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El sorprendente hombre araña 2: La amenaza de Electro

Fantástico. Acción. Aventuras Peter Parker lleva una vida muy ocupada, compaginando su tiempo entre su papel como Spider-Man, acabando con los malos, y en el instituto con la persona a la que quiere, Gwen. Peter no ve el momento de graduarse. No ha olvidado la promesa que le hizo al padre de Gwen de protegerla, manteniéndose lejos de ella, pero es una promesa que simplemente no puede cumplir. Las cosas cambiarán para Peter cuando aparece un nuevo villano, Electro, y ... [+]
Críticas 224
Críticas ordenadas por utilidad
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5
3 de mayo de 2014
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buff !!! Y eso que me gustó la primera. Quizás lo que me gustó fue el giro en la manera de mostrarnos un Peter Parker que no pareciese un monaguillo o un gili*** , que era la imagen que transmitía un Tobey Maguire. El Peter Parker que yo recordaba era tímido pero no alelado y la interpretación de Garfield en la anterior entrega me convenció.

Pero hablamos de "El Poder de Electro". La película es ciertamente decepcionante (ver spoiler). Un guión mal cocinado, a trompicones, con una campaña publicitaria engañosa, unos actores desaprovechados (¿que pinta Jamie Foxx haciendo de estúpido alelado o Paul Giamati en un micropapel tan ridículo?). Webb olvida que rueda una película de superhéroes; apenas hay escenas de acción, se centra demasiado en la historia romántica Peter-Gwen, recordando la otra horrorosa historia de Amidala-Annakin, rodada de manera igual de ridícula y de pesada. Ello hace que la película se alargue innecesariamente y resulte aburrida en muchos de sus tramos, hastiando al espectador que desea que la película finalice de una vez.

Decepcionante película. Una oportunidad perdida. Un guión mal escrito. Unos actores mal dirigidos ¡que triste!.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Vayamos por partes:

-Electro, negro o blanco (en los comics) no era un pobre hombre. Era un vulgar delincuente pero no un estúpido. El personaje resulta patético tanto en su forma humana como cuando muta. Y a Jamie Foxx ni se le reconoce. Un señor que ganó un oscar reducido a esto. Y dice en las entrevistas que estudió la evolución del personaje para entenderlo...¿qué? ¡pero si el personaje es más plano que una tabla de surf y parece salido de una serie juvenil de TV!

-¿Que pinta el Doctor Kafka? Es un tópico lamentable: un doctor alemán que pone música clásica alemana para torturar a Electro, con cara de Dirk Bogarde en "Portero de Noche".

-Gwen Stacy no es Catwoman. Pero lo parece. Y llega en coche en cinco minutos, con una ciudad sin luz, con los semáforos apagados y, se supone, con un atasco de tráfico monumental.

-Los chistes de Spider-man no hacen gracia. Ninguna. Son patéticos. Al igual que el trato con Electro. Y al inicio, en la escena de persecución del camión robado, es incapaz de vencer a un simple matón ruso.

-Paul Giamatti, que fue nominado al oscar y tiene dos globos de oro, cae muy bajo para el papel ridículo que le otorgan. Debe ser que tiene que pagar la hipoteca. Un actor tan bueno pegando alaridos, lamentable ...

-Engaño brutal en la publicidad. El Rhino solo aparece en el último minuto. Y lo ponen en los carteles como el combate del siglo, codo con codo con los otros dos supervillanos.

-Este Duende Verde parece de Locomía. Para ser un supervillano, no hace falta parecerse a Billy Idol, para eso es mejor ser rockero. El actor hace lo que puede, pero su metamorfosis es ciertamente ridícula y apresurada.

-Oscorp y sus problemas con el resto de accionistas están muy pobremente definidos y resueltos. ¡si la comparamos con Arrow, ésta última parece "Los Miserables"!

-La muerte de Gwen Stacy, el sueño de cualquier director de cine para llevar a pantalla, no está bien tramada, ni resulta demasiado trágica ni emotiva. Muere y ya está. Marc Webb pierde una ocasión de oro de lograr una escena mítica, dejándonos una vulgar secuencia de cualquier teleserie barata. Y además, no muere el Duende Verde...

-¿A que viene el prólogo de la historia de los padres de Peter? ¿Porque envian los datos a la estación abandonada? ¿Porqué Peter Parker al descubrirlo no se cabrea y va a por los de Oscorp para barrer el suelo? En el comic, Peter Parker limpiaba el nombre de sus padres, aquí le da igual.

-Andrew Garfield está sobreactuado. Y el traje parece cada vez más unas mallas de Aerobic...
7
17 de abril de 2014
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
"The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro" es una película completamente amorfa, con un montaje esquizofrénico que pasa de secuencias rotundamente épicas a otras marcadamente íntimas. Y lo sorprendente es que funciona a varios niveles en los que la original, dirigida también por Mark Webb en 2012, ni siquiera soñaba con alcanzar. La secuela del innecesario reboot de hace un par de años por fin se siente necesaria y es más, quizá sea la película sobre el superhéroe más disfrutable de todas las que se han hecho, por su magnetismo e intensidad, por ser divertida y amena, por no desviarse del camino correcto ni pretender cambiar el mundo. Porque en el fondo, es una película que abraza de forma rotunda su condición de pasaratos sin buscar encajar en ese perfil de cine comiquero más serio y oscuro (post-Nolan) marcado por la intensidad.

Lo que Webb hace aquí es equilibrar la parte cómica y la dramática, sin que una anule a la otra, complementándola. Y también sin olvidarse de la espectacularidad cuando así se requiere, algo que ya presenta desde el prólogo del film. Metido un poco con calzador, todo sea dicho (insisto en el que el montaje del film es muy extraño) para justificar de forma algo pobre una subtrama que nunca llega a ser decisiva. Con música prácticamente omnipresente (orquestada o con letra), el film se estructura así como una especie de pieza musical a distintos tonos y alturas, donde hay tiempo para un desarrollo de personajes moderado (la relación entre Peter y Gwen, el reencuentro con Harry, etc.), la presencia de hasta tres villanos (uno principal, otro secundario, y el último una excusa para justificar la tercera parte) y varias secuencia de acción que darían para un análisis por la forma en que adoptan el lenguaje del mundo del videojuego sin ningún reparo. Así, si el montaje podría simular la estructura de viñetas y paso de páginas de un cómic, las batallas (bastante más claras de lo habitual en el subgénero de los superhéroes) tienden un hilo al ocio electrónico.

Esto no es nuevo, y el reciente estreno de "Capitán América: El soldado de Invierno" ya lo dejaba en bandeja cuando su protagonista (Chris Evans) admitió haber usado como base un videojuego para las coreografías de batalla del film. Aquí no me suena haber leído nada parecido, pero está clarísimo que las tomas de Spider-Man moviéndose por la ciudad, con esa réplica casi perfecta de libertad absoluta, los movimientos con anclaje de red, y las citadas batallas, están inspiradísimas en los videojuegos de Activision lanzados en los últimos años. Los combates usan además el 'tiempo bala' de forma sumamente inteligente, con dos funciones específicas: la primera es generar distintos planos de profundidad para sacar provecho del 3D (la he visto en 2D, pero parece algo evidente) y la segunda es mostrar la acción en la medida en la que la veríamo en un QTE de un juego, paso por paso, hasta completar la secuencia. El resultado para alguien que no está muy familiarizado con los videojuegos quizá pueda parecer extraño; no es mi caso.

"El poder de Electro", como decía antes, no renuncia al humor tontorrón del Spidey de los cómics: catchphrases para interactuar con los villanos, o soltadas por éstos, momentos de épica que se rompen con algún gag (una vez más, obra y gracia de este montaje bizarro -en cualquiera de sus acepciones-), etcétera. El resultado es una película amorfa, que alterna muchas cosas pero se las arregla para funcionar, siendo totalmente enérgica. A mí se me ha pasado volando, siendo el film de Spider-Man con el que más he disfrutado en el cine. No el mejor si nos vamos a cómo debe ser una película en un sentido "clásico", pues Spider-Man 2 (Sam Raimi, 2004) es un film más robusto, con personajes mejor desarrollados (aqui Electro, por ejemplo, tiene una motivación absurda) y una estructura más compensada, pero decir que no he disfrutado es mentir de forma rotunda.

Y aunque no haga falta recalcarlo, porque se da por sentado, los efectos visuales de la película son extraordinarios (Electro se lleva la mejor parte) y los actores dificilmente podrían funcionar mejor: Garfield como un Peter Parker fantástico, Emma Stone enamorando con su mirada, DeHaan acojonando como si nada, y Jamie Foxx primero como un torpón empleado (imposible no acordarse de Richard Pryor en Superman III) y posteriormente como un villano de cierta presencia. Si os gusta Spider-Man o las películas comiqueras, echadle un ojo. Si simplemente os gusta el cine, probablemente haya veintemil películas que os vayan a llenar más que este pasaratos hecho, escrito y dirigido con las fórmulas del cine masivo del siglo XXI, con todo lo que esto conyeva. Aquí no hay 'gran cine', pero sí un entretenimiento bien servido.
8
18 de abril de 2014
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya varios años escribí, al comentar alguna de las anteriores películas de Spiderman, que Stan Lee es al cómic lo que William Shakespeare a la literatura: un creador de historias cuyos personajes, situaciones y tramas trascienden por su universalidad a épocas y a modas. Ahora, tras ver la segunda parte de “The Amazing Spiderman” me reafirmo en esa tesis. El “hombre araña” es, sin duda, su obra más completa y lograda y sólo un análisis sesgado y erróneo la calificaría de mero producto infantil. Es verdad que sus ilustraciones cumplen con las reglas de la ciencia ficción y están destinadas mayoritariamente a un público compuesto por niños y jóvenes pero, en el fondo, los asuntos sobre los que profundiza su autor son más propios de un drama teatral desgarrador: el concepto de responsabilidad, la búsqueda de la identidad, el bien, el mal, el destino, la soledad y el amor (o, más bien, las dificultades del amor). También otros personajes de cómic hacen mención a estas cuestiones vitales pero la importancia que Lee les otorga y la intensidad con que las aborda no resisten la comparación. Entre las viñetas y los diálogos, y entre bromas y golpes, se esconde todo un tratado de ética y, hasta me atrevería a decir, de filosofía. De modo que, como ocurre con el magistral escritor británico del siglo XVI, es adaptado una y otra vez en los medios más diversos (televisivo, teatral o cinematográfico) y por artistas muy diferentes, a quienes ha atraído sobremanera. Personalmente, la historia de Peter Parker me sugestionó desde muy niño y aún a día de hoy, si me topo por casualidad con sus recreaciones, me sigo quedando prendado de ellas, aunque las haya visto en infinidad de ocasiones.
Lo que hace verdaderamente diferente a Spiderman de Batman o de Superman (por citar a dos de los héroes más populares) es que su vertiente humana posee un protagonismo similar a su “alter ego” enmascarado y, sobre todo, que presenta un cúmulo de matices, dramas interiores y laberintos emocionales que lo convierten en un lujo, circunstancia que no se produce ni con Bruce Wayne ni con Clark Kent, claramente secundarios y mucho más planos frente a su versión heroica (si bien el realizador Christopher Nolan haya corregido dicho aspecto en su magnífica trilogía del “hombre murciélago”).
“The Amazing Spiderman 2” gustará a los amantes del famoso personaje y a los espectadores de las anteriores producciones de la Columbia Pictures. Ágil, divertida y emotiva, cabe mencionar como dato negativo que los villanos no están en esta ocasión a la altura del protagonista, ofreciendo un perfil demasiado caricaturizado. Asimismo, en algunas de las luchas se abusa de los efectos especiales y de una coreografía abrumadora en exceso. Al margen de esa salvedad, los incondicionales del cómic tan sólo tienen que sentarse y disfrutar.
Marc Webb dirige también esta segunda parte. Debutó detrás de la cámara con una de las mejores comedias románticas de los últimos años -la muy recomendable 500 días juntos-, cuyo género se aleja notablemente del que ahora nos ocupa. Sin embargo, ese salto no se ha notado en lo más mínimo, lo cual demuestra la versatilidad y la eficacia de un director al que conviene seguir la pista en el futuro. El actor Andrew Garfield asume de nuevo el papel central, tras haber destacado en otros filmes muy relevantes como La red social, Nunca me abandones y Leones por corderos. Como ocurre con Webb, vale la pena grabar su nombre en la memoria porque, a buen seguro, nos seguirá deleitando con posteriores interpretaciones.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
7
17 de abril de 2014
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy llegaba a nuestras pantallas la segunda entrega del reboot de 2012 de nuestro amigo y vecino Spider-Man. Una segunda parte, que justifica a su antecesora, profundiza en la trama de aquella, en los personajes, y además nos entrega la mejor adaptación de Spider-Man hasta la fecha.

La película, ya desde el minuto uno empieza fuerte, haciéndonos montar en una montaña rusa de la que no nos querremos bajar durante el resto del metraje, y que cuando termine, pediremos por favor, volvernos a montar. Porque si algo caracteriza esta película, es que sus dos horas y media que duran se te pasen volando. Dos horas justificadas, ya que se toma su tiempo para construir e ir hilando una historia mucho más compleja, real y fiel al personaje de las que habíamos visto hasta ahora, con un climax final que sin duda es uno de los mejores que se puedan ver en mucho tiempo, en este tipo de películas.

Por supuesto, la película se toma sus matices y sus licencias con la adaptación del personaje, algo que hará las delicias de algunos y que servirá de justificación de otros para hundirla, yo desde mi humilde opinión y como fan del personaje, acepto esos matices ya que los hace desde el respeto a la idiosincrasia del mismo, algo que salta a la vista durante todo el metraje, y que desde mi punto de vista lo hace mejor de como lo hacía la trilogía Raimi.

Tiene sus momentos cómicos, que por cierto son los mejores que se han hecho hasta ahora de Spider-Man, sus momentos dramáticos y sus momentos de acción intensa, todo muy bien dosificado en donde no sobra ni falta nada, ya que los pocos cabos sueltos que se deja, la película deja bien claro que se resolverán en las siguientes partes. Algo, que resulta muy satisfactorio, ya que se nota que lo que pretende la franquicia y en particular su director, Marc Webb, es no equivocarse en querer contar demasiado en algo que ni en dos horas y media se puede contar, una paciencia medida en el metraje para contar las cosas bien, y que aunque pudiera resultar algo pesado, los actores ya se encargan, gracias a su química y su buen hacer, que resulte ameno y justificado, conectándose muy bien con la primera parte que se tiene presente en todo momento.

Y es que, si hay algo que hace muy bien, es saber conectar con su antecesora y amplificarla, y que si la tercera parte hace de la misma manera, nos esperan en mi opinión muchas alegrías, sobre todo, a los fans del personaje, ya que si algo caracteriza a Spider-Man, es no ser un Super Héroe “normal” como los demás, ya que no es millonario, no pertenece a un super grupo, no es extraterrestre, ni tiene los mejores poderes para combatir el crimen, solo es un chaval “normal” que intenta vivir la vida con su novia y su gente, afrontar los problemas que podríamos tener cualquiera de nosotros y ya de paso columpiarse por la ciudad de Nueva York salvando a la gente, un Super Héroe que sabe llegar al corazón como pocos.

NOTA: 9

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
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8
10 de mayo de 2014
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha encantado de principio a fin, es una mezcla bien proporcionada de acción, hilo argumental y drama. He ido al cine porque soy amante de los comics, del personaje en sí. No me arrepiento del dinero de la entrada, y explico el porqué:

1. Ya de por sí, las películas de acción actualmente ofrecen argumentos y personajes pobres, huecos y sin evolución. Esto no pasa aquí, si bien conocemos al personaje de las páginas de Stan Lee, sabemos su historia, su contexto y sus principios. Algo que cala en cada escena pero sin empalagar, sabemos que es Peter Parker, que un poder conlleva una gran responsabilidad.

2. La trama, el desarrollo, los personajes secundarios, todo perfecto. Aparecen cuando deben, dejan su huella, se involucran y se suman al total, no hay confusiones. Muy buen reparto, hay quien nace con cara de malo y sabe cómo interpretarlo.

3. Los toques de humor son sobrios y duran lo justo, no provocan vergüenza ajena, están bien calibrados, yo personalmente odio a los graciosillos fuera de turno, no es el caso ni mucho menos. Este Spidey se acaba de graduar, démosle "cuartelillo".

4. Garfield y Stone, química pura. Se nota, se palpa, geniales juntos y como complemento el uno del otro, la verdad que me esperaba algo más "falso" y lo que me he encontrado ha sido algo natural, adolescente, cercano, realista.

5. Las escenas de acción son increíbles, la banda sonora perfecta, adecuada al momento y a cada personaje, los pequeños detalles suman y eso se nota al salir de la sala. Desde las animaciones en motores 3D, como los movimientos de los actores, las coreografías... vistosas y originales.

142 minutos de peliculón, ha cumplido mis expectativas, sin duda alguna. 8/10
kEs
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