Qué puede pasar por la mente de un crítico profesional para que escriba sin temblarle el pulso que la casa de LA GUARIDA tiene verdadera personalidad y horror, nadie lo sabe. Pero, acusando todavía un buen puñado de dudas legítimas al respecto, bien pudiera ser que la respuesta a dicha tesitura tuviese mucho que ver con el dinero. Maldito parné.
LA GUARIDA, de Jan de Bont, es, de una coctelera, el producto inequívoco que ve la luz cuando, teniendo intérpretes de primer orden y un entorno idóneo, se han mezclado, sin ideas, demasiados ingredientes: la hermosa bisexual con un armario de doble fondo, el secundario gracioso con derecho a muerte, el profesor que esconde un secreto en el trance de convertirse en un mamporrero oficial de Hollywood y la insomne apocada, silenciosa y humilde, que espera el momento para arrogarse el papel de salvadora. Luego, claro, ruidos, golpes, susurros y el ineludible león que surge como un botafumeiro.
Mala como ella sola, LA GUARIDA. E imposible no acordarse con el repetitivo modo de conducirse de Nell, la silenciosa y apocada, del señor Barragán: es pa´los niños.

Esta es , sin pensármelo dos veces, una de las mejores películas de terror y suspense que he visto, la mezcla de mal rollo, (casa tétrica, voces de niños), y buenos actores, es un cóctel que hacen de La guarida una película genial.

Odio este tipo de películas que ves con gran esperanza y que casi dos horas después terminas con este mal sabor de boca. La película es mala la mires por donde la mires, nada parece críble y los sustos brillan por su ausencia. Como dijo alguien de por aquí, más que miedo da risa, y de hecho yo diría, más que miedo da pena.

Una porquería con estética de telefilme de sobremesa y unos actores que hacen lo que pueden para defender semejante bodrio. El director es malo, solo tiene una película buena en su haber, "Speed". Liam Neesson es buen actor, pero aqui no tanto. Owen Wilson es mal actor. La historia es mala y predecible. La fotografía es mediocre. Nada recomendable, hay películas de temática sobrenatural mucho mejores que este engendro que bebe de muchísimos filmes similares

No me voy a extender demasiado con una crítica dedicada a una película que, ya de por sí, se ve que no es de miedo. Es más, tampoco es de suspense, así que no sé qué pretendía el director con este elemento de tiempo infinito para lo tostona que es la historia y lo patéticos que son los papeles de los actores.

Ya que empiezo por ahí, pues eso: los actores. ¿Por qué Liam Neeson aceptó a hacer este proyecto de película que no tiene ni pies ni cabeza? No me sentía tan decepcionada con un actor de calibre desde que vi a Jeremy Irons en Dragones y Mazmorras (la crítica, próximamente). Detesto que un buen actor participe en una película mala porque desmerece mucho su talento y su criterio propio. Será por películas buenas, que tienen que escoger las malas para ir tirando. En fin...

La historia es aburrida, aburrida y doblemente aburrida. Yo pensaba que sería un thriller psicológico, tipo La Señal, de esos que te dejan sin aliento y con el corazón en vilo hasta la resolución del misterio. Pero no, resulta que no es así. Una insulsa mujer de insulsa vida se mete en una casa encantada (guau, qué original) y decorada con pésimo gusto, y empieza a ser víctima de una serie de fenómenos paranormales a cual más extravagante e irreal. Los efectos son tan cutrongos que ni miedo dan. Es más, en algún momento hasta me he reído con ganas. Pero es horrible. Te tienes que reír por no llorar, porque es patética hasta decir basta.

He aquí mi laudo: no vale ni para una tarde de sábado, porque seguramente durante la siesta tendrás pesadillas y un millar de niños espectrales te susurrarán al oído "¡Eleanor, Eleanor, ayúdanos!" hasta que desees pegarte un tiro para no tener que escucharlos más.

He dicho.