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De la vida de las marionetasTV

Drama Peter Egerman (Robert Atzorn) comete un horrible crimen: viola y estrangula a una prostituta. Del caso se ocupa el psicoanalista Mogens Jensen (Martin Benrath), pues él ya le había confesado en su consulta su deseo de asesinar a su mujer. A través de una investigación policíaca narrada en forma semidocumental, se va reconstruyendo el inquietante retrato del asesino, un hombre frustrado, sobre todo por el fracaso de su matrimonio, cuya ... [+]
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7
28 de diciembre de 2021 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
409/02(02/12/21) Desgarrador drama psicológico dirigido por el aclamado director sueco Ingmar Bergman, en lo que fue su primera producción fuera de su país, concretamente hecha para la cadena de televisión ZDF en la Alemania Occidental (donde rodó con esta, tres películas) durante su exilio por problemas con el fisco (se le acusó de evasión de impuestos, para después exonerarlo por involuntariedad. Este trauma le afectó tanto al creador de “El Séptimo Sello” que lo llevó al psiquiátrico). Ambientada en Munich, la historia es una ácida radiografía de la desintegración de la relación entre Katarina y Peter Egermann, basada en la infeliz pareja del mismo nombre que aparece brevemente en la miniserie de Bergman de 1973 “Scenes from a Marriage”, en una reinvención de los personajes, la infelicidad de Peter y Katarina culminan en el asesinato y posterior violación de una prostituta por parte de Peter, esto visto en la primera escena, para después en diferentes flash-backs ir componiendo el puzle de cómo se llegó a este acto deleznable. Estos estructurados en episodios presentados con intertítulos que comienzan 14 días antes, y así van saltando hacia hasta el asesinato, siendo en cada segmento analizado desde un personaje diferente que lo conoció, esto lleva a que el conjunto es desequilibrado (el episodio de la carta no convencía del todo a Bergman), pero en sus picos resulta turbador, teneidno una ambientación opresiva y asfixiante en sus escenarios donde no recuerdo la luz solar, todo decorados iluminados artificiosamente.

Peter Egermann (notable Robert Atzorn) asesina a la joven prostituta Katharina ‘Ka’ Krafft (aterrada Rita Russek), conocida como Ka, y viola su cadáver. La historia anterior se resume en flashbacks y protocolos de interrogatorio con familiares y amigos: Peter tiene éxito profesional, está establecido y está casado con una mujer igualmente exitosa (buena Christine Buchegger) que, como la víctima del asesinato, lleva el nombre de Katarina. El matrimonio está marcado por una profunda relación de amor-odio. Peter se cierra cada vez más y se confiesa a su psiquiatra fantasías de asesinato giran en torno a su esposa. Un amigo mutuo de la pareja pone a Peter en contacto con la prostituta Ka, a quien mata la primera vez que se encuentran.

Bergman una vez se adentra en uno de sus mantras, como es la deconstrucción de la institución del matrimonio (esa que tanto conocía él, pues estuvo casado con seis mujeres) para ello toma como protagonista a un ser en caída libre, infeliz, insatisfecho, donde los continuos enfrentamientos maritales provocan en él un desvarío mental. La crisis de pareja llevada al extremo donde la rutina lo hastía todo (para Peter), el sexo (su represión), la ansiedad, las peleas, la depresión, la incomunicación, los juegos de poder, las humillaciones, el (sugerido) complejo de Edipo, la hipocresía, las amistades, los impulsos homicidas, el aburrimiento, el adulterio, todo termina por viciar eso en lo que hubo amor, degenerando en un clima áspero, sombrío, donde la violencia es latente.

La película comienza y termina en color y cambia a blanco y negro en la sección central. La ZDF insistió en que la secuencia de apertura tenía que ser en color, de lo contrario los televidentes asumirían que sus dispositivos estaban defectuosos. Los papeles fueron elegidos exclusivamente por actores de teatro del Residenztheater de Munich que tenían poca experiencia cinematográfica. Para el más tarde popular actor de televisión alemán Robert Atzorn este fue su primer trabajo cinematográfico.

Arranca en color, en una habitación radiante de rojo (pasión o sangre), vemos a una mujer aterrada que corre a esconderse tras una cama, vemos al que es el protagonista entrar lentamente en el cuarto, la cámara enfoca en primer plano largo a la mujer, hasta que unas manos (las de Peter) agarran a la mujer para estrangularla, y tras ello en un acto patológico la sodomiza (expresando con ello su represión sexual).

Tras ello saltaremos en el tiempo atrás y adelante para conocer al asesino y sus circunstancias. Como que tiene una madre actriz (Lola Muethel), ultra protectora, con la que Peter mantiene una enfermiza relación; Tiene una esposa exitosa en la moda que es muy dominante, que recrimina a Peter su malsana relación con su madre; Peter ve a un psiquiatra, Mogens Jensen (buen Martin Benrath), donde cuenta sus sueños asesinos para con su esposa (a la que ve cortándole la garganta): El psiquiatra se destapa pérfido en cómo trata a la esposa de Peter (o es la mente convulsa que ve a todo el mundo como enemigo?); Un investigador interroga al melancólico Tim (espléndido Walter Schmidinger), un amigo y socio (homosexual) de Katarina, que tenía pulsiones sexuales por Peter, y creía Peter era un gay reprimido, y de ahí su violencia desatada. Desgarrador el monólogo frente al espejo; La madre de Peter habla en primer plano (algo muy del director sueco, como los frontales, hablando un personaje en segundo plano), deconstruyendo a su retoño desde su punto de vista particular; Egerman dictando una carta a su secretaria; Y por supuesto la esposa, una mujer fría.

Una película donde se habla sin tabúes de temas adultos sobre pulsiones suicidas, masturbaciones, orgasmos, sodomizaciones, necrofilia, matrimonios abiertos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final todo se reduce Peter conoce a Ka en un peep show de Munich, Ka le dijo a Peter que su verdadero nombre era Katarina, al igual que su esposa. Él la asesina entre lágrimas. Jensen concluye que Peter, habiendo crecido bajo una madre agresiva y luego vivido con una esposa igualmente agresiva, no era consciente de su propia homosexualidad latente y que conocer a Ka interrumpió la rutina diaria de Peter y provocó un apagón emocional. Peter está confinado en un instituto psiquiátrico, donde acuna un osito de peluche por la noche. El psicoanalista en su informe médico final dice que con una sola palabra bastaba para evitar el trágico final y esa palabra solo la tenía el y falló; Me resulta una conclusión simplista.

Me queda un drama sórdido y malsano, de los que te atrapa por su crudeza a flor de piel. Fuera y honor!!!
6
12 de marzo de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Compleja y con sentimiento de culpa. Así la veo yo. Hay algo que atormenta a Bergman durante toda su filmografía: la incomunicación, especialmente entre los miembros de una pareja, de un matrimonio.
La obsesión por el sexo y las conductas al margen de lo establecido son las válvulas de escape de un señor con un matrimonio muy aburrido y, sobre todo, muy fuera de la realidad, muy desconectado de la deseable comunicación entre los esposos. No ya a un nivel óptimo, sino sencillamente a un nivel medianamente operativo, funcional y práctico.
No es de lo mejor de Bergman. Tiene su interés, pero aburre un poco en ensayo que pretende y la exposición de los temas.
9
26 de abril de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya he terminado de verla, como es de costumbre esta cinta tiene una gran dosis de atrevimiento despiadado y algo que me ha sorprendido es su extenso contenido del diálogo, poco usual comparado con otra de sus películas, también me desconcierta sus atrevidisimas imágenes altas de tono junto con un diálogo descarado.
Una compleja película narrada por capítulos no correlativos sobre el análisis de nuestra psicología de nuestros actos y hechos intentando comprender lo que se esconde en la mente de un psicópata.
9
17 de abril de 2014 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bergman se sirve de esta película para adentrarse, una vez más, en los enrevesados y complejos senderos de las relaciones matrimoniales, lo hace retratando la compleja y estremecedora mente de Peter Egerman un psicópata cuyo desmoronamiento emocional y moral constituye el epicentro de esta subyugante película, que narra las carencias de un matrimonio, repleto de ofensas y humillaciones. Bergman basa el hilo conductor de la película en el antes y después de la primera escena, en modo de encuesta policial donde crea un clima sórdido y opresivo y la impregna con el toque teatral que lo caracteriza, acompañado de un sin fin de primeros planos y planos escorzo que hacen recordar su gran obra "Persona", el guion es magnifico y elocuente gracias a la fuerza con la que irrumpen los personajes secundarios aportando veracidad a esta recomendable obra.
9
3 de noviembre de 2024 Sé el primero en valorar esta crítica
Peter Egermann (Robert Atzorn) asesina y ultraja a una prostituta, suceso mostrado en los primeros minutos de metraje y que funciona como detonante del filme, ¿qué llevó a este hombre a cometer este acto? Bergman que también es guionista de la obra va mostrando la historia de forma fragmentada, mediante distintas secuencias temporalmente ubicadas tanto antes, como después del evento.

Esta estimulante forma de presentar la película, sirve para ir conociendo detalles de la vida del protagonista, especialmente dentro de la relación con su esposa Katarina (Christine Buchegger), marcadas por infidelidades compartidas, consentidas y desfases sexuales, pero con una extraña conexión, así como con su madre, Cordelia (Lola Müthel), sobre-protectora que le entregó a sus hijos.

Esto es mostrado desde el punto de vista de un investigador de la policía (Karl-Heinz Pelser), que mediante entrevistas con los involucrados va aclarando los hechos del crimen, así es como este personaje que sirve como guía del espectador, se acerca al psiquiatra de Peter, Mogens Jensen (Martin Benrath) y a Tim Mandelbaum (Walter Schmidinger), compañero de trabajo de Katarina, ambos personajes claves en el desenvolvimiento del protagonista.

Aus dem Leben der Marionetten es un largometraje oscuro, nada fácil de ver, no porque sea difícil por su forma, sino por su contenido, muy propio del mejor cine de Ingmar Bergman y de esta etapa “alemana” que tuvo, junto con las obras maestras Das Schlangenei (El huevo de la serpiente, 1977) y Höstsonaten (Sonata de otoño, 1978).

Bergman vuelve a sus constantes fílmicas: las relaciones de pareja, la culpa y sobre todo los impulsos, estos que mueven al protagonista a cometer ese asesinato, pero demostrando siempre que hay un motivo, un detonante que solo al estudiar su pasado se puede llegar, para la vida somos simples marionetas.
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