Chloe
5.5
9,432
Thriller. Drama
Catherine, una doctora de éxito, sospecha que su marido David, un atractivo profesor de música, la engaña. Deseando salir de dudas, contrata a la joven e irresistible Chloe para que ponga a prueba la fidelidad de David. Los tórridos relatos de Chloe sobre sus encuentros con David embarcan a Catherine en un confuso viaje de redescubrimiento sexual. (FILMAFFINITY)
10 de junio de 2012
10 de junio de 2012
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ella (Julianne Moore), ginecóloga, el (Liam Neeson), profesor de música; exitoso matrimonio de profesionales con hijo adolescente y desahogado nivel de vida; el no acude a la concurrida fiesta sorpresa de cumpleaños que le había preparado ella, aduciendo que ha perdido un vuelo y que llegara al día siguiente, ella hurgando en el móvil de su marido encuentra un MMS de una tal Miranda, en el que lee "gracias por lo de anoche" y ve una foto de su marido mirando a cámara - los 2 sonrientes - junto a una muchacha que durante una clase al comienzo de la película vimos intercalar una mirada cómplice con el profesor, y luego, de fondo junto a el mientras mentía cuando telefoneaba diciendo que había perdido el vuelo.
Las pruebas no son concluyentes, solo sabemos que en caso de haber cometido adulterio el marido es un memo de tomo y lomo en cuanto a precauciones adulteras (la trama avanza con la mujer leyendo todos los MMS recibidos por el marido), ella en vez de coger el toro por los cuernos y preguntar quién es la tal Miranda, contrata a una prostituta (Amanda Seyfried) para que intente seducir al marido y comprobar si ese coqueteo permanente que este emplea con las mujeres guapas, va mas allá.
Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos de metraje, algún desnudo, y atmósfera de desfasado thriller erótico de aquellos que triunfaban en los 80, a partir de aquí, sin abandonar esa desfasada atmósfera, y por mucho que detrás de la cámara este ese inefable humedecedor de sueños de metafóricos y sesudos cinéfilos de carnet, llamado Atom Egoyan, estamos ante un lujoso telefilm de sobremesa sin chicha ni limonada, el único interés que te hace soportar medianamente tan insípida y previsible trama, no es ese trasnochado toque "Atracción fatal" avant garde, y si me apuran, tampoco las interpretaciones de esos 2 grandes intérpretes que dan vida al matrimonio (bueno 3, ya que esta chica, Amanda Seyfried, tiene algo, aparte de lo que te recuerda a la recientemente fallecida Brittany Murphy), sino algún que otro desnudo, y el ver a Julianne Moore y Amanda Seyfried en alguna que otra escena lésbica (con cama y todo, gracias Atom Egoyan).
En resumen, lujoso telefilm, que por muchas lecturas metafóricas que se intenten usar como coartada para justificar lo pobre de su guión y dirección (si, dirección, ni Atom Egoyan, ni el Cristo que lo fundo), no pasa de ser una lujosamente envuelta tontería.
Las pruebas no son concluyentes, solo sabemos que en caso de haber cometido adulterio el marido es un memo de tomo y lomo en cuanto a precauciones adulteras (la trama avanza con la mujer leyendo todos los MMS recibidos por el marido), ella en vez de coger el toro por los cuernos y preguntar quién es la tal Miranda, contrata a una prostituta (Amanda Seyfried) para que intente seducir al marido y comprobar si ese coqueteo permanente que este emplea con las mujeres guapas, va mas allá.
Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos de metraje, algún desnudo, y atmósfera de desfasado thriller erótico de aquellos que triunfaban en los 80, a partir de aquí, sin abandonar esa desfasada atmósfera, y por mucho que detrás de la cámara este ese inefable humedecedor de sueños de metafóricos y sesudos cinéfilos de carnet, llamado Atom Egoyan, estamos ante un lujoso telefilm de sobremesa sin chicha ni limonada, el único interés que te hace soportar medianamente tan insípida y previsible trama, no es ese trasnochado toque "Atracción fatal" avant garde, y si me apuran, tampoco las interpretaciones de esos 2 grandes intérpretes que dan vida al matrimonio (bueno 3, ya que esta chica, Amanda Seyfried, tiene algo, aparte de lo que te recuerda a la recientemente fallecida Brittany Murphy), sino algún que otro desnudo, y el ver a Julianne Moore y Amanda Seyfried en alguna que otra escena lésbica (con cama y todo, gracias Atom Egoyan).
En resumen, lujoso telefilm, que por muchas lecturas metafóricas que se intenten usar como coartada para justificar lo pobre de su guión y dirección (si, dirección, ni Atom Egoyan, ni el Cristo que lo fundo), no pasa de ser una lujosamente envuelta tontería.
10 de abril de 2011
10 de abril de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta cinta sorprende y posiblemente pueda ser la mejor actuación de Amanda Seyfried.
Nos ofrece momentos muy sensuales, intriga, toques dramáticos y sorpresas.
La narrativa de las escenas de sexo son muy buenas y sensuales, diálogos bien construidos, un guion bastante extraño e inusual pero a la par original, parecida a cintas del estilo de atracción fatal, actores de talla alta como la de la espectacular Julianne Moore, tomas muy excitantes bien filmadas, una fotografía muy conseguida, iluminación adecuada para cada ocasión y una historia bien orquestada.
Lo mejor: Su sensualidad y sinceridad.
Lo peor: Su parecido a otras cintas.
Mejor escena: Sin duda la confesión en el café.
Nos ofrece momentos muy sensuales, intriga, toques dramáticos y sorpresas.
La narrativa de las escenas de sexo son muy buenas y sensuales, diálogos bien construidos, un guion bastante extraño e inusual pero a la par original, parecida a cintas del estilo de atracción fatal, actores de talla alta como la de la espectacular Julianne Moore, tomas muy excitantes bien filmadas, una fotografía muy conseguida, iluminación adecuada para cada ocasión y una historia bien orquestada.
Lo mejor: Su sensualidad y sinceridad.
Lo peor: Su parecido a otras cintas.
Mejor escena: Sin duda la confesión en el café.
28 de abril de 2010
28 de abril de 2010
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
No acostumbro a escribir críticas, por falta de tiempo o lo que sea, pero hay algunas escenas en Chloe que lo ameritan, por supuesto no voy a detallar ninguna, sino, remarcar algunos puntos que me llamaron la atención:
1 - La escasa química que existe entre Liam Neeson y Juliane Moore, lo que en realidad viene bien a la película.
2 - La tremenda química que se nota entre Amanda Seyfried y Julianne Moore.
3 - La interpretación de las 2 últimas, impresionante, Amanda con una voz tremendamente ingenua y a la vez super sensual, y Julianne Moore, que personalmente nunca me pareció atractiva, debo reconocer que en esta película no se le resiste nadie.
4 - Por último, los lomasos de las protagonistas, que gracias a Dios podemos ver y disfrutar en el film.
saludos,
1 - La escasa química que existe entre Liam Neeson y Juliane Moore, lo que en realidad viene bien a la película.
2 - La tremenda química que se nota entre Amanda Seyfried y Julianne Moore.
3 - La interpretación de las 2 últimas, impresionante, Amanda con una voz tremendamente ingenua y a la vez super sensual, y Julianne Moore, que personalmente nunca me pareció atractiva, debo reconocer que en esta película no se le resiste nadie.
4 - Por último, los lomasos de las protagonistas, que gracias a Dios podemos ver y disfrutar en el film.
saludos,
28 de julio de 2011
28 de julio de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film bastante aburrido que al menos tiene la ventaja que no pasa de la hora y media. A pesar de que el planteamiento argumental es interesante, y que está bien interpretado por el trío protagonista, el film acaba perdiéndose en los devenires mentales del personaje de Moore y sus diatribas morales y cuestiones de confianza, en lugar de centrarse en la inestabilidad mental del personaje principal que da título al film, cosa que le hubiera dado al producto una mejor vuelta de tuerca hacia el Thriller puro y duro. Tal vez, y sólo tal vez, así la película se dejara recordar más allá del morbo de ver la escena lésbica y un desenlace desaprovechado al máximo.
25 de noviembre de 2010
25 de noviembre de 2010
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un telefilme no deja de ser un telefilme por mucho que uno se pueda esforzar en conseguir que intérpretes de tan probada solvencia como Liam Neeson o Julianne Moore aparezcan en el cartel de la cinta, eso sí, suponemos que con la aviesa intención de desubicar al espectador más distraído e ignorante, el mismo prototipo de espectador en ciernes que por otro lado bien se merece de vez en cuando pagar por ver según qué propuestas potencialmente indigestas a su paladar aunque sólo sea por la alegre insensatez de quien entra en una sala de cine como un bombero presuponemos lo hace a un edificio en llamas.
Como en todo, habrá telefilmes mejores, peores o del montón, e incluso hasta los habrá que sean decentes, lo justo para ser una opción viable en caso de un remoloneo ininterrumpido sobre el sofá en pos de una falta absoluta de interés por aplicar tensión alguna sobre nuestros músculos. A cada cual con sus vicios esperemos que inconfesables, ruego por favor, pero a pesar de que la definición de telefilme según recoge la RAE no es más que un escueto y simple "Filme de televisión", no por ello dejan de ser de todo menos escuetas las ideas preconcebidas que se le asocian a esta clase de producciones. Y reconozcámoslo, el olor a telefilme no es precisamente el más tentador.
Mientras veía 'Chloe', en mi cabeza no dejaban de resonar dos películas tan dispares en sus resultados artísticos como 'Crónica de un engaño' y 'Closer', una de cal y otra de arena. La primera ya no sólo por compartir a Liam Neeson como uno de sus principales protagonistas quien, por cierto, amenaza el reinado de Nicolas Cage como la "star" que más gratuitamente se deja ver (y oír) en cualquier lado, sino también por el hecho de ser ambos dos telefilmes disfrazados de películas y adornados con un par de nombres que doten de fundamento a su coartada. Por su parte evocar a la cinta de Nichols, básicamente, se debe a la elegancia tanto de sus diálogos como de su puesta en escena, la misma que brilla por su ausencia en un relato de brocha gorda como esta 'Chloe', un film de esos que parecen escrito y realizado con bastante más pereza que oficio y cuyo visionado se paga con la indiferencia de una producción insípida. Tan sólo el porte de sus intérpretes, que no necesariamente sus interpretaciones o personajes, la salvan de ofrecer unos resultados algo más temibles pero que, igualmente, resultan a todas luces insatisfactorios.
Como en todo, habrá telefilmes mejores, peores o del montón, e incluso hasta los habrá que sean decentes, lo justo para ser una opción viable en caso de un remoloneo ininterrumpido sobre el sofá en pos de una falta absoluta de interés por aplicar tensión alguna sobre nuestros músculos. A cada cual con sus vicios esperemos que inconfesables, ruego por favor, pero a pesar de que la definición de telefilme según recoge la RAE no es más que un escueto y simple "Filme de televisión", no por ello dejan de ser de todo menos escuetas las ideas preconcebidas que se le asocian a esta clase de producciones. Y reconozcámoslo, el olor a telefilme no es precisamente el más tentador.
Mientras veía 'Chloe', en mi cabeza no dejaban de resonar dos películas tan dispares en sus resultados artísticos como 'Crónica de un engaño' y 'Closer', una de cal y otra de arena. La primera ya no sólo por compartir a Liam Neeson como uno de sus principales protagonistas quien, por cierto, amenaza el reinado de Nicolas Cage como la "star" que más gratuitamente se deja ver (y oír) en cualquier lado, sino también por el hecho de ser ambos dos telefilmes disfrazados de películas y adornados con un par de nombres que doten de fundamento a su coartada. Por su parte evocar a la cinta de Nichols, básicamente, se debe a la elegancia tanto de sus diálogos como de su puesta en escena, la misma que brilla por su ausencia en un relato de brocha gorda como esta 'Chloe', un film de esos que parecen escrito y realizado con bastante más pereza que oficio y cuyo visionado se paga con la indiferencia de una producción insípida. Tan sólo el porte de sus intérpretes, que no necesariamente sus interpretaciones o personajes, la salvan de ofrecer unos resultados algo más temibles pero que, igualmente, resultan a todas luces insatisfactorios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El responsable de materializar esta "nueva versión" por otro lado bastante libre de la película francesa 'Nathalie X' responde al nombre de Etom Egoyan, un director con apariencia de estilo personal, algo de nombre y de cierto prestigio en círculos selectos cuya filmografía a un servidor le produce la mayor de las indiferencias, y que aquí vende sus servicios a un cine de corte más bien industrial resuelto sin mucha pasión ni emoción, si acaso con la justa profesionalidad necesaria para cubrir el expediente de una cinta que no pasa de alimenticia, de esas que se consumen cuando "no hay nada mejor" y que, además, fracasa en su intento de resultar provocativa con un erotismo de pandereta al que, tal vez, sólo las curvas de Amanda Seyfried dotan de cierta dignidad. Por si fuera poco la falta de un mínimo sentido del humor que rebaje tanta prepotencia intelectual apenas sí deja margen para evitar que incluso hasta la desidia que se acaba apoderando del relato sea incapaz de salvar una resolución tan irrisoria como presenta esta 'Chloe', puntilla final a una proyección que si bien no duele tampoco agrada, algo imperdonable si el punto de partida permite aspirar a más.
Fría, moralista, pretenciosa y complaciente, 'Chloe' no pasa de ser un telefilme del montón, ni tan siquiera uno de esos que podamos tildar "de lujo" a pesar de su reparto, que si bien puede cumplir como un "parecido razonable" de un film "de verdad" resulta fallido y prescindible para ser proyectado en una pantalla algo más grande que la del televisor de cualquier hogar medio. Al menos siempre nos quedará el cuerpo serrano de Amanda Seyfried, un visto y no visto que viene a explicar muy bien lo escaso de un (tv)film donde lo que no debería ser más que anecdótico acabará siendo lo único por lo que pueda ser recordado.
Fría, moralista, pretenciosa y complaciente, 'Chloe' no pasa de ser un telefilme del montón, ni tan siquiera uno de esos que podamos tildar "de lujo" a pesar de su reparto, que si bien puede cumplir como un "parecido razonable" de un film "de verdad" resulta fallido y prescindible para ser proyectado en una pantalla algo más grande que la del televisor de cualquier hogar medio. Al menos siempre nos quedará el cuerpo serrano de Amanda Seyfried, un visto y no visto que viene a explicar muy bien lo escaso de un (tv)film donde lo que no debería ser más que anecdótico acabará siendo lo único por lo que pueda ser recordado.
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