. Una danza que se convierte en auténtica coprotagonista de una corporeidad emergente y con una necesidad imperiosa de expresarse sin los corsés que la ahogan. La reflexión en torno a estas ideas es sincera y de una naturalidad que acierta en el tono y las formas de plantearlo sin ninguna pretensión de inducir a una indeseable superioridad moral. En paralelo las escenas del baile están perfectamente filmadas con un dinamismo y una expresividad que aportan un valor añadido considerable. Incluso podríamos hablar de un sugerente simbolismo en la evolución del personaje hasta llegar a una prueba final con el corazón herido, el cuerpo lesionado y una icónica chaqueta roja. Una escena que en ningún caso deja indiferente.
El director, guionista y montador Levan Akin reconoce una parte autobiográfica y consigue con un control absoluto de la obra darle una pátina esencialista que desprende veracidad por los cuatro costados culminado por una interpretación intensísima del protagonista interpretado por Levan Gelbakhiani.
Estamos ante un retrato de iniciación con un esquema estándar que consigue volar gracias a la aportación de los elementos expresivos y dinámicos de la danza y el compromiso interpretativo de los protagonistas. (8)
>> bit.ly/2Uwkkgt
M_Pelegri
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de agosto de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las buenas intenciones, aquí una denuncia de la homofobia en Georgia, no bastan para hacer un buen cine. La película resulta interesante por su tema, pero como cine es un poco monótona, tarda mucho en entrar en materia y la única intriga es qué será del protagonista gay de una danza muy masculina como es la georgiana y la de los países vecinos.
Que Levan Gelbakhiani lo hace bien no hay duda, pero tampoco el guión lo pone en situaciones en las que se demuestra la versatilidad de un actor.
A favor, el poder ver algunas de esas danzas georgianas, resultado de una tradición de muchos cientos de años.
yoparam
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de febrero de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que poco o nada conocemos de la danza georgiana, por lo menos un servidor. La película en que hoy nos centramos toca ese tema y nos muestra una historia universal sobre el descubrimiento del amor homosexual, las ansias de libertad y la necesidad de romper cadenas. La película está dirigida por el director sueco de origen georgiano Levan Akin quien tuvo que dirigir la cinta entre fuertes medidas de seguridad y cuya proyección creo una gran polémica.

Ya desde su primera película empezó a sonar en los diferentes festivales del mundo. Su ópera prima fue “Certain People” se presentó en el Festival de cine de Tribeca. Su segundo largometraje fue “El Círculo” estrenado en el Festival de Cine de Berlín. Ahora nos trae su tercer trabajo “Solo nos queda bailar” que tuvo su presentación en La quincena de Realizadores de Cannes. Aquí en nuestro país formo parte de la Sección Oficial del Festival de Cine de Valladolid donde obtuvo el premio al Mejor Actor.

Para poner un poco en contexto la historia que se nos cuenta debemos saber una serie de curiosidades. Levan Akin nació en Suecia, después de que sus padres emigraran desde Georgia. Volvió a la tierra de sus antepasados para dirigir una película sobre la importancia de ser libres. Una gran referencia para la cinta fue cuando el director asistió en Tiflis fue en 2013 a un desfile del orgullo Gay que se topó con el ataque directo de miles de personas espoleadas por la iglesia ortodoxa. Ni siquiera la capital se libra de la homobia de un país en el que hay tres emblemas de la identidad nacional: La iglesia, los bailes tradicionales y su canto polifónico tradicional.

La cinta se centra en Merab, un prometedor bailarín de la Compañía Nacional de Danza de Georgia que trata de mascunilizar al máximo su técnica mientras se enamora del nuevo compañero del grupo, Iraki y descubre que es Gay. La homosexualidad no solo es un tabú social, sino también motivo de expulsión de la compañía, por lo que es preferible mantenerlo en secreto, como le aconseja su compañera de baile desde la infancia. El mayor problema es que la mejor forma que tiene Merab para sentirse libre es enamorarse.

La película funciona a tramos, cuando aparece en escena el joven bailarín es cuando vemos los mejores momentos, el guión tiene muchas lagunas y cuando empiezan a producirse todos los conflictos baja mucho el interés de la cinta. La película tiene un objetivo claro y eso lo consigue, trata de enfrentar la tradición a la modernidad, poner de manifiesto la brecha generacional que se produce en el país entre los defensores de sus tradiciones y quienes beben desde pequeños de la cultura propia de la globalización. La película se deja ver y se pasa un buen rato, pero también se olvida muy fácilmente.

Lo mejor: Los bailes del actor protagonista
Lo peor: Varios lagunas del guión.


Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
LASO83
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de febrero de 2020
4 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
He ido a ver esta película por el trailer en el que se baila todo el tiempo. Est onos lleva a pensar que es una palícula de danza con un hilo argumental secundario.
Es todo lo contrario. Las escenas de baile son las que salen en el traier, no esperéis más.
En cuanto a la historia (lno voy a repetir la sinopsis de Filmaffinity) es previsible,y lenta, no aporta nada
PRP
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow