Ip Man
Acción
Foshan, años treinta. Ip Man, respetado maestro de Wing Chun, combina el estudio de las artes marciales con los combates ocasionales a los que se ve forzado por parte de sus admiradores. Son tiempos de prosperidad a los que la guerra con Japón amenaza con poner fin. Con la ocupación estallará la tragedia e Ip Man se verá obligado a defender el honor de su pueblo. Ip Man (o también conocido como Yip Man), fue maestro y mentor de Bruce Lee. (FILMAFFINITY) [+]
8 de octubre de 2010
8 de octubre de 2010
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ip Man, es una de esas películas que marcan un punto de reflexión para el cine, aunque no oculto con recelo las esperanzas que durante mucho tiempo deposité en que pudiera dar el salto a nuestras fronteras y poder ser disfrutarlo en España como se merece, sin embargo, este ha sido un buen mazazo y un jarro de agua fría para el genero en nuestro país, creedme cuando os digo que si Ip Man no ha llegado a nuestras salas de cine o Videotecas, es que algo asquerosamente podrido huele, y es la muerte del cine de Kung Fu en castellano.
Posiblemente mi punta de vista o enfoque este un poco mas distorsionado que lo habitual al hablar de este film, no puedo negar que los sentimientos y las clases recibidas horas antes de Wing Chun han influido claramente a la hora de valorar esta obra magistral, pero eso es algo que debéis juzgar por vosotros mismo.
Posiblemente mi punta de vista o enfoque este un poco mas distorsionado que lo habitual al hablar de este film, no puedo negar que los sentimientos y las clases recibidas horas antes de Wing Chun han influido claramente a la hora de valorar esta obra magistral, pero eso es algo que debéis juzgar por vosotros mismo.
19 de septiembre de 2011
19 de septiembre de 2011
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No le falta ni le sobra nada. Emociona, porque además de excelentes combates muestra una historia. Describe la vida de un hombre admirable en muchos sentidos. Vale la pena verla entretiene, enseña (lecciones de humildad y de buen saber , equilibrio y virtudes varias ) . Vale mucho la pena verla y se disfruta a pleno.
31 de diciembre de 2019
31 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusto la dirección que parecía llevar al inicio con chistes tontos, artes marciales y forasteros buscando vencer a todos los maestros... pero tras la invasión japonesa todo se torna deprimente y la situación anímica no mejora, no es problema de la película si no de mi estado emocional. Pero las coreografías de las peleas son grandiosas.
21 de abril de 2021
21 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sonará a chiste malo, pero cuando abrí el archivo con la película me imaginé que iba a ser algo de hackers y ordenadores. Pero no. IP no era el acrónimo de Internet Protocol sino que realmente se escribía Ip y es el nombre (o el apellido, cualquier sabe) de una leyenda de las artes marciales hongkongesas que, por lo visto, terminaría siendo mentor del mismísimo Bruce Lee. Como suele pasar en películas por y para orientales, el choque cultural es violento porque la película avanza a un ritmo endiablado sin esperar al espectador occidental, que debe realizar un considerable ejercicio de atención para asociar unos nombres poco frecuentes en España con unas caras poco habituales en Europa. Como es normal, la película pierde un poco porque al cabo de un rato, lo normal es renunciar a intentar pensar en cada protagonista por su nombre y pasar a identificarlos como “el bueno”, “la chica”, “el gordito” o “el de la mirada sucia”... lo que inevitablemente desvirtúa parte del mensaje.
Para los que sólo tuvimos de ver la versión doblada al castellano, el choque cultural también se manifiesta en unos diálogos poco fluidos y de poca riqueza léxica, achacables muy probablemente a las dificultades del doblaje para encajar los movimientos labiales del alfabeto occidental con una pronunciación oriental y encontrar las palabras apropiadas. A mí por lo menos me pasa que me da la sensación de que los protagonistas de producciones chinas o coreanas tienen alguna clase de dificultad en la pronunciación o para encontrar las palabras apropiadas. Obviamente, esto no es demérito de la película ni achacable a ella, pero como mi punto de vista es siempre el del espectador de a pie, pues lo comento.
En lo que se refiere a la película en sí, no destaca especialmente por nada, pero se deja ver con agrado, tanto si estás al corriente de que estás viendo un biopic como si piensas que es un drama de guerra. Y eso a pesar de que “Ip man” debe nadar contra corriente ya que su gran activo, las artes marciales, no puede brillar apenas debido al contexto histórico, la invasión japonesa de China. Así, vemos a al bueno de Ip impartiendo muchas lecciones teóricas y soltando píldoras filosóficas en su academia, donde es respetado, pero apenas le da tiempo a un par de combates antes de que la llegada de los japoneses ponga su vida patas arriba y tenga que malvivir como el resto de sus compatriotas, pasando penurias, hambre y frío en medio de la despiadada ocupación. La película es honesta y todo lo rigurosa que puede, mostrando a un Ip humano que sufre como el resto en lugar del líder de la resistencia en la que otras producciones con menos escrúpulos le habrían podido convertir. A pesar de eso, o quizás precisamente por eso, por mostrar el lado menos glamuroso del héroe, sus horas más bajas, “Ip man” no decepciona. Incluso Ip, el carismático Donnie Yen, el protagonista, consigue transmitir sensaciones pocas veces vistas en esta clase de cine.
A riesgo de posibles spoilers, conviene documentarse un poco antes de plantearse ver “Ip man”, como mínimo, para tener en cuenta que es el comienzo de un ambicioso proyecto que se extiende, de momento, a otras tres películas y una precuela, por lo que conviene tomarse las cosas con calma, recopilar todas las obras para verlas sin mucho espacio temporal entre ellas y tener la mirada larga para no impacientarse por largos periodos sin acción aparente. Que no os pase como a mí, que vi la tercera parte varios años después de la primera y desperdicié gran parte de su metraje tratando de hacer memoria y buscando de qué me sonaba lo que estaba viendo.
El conjunto recorre los momentos vitales importantes en el héroe, narrados con cierta generosidad, obviamente, y sin prisa. Profundizando en aspectos que, en aquella cultura, resultan seguramente importantes aunque aquí nos pueda parecer superfluos. A mi modo de ver, a nivel global, la obra guarda un buen equilibrio entre enseñanzas zen, experiencias vitales y acción, aunque no es descartable que a más de uno se le haga pesada y pusiera más peso en la simple estopa. Cuestión de gustos.
Para los que sólo tuvimos de ver la versión doblada al castellano, el choque cultural también se manifiesta en unos diálogos poco fluidos y de poca riqueza léxica, achacables muy probablemente a las dificultades del doblaje para encajar los movimientos labiales del alfabeto occidental con una pronunciación oriental y encontrar las palabras apropiadas. A mí por lo menos me pasa que me da la sensación de que los protagonistas de producciones chinas o coreanas tienen alguna clase de dificultad en la pronunciación o para encontrar las palabras apropiadas. Obviamente, esto no es demérito de la película ni achacable a ella, pero como mi punto de vista es siempre el del espectador de a pie, pues lo comento.
En lo que se refiere a la película en sí, no destaca especialmente por nada, pero se deja ver con agrado, tanto si estás al corriente de que estás viendo un biopic como si piensas que es un drama de guerra. Y eso a pesar de que “Ip man” debe nadar contra corriente ya que su gran activo, las artes marciales, no puede brillar apenas debido al contexto histórico, la invasión japonesa de China. Así, vemos a al bueno de Ip impartiendo muchas lecciones teóricas y soltando píldoras filosóficas en su academia, donde es respetado, pero apenas le da tiempo a un par de combates antes de que la llegada de los japoneses ponga su vida patas arriba y tenga que malvivir como el resto de sus compatriotas, pasando penurias, hambre y frío en medio de la despiadada ocupación. La película es honesta y todo lo rigurosa que puede, mostrando a un Ip humano que sufre como el resto en lugar del líder de la resistencia en la que otras producciones con menos escrúpulos le habrían podido convertir. A pesar de eso, o quizás precisamente por eso, por mostrar el lado menos glamuroso del héroe, sus horas más bajas, “Ip man” no decepciona. Incluso Ip, el carismático Donnie Yen, el protagonista, consigue transmitir sensaciones pocas veces vistas en esta clase de cine.
A riesgo de posibles spoilers, conviene documentarse un poco antes de plantearse ver “Ip man”, como mínimo, para tener en cuenta que es el comienzo de un ambicioso proyecto que se extiende, de momento, a otras tres películas y una precuela, por lo que conviene tomarse las cosas con calma, recopilar todas las obras para verlas sin mucho espacio temporal entre ellas y tener la mirada larga para no impacientarse por largos periodos sin acción aparente. Que no os pase como a mí, que vi la tercera parte varios años después de la primera y desperdicié gran parte de su metraje tratando de hacer memoria y buscando de qué me sonaba lo que estaba viendo.
El conjunto recorre los momentos vitales importantes en el héroe, narrados con cierta generosidad, obviamente, y sin prisa. Profundizando en aspectos que, en aquella cultura, resultan seguramente importantes aunque aquí nos pueda parecer superfluos. A mi modo de ver, a nivel global, la obra guarda un buen equilibrio entre enseñanzas zen, experiencias vitales y acción, aunque no es descartable que a más de uno se le haga pesada y pusiera más peso en la simple estopa. Cuestión de gustos.
9 de junio de 2024
9 de junio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí dejamos aparte las interesantes y, por momentos, logradas escenas de duelos absurdas en las que te sumerge el film, la película está trufada, desde el minuto uno, de chistes pueriles, dilemas predecibles, decorados impostados y mediocres interpretaciones (resaltando como peor de todas la del inexpresivo "cara de palo" Donnie Yen).
Por lo maniqueo, reiterativo y aburrido de su argumento llega a resultar tediosa, queriendo vendernos sus postulados patrióticos chinos frente a la opresión y dominación japonesa tras el conflicto que tuvo lugar en los años 30 del pasado siglo.
Una decepción enorme pues su puntuación está desmedida en esta página y, como producto artístico, deja mucho que desear. Mucho mejor otras cintas que hablan de maestros del kung fu o "wushu", como es el caso de "Sin miedo" o "Las 36 cámaras del Shaolin".
Por lo maniqueo, reiterativo y aburrido de su argumento llega a resultar tediosa, queriendo vendernos sus postulados patrióticos chinos frente a la opresión y dominación japonesa tras el conflicto que tuvo lugar en los años 30 del pasado siglo.
Una decepción enorme pues su puntuación está desmedida en esta página y, como producto artístico, deja mucho que desear. Mucho mejor otras cintas que hablan de maestros del kung fu o "wushu", como es el caso de "Sin miedo" o "Las 36 cámaras del Shaolin".
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