La serie presenta a un Reacher más creíble que Cruise, aunque también mucho peor actor. Es entretenida, y se agradece en su mayor parte la ausencia de los elementos comunes que recientemente pudren el mundo audiovisual, el activismo de cualquier tipo. Aún así, Willa Fitzgerald deambula con destreza en la cuerda floja de lo improbable, pero defendiéndose con destellos de talento.

La trama arranca con cierta torpeza y se acelera al final de la serie de forma algo precipitada, con momentos extemporáneos que desentonan en la tónica sarcástico violenta ligera general.
Las peleas resultan medianamente creíbles dado el tamaño de Alan Ritchson, que hace lo que puede infructuosamente por dar algo de profundidad al personaje principal.
Me ha resultado medianamente simpática y afortunadamente poco contaminada. Para pasar el rato con una bonita fotografía de Georgia.

Producto que no engaña a nadie. Se adapta la novela de Child de forma eficaz aunque algo impersonal, algo desangelada.
Hay una buena intriga con varios giros (que se presentan de forma respetuosa con la inteligencia del espectador), unos actores que cumplen por los pelos (pero cumplen), algunas escenas de acción y peleas que convencen (aunque no enamoran) y ciertas dosis de humor cínico y negro.
El físico rotundo de Ritchson impresiona en la serie y en la realidad. Creo que se ajusta muy bien a la descripción que hace Child de su personaje: un tipo indudablemente corpulento y con formación militar.
La producción es buena y denota profesionalidad y respeto para con las novelas de Child.

La seriedad con la que se trata el producto, lo interesante de la trama y el buen guión -que te tiene en vilo y te interesa durante toda la temporada- junto con las solventes escenas de acción y peleas hacen que lo disfrutes mucho. ¿Para cuando la segunda temporada?

Por cierto, Reacher no va con botas camperas (así lo sacan aquí en la primera secuencia...) sino con sus inseparables zapatos Cheaney.

Comenzamos el año pasado a ver esta serie sin mucha fe y en un sólo capítulo nos enganchó.

Lo que te atrapa de la serie en primera instancia es el protagonista, el cual no se anda con chiquitas cuando se trata de darle a los malos una lección, y lo que te mantiene es que luego van apareciendo personajes que están bien dibujados y te interesan.

La acción es buena y todos los capítulos tienen su dosis.

Vamos terminando la segunda temporada y ha mejorado respecto a la primera. Muy bien por Amazon renovando estas aventuras de Reacher.

Si te gustan las series de acción con investigación... seguramente te guste.

Una especie de Swarzeneger, un equipo de invencibles militares cuyo objetivo es salvar al mundo. Compadreo, hostias como panes, frases lapidarias, y chulería de acción de la buena,machitos que arrasan, mujeres aún más duras si cabe, malos malísimos, conspiración... y podría seguir con más tópicos de antaño. Y esto es lo que la hace enormemente entretenida y sobre todo, divertida.
Es la prueba de que no es necesaria la porquería adoctrinadora woke para hacer algo bueno y que ni ofende , ni se mete con nadie, ni se preocupa de politiqueos que sobran, ni tampoco pretende ser amable con nada. Solo quiere hacernos pasar buenos ratos.
Trama sencilla, personajes con los que empatizas muy rápido, estética potente y ni un segundo de respiro.
Quiero más de esto por favor.

Debo sumarme al coro de comentarios que afirman la semblanza de este Reacher con el original de papel. Voy más allá: es el original del papel.
Tomando como base que los libros de Child son lo que son, debo reconocer que el personaje llena porque, como Holmes, palpita en él un profundo sentido de la justicia. Diría que tiene un TOC de justicia, porque muchas veces se sobrepone a su instinto de supervivencia, incluso.
Y otro punto a su favor: la trama de los libros se respeta, y los personajes, no solo el de Reacher, suelen ser buenos trasuntos de sus hermanos incorpóreos.
Luego tenemos el uso de la violencia, nunca gratuito, pero tampoco racaneado. Y lo cierto es que, ¿a quién no le apetecería alguna vez ser Reacher y bajar los humos a algunos personajes? Pero, como somos civilizados, verlo en la pantalla es suficientemente catártico, lo que sin duda es de agradecer.
Luego vienen los puritanos de nuevo cuño a hablarnos de patriarcas, machismo-leninismo y zarandajas varias, pero solo por verlos echar espumarajos la serie ya cumple.