Delicatessen
1991 

7.2
45,152
Fantástico. Comedia
En un inmenso descampado, se alza un viejo edificio habitado por personas de costumbres más bien extrañas que sólo tiene una preocupación: alimentarse. El propietario es un peculiar carnicero que tiene su establecimiento en los bajos del bloque. Allí llega un nuevo inquilino que trabaja en el circo y que alterará la vida de la excéntrica comunidad que lo habita. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2010
21 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una sola cosa querría apuntar en torno a la película. Bueno, en realidad dos. La primera es que, seguramente, un posterior visionado contribuirá a subir la nota de ésta, porque ahora mismo estoy dudando seriamente en lo que respecta a mi posicionamiento y en si el momento en que la vi fue el más receptivo. Sea como fuere la recomiendo, aunque sólo sea por la calidad en el manejo de la técnica, las luces y las sombras. El trabajo en este sentido es excepcional.
El segundo punto que me interesa tratar es el papel del viejo loco que vive empantanado en la mugre y el agua, rodeado de ranas y caracoles, como si estuviera en mitad de una ciénaga o pantano mientras suena "Medaille d´Honneur, canción patriota como pocas en Francia ante la que el pobre viejo se emociona. Este señor aparece aislado del resto de los vecinos, pero dispuesto a actuar en cualquier momento con seguridad, con decisión. Bien, quisiera felicitar a Jean-Pierre Jeunet y a Marc Caro por el excelente modo en que han criticado el recalcitrante chovinismo francés de buena parte del sector político y la sociedad de este país (algo que, desgraciadamente, no sólo afecta a Francia). Creo que ambos directores han sabido mostrar de un modo magistral cómo este tipo de ideas pueden llegar a aislar a un individuo de la realidad. Puede verse a lo largo de la película el curioso modo en que el viejo interactua con los curiosos prototipos que se presentan a lo largo del film.
El segundo punto que me interesa tratar es el papel del viejo loco que vive empantanado en la mugre y el agua, rodeado de ranas y caracoles, como si estuviera en mitad de una ciénaga o pantano mientras suena "Medaille d´Honneur, canción patriota como pocas en Francia ante la que el pobre viejo se emociona. Este señor aparece aislado del resto de los vecinos, pero dispuesto a actuar en cualquier momento con seguridad, con decisión. Bien, quisiera felicitar a Jean-Pierre Jeunet y a Marc Caro por el excelente modo en que han criticado el recalcitrante chovinismo francés de buena parte del sector político y la sociedad de este país (algo que, desgraciadamente, no sólo afecta a Francia). Creo que ambos directores han sabido mostrar de un modo magistral cómo este tipo de ideas pueden llegar a aislar a un individuo de la realidad. Puede verse a lo largo de la película el curioso modo en que el viejo interactua con los curiosos prototipos que se presentan a lo largo del film.
25 de agosto de 2010
25 de agosto de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tibio, así me quedé después de verla. Había leído que era una película de culto, del director de Amelie, y que había sorprendido muy gratamente a los críticos europeos. Pues bien, empecé a verla y me encontré con una curiosa ambientación, las calles francesas estaban demacradas, y casi en color sepia. Interesante. A continuación nos presentaron a os personajes: el carnicero, un hombre alto, grande y desagradable, despótico hasta la muerte. El protagonista, el curioso y muy feo Dominique Pinon, que se mete en el papel de buen hombre con bastante éxito, ingenuo e inocente, que llega a una nueva ciudad en la que intenta hacerse un hueco después de su anterior vida como payaso. Y por último (me salto a los personajes menos importantes) está la hija del carnicero, una joven tímida y muy miope que se enamora del protagonista. Es cierto que a priori son unos interesantes personajes, y que los actores los interpretan con bastante acierto, pero también lo es que ninguno me llega, ninguno me transmite ninguna sensación en especial, y no me conmoví en ningún momento de la película. La trama en sí es original sí, pero también aburrida en muchos momentos, los diálogos están bien pero sin ser brillantes, y el humor, sí, supongo que tiene toques de humor negro, pero no recuerdo haber soltado ninguna carcajada ni nada más lejos de una risita forzada por algún detalle que otro.
En definitiva, no es que sea mala, pero tampoco es buena, entretiene, pero no cala, quizá sea de culto, pero yo no entiendo por qué.
En definitiva, no es que sea mala, pero tampoco es buena, entretiene, pero no cala, quizá sea de culto, pero yo no entiendo por qué.
3 de noviembre de 2014
3 de noviembre de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delicatessen de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro es una comedia negra con detalles fantásticos considerada por muchos como una película de culto. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo asfixiante y enrarecido, es una obra original que ofrece algo nuevo al tener en su interior una historia extraña en la que mezcla hábilmente el cine noir y el humor, dejando confundido al espectador con una trama de lo más desconcertante. Realizada de modo ficticio tiene un resultado ingenioso que se desmarca del cine más convencional.
La fotografía usa mucho la luz tenue y tiene imágenes oscuras que trastocan al público por ser estéticamente raras y recónditas, concluyendo una labor sombría y algo claustrofóbica que sin embargo magnetiza al público. La música es autóctona y emplea melodías dulces y clásicas por un lado y enigmáticas e intrigantes por el otro, hipnotizando al espectador y acompañando el film en los momentos oportunos. Los planos y movimientos de cámara completan una tarea bien elaborada mediante el uso de los primeros y primerísimos planos, detalles, seguimiento, avanti y cámara en mano rápidos e informales que dan un toque distinto.
Las actuaciones son competentes y jocosas. Como protagonista Dominique Pinon trabaja con simpatía y autenticidad y son buenos y en la misma línea interpretativa los acompañamientos de Howard Vernon, Chick Ortega, Pascal Benezech, Marie-Laure Dougnan, Jean-Claude Dreyfus y Karin Viard entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones antiguos y curiosos que son alusivos a cada personaje y que, junto con unos decorados lóbregos, te transportan notablemente a ese extraño lugar.
El guion, escrito por los directores junto con Gilles Adrien, es inusitado y atrayente al mostrar un mundo hermético que transporta al espectador dentro de una atmósfera enrarecida que no deja a nadie indiferente y exhibe algo nuevo en el séptimo arte, no todo lo bueno que podría haber llegado a ser pero si notable dentro de sus extrañezas, mezclando además con maestría lo turbador e hilarante para dejar al público atónito. Esto se lleva a cabo con una narrativa enigmática y sugerente que es muy expresiva y combina lo tétrico y ocurrente para atrapar al espectador.
Concluyendo, la considero una obra original e hipnótica de un director que ofrece algo nuevo turbador y jocoso que llama la atención del público, en especial del que busca cintas distintas y arriesgadas con una atmósfera recargada y magnética a partes iguales. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, decorados y narrativa que vuelven a Delicatessen, un film innovador y valiente a la hora de huir de los convencionalismos y del cine de etiqueta.
La fotografía usa mucho la luz tenue y tiene imágenes oscuras que trastocan al público por ser estéticamente raras y recónditas, concluyendo una labor sombría y algo claustrofóbica que sin embargo magnetiza al público. La música es autóctona y emplea melodías dulces y clásicas por un lado y enigmáticas e intrigantes por el otro, hipnotizando al espectador y acompañando el film en los momentos oportunos. Los planos y movimientos de cámara completan una tarea bien elaborada mediante el uso de los primeros y primerísimos planos, detalles, seguimiento, avanti y cámara en mano rápidos e informales que dan un toque distinto.
Las actuaciones son competentes y jocosas. Como protagonista Dominique Pinon trabaja con simpatía y autenticidad y son buenos y en la misma línea interpretativa los acompañamientos de Howard Vernon, Chick Ortega, Pascal Benezech, Marie-Laure Dougnan, Jean-Claude Dreyfus y Karin Viard entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones antiguos y curiosos que son alusivos a cada personaje y que, junto con unos decorados lóbregos, te transportan notablemente a ese extraño lugar.
El guion, escrito por los directores junto con Gilles Adrien, es inusitado y atrayente al mostrar un mundo hermético que transporta al espectador dentro de una atmósfera enrarecida que no deja a nadie indiferente y exhibe algo nuevo en el séptimo arte, no todo lo bueno que podría haber llegado a ser pero si notable dentro de sus extrañezas, mezclando además con maestría lo turbador e hilarante para dejar al público atónito. Esto se lleva a cabo con una narrativa enigmática y sugerente que es muy expresiva y combina lo tétrico y ocurrente para atrapar al espectador.
Concluyendo, la considero una obra original e hipnótica de un director que ofrece algo nuevo turbador y jocoso que llama la atención del público, en especial del que busca cintas distintas y arriesgadas con una atmósfera recargada y magnética a partes iguales. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, decorados y narrativa que vuelven a Delicatessen, un film innovador y valiente a la hora de huir de los convencionalismos y del cine de etiqueta.
10 de octubre de 2016
10 de octubre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ví esta famosa cinta de principios de los 90 en el sacrosanto año 2016. No ha envejecido nada mal, sin embargo tal vez no me haya sorprendido tanto como lo hubiera hecho en su tiempo dado que la estética y ese 'savoir faire' de Jeunet ya forma parte del imaginario colectivo y ha sido perpetuado y re-interpretado no sólo por los mismos autores (Amelie, por ejemplo), si no también por decenas de acólitos y admiradores (Véase 'El milagro de P. Tinto como evidencia menor en tierra patria).
Volviendo a la película, está sublimente planteada y filmada. Tiene varias escenas completamente icónicas. Los actores y su caracterización también se ajustan perfectamente al planteamiento. Al principio descoloca un poco dado que no sabes ni de que va ni que esperar, pero pronto asienta el paradigma principal y se muestra como es: Una comedia coral, bizarra y muy negra a medio camino entre la "Bande dessinée" costumbrista centro-europea y la sublimación del espíritu cirquense. No revelo nada la trama para no estropear el espectáculo a quien aun no la haya visto. Sólo decir que merece la pena. Por poner una referencia similar, pero mucho más simplona, decir que muy probablemente "La comunidad" de Álex de la Iglesia tenga esta cinta francesa como una fuente de inspiración relevante.
Abstenerse espectadores que sólo gusten de grandes superproducciones no dispuestos a tolerar una sucesión de gags retorcidos y macabros. Nota: Tranquilos que no hay nada gore ni visualmente insoportable... sólo bizarro.
Volviendo a la película, está sublimente planteada y filmada. Tiene varias escenas completamente icónicas. Los actores y su caracterización también se ajustan perfectamente al planteamiento. Al principio descoloca un poco dado que no sabes ni de que va ni que esperar, pero pronto asienta el paradigma principal y se muestra como es: Una comedia coral, bizarra y muy negra a medio camino entre la "Bande dessinée" costumbrista centro-europea y la sublimación del espíritu cirquense. No revelo nada la trama para no estropear el espectáculo a quien aun no la haya visto. Sólo decir que merece la pena. Por poner una referencia similar, pero mucho más simplona, decir que muy probablemente "La comunidad" de Álex de la Iglesia tenga esta cinta francesa como una fuente de inspiración relevante.
Abstenerse espectadores que sólo gusten de grandes superproducciones no dispuestos a tolerar una sucesión de gags retorcidos y macabros. Nota: Tranquilos que no hay nada gore ni visualmente insoportable... sólo bizarro.
5 de noviembre de 2005
5 de noviembre de 2005
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en conjunto, tanto técnica como artísticamente la película es toda una lección de buen cine, personalmente opino que lo más grande de este film es la originalidad. El argumento en general no se parece a ninguna película anterior que yo recuerde. La dirección de actores es estupenda, poseyendo cada papel una personalidad única y muy peculiar, huyendo de los típicos rostros de "palo" del cine actual. El buen uso de la camara y un magnífico montaje invitan en ocasiones a la risa y en otras ocasiones a recrearnos en unas secuencias bellísimas retratando lo más sencillo y artesanal, que en todo momento dan sensación de gran belleza artística retratando la humilde vida de una comunidad de vecinos.
Que nadie piense que es un dramón de espanto, en absoluto, el carácter sencillo y divertido de la mayoría de los personajes y las situaciones con las que se encuentran dan lugar a un entretenimiento sin descanso.
Que nadie piense que es un dramón de espanto, en absoluto, el carácter sencillo y divertido de la mayoría de los personajes y las situaciones con las que se encuentran dan lugar a un entretenimiento sin descanso.
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