Casino Royale

Me gusta el cine clásico, no lo niego. Pero esta aberración es el ejemplo perfecto para que los críticos dejen de decir que el cine bueno era el de antes, no señores, cine bueno hubo antes y hay ahora y cine malo también, casino royal es un completo adefesio.

Una película con semejante reparto promete mucho. El principal error que tiene esta “cosa” es que está dirigida por ¡cinco directores! Así, no se encuentra un hilo argumental coherente, cada uno trata de imponer su punto de vista, convirtiendo esta película en una colcha de retazos, una serie de escenas totalmente incoherentes y absurdas.

Estoy de acuerdo con los que dicen que lo único rescatable es Woody Allen y la escena del fusilamiento, pero esto solo dura 1 minuto y de resto nos enfrentamos a 2 horas totalmente ridículas,
La idea de parodiar las películas de James Bond era interesante pero se quedó en eso, una idea que jamás fue explotada y en vez de ver una aceptable burla al estilo bond, sólo se percibe una sicodelia sesentera que poco y nada tiene que ver con el mundo del espía inglés.
Espantosa

Primeramente es innecesariamente larga, no había razón para meter ciertas secuencias que no vienen a cuento y que además resultan insufriblemente soporíferas (la primera media hora es insoportable). A eso hay que añadir que un 95% por ciento de los gags están muy vistos y no hacen la más mínima gracia, de la quema se salvan unos pocos en los que el que mejor sale es Woody Allen.

El reparto es excelente pero los muchos directores se encargan de desperdiciar uno por uno a los actores, la música es simple (la melodía principal termina por ser muy odiosa), el guión es una chorrada que tras otra que desaprovecha el concepto de lo que podría haber sido una excelente película.

La media hora final no está tan mal pero olvidar las dos horas de sopor no se perdona.

Solamente habían pasado cinco años del nacimiento del personaje creado por Ian Fleming que varios directores (entre ellos John Huston que aparece en un pequeño papel al principio) decidieron parodiarlo de pies a cabeza modelando un gentleman crepuscular, inglés al cien por cien y aficionado al te antes que al Martini. Optaron por David Niven en un Bond a las últimas con el título de Sir, aislado en algún lugar de la África post-colonial y que en su próxima misión consistirá en no moverse de su viejo despacho del MI16, dispuesto a reclutar nuevos agentes. A partir de allí jugarán los nuevos pupilos que le harán la faena al espía británico en su cruzada para salvar al Mundo del Dr. No (¿?¿?) y secuaces como Le Chiffre (Orson Welles). En la baza ganarán protagonismo Evelyn Tremble (Peter Sellers) como rey de las cartas en el juego de la bacarrá y el sobrino de Bond, Jimmy (Woody Allen) acomplejado por su inferioridad. No faltarán en el meollo chicas guapas como Mata Bond (Joanna Pettet), hija del agente, fruto de su unión con Mata Hari o la seductora Vesper Lynd (Ursula Andress, a modo de un papel muy lejos del recordado como el de la inocente pescadora de conchas y caracolas en “Dr. No”) o la veterana Deborah Kerr, institutriz de un castillo escocés plagado de no menos hermosas mujeres y fornidos aunque torpes tipejos ataviados de faldas cuadriculadas.

"Casino Royale" no deja de ser una comedia de risa forzada y enredo poco trabajado para dejarse caer en el absurdo, sin más. Solamente se salvan Peter Sellers, que llega a la altura de la interpretación de David Niven, en sus roles camaleónicos con el fin de seducir a su protectora Vesper Lynd antes de emprender el viaje a Francia, con destino al Casino del título. Elogios merece también el gag de Woody Allen en el pelotón de fusilamiento y su personaje de Jimmy Bond que respondería al molde de muchos de los que interpretaría o haría interpretar a lo largo de sus films como director. Sellers, Allen y Ursula Andress ya habían coincidido en 1965 en la comedia “What´s New Pussycat?” de Clive Donner.

Tenía interés en ver esta película porque la melodía de Burt Bacharach se me quedó grabada en el recuerdo, escuchándola a las orquestas de la época. Pero de la película, ciertamente no esperaba gran cosa, a pesar del enorme elenco de sus protagonistas. Mis presagios se confirmaron. Su visión hasta el final es un verdadero suplicio. Solo esa maravillosa música de Burt Bacharach intercalada a lo largo de la cinta, ayuda a hacer más soportable la misma. La originalidad de los créditos con la melodía de Bacharach, sin duda lo mejor y único a resaltar de una película que no recomiendo a nadie.

Menuda locura de película. Esta primera versión de la novela de 007 ¨Casino Royale¨, en una versión bastante, bastante libre, rodada con 6 directores distintos y con un tremendo plantel de actores -sobre todo cómicos- de la época, es, básicamente, un experimento de puro humor absurdo, que a veces tiene su gracia, pero otras el desmadre es tal, que te hace cortocircuito la mente, más que hacerte reír.

Con un montaje de lo más caótico, con escenas que se cortan de manera extraña y te tienes que imaginar qué ha pasado (aún no estoy seguro de si he visto una versión recortada o es que es así, pero la duración de la que he visto coincide con los datos técnicos, así que menuda locura).

Varios James Bonds distintos rondando por ahí, momentos sin pies ni cabeza, escenas geniales, escenas ilógicas y la una de las partes finales más alocadas que he visto.