Noches de encanto
5.5
8,022
Musical. Drama. Romance
Ali Rose (Aguilera) es una chica de pueblo que se traslada a la gran ciudad y entra a trabajar como camarera en un club de variedades; pero, muy pronto, su objetivo será demostrarle a la encargada del local, Tess (Cher), que tiene talento para ser una de las chicas del espectáculo encima del escenario. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2011
25 de diciembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mezcla de estas dos películas es lo que me parece este vehículo de lucimiento como cantante y actriz para Christina Aguilera, aunque la presencia de la veterana Cher ayuda a seguirla con ganas. Los números musicales están bien coreografiados y los actores están correctos en sus personajes. A parte de los números musicales, a tener en cuenta los buenos secundarios desde la Kristen Bell (la famosa Veronica Mars de la fallida serie homónima) a Eric Dane (el doctor Mark Sloane de la serie Anatomía de Grey). Todo están bien en sus respectivos personajes que les han tocado interpretar durante las casi dos horas de metraje. Para mí luce como un interesante film para pasar un buen rato y disfrutarla sin ningún tipo de problema. Y visualmente encandila al público.
8 de noviembre de 2012
8 de noviembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ali es una camarera sin futuro en un remoto pueblo de la América profunda, de esos en los que nieva 8 meses al año y llueve los otros cuatro, en los que los hombres no hacen otra cosa que trabajar y beber cerveza en el bar y las mujeres cuidar la casa y los niños. Un buen día, como tantas y tantas camareras, cajeras de Mercadota y limpiadoras de escaleras, decide dejarlo todo y dar el gran salto hacia su sueño: ser una estrella del espectáculo. Dicho y hecho, en menos de una hora consigue un trabajo aceptable como camarera en un respetable local de la capital, en menos de un día alojamiento gratis, en menos de una semana formar parte del coro y en menos de un mes ser la gran estrella solista. En fin, no digáis que es tan difícil de creer, si te llamas Cristina Aguilera y caes en gracia a tus jefes que son Cher y Stanley Tucci, me parece que triunfar es lo más normal del mundo.
La búsqueda de un sueño, elegir entre el amor y la fama, entre el éxito y los amigos, entre la comodidad y la aventura… todo mientras haces un playback de ti misma remasterizando grandes canciones. Intentando ser una combinación entre la estética de “Cabaret, pero mucho más frívola, la filosofía de “Yo soy la Juani” y la espectacularidad de “Moulin Rouge”, aunque con mucho menos glamour “Burlesque” pasa por ser un musical decente envuelto una película normalita con una trama infantil, tan infantil que lamentablemente nadie se desnuda ni dentro ni fuera del escenario. Con esos mimbres, que Cher esté apergaminada, que Aguilera sea mejor o peor actriz o que Tucci haga otro papel funcionarial de bonachón gay importa bastante poco: “Burlesque” no es más que una forma de pasar el rato sin dejar de hacer algo más importante.
La búsqueda de un sueño, elegir entre el amor y la fama, entre el éxito y los amigos, entre la comodidad y la aventura… todo mientras haces un playback de ti misma remasterizando grandes canciones. Intentando ser una combinación entre la estética de “Cabaret, pero mucho más frívola, la filosofía de “Yo soy la Juani” y la espectacularidad de “Moulin Rouge”, aunque con mucho menos glamour “Burlesque” pasa por ser un musical decente envuelto una película normalita con una trama infantil, tan infantil que lamentablemente nadie se desnuda ni dentro ni fuera del escenario. Con esos mimbres, que Cher esté apergaminada, que Aguilera sea mejor o peor actriz o que Tucci haga otro papel funcionarial de bonachón gay importa bastante poco: “Burlesque” no es más que una forma de pasar el rato sin dejar de hacer algo más importante.
9 de febrero de 2011
9 de febrero de 2011
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Incongruente, absurdo y lo que es mucho peor, aburridisimo musical moderno que pretende infructuosamente conectar con el lado más bizarro del musical contemporáneo y tan solo se queda en una extraña tierra de nadie, totalmente incapaz de aportar nada nuevo, o, tan siquiera de reformular mínimamente las claves de los musicales modernos a los que saquea con un descaro totalmente exento de talento.
Concebido para el lucimiento de una pseudo estrella tan discutible como Mrs. Aguilera, su planificación videoclipera, su moralismo neocon y el poco aprovechamiento de una banda sonora con algun brillo efímero, Burlesque resulta tan inútil como previsible, y lo que es peor desaprovecha lastimosamente las presencias de Cher o de Stanley Tucci en un alarde de incompetencia que tomado un poco menos en serio podría haber llamado a la indulgencia pero que al ser planteado con tanta seriedad y pomposidad solo mueve al bostezo y a la risa malévola.
De acuerdo que el musical clásico hace mucho tiempo que ya feneció pero si esta la forma de generar una nueva base para el musical del siglo XXI creo que es mejor ponerse la MTV y disfrutar de un videoclip de Kylie Minogue o de Beyoncé que contienen en solo 4 minutos más simpatía y talento que esta pretenciosa, tópica y fallida película en todo su interminable metraje.
Concebido para el lucimiento de una pseudo estrella tan discutible como Mrs. Aguilera, su planificación videoclipera, su moralismo neocon y el poco aprovechamiento de una banda sonora con algun brillo efímero, Burlesque resulta tan inútil como previsible, y lo que es peor desaprovecha lastimosamente las presencias de Cher o de Stanley Tucci en un alarde de incompetencia que tomado un poco menos en serio podría haber llamado a la indulgencia pero que al ser planteado con tanta seriedad y pomposidad solo mueve al bostezo y a la risa malévola.
De acuerdo que el musical clásico hace mucho tiempo que ya feneció pero si esta la forma de generar una nueva base para el musical del siglo XXI creo que es mejor ponerse la MTV y disfrutar de un videoclip de Kylie Minogue o de Beyoncé que contienen en solo 4 minutos más simpatía y talento que esta pretenciosa, tópica y fallida película en todo su interminable metraje.
24 de diciembre de 2010
24 de diciembre de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película musical, es un concierto de la Aguilera con la aparición especial de Cher. Y para los fans supongo que les será mas que suficiente, pero para los que nos gusta el cine y en especial el genero de los musicales, Burlesque no se merece mas que un 5 raspadito y provocado única y exclusivamente por ‘la ganadora del oscar’ y su amigo Stanley Tucci que pese a correr el riesgo de encasillarse (prácticamente repite el papel de interpreto en El diablo viste de Prada) ambos son los que levantan la función y manejan el cotarro en este musical creado con descaro para el lucimiento de una chica que, si, canta de maravilla, pero a la hora de interpretar deja mucho que desear y al final no es mas que un lastre para una película que de haber explotado mas cualquiera de las otras tramas paralelas con Kristen Bel, Stanley Tucci o sencillamente con Cher hubiera ganado como mínimo en calidad interpretativa además de en originalidad ya que la historia es la misma de siempre, una vez repartidas las cartas ya se sabe de que palo van todos y cual será el final.
Lo mejor: la química entre Cher y Stanley Tucci, y la canción de Cher “You Haven't Seen The Last Of Me” que pese a estar metida un poco con calzador es de lejos lo mejor de este musical.
Lo peor: Christina Aguilera como actriz y los subtítulos fantasma que aparecen y desaparecen en mitad de las canciones sin explicación.
Lo mejor: la química entre Cher y Stanley Tucci, y la canción de Cher “You Haven't Seen The Last Of Me” que pese a estar metida un poco con calzador es de lejos lo mejor de este musical.
Lo peor: Christina Aguilera como actriz y los subtítulos fantasma que aparecen y desaparecen en mitad de las canciones sin explicación.
28 de diciembre de 2010
28 de diciembre de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desconozco de donde ha salido este muchacho que se hace llamar Steve Antin, director del filme, pero tengo que reconocer que no estamos ante un mero aficionado, ni ante un debutante sin talento. Este hombre tiene un bagaje importante a sus espaldas y, pese a las pocas dudas que me ha resuelto consultar su página personal de IMDb (actor de unas cuantas series, director de la inefable "Última Sospecha 2" [2006] y doble no acreditado del clásico hiphopero "Beat Street" [1984]), creo que se trata de una evidencia después de ver el filme que nos ocupa.
Porque hablemos claro: el guión que Antin nos ofrece junto a Susannah Grant, Keith Merryman es tópico y típico hasta la extenuación. Una chica de pueblo con mucho desparpajo y sin un duro que se instala en Los Ángeles, la ciudad de sus sueños, donde se quedará completamente prendada de los números de baile del popular local "Burlesque". Tanto, que no dudará en hacer lo que sea para pasar a formar parte del selecto grupo de bailarinas y profesionales que cada noche allí se dan cita.
Las líneas generales de esta trama podríamos decir que confirman por sí mismas un microgénero cinematográfico con amplia aceptación en la industria del cine. Microgénero que, por paradójico que resulte, se manifiesta como inversamente proporcional al interés del respetable por el mismo, al menos a priori. En estos casos, cuando la historia carece del más mínimo interés (básicamente por su falta de originalidad) lo que queda es el resto. Afortunadamente, el resto, al menos en esta ocasión, posee la suficiente entidad como para soportar sobre sí mismo el endeble esqueleto narrativo.
La falta de garra y sorpresa del guión se minimizan gracias a la transmisión de un mensaje plagado de optimismo y alegría que, sin llegar a ser empalagoso, deja un regustillo de satisfacción suficiente como para ver la película con cierta simpatía y no masacrarla sin piedad a las primeras de cambio. Si somos capaces de soportar este primer (y gran) envite que representa la historia, el resto sin duda nos agradará sin demasiada dificultad. Y empleo el verbo agradar porque soy consciente de que mucho más no puede conseguir; dicho en otras palabras: si queréis peras, arrimaos a un peral. Porque esto, precisamente, no es un peral.
Porque hablemos claro: el guión que Antin nos ofrece junto a Susannah Grant, Keith Merryman es tópico y típico hasta la extenuación. Una chica de pueblo con mucho desparpajo y sin un duro que se instala en Los Ángeles, la ciudad de sus sueños, donde se quedará completamente prendada de los números de baile del popular local "Burlesque". Tanto, que no dudará en hacer lo que sea para pasar a formar parte del selecto grupo de bailarinas y profesionales que cada noche allí se dan cita.
Las líneas generales de esta trama podríamos decir que confirman por sí mismas un microgénero cinematográfico con amplia aceptación en la industria del cine. Microgénero que, por paradójico que resulte, se manifiesta como inversamente proporcional al interés del respetable por el mismo, al menos a priori. En estos casos, cuando la historia carece del más mínimo interés (básicamente por su falta de originalidad) lo que queda es el resto. Afortunadamente, el resto, al menos en esta ocasión, posee la suficiente entidad como para soportar sobre sí mismo el endeble esqueleto narrativo.
La falta de garra y sorpresa del guión se minimizan gracias a la transmisión de un mensaje plagado de optimismo y alegría que, sin llegar a ser empalagoso, deja un regustillo de satisfacción suficiente como para ver la película con cierta simpatía y no masacrarla sin piedad a las primeras de cambio. Si somos capaces de soportar este primer (y gran) envite que representa la historia, el resto sin duda nos agradará sin demasiada dificultad. Y empleo el verbo agradar porque soy consciente de que mucho más no puede conseguir; dicho en otras palabras: si queréis peras, arrimaos a un peral. Porque esto, precisamente, no es un peral.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Así pues, la puesta en escena destaca como un preciosista mosaico de luces y colores en todos y cada uno de los números musicales. Las coreografías, sin ser una lección magistral al respecto, aguantan adecuadamente el tipo encerrando en su ser un cierto encanto. El desfile de modelos (tanto masculinos como femeninos) por la pantalla agrada la vista y supone una concordancia más a añadir a la recargada y cuidada estética del filme. La verosimilitud, obviamente, es una de las grandes perjudicadas entre tanto artificio narrativo y visual. Pero insisto en que sabíamos a lo que veníamos. Su carencia se ve recompensada por el resto de los elementos comentados.
Entre medias de todo este tinglado tenemos amoríos descafeinados (un cierto toque de decencia ante el público, pues perfectamente podría haberse optado por pulsiones mucho más pasionales y conducir todo a un exceso desmesurado -quiero decir mucho "más desmesurado" de lo que ya tenemos entre manos-); líos económicos que se resuelven milagrosamente al final como manda la tradición y a través de unos cauces cuanto menos rebatibles; envidias y celos variados (también bastante comedidos), etc.
En fin. No estamos ante un musical que vaya a sentar cátedra en ningún sentido. Sin embargo, el resultado final me atrevo a situarlo ligeramente por encima de la media. La evidente flojedad de la historia es recompensada por unos números musicales abundantes y satisfactoriamente resueltos, unos letras pegadizas y acordes a los cánones, unas interpretaciones cercanas a la solidez (quizás sea también uno de los puntos más cuestionables) y un saber hacer generalizado en las laboras detrás de las cámaras.
Quizás unos cuantos minutos de menos habrían dotado de mayor fluidez narrativa al filme, pues en el segundo acto el estancamiento se evidencia en varios momentos. Insisto: pese a las limitadísimas expectativas con las que iba, reconozco que he salido conforme y con un buen sabor de boca de la sala del cine. Y creo que eso hoy en día ya es bastante.
Entre medias de todo este tinglado tenemos amoríos descafeinados (un cierto toque de decencia ante el público, pues perfectamente podría haberse optado por pulsiones mucho más pasionales y conducir todo a un exceso desmesurado -quiero decir mucho "más desmesurado" de lo que ya tenemos entre manos-); líos económicos que se resuelven milagrosamente al final como manda la tradición y a través de unos cauces cuanto menos rebatibles; envidias y celos variados (también bastante comedidos), etc.
En fin. No estamos ante un musical que vaya a sentar cátedra en ningún sentido. Sin embargo, el resultado final me atrevo a situarlo ligeramente por encima de la media. La evidente flojedad de la historia es recompensada por unos números musicales abundantes y satisfactoriamente resueltos, unos letras pegadizas y acordes a los cánones, unas interpretaciones cercanas a la solidez (quizás sea también uno de los puntos más cuestionables) y un saber hacer generalizado en las laboras detrás de las cámaras.
Quizás unos cuantos minutos de menos habrían dotado de mayor fluidez narrativa al filme, pues en el segundo acto el estancamiento se evidencia en varios momentos. Insisto: pese a las limitadísimas expectativas con las que iba, reconozco que he salido conforme y con un buen sabor de boca de la sala del cine. Y creo que eso hoy en día ya es bastante.
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