Gremlins
6.6
107,413
Fantástico. Comedia. Terror
Rand (Hoyt Axton) es un viajante que un día regala a su hijo Billy (Zach Galligan) una tierna y extraña criatura, un mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Todo empieza cuando son infringidas, una tras otra, las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que ... [+]
23 de diciembre de 2014
23 de diciembre de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En estas fechas tan marcadas, donde la familia se reune para celebrar la festividad de la pascua, entre atracón y atracón siempre suele caer una película para reunir a pequeños y mayores frente a la televisión bajo el cobijo de una fuente de calor, vamos a recomendar un clásico del cine adolescente de los años 80.
Reza la leyenda: "Los extranjeros los quieren meter en todos lados, en la televisión, en los coches, debajo de su cama, en el mueble de su casa... ¡Los Gremlins están en todas partes!". Si señores, todo el mundo conoce este popular film, lo hayas visto o no, seguro que 'Gremlins' viene a tu cabeza rápidamente en forma de bichejo marrón adorable y/o bichejo verde repulsivo. Las dos formas de Gremlin que Joe Dante (El chip prodigioso, Exploradores, Aullidos...) trajo al mundo, irrumpiendo como una apisonadora en el cine e inexorablemente, en la totalidad de la cultura social.
Además del acento comercial que contiene la propia película, se explotó al máximo el aspecto comercial de mercado en la época. Cientos de artículos basados en estos bichos orientales fueron sacados al mercado como una marabunta, los Gremlins adornaban las estanterías de cientos de hogares de todo el globo, un pelotazo en toda regla. A pesar de ser una comedia atemporal, suele emitirse en los canales de televisión pública en fechas navideñas gracias a que su marco narrativo gira en torno a esta época del año.
Rand es un inventor de estupideces de muy cuestionable éxito, que deambulando por un oscuro callejón de Chinatown buscando el regalo perfecto para su hijo, topa con una extraña tienda donde consigue adquirir una rareza de animal llamada mogwai. El misterioso vendedor le menciona tres pequeños aspectos a tener en cuento para su singular cuidado: No le debe dar una luz cegadora ni luz solar, no debe tocar el agua y la más importante, nunca darle de comer pasada la medianoche. Como bien podemos adivinar cuando este insólito espécimen embarca en la casa familiar, todas y cada una de las reglas se incumplirán, descubriendo una entretenidísima aventura donde prima la diversión, las sucesivas dosis de humor y las muchas referencias al mundo del celuloide que esconde esta cinta.
A lo largo del film, vamos conociendo las diferentes evoluciones de los Gremlins al tocar el agua o al comer después de la medianoche, una transformación cada vez más oscura y macabra que a su vez hará más entretenida esta historia de cara al espectador. Una sucesión de escenas altamente divertidas y bien realizadas, pues lo importante es agradar al público que se encuentra frente a la pantalla y Dante consigue sacarte una sonrisa permanente.
Desde el principio se van conociendo los personajes, esas figuras tan reconocibles en las comedia americanas de los 80 como el modesto inventor infructuoso, el co-protagonista enamorado de la guapa de turno, la diligente madre, el patriota borrachuzo, la vieja amargada y unos protagonistas de categoría: Los Gremlins.
Amos y señores de la cinta, estos personajillos se quedarán en tu mente por derecho propio. Simpáticos, adorables, enérgicos, maquiavélicos... sinónimo de pura diversión. Peores que un tornado en plena ciudad, los diabólicos mogwai arrasarán con todo lo que encuentren a su paso sembrando el pánico dentro de la televisión y las carcajadas en el espectador (la muerte se presupone sin mostrarla explícitamente, recordemos su carácter familiar). Les gusta el cine clásico, pioneros en el cine en 3 dimensiones y en sus respectivas gafas 3D doble lenticular.
¿Pensabas que 'Avatar' era revolucionario? Estos monstruitos peludos ya vieron 'Blancanieves y los siete enanitos' en este formato casi treinta años antes. Unos efectos especiales más que aceptables contando el paso del tiempo, un guión plagado de escenas cachondas, buena música ochentera y un desarrollo llevadero, no encontrarás aburrimiento en ningún momento dentro del desternillante surrealismo que contiene.
El tiempo le sigue sentando de maravilla a la popular cinta de Joe Dante, no ha perdido ni un ápice de diversión enfermiza después de cumplir la treintena desde su creación. Puro entretenimiento, adornado de un marco navideño narrativo, plagado de buena música ochentera y escenas francamente graciosas donde prima el espectáculo sobre la calidad. Todo capitaneado por estas flamantes estrellas peludas, los Gremlins se han hecho un hueco más que merecido en la cultura popular y en el corazoncito de todo espectador que tenga la suerte de encontrarse con ellos. Ya sabes, los Gremlins están en todos lados... mira debajo de tu cama, lo mismo te llevas una sorpresa.
Reza la leyenda: "Los extranjeros los quieren meter en todos lados, en la televisión, en los coches, debajo de su cama, en el mueble de su casa... ¡Los Gremlins están en todas partes!". Si señores, todo el mundo conoce este popular film, lo hayas visto o no, seguro que 'Gremlins' viene a tu cabeza rápidamente en forma de bichejo marrón adorable y/o bichejo verde repulsivo. Las dos formas de Gremlin que Joe Dante (El chip prodigioso, Exploradores, Aullidos...) trajo al mundo, irrumpiendo como una apisonadora en el cine e inexorablemente, en la totalidad de la cultura social.
Además del acento comercial que contiene la propia película, se explotó al máximo el aspecto comercial de mercado en la época. Cientos de artículos basados en estos bichos orientales fueron sacados al mercado como una marabunta, los Gremlins adornaban las estanterías de cientos de hogares de todo el globo, un pelotazo en toda regla. A pesar de ser una comedia atemporal, suele emitirse en los canales de televisión pública en fechas navideñas gracias a que su marco narrativo gira en torno a esta época del año.
Rand es un inventor de estupideces de muy cuestionable éxito, que deambulando por un oscuro callejón de Chinatown buscando el regalo perfecto para su hijo, topa con una extraña tienda donde consigue adquirir una rareza de animal llamada mogwai. El misterioso vendedor le menciona tres pequeños aspectos a tener en cuento para su singular cuidado: No le debe dar una luz cegadora ni luz solar, no debe tocar el agua y la más importante, nunca darle de comer pasada la medianoche. Como bien podemos adivinar cuando este insólito espécimen embarca en la casa familiar, todas y cada una de las reglas se incumplirán, descubriendo una entretenidísima aventura donde prima la diversión, las sucesivas dosis de humor y las muchas referencias al mundo del celuloide que esconde esta cinta.
A lo largo del film, vamos conociendo las diferentes evoluciones de los Gremlins al tocar el agua o al comer después de la medianoche, una transformación cada vez más oscura y macabra que a su vez hará más entretenida esta historia de cara al espectador. Una sucesión de escenas altamente divertidas y bien realizadas, pues lo importante es agradar al público que se encuentra frente a la pantalla y Dante consigue sacarte una sonrisa permanente.
Desde el principio se van conociendo los personajes, esas figuras tan reconocibles en las comedia americanas de los 80 como el modesto inventor infructuoso, el co-protagonista enamorado de la guapa de turno, la diligente madre, el patriota borrachuzo, la vieja amargada y unos protagonistas de categoría: Los Gremlins.
Amos y señores de la cinta, estos personajillos se quedarán en tu mente por derecho propio. Simpáticos, adorables, enérgicos, maquiavélicos... sinónimo de pura diversión. Peores que un tornado en plena ciudad, los diabólicos mogwai arrasarán con todo lo que encuentren a su paso sembrando el pánico dentro de la televisión y las carcajadas en el espectador (la muerte se presupone sin mostrarla explícitamente, recordemos su carácter familiar). Les gusta el cine clásico, pioneros en el cine en 3 dimensiones y en sus respectivas gafas 3D doble lenticular.
¿Pensabas que 'Avatar' era revolucionario? Estos monstruitos peludos ya vieron 'Blancanieves y los siete enanitos' en este formato casi treinta años antes. Unos efectos especiales más que aceptables contando el paso del tiempo, un guión plagado de escenas cachondas, buena música ochentera y un desarrollo llevadero, no encontrarás aburrimiento en ningún momento dentro del desternillante surrealismo que contiene.
El tiempo le sigue sentando de maravilla a la popular cinta de Joe Dante, no ha perdido ni un ápice de diversión enfermiza después de cumplir la treintena desde su creación. Puro entretenimiento, adornado de un marco navideño narrativo, plagado de buena música ochentera y escenas francamente graciosas donde prima el espectáculo sobre la calidad. Todo capitaneado por estas flamantes estrellas peludas, los Gremlins se han hecho un hueco más que merecido en la cultura popular y en el corazoncito de todo espectador que tenga la suerte de encontrarse con ellos. Ya sabes, los Gremlins están en todos lados... mira debajo de tu cama, lo mismo te llevas una sorpresa.
26 de enero de 2016
26 de enero de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Que podemos decir ya del mejor film de Joe Dante que no se haya dicho ya? Poco. La octava presentación de un film en el Auditori ha traído a dos grandes de este mundo cinéfilo, al propio director Joe Dante, que no acudió a la presentación de su nueva película pero si a esta (supongo que porque cuesta mucho salir de la cama a esas horas), y junto a él, Dick Miller, que da vida al vecino de Zack, Murray Futterman. Tras la entrega a este último del premio Maquina del tiempo y una breve introducción de Joe Dante, donde confesó que Sitges es el mejor festival de cine del mundo y que una nueva película de la saga 'Gremlins' podría ser realidad, aunque también comentó lo difícil de trabajar con un muñeco como Gizmo. Nos pasaron un breve mini montaje del actor Dick Miller y Nacho Cerdá volvió a recordarnos la apertura de la sala en Barcelona de Phenomena Experience. Con un Auditori a rebosar como en ninguna película mostrada en la matinal, el film ha empezado con gente aun acomodándose e intentando encontrar un sitio donde sentarse. Multitud de niños, algo que me ha sorprendido. Muchos de ellos abandonaron la sala al poco de empezar, posiblemente porque sus padres pensaron que si a ellos les gustó a sus hijos también y claramente no fue así. Las continuas entradas y salidas de la sala por problemas de micción fueron constantes, tanto como los niños que no se callaban o a los que sus padres intentaban explicarles la película mientras ésta se proyectaba. De la película poquito ya se puede decir, mito de los 80 por el cual no pasan los años, escenas que la mayoría hemos visto mil y una veces y aun así consiguen sacarnos una sonrisa, secuencias míticas como la del cine, la piscina, el ataque a la madre de Zach en la cocina, etc, etc, etc. Una maravilla de film por el que no pasan los años y que se conserva igual de bien que cuando se estrenó, una producción imprescindible y la mejor realizada por Joe Dante, como él mismo ha confesado. Un must see en toda regla y si encima, has tenido la suerte como yo de verlo en pantalla grande, la sensación de satisfacción que deja es nostálgica y electrizante.
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2014/10/festival-de-cine-de-sitges-2014-dia-9.html
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2014/10/festival-de-cine-de-sitges-2014-dia-9.html
7 de diciembre de 2023
7 de diciembre de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un joven inadvertidamente rompe tres reglas importantes relativas a su nueva mascota, Gizmo (voz de Howie Mandel), a raíz de un regalo que le hizo su padre (Hoyt Axton). Ello desata una horda de monstruos malévolos y traviesos en un pequeño pueblo. La joven pareja Billy (Zach Galligan) y Kate (Phoebe Cates) sufrirá varios peligros atacados por los desagradables Gremlins. Monstruos verdes en miniatura atraviesan la pequeña ciudad de Kingston Falls. Caos y destrucción hilarantes en una ciudad sacada directamente de Norman Rockwell. Entonces, cuando tu lavadora explota o tu televisor se estropea, antes de llamar al técnico, enciende todas las luces y mira debajo de todas las camas. Porque nunca lo sabes, puede que haya un duende en tu casa. Los gremlins parecen causar caos, ya que no ejecutan las reglas, ni las advertencias: ¨no los expongas a luz brillante, nunca deben mojarse y nunca, nunca alimentarles después de medianoche¨. Travieso. Inteligente. Peligroso. ¡No te puedes quemar viendo 'Gremlins'! Steven Spielberg presenta: Lindo. Inteligente. Travieso. Inteligente. Peligroso. ¡Estaban aquí!. Lo que ves... no siempre es lo que obtienes. ¡Ya vienen los Gremlins!. ¡Cuidado, que un nuevo lote está en camino!. Aquí vuelven a crecer, ¡te lo avisamos!. ¡Recuerda las reglas!. ¡No escuchaste!. ¡No lo mojes, mantenlo alejado de la luz brillante y nunca lo alimentes después de medianoche !
El director Joe Dante presenta una peculiar visión sobre monstruitos, siendo bastante buena, tan bien como violenta, rindiendo innumerables tributos surrealistas a películas y bandas sonoras con un gran sentido de diversión. Así se producen travesuras cuando un trabajador de un cajero de banco con modales apacibles libera a estos horribles locos después de tener una nueva mascota y violar dos de tres reglas simples: sin agua (violado), sin comida después de medianoche (violado) y sin luz brillante. Naturalmente, hay mucho caos, travesuras, chistes, y jolgorio, todo esto sucede en la ciudad y el resultado es una pandilla de locos gremlins que deciden destrozar las casas y los cines. Esta película bastante agradable de ver fue dirigida profesionalmente por Joe Dante mostrando su característico humor surrealista y su sentido del estilo. La historia no es más que una divertida excusa para hilar gags, tontos sketches , locuras irónicas, varios cameos y escenas trepidantes. Seguramente Dante tiene razón al dejar correr su imaginación visual junto con la simpática comedia, la ironía y una gran inventiva. Incluyendo ¨Blancanieves y los siete enanitos¨ y otras parodias cinematográficas famosas y otras extravagancias musicales del pasado. También incorpora sátira, noticias de televisión y divertida acción, agregando muchas rápidas bromas surrealistas visuales. Junto con los protagonistas habituales: Zach Galligan y Phoebe Cates, aparecen aquí y allá varios secundarios familiares y algunos cameos, tales como: Polly Holliday, Belinda Balaski, Keye Luke, Frances Lee McCain, Dick Miller, Edward Andrews, Judge Reinhold, Chuck. Jones, William Schallert, Harry Carey Jr, Scott Brady, Steven Spielberg, Kenneth Tobey Nicky Katt, Corey Feldman, Jonathan Banks. Y el músico Jerry Goldsmish, que compone una partitura animada y profundamente atractiva de oír. Seguida de una secuela ¨Gremlins II¨, inferior a la original, ambientada en un rascacielos futurista de la Gran Manzana de Nueva York donde la joven pareja: Zach Galligan, Phoebe Cates, ahora trabajan para el avaricioso magnate tecnológico John Glover, coprotagonizada. por Christopher Lee, Robert Prosky, Robert Picardo, Haviland Morris, Dick Miller, Raymond Cruz, Julia Sweeney, Keye Luke, Kathleen Freeman
Producida lujosamente por Steven Spielberg y dirigida profesionalmente por Joe Dante, con bastante originalidad. Los mayores éxitos de Dante se produjeron cuando se encontró trabajando junto a Steven Spielberg, John Landis y el director australiano George Miller para la película antológica ¨The Twilight Zone, The Movie¨ (1983) en la que Dante dirigió el tercer segmento. Steven Spielberg lo contrató entonces para trabajar como director de ¨Gremlins¨ (1984) que fue otro éxito de taquilla. Dirigió algunos episodios de la serie de ciencia ficción "Amazing Stories" antes de dirigir su siguiente largometraje de ciencia ficción que fue ¨Innerspace¨ (1987) que, aunque estuvo bien reseñado por la crítica, fue otro fracaso de taquilla. Después de dirigir cinco episodios de "Eerie, Indiana", Dante regresó a la pantalla grande con la bien recibida ¨Matinee¨ (1993), una afectuosa sátira de época ambientada en 1962 con el trasfondo de la Guerra Fría. Dante pasó los siguientes años trabajando para televisión y dirigió una sátira sobre política con ¨La Segunda Guerra Civil¨ (1997). Las siguientes dos películas de Dante, ¨Small Soldiers¨ (1998) y ¨Looney Toons: Back in Action¨ (2004) obtuvieron buenas críticas pero no fueron éxitos comerciales. Calificación de Gremlins: 7/10.
El director Joe Dante presenta una peculiar visión sobre monstruitos, siendo bastante buena, tan bien como violenta, rindiendo innumerables tributos surrealistas a películas y bandas sonoras con un gran sentido de diversión. Así se producen travesuras cuando un trabajador de un cajero de banco con modales apacibles libera a estos horribles locos después de tener una nueva mascota y violar dos de tres reglas simples: sin agua (violado), sin comida después de medianoche (violado) y sin luz brillante. Naturalmente, hay mucho caos, travesuras, chistes, y jolgorio, todo esto sucede en la ciudad y el resultado es una pandilla de locos gremlins que deciden destrozar las casas y los cines. Esta película bastante agradable de ver fue dirigida profesionalmente por Joe Dante mostrando su característico humor surrealista y su sentido del estilo. La historia no es más que una divertida excusa para hilar gags, tontos sketches , locuras irónicas, varios cameos y escenas trepidantes. Seguramente Dante tiene razón al dejar correr su imaginación visual junto con la simpática comedia, la ironía y una gran inventiva. Incluyendo ¨Blancanieves y los siete enanitos¨ y otras parodias cinematográficas famosas y otras extravagancias musicales del pasado. También incorpora sátira, noticias de televisión y divertida acción, agregando muchas rápidas bromas surrealistas visuales. Junto con los protagonistas habituales: Zach Galligan y Phoebe Cates, aparecen aquí y allá varios secundarios familiares y algunos cameos, tales como: Polly Holliday, Belinda Balaski, Keye Luke, Frances Lee McCain, Dick Miller, Edward Andrews, Judge Reinhold, Chuck. Jones, William Schallert, Harry Carey Jr, Scott Brady, Steven Spielberg, Kenneth Tobey Nicky Katt, Corey Feldman, Jonathan Banks. Y el músico Jerry Goldsmish, que compone una partitura animada y profundamente atractiva de oír. Seguida de una secuela ¨Gremlins II¨, inferior a la original, ambientada en un rascacielos futurista de la Gran Manzana de Nueva York donde la joven pareja: Zach Galligan, Phoebe Cates, ahora trabajan para el avaricioso magnate tecnológico John Glover, coprotagonizada. por Christopher Lee, Robert Prosky, Robert Picardo, Haviland Morris, Dick Miller, Raymond Cruz, Julia Sweeney, Keye Luke, Kathleen Freeman
Producida lujosamente por Steven Spielberg y dirigida profesionalmente por Joe Dante, con bastante originalidad. Los mayores éxitos de Dante se produjeron cuando se encontró trabajando junto a Steven Spielberg, John Landis y el director australiano George Miller para la película antológica ¨The Twilight Zone, The Movie¨ (1983) en la que Dante dirigió el tercer segmento. Steven Spielberg lo contrató entonces para trabajar como director de ¨Gremlins¨ (1984) que fue otro éxito de taquilla. Dirigió algunos episodios de la serie de ciencia ficción "Amazing Stories" antes de dirigir su siguiente largometraje de ciencia ficción que fue ¨Innerspace¨ (1987) que, aunque estuvo bien reseñado por la crítica, fue otro fracaso de taquilla. Después de dirigir cinco episodios de "Eerie, Indiana", Dante regresó a la pantalla grande con la bien recibida ¨Matinee¨ (1993), una afectuosa sátira de época ambientada en 1962 con el trasfondo de la Guerra Fría. Dante pasó los siguientes años trabajando para televisión y dirigió una sátira sobre política con ¨La Segunda Guerra Civil¨ (1997). Las siguientes dos películas de Dante, ¨Small Soldiers¨ (1998) y ¨Looney Toons: Back in Action¨ (2004) obtuvieron buenas críticas pero no fueron éxitos comerciales. Calificación de Gremlins: 7/10.
8 de diciembre de 2020
8 de diciembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos de mis recuerdos más antiguos y vívidos me sitúan en casa de mis abuelos, durante las gélidas y brumosas nochebuenas en un pueblo zamorano a orillas del Duero, tan pintoresco como poco invitador a realizar actividades al aire libre. Probablemente por eso mismo, la mayoría de aquéllos consisten en el visionado de películas por TV y del extinto —en mala hora— Torneo de Navidad de baloncesto.
Una de las cintas que más me impactó por entonces, a los seis u ocho años, fue esta “Gremlins”, al menos hasta que me mandaron a la cama antes del desenlace. Tres décadas después, sin nadie que me deje sin saber cómo acaban las aventuras del adorable Gizmo y su némesis “Stripe”, y atacado de la fiebre nostálgica a que tan proclives nos vuelven las fechas que se avecinan, he decidido volver a verla. Lo primero que he de decir es que, contra lo que me temía, “Gremlins” no sólo ha envejecido extraordinariamente, sino que las sensaciones que me despertara cuando niño permanecen incólumes.
Hay una constante que vengo observando desde que una industria audiovisual bastante ayuna de creatividad empezó a hinchar la burbuja del “revival”: sus referentes de antaño atesoran una calidad y, sobre todo, una honestidad a años luz de las calculadísimas e insípidas reelaboraciones de hogaño. Incluso las marionetas y la “stop motion” se antojan preferibles a las sofisterías técnicas contemporáneas. Spielberg en la producción, Columbus en el guion y Dante en la dirección dejan en mantillas a cuantos J.J. Abrams, hermanos Duffer y demás manieristas de mal vivir se quieran.
“Gremlins” es una comedia de terror, género bastardo en boga durante los ochenta y que hoy, por culpa de la pandemia de corrección política que a todos amordaza —y muy especialmente a los creadores—, ha desaparecido del mapa. En consecuencia, se trata de una película divertidísima, donde con cadencia indesmayable se alternan escenas de acción y secuencias de una hilaridad “destroyer” inimaginables —insisto— en las pacatas producciones de nuestros días. Las de las repugnantes criaturas fumando y poniéndose hasta el culo, flipando con “Blancanieves” o (des) entonando villancicos con sus voces cacofónicas constituyen estampas gloriosas, tanto o más navideñas ya que la lotería, el discurso del Rey o el epílogo de “Qué bello es vivir” (“It´s a Wonderful Life”, 1946).
Una de las cintas que más me impactó por entonces, a los seis u ocho años, fue esta “Gremlins”, al menos hasta que me mandaron a la cama antes del desenlace. Tres décadas después, sin nadie que me deje sin saber cómo acaban las aventuras del adorable Gizmo y su némesis “Stripe”, y atacado de la fiebre nostálgica a que tan proclives nos vuelven las fechas que se avecinan, he decidido volver a verla. Lo primero que he de decir es que, contra lo que me temía, “Gremlins” no sólo ha envejecido extraordinariamente, sino que las sensaciones que me despertara cuando niño permanecen incólumes.
Hay una constante que vengo observando desde que una industria audiovisual bastante ayuna de creatividad empezó a hinchar la burbuja del “revival”: sus referentes de antaño atesoran una calidad y, sobre todo, una honestidad a años luz de las calculadísimas e insípidas reelaboraciones de hogaño. Incluso las marionetas y la “stop motion” se antojan preferibles a las sofisterías técnicas contemporáneas. Spielberg en la producción, Columbus en el guion y Dante en la dirección dejan en mantillas a cuantos J.J. Abrams, hermanos Duffer y demás manieristas de mal vivir se quieran.
“Gremlins” es una comedia de terror, género bastardo en boga durante los ochenta y que hoy, por culpa de la pandemia de corrección política que a todos amordaza —y muy especialmente a los creadores—, ha desaparecido del mapa. En consecuencia, se trata de una película divertidísima, donde con cadencia indesmayable se alternan escenas de acción y secuencias de una hilaridad “destroyer” inimaginables —insisto— en las pacatas producciones de nuestros días. Las de las repugnantes criaturas fumando y poniéndose hasta el culo, flipando con “Blancanieves” o (des) entonando villancicos con sus voces cacofónicas constituyen estampas gloriosas, tanto o más navideñas ya que la lotería, el discurso del Rey o el epílogo de “Qué bello es vivir” (“It´s a Wonderful Life”, 1946).
4 de diciembre de 2023
4 de diciembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película icónica e imprescindible de los 80 que marcará un hito en la historia del cine de comedias de terror. Unos pequeños monstruos invasores en un plácido y tranquilo pueblo navideño norteamericano.
Además la música de Jerry Goldsmith es incomparable y su homenaje al cine de Disney (Blancanieves) ha quedado para la posteridad.
Creará escuela y, la mayoría de films posteriores del estilo la imitarán hasta la saciedad.
No se la pierda.
Además la música de Jerry Goldsmith es incomparable y su homenaje al cine de Disney (Blancanieves) ha quedado para la posteridad.
Creará escuela y, la mayoría de films posteriores del estilo la imitarán hasta la saciedad.
No se la pierda.
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